Un exasesor de Trump, condenado a m¨¢s de tres a?os de c¨¢rcel por mentir al Congreso

Tras m¨¢s de 40 minutos abroncando al acusado, la juez Amy Berman Jackson ha anunciado este jueves la esperada sentencia contra el amigo y exasesor de Donald Trump, Roger Stone: 40 meses de c¨¢rcel. Hostigada por el presidente Trump en los ¨²ltimos d¨ªas, con su alocuci¨®n, la magistrada parec¨ªa intentar defender su propia integridad y establecer que el juicio que hab¨ªa sufrido Stone no era una broma. La juez dict¨® una condena significante, aunque lejos de los entre siete y nueve a?os que solicitaron los fiscales y que han enturbiado la pol¨ªtica de Washington durante las ¨²ltimas dos semanas. El presidente declaraba este jueves que por el momento no utilizar¨ªa "los poderes" que le confiere el cargo para otorgar clemencia a su amigo y facilitador de campa?a."Me encantar¨ªa ver a Roger exonerado porque personalmente creo que se le ha tratado muy injustamente", declar¨® el mandatario.

Cargada de emoci¨®n, casi enfadada, la juez se extendi¨® en una larga reprimenda contra el exasesor de Trump al que defini¨® como un ser "inseguro" que solo buscaba "atenci¨®n". La magistrada dej¨® claro al veterano asesor que no se le condenaba "por defender al presidente, sino por cubrir "las faltas del presidente".? La carrera profesional de Stone se extiende desde el esc¨¢ndalo del Watergate en los a?os setenta a la campa?a electoral de Trump hace cuatro a?os, y ahora a?adir¨¢ a su curr¨ªculum tres a?os y cuatro meses de c¨¢rcel. Stone se ha movido siempre en los confines de la moralidad y ha irrumpido en la trastienda de las grandes pol¨¦micas, incluido el recuento de votos en las elecciones de 2000, que perdi¨® el dem¨®crata Al Gore y dio la Casa Blanca a George W. Bush.

"La verdad todav¨ªa importa", dijo la juez a Stone, "no se trata de Roger siendo Roger", prosigui¨® la magistrada en referencia al peculiar personaje, el m¨¢s provocador y embaucador de los asesores pol¨ªticos conservadores. No se sabe el d¨ªa en que Stone, considerados por muchos como un pr¨ªncipe de las tinieblas y cerebro tras la victoria de Trump en 2016, entrar¨¢ en la c¨¢rcel, ya que la juez tiene sobre su mesa la petici¨®n de un nuevo juicio. Stone abandonaba este jueves el juzgado en el centro de Washington arropado por guardaespaldas y sin pronunciar una sola palabra.

Siete delitos

Un jurado de nueve mujeres y tres hombres encontraron culpable a Stone el pasado 15 de noviembre de siete delitos, entre ellos obstruir una de las investigaciones del Congreso de Estados Unidos sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y la manipulaci¨®n de testigos. Stone, un animal pol¨ªtico de 67 a?os, es un veterano asesor e ide¨®logo del actual mandatario estadounidense. El exfiscal especial Robert Mueller, que lider¨® las pesquisas sobre los lazos de Mosc¨² con el entorno de Trump, lo acus¨® de los siete delitos por los que fue declarado culpable. Stone fue clave en la investigaci¨®n de Mueller por sus v¨ªnculos con WikiLeaks, la organizaci¨®n detr¨¢s de la filtraci¨®n de miles de correos electr¨®nicos dem¨®cratas durante la campa?a presidencial.

Cuando hace 10 d¨ªas se dio a conocer la condena sugerida por los fiscales del caso estall¨® una tormenta pol¨ªtico-judicial. El Departamento de Justicia interven¨ªa para reducir la pena de c¨¢rcel requerida contra el amigo ¨ªntimo del mandatario despu¨¦s de que Trump criticara la condena sugerida de entre siete y nueve a?os de c¨¢rcel. "Es una situaci¨®n horrible. Los verdaderos cr¨ªmenes estuvieron al otro lado. No se puede permitir este fallo judicial", escribi¨® Trump en un tuit que conten¨ªa un enlace a la noticia sobre la pena.

Tras las cr¨ªticas y el anuncio del Departamento de Defensa de que reconsiderar¨ªa la pena para rebajarla, los cuatro fiscales que llevaban el caso contra Stone anunciaron su renuncia. Uno de ellos comunic¨® que dimit¨ªa y planeaba dejar el Gobierno, mientras que los otros tres implicados en el caso pidieron permiso a un juez para retirarse del proceso contra Stone, declarado culpable de siete cargos en 2019. Los cuatro fiscales son Aaron Zelinsky, Jonathan Kravis, Adam Jed y Michael Marando.

A esas alturas, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, se encontraba entre la espada, y la pared, acusado de parcialidad y con peticiones de dimisi¨®n.? Barr hizo algo que pocos se atreven a hacer dentro de la Casa Blanca -aunque hay quien considera que se trat¨® de una estratagema-: critic¨® al presidente ¡ªy sigue en el cargo¡ª. Barr asegur¨® la semana pasada que le resultaba ¡°imposible¡± hacer su trabajo con el ruido que provocaban los continuos tuits del mandatario. Pero lejos estaban de tener efecto las palabras en el presidente. La respuesta de Trump lleg¨® precisamente a trav¨¦s de Twitter, donde asegur¨® que ten¨ªa "el derecho legal¡± de intervenir en casos judiciales.

¡°Que haya comentarios y tuits sobre el Departamento, la gente que trabaja en ¨¦l y los casos que est¨¢n pendientes hace imposible garantizar que los tribunales y los fiscales lleven a cabo su trabajo con integridad¡±, lament¨® el fiscal general, quien ocup¨® ese mismo cargo en 1991 con George H. W. Bush. ¡°No voy a dejar que nadie me influya¡±, afirm¨® en relaci¨®n al ¡°Congreso, los editoriales de los peri¨®dicos o el propio presidente¡±. ¡°Har¨¦ lo que considere que est¨¢ bien¡±, concluy¨®.