Brasil entierra una era de la Lava Jato mientras el caso sigue vivo en otros pa¨ªses
La fiscal¨ªa general disuelve la unidad de investigadores que empez¨® a tirar del hilo en 2014 de una madeja que llev¨® a la c¨¢rcel a cuatro presidentes y alter¨® el panorama pol¨ªtico de Latinoam¨¦rica
¡°Quien roba poco es ladr¨®n, quien roba mucho es bar¨®n¡±, dec¨ªan unos versos que triunfaron en Brasil durante el imperio. El protagonista, uno de los mayores corruptos de la corte, fue bar¨®n y luego vizconde. Dos siglos despu¨¦s, la operaci¨®n Lava Jato puso freno a la tradicional impunidad de los poderosos gracias a un juez ambicioso y a unos fiscales comparados alguna vez con los intocables de Elliot Ness, los que atraparon a Al Capone. Actuaban desde Curitiba, una capital del interior, lejo...
¡°Quien roba poco es ladr¨®n, quien roba mucho es bar¨®n¡±, dec¨ªan unos versos que triunfaron en Brasil durante el imperio. El protagonista, uno de los mayores corruptos de la corte, fue bar¨®n y luego vizconde. Dos siglos despu¨¦s, la operaci¨®n Lava Jato puso freno a la tradicional impunidad de los poderosos gracias a un juez ambicioso y a unos fiscales comparados alguna vez con los intocables de Elliot Ness, los que atraparon a Al Capone. Actuaban desde Curitiba, una capital del interior, lejos de los centros de poder.
La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica disolvi¨® este lunes la unidad, formada por nueve fiscales, dedicada en exclusiva a investigar el caso desde Curitiba. En los mejores tiempos fueron 14. La decisi¨®n, burocr¨¢tica en apariencia y conocida este mi¨¦rcoles, cierra una era de Lava Jato. Las pesquisas nacieron hace siete a?os de manera anodina en un lavacoches donde se blanqueaba dinero, de ah¨ª, a los sobornos que Petrobras pagaba a pol¨ªticos pero adquiri¨® un asombroso desarrollo con ramificaciones internacionales. Sus tent¨¢culos en la petrolera mexicana Pemex son ahora la noticia m¨¢s candente, pero antes llev¨® a la c¨¢rcel a Lula da Silva y a presidentes de Per¨², Panam¨¢ y El Salvador, motiv¨® el suicidio de un quinto mandatario, alter¨® el mapa pol¨ªtico de la regi¨®n y alumbr¨® la mayor multa de la historia a una empresa por pagar sobornos.
Muere en Brasil la marca que galvaniz¨® el hartazgo con la corrupci¨®n, llen¨® las calles de indignados e impuls¨® la victoria electoral de Jair Bolsonaro despu¨¦s de que Lula fuera descalificado al estar condenado por corrupci¨®n. El impacto de las revelaciones en el resto del continente tambi¨¦n fue y es enorme, en Per¨², en M¨¦xico, Colombia¡ Poderos¨ªsimos pol¨ªticos y empresarios entraron en la c¨¢rcel a medida que los investigadores iban tirando de los hilos de la madeja. Arreciaron las cr¨ªticas de excesos por parte de los investigadores, y en el caso de Brasil, importantes sospechas de sesgo pol¨ªtico.
La ¨²ltima hora de la Lava Jato apunta a que el antiguo director de Pemex Emilio Lozoya recibi¨® sobornos de la constructora espa?ola OHL a cambio de contratos p¨²blicos durante el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. Son los miembros m¨¢s recientes de un abultado club de poderosos -sospechosos, unos, condenados otros- que se creyeron intocables durante d¨¦cadas.
Adem¨¢s de Lula, los presidentes Alejandro Toledo (Per¨²), Ricardo Martinelli (Panam¨¢) y Mauricio Funes (El Salvador) pasaron tiempo entre rejas. El peruano Alan Garc¨ªa se peg¨® un tiro cuando iba a ser detenido. Los fiscales de Curitiba lograron casi 300 detenciones, 278 condenas y recuperaron 4.300 millones de reales (660 millones de euros) para el erario brasile?o. La constructora brasile?a Odebrecht, que ten¨ªa un departamento para mordidas, pag¨® una multa de 3.500 millones de d¨®lares en Estados Unidos.
Curitiba es tambi¨¦n la ciudad donde Lula estuvo 19 meses encarcelado tras ser condenado por el juez Sergio Moro, cuyo nombre qued¨® asociado a Lava Jato. Convertido en h¨¦roe nacional, fue ministro de Bolsonaro. Cuatro de los nueve fiscales seguir¨¢n por ahora con el caso, diluidos en un equipo contra el crimen organizado.
La decisi¨®n se ve¨ªa venir. El presidente lo anunci¨® con todas las letras hace cuatro meses: ¡°Yo no quiero acabar con la Lava Jato. Ya acab¨¦ con la Lava Jato porque en mi Gobierno no hay corrupci¨®n¡±, proclam¨® en un discurso aplaudido por los presentes. Para entonces, Moro se hab¨ªa ido del Gobierno y los investigadores iban estrechando el cerco en torno a miembros del clan Bolsonaro sospechosos de corrupci¨®n. El mandatario populista prepar¨® el terreno con el nombramiento de un fiscal general af¨ªn que ahora ha dado la estocada al caso.
¡°Existe un inter¨¦s pol¨ªtico en debilitar la Lava Jato. Cuanto m¨¢s d¨¦biles son los ¨®rganos de fiscalizaci¨®n m¨¢s lo celebran los sospechosos¡±, afirma por tel¨¦fono el fiscal Roberto Livianu, presidente del Instituto N?o Aceito Corrup??o, una asociaci¨®n. ¡°Los fiscales que han sido reubicados tienen br¨ªo y principios ¨¦ticos, pero no tienen poderes sobrenaturales cuando su carga de trabajo es inhumana¡±, a?ade.
El golpe definitivo llega en un momento clave. Bolsonaro ha olvidado su encendido discurso contra la vieja pol¨ªtica y la corrupci¨®n para repartir millones de las arcas p¨²blicas a un pu?ado de partidos sin ideolog¨ªa conocidos por vender su apoyo parlamentario a cambio de cargos con presupuesto. Con esos aliados al frente del Congreso, espera enterrar el fantasma del impeachment.
El descontento por supuestos abusos de los investigadores unido se ha sumado a una especie de s¨²bita amnesia. Porque este golpe a la Lava Jato fue recibido con notable indiferencia en Brasil aunque sus revelaciones fueron centrales en la campa?a de Bolsonaro y antes, en la destituci¨®n de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores. Como tuite¨® una periodista, ¡°no hay nadie en la calle, ni est¨¢ entre los TT (temas en tendencia). Qu¨¦ cosa¡±. Sin embargo y, pese los evidentes efectos pol¨ªticos del megaesc¨¢ndalo, la percepci¨®n de los brasile?os respecto a la corrupci¨®n ha variado muy poco. En estos siete a?os ha ca¨ªdo cinco puntos en la clasificaci¨®n de Transparencia Internacional hasta el puesto 94 entre 180 pa¨ªses, empatado con Per¨² y muy por delante de M¨¦xico, en el 124.
Como recalca Livianu, del N?o Aceito Corrupc?o, la lacra afecta a cada ciudadano porque esos fondos dejan de financiar la sanidad, la educaci¨®n, las vacunas del coronavirus, el saneamiento o la seguridad. Un ataque directo a las pol¨ªticas p¨²blicas.
Mientras, Moro tiene sus propios problemas. Ha tenido que reinventarse porque no puede volver a la judicatura desde que pas¨® por el Gobierno. Y est¨¢ la sospecha de falta de imparcialidad, por el contenido de los mensajes que intercambiaba con los fiscales durante la investigaci¨®n sobre Lula, seg¨²n revelaron The Intercept, EL PA?S Brasil y otros medios. El Tribunal Supremo, que este lunes levant¨® el secreto de un nuevo lote de mensajes, debe decidir sobre la demanda de Lula contra Moro; este pide su expulsi¨®n de la carrera y la anulaci¨®n de la condena. Una decisi¨®n judicial delicada. Afectar¨¢ al futuro pol¨ªtico del h¨¦roe y del villano de Lava Jato.