La crisis de Irlanda del Norte obliga a Londres y a Bruselas a volver a negociar tras el Brexit
Johnson utiliza el clima de tensi¨®n en el territorio para exigir una revisi¨®n del acuerdo de retirada. La UE reclama al Reino Unido que cumpla lo firmado
Cuando ya parec¨ªa que el Brexit era una realidad inc¨®moda, pero finalmente acordada, el principal escollo durante los a?os de negociaci¨®n ha vuelto a salir a flote. El Gobierno de Johnson se ha escudado en la tensi¨®n social y pol¨ªtica surgida en Irlanda del Norte durante las ¨²ltimas semanas, provocada por los nuevos controles fronterizos y aduaneros, para reclamar a Bruselas una revisi¨®n del protocolo dedicado expresamente a ese territorio en el Acuerdo de Retirada que se firm¨® en enero de 2020. El ministro de Gabinete del Gobierno brit¨¢nico, Michael Gove, y el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea Maros Sefcovic se han reunido este jueves en Londres para intentar desencallar una situaci¨®n que ha vuelto a calentar los ¨¢nimos de ambas partes. La reuni¨®n, seg¨²n el comunicado conjunto hecho p¨²blico a su t¨¦rmino, ha servido para rebajar la tensi¨®n entre las partes, ¡°reiterar su compromiso con los Acuerdos de Viernes Santo [el acuerdo de paz en Irlanda del Norte de 1998] y con el pleno cumplimiento del Protocolo de Irlanda [anexo al Acuerdo de Retirada de la UE]¡± e intensificar los esfuerzos para aplicar las soluciones temporales a los problemas detectados.
Ambos pol¨ªticos presiden el Comit¨¦ Conjunto de supervisi¨®n del Acuerdo de Retirada de la UE, y han acordado convocarlo no m¨¢s tarde del 24 de febrero para aprobar y dar impulso pol¨ªtico a lo que se negocie, ¡°en un esp¨ªritu de colaboraci¨®n, responsabilidad y pragmatismo¡±.
Horas antes de su llegada a Londres, Sefcovic hab¨ªa enviado al ministro brit¨¢nico una carta de respuesta que, aunque prolija en detalles t¨¦cnicos, no disimulaba una dureza en el tono, muy similar a la enviada por Gove la semana pasada. Sefcovic dejaba claro al Gobierno del Reino Unido que, antes de abordar cualquier cambio en el Protocolo de Irlanda del Norte, era necesario dar pleno cumplimiento a lo ya acordado, y presentaba un listado de asuntos concretos en los que el Reino Unido todav¨ªa no hab¨ªa puesto en marcha las obligaciones que le correspond¨ªan. ¡°Las decisiones y adaptaciones [del texto] acordadas por el Comit¨¦ Conjunto hace seis semanas fueron acogidas como una soluci¨®n ¨²til para ambas partes. Necesitan ser aplicadas de un modo completo y de manera urgente. Es un requisito previo antes de valorar si cualquier otra modificaci¨®n, como las que se han solicitado, es necesaria y est¨¢ justificada¡±, advirti¨® Sefcovic.
El vicepresidente de la Comisi¨®n se?alaba a Gove que los Puestos de Control Fronterizo (BCP, en sus siglas en ingl¨¦s) siguen sin funcionar del modo en que se estableci¨® en el Acuerdo de Retirada. ¡°Muy pocos controles de identidad, y un n¨²mero muy limitado de controles f¨ªsicos [de las mercanc¨ªas] m¨¢s all¨¢ de animales vivos y plantas¡±. Las autoridades brit¨¢nicas no han brindado todav¨ªa a los representantes de la UE ¡°el acceso en tiempo real exigido a sistemas inform¨¢ticos de aduana que resultan clave¡±, ni informaci¨®n sobre c¨®mo se est¨¢n llevando a cabo en la pr¨¢ctica ciertas flexibilidades de acceso mutuo acordadas, como el llamado ¡°trusted trader scheme¡± (por el que se facilitan los tr¨¢mites aduaneros a las empresas que han demostrado con garant¨ªas que cumplen los est¨¢ndares regulatorios). Y, sobre todo, Sefcovic denunci¨® en su carta que ¡°el Gobierno del Reino Unido ha emitido recomendaciones oficiales en las que sugiere que las empresas que transportan bienes desde Irlanda del Norte a Gran Breta?a fuera de los procedimientos reglados no est¨¢n obligadas a proporcionar a las autoridades aduaneras informaci¨®n equivalente¡±. Justo lo contrario de lo que Londres se comprometi¨® a hacer.
El tono previo a la reuni¨®n, tanto por parte del Gobierno de Boris Johnson como en la respuesta de la Comisi¨®n Europea, ha encendido se?ales de alerta en Dubl¨ªn. La Rep¨²blica de Irlanda ser¨ªa la primera en sufrir las consecuencias negativas de la ruptura de un acuerdo que tanto cost¨® forjar. El primer ministro irland¨¦s, Mich¨¦al Martin, lanzaba un mensaje a ambas partes en el que exig¨ªa que se enfriaran los ¨¢nimos. ¡°Hay problemas que el Gobierno brit¨¢nico puede solucionar, pero tambi¨¦n creo que, en el lado europeo, algunos pa¨ªses necesitan tambi¨¦n moderar su tono¡±, dijo.
La UE sospecha que el Gobierno de Johnson utiliz¨® la excusa de una maniobra desafortunada de Bruselas para jugar con ventaja. La decisi¨®n de invocar el art¨ªculo 16 del Protocolo de Irlanda ¡ªpensado para situaciones excepcionales y que obliga a avisar a la otra parte¡ª cuando estall¨® el conflicto de las vacunas obtuvo de inmediato una respuesta irritada de Belfast, Dubl¨ªn y Londres. La Comisi¨®n Europea rectific¨® de inmediato, pero los actores principales aprovecharon el error para volver a cuestionar las disposiciones acordadas respecto a Irlanda del Norte para poder sacar adelante el Brexit. Johnson, empe?ado en lograr una victoria pol¨ªtica, accedi¨® a que ese territorio brit¨¢nico siguiera formando parte del espacio aduanero y el mercado interior de la UE. En t¨¦rminos claros, desvincul¨® a los norirlandeses del destino del resto del Reino Unido. Y permiti¨® que se estableciera una nueva frontera comercial en el mar de Irlanda, aunque los controles necesarios tuvieran que realizarse en tierra firme. Las pintadas amenazantes surgidas en las ¨²ltimas semanas en los puertos de Belfast y Larne, que se?alaban a los trabajadores aduaneros como ¡°objetivos¡±, llevaron a las autoridades norirlandesas y de la UE a retirar temporalmente a sus trabajadores para garantizar su seguridad.
Downing Street aprovech¨® de inmediato la situaci¨®n para reclamar mayor flexibilidad a Bruselas, con el argumento de que comenzaba a correr riesgo la delicada paz alcanzada en la regi¨®n despu¨¦s de los Acuerdos de Viernes Santo (1998). ¡°Resulta decepcionante que la Comisi¨®n Europea haya fracasado en reconocer la conmoci¨®n y la rabia experimentada por la comunidad de Irlanda del Norte, derivada de su decisi¨®n de invocar el art¨ªculo 16 [del Protocolo de Irlanda], y la necesidad de adoptar cuanto antes medidas urgentes para restablecer la confianza¡±, asegur¨® un portavoz del Gobierno de Johnson. La realidad pol¨ªtica era que el ala dura del Partido Conservador cada vez estaba m¨¢s irritada por un acuerdo que, seg¨²n sus tradicionales aliados unionistas del DUP, hab¨ªa ¡°traicionado¡± a Irlanda del Norte. La ministra principal de ese territorio, Arlene Foster, reclam¨® al l¨ªder conservador que demostrara su ¡°creencia en la integridad del Reino Unido¡±. Johnson volvi¨® a echar mano de una ret¨®rica extrema y asegur¨® la semana pasada en la C¨¢mara de los Comunes que ¡°no descartaba invocar ¨¦l mismo el art¨ªculo 16 del protocolo si persist¨ªan las barreras en el mar de Irlanda¡±. El primer ministro ignoraba deliberadamente de este modo que esas barreras no eran m¨¢s que la consecuencia forzosa del acuerdo que ¨¦l mismo hab¨ªa firmado a finales de 2019 con la UE para sacar adelante su anhelado Brexit.
22 millones de euros para ayudar a los exportadores
El Gobierno de Boris Johnson ha prometido ayudas de hasta 2.270 euros para cada empresa exportadora que se enfrenta a los nuevos tr¨¢mites burocr¨¢ticos derivados del Brexit. La C¨¢mara de Comercio Brit¨¢nica public¨® la semana pasada un informe demoledor en el que aseguraba que la mitad de las compa?¨ªas que comercian con la UE se enfrentaba a serias dificultades y costes m¨¢s elevados en sus actividades de importaci¨®n y exportaci¨®n. No solo por todo el papeleo derivado de la nueva situaci¨®n, sino por los bloqueos e interrupciones en la frontera que experimentaban desde principios de a?o.
Downing Street ya reconoci¨®, poco antes de firmar el nuevo tratado comercial con Bruselas, que habr¨ªa ¡°baches en la carretera¡± durante los primeros meses, pero se resiste a admitir que, en algunos casos, han sido aut¨¦nticos socavones. ¡°El Gobierno ha escuchado con atenci¨®n los problemas planteados por la comunidad empresarial, a trav¨¦s de su equipo de supervisi¨®n del Brexit, y est¨¢ dispuesto a sacar adelante este nuevo paquete de ayuda financiera para que los peque?os negocios se adapten a los cambios que implica nuestra nueva relaci¨®n comercial con la UE¡±, dijo Michael Gove, el jefe de Gabinete de Johnson (con rango ministerial), encargado de controlar y ajustar las consecuencias derivadas de la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea. La cifra total destinada a las ayudas ser¨¢ de unos 22 millones de euros, y las asociaciones empresariales la han acogido con agrado, pero han reclamado un mayor esfuerzo. ¡°Hay muchos problemas de adaptaci¨®n que, si no se corrigen pronto, derivar¨¢n en barreras estructurales¡±, advirti¨® Stephen Phipson, el director ejecutivo de Make UK, la principal organizaci¨®n de fabricantes brit¨¢nicos. Entre sus principales exigencias, quieren que el Gobierno acelere la formaci¨®n de las decenas de miles de nuevos agentes de aduanas que van a necesitarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.