Grupos armados provocan el desplazamiento de m¨¢s de 800 campesinos en Colombia
El ¨¦xodo evidencia la cr¨ªtica situaci¨®n humanitaria de Ituango, en el noroccidente del pa¨ªs, de la que el Gobierno estaba informado
Lo advirtieron en 2018, 2019 y m¨¢s recientemente el 24 de enero de este a?o: por la disputa entre diferentes grupos armados ilegales, en Ituango, un municipio ubicado en el noroccidente de Colombia, ¡°podr¨ªa al recrudecerse la violencia en sus formas de actuaci¨®n y aumentar la capacidad de intimidaci¨®n contra la poblaci¨®n civil¡±. La advertencia, contenida en la ¨²ltima Alerta Temprana que hace la Defensor¨ªa del Pueblo al Gobierno de Iv¨¢n Duque, explot¨® este fin de semana cuando 815 campesinos temieron morir en medio de los combates armados y emprendieron la huida desde las apartadas zonas rurales hasta la plaza principal del pueblo.
En chivas, buses que son el transporte del campo en Colombia, subieron sus pocos objetos y animales y huyeron hasta el casco urbano del municipio donde pasaron la noche en un colegio y en el coliseo de la poblaci¨®n. El secretario del Gobierno de Antioquia, Luis Fernando Su¨¢rez, confirm¨® que el desplazamiento es de seis veredas y que el gobierno regional har¨¢ presencia para entregar ¡°kits de aseo, albergue y alimentaci¨®n¡± para los campesinos que no tienen suficientes frazadas ni colchonetas. ¡°Vamos a hacer presencia en Ituango para atender esta grave problem¨¢tica de desplazamiento forzado. Queremos generar las condiciones para que estas personas puedan retornar prontamente a sus parcelas¡±, dijo.
Pero la realidad es m¨¢s compleja. De acuerdo con ?scar Zapata, vocero de la ONG Coordinaci¨®n Colombia, Europa, Estados Unidos, la presencia de disidencias de las FARC, que no se sumaron al proceso de paz, y de grupos paramilitares llamados autodefensas gaitanistas (ACG), hacen que el riesgo sea permanente. ¡°Entre los desplazados hay ni?os, adultos muy mayores e incluso 13 reincorporados de las FARC que s¨ª le apostaron a la paz. Se requiere una voluntad real para una implementaci¨®n de los acuerdos de paz, una pol¨ªtica p¨²blica para desarmar esas estructuras paramilitares. No vemos una voluntad del Gobierno por desarticular esos escenarios de guerra¡§, dice Zapata desde la poblaci¨®n.
La Defensor¨ªa del Pueblo ha confirmado el diagn¨®stico en sus m¨²ltiples advertencias. ¡°Al accionar de las llamadas disidencias del Frente 36, la expansi¨®n de las AGC y el surgimiento y actuaci¨®n del Frente 18 Rom¨¢n Ruiz - Cacique Coyar¨¢ se suma el fortalecimiento militar en general de estas estructuras armadas ilegales como consecuencia de un fuerte fortalecimiento econ¨®mico originado en din¨¢micas trasnacionales asociadas al narcotr¨¢fico internacional¡±, indica el documento donde advierte al Gobierno nacional y exige acciones.
En la zona hace presencia el Ej¨¦rcito, pero esto no ha sido suficiente para detener el avance de estos grupos armados que aprovechan la topograf¨ªa de la regi¨®n como corredor estrat¨¦gico de droga. Para la Defensor¨ªa, las amenazas contra la poblaci¨®n van desde desapariciones forzadas, homicidios selectivos, masacre, violencia sexual, hasta accidentes por minas y/o armas trampa y enfrentamientos con interposici¨®n de poblaci¨®n civil.
Este no ha sido el ¨²nico desplazamiento sino el m¨¢s grande. En febrero pasado, 120 excombatientes de las FARC que decidieron irse del Espacio Territorial de Capacitaci¨®n y Reincorporaci¨®n (ETCR) de Santa Luc¨ªa (Ituango), donde a¨²n viven muchos de ellos. La decisi¨®n tuvo relaci¨®n con el asesinato continuado de exguerrilleros que le han apostado a la paz. De acuerdo con el informe al Consejo de Seguridad la Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU, desde la firma del acuerdo, solo en Ituango han sido asesinados 12 de ellos. A trav¨¦s de la Consejer¨ªa de Estabilizaci¨®n, el Gobierno ha dicho que har¨¢n un "traslado" escalonado y "con protecci¨®n de la fuerza p¨²blica en coordinaci¨®n con representantes de las FARC" en los pr¨®ximos meses.
Los exguerrilleros tambi¨¦n alertaron esta crisis humanitaria. ¡°Antes de hacer dejaci¨®n de armas nosotros le advertimos al Estado que si ellos no cubr¨ªan esos espacios que ¨ªbamos a dejar seguro otros actores armados se iban a posesionar y segu¨ªa el conflicto. Es lo que ocurri¨®¡±, dijo a EL PA?S Hermes Arrieta, desmovilizado, desde Ituango.
Si hay una poblaci¨®n que resuma el c¨ªrculo vicioso del conflicto colombiano esa es Ituango. Hist¨®ricamente los civiles han sido v¨ªctimas de sucesivos grupos armados y las condiciones sociales y de accesos siguen siendo precarias. En la d¨¦cada de los ochenta vivieron bajo el imperio de las FARC, en los noventa sufrieron la expansi¨®n de los paramilitares, que cometieron la masacre de El Aro y La Granja, una de las m¨¢s recordadas en Colombia por el desplazamiento de 700 campesinos aterrorizados. Despu¨¦s de a?os de cruentos enfrentamientos, las FARC volvieron a imponerse en el territorio hasta 2016 cuando entregaron las armas en el marco del proceso de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos. Ahora, sin embargo, grupos paramilitares con nuevos nombres y disidencias vuelven a poner a los civiles en el medio. Y en Ituango creen que la cifra de 815 desplazados aumentar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas.
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