Israel intenta pasar la p¨¢gina de los ni?os yemen¨ªes ¡®robados¡¯ con el pago de indemnizaciones
El Estado compensar¨¢ a las familias de un millar de menores jud¨ªos que fueron dados por muertos hace siete d¨¦cadas sin entregar sus restos a las familias
Israel se resiste a pasar una de las p¨¢ginas m¨¢s oscuras de su historia. Al menos un millar de ni?os yemen¨ªes fueron presuntamente robados a sus familias tras ser declarados muertos por las autoridades sin entregar los cad¨¢veres a sus familias. La llamada Operaci¨®n Alfombra M¨¢gica aerotransport¨® entre 1949 y 1950 a unos 50.000 jud¨ªos desde Yemen, donde viv¨ªan desde siglos atr¨¢s en un entorno medieval, hasta el reci¨¦n nacido Estado hebreo, que intentaba poner a salvo a la di¨¢spora asentada en pa¨ªses ¨¢rabes enemigos.
A su llegada a la Tierra Prometida fueron considerados ciudadanos de segunda clase frente a la ¨¦lite de sabras (nacidos en Tierra Santa) y askenaz¨ªes (jud¨ªos centroeuropeos) dominante en la ¨¦poca y que a¨²n ocupa amplias parcelas de poder. Internados con sus familias en ¡°campos de absorci¨®n¡±, los ni?os yemen¨ªes, como el resto de los mizraj¨ªes o jud¨ªos orientales realojados en tiendas, enfermaban a menudo. Muchos fueron separados de sus padres y no regresaron nunca del hospital. A pesar de las quejas, no hubo funerales ni entierros ni certificados de defunci¨®n. Desaparecieron.
Pero nunca fueron olvidados. Las familias yemen¨ªes denunciaron que hab¨ªan sido entregados en adopci¨®n a parejas askenaz¨ªes sin hijos, supervivientes del Holocausto, en Israel y Estados Unidos. En 1967, 1988 y 1995 se abrieron investigaciones oficiales sobre su paradero. La conclusi¨®n fue siempre la misma: no hubo robo de ni?os ni adopciones ilegales; como mucho, negligencia m¨¦dica o administrativa en medio de las p¨¦simas condiciones sanitarias.
¡°Fui a hablar con uno de los guardianes del campo y me dijo que nadie me iba a ayudar y que se iban a re¨ªr de m¨ª¡±, relat¨® en 1995 a una comisi¨®n de investigaci¨®n Yosef Avraham. Hab¨ªa volado desde Yemen el 16 de septiembre de 1949 hasta el aeropuerto de Tel Aviv junto con su mujer y sus dos hijos. El menor, Tov, hab¨ªa nacido la semana anterior. De all¨ª fueron derivados a un campamento para inmigrantes e ingresados en la cl¨ªnica del recinto, por separado, para una revisi¨®n m¨¦dica. Una semana despu¨¦s, el beb¨¦ hab¨ªa desaparecido. Seg¨²n los documentos consultados a?os m¨¢s tarde por el diario Haaretz, el peque?o Tov no fue inscrito en los registros de la cl¨ªnica. Muri¨® dos semanas despu¨¦s de llegar a Israel, seg¨²n la versi¨®n oficial.
En 2001, otra investigaci¨®n constat¨® que alg¨²n asistente social pudo, ¡°a t¨ªtulo particular¡±, entregar irregularmente ni?os en adopci¨®n ¡°para ofrecerles una vida mejor¡±, sin que llegara a observarse la existencia de una trama organizada. En 2016, la reivindicaci¨®n de las familias yemen¨ªes lleg¨® hasta la Kneset (Parlamento), que acab¨® desclasificando documentos que estaban embargados hasta 2031. En un nuevo clima de b¨²squeda de la verdad hist¨®rica, las asociaciones de afectados fueron autorizadas a indagar en los archivos. Y la justicia aval¨®, ya en 2018, la exhumaci¨®n de cad¨¢veres de ni?os muertos en la d¨¦cada de los cincuenta del siglo pasado para efectuar pruebas de ADN.
A un mes de las elecciones legislativas del 23 de marzo y siete d¨¦cadas despu¨¦s de que se registrara la desaparici¨®n de los menores, el Gobierno del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu ha aprobado un plan de compensaciones econ¨®micas a las familias yemen¨ªes que perdieron a sus hijos poco despu¨¦s de haber llegado a Israel.
Los herederos de la inmigraci¨®n mizraj¨ª (sefard¨ª, en sentido amplio), constituyen hoy uno de los pilares que sostienen la base electoral del conservador partido Likud de Netanyahu ¡ª¨¦l mismo un acreditado sabra askenaz¨ª¡ª, que hizo bandera del rechazo a la hegemon¨ªa de las ¨¦lites para derrotar en las urnas al laborismo fundacional del Estado.
¡°Ya es hora de que el sufrimiento de las familias a las que les quitaron sus hijos sea reconocido y de que reciban una indemnizaci¨®n del Estado¡±, admiti¨® Netanyahu el lunes pasado, ante ¡°uno de los episodios m¨¢s dolorosos de la historia de Israel¡±, del que deber¨¢ quedar constancia, seg¨²n enfatiz¨®, en los textos escolares. El Gobierno har¨¢ frente con una partida de 162 millones de shequels (41 millones de euros) al pago de compensaciones de 37.000 euros para las familias que no fueron informadas de la muerte de sus hijos y de 50.000 euros para las que siguen sin conocer su paradero.
¡°El Estado intenta tapar la boca a la comunidad de origen yemen¨ª con unas indemnizaciones insignificantes y parciales¡±, lament¨® la asociaci¨®n de b¨²squeda de ni?os desaparecidos Ahim Vekayamim en un comunicado citado por France Presse. La mayor¨ªa de las organizaciones de jud¨ªos originarios de Yemen, que llevan d¨¦cadas haciendo valer su derecho a conocer la verdad sobre un tr¨¢gico pasado, lamentan que el Estado no haya pedido perd¨®n, aunque s¨ª exprese ¡°pesar por el sufrimiento de los padres¡±. La Asociaci¨®n Amram, que ha recogido el testimonio de 800 familias, ha advertido de que ¡°no hay reparaci¨®n ni verdad posibles sin escuchar la versi¨®n de los afectados y sin asunci¨®n de responsabilidad¡±.
En un informe firmado en 1952 por el asesor legal de un ministerio, publicado por Haaretz tras el levantamiento del secreto oficial en 2017, se lee con claridad: ¡°No es la primera vez que llegan a mis o¨ªdos noticias sobre la inadecuada conducta de hospitales p¨²blicos que ofrecen en adopci¨®n a todo tipo de personas ni?os que han sido ingresados para su cuidado¡±.
Las reparaciones se limitan a los casos ya investigados
El Gobierno del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu no acepta la tesis, sostenida por los descendientes de los inmigrantes yemen¨ªes y transmitida de generaci¨®n en generaci¨®n, de que existi¨® una trama institucional para apoderarse de los ni?os cuando estaban separados de sus familias con el fin de entregarlos en adopci¨®n. Por eso ha impuesto condiciones. Para recibir las indemnizaciones es preciso desistir con car¨¢cter previo de cualquier acci¨®n judicial en marcha, y comprometerse a no plantear reclamaciones en el futuro.
Solo los 1.053 casos que han sido investigados por la Administraci¨®n podr¨¢n optar a una compensaci¨®n econ¨®mica. En principio, el Estado sostiene que la mayor¨ªa de los ni?os murieron a causa de una enfermedad, aunque solo se pudieron certificar 48 fallecimientos. En 69 expedientes no hay ninguna pista sobre el paradero de los ni?os.
Las sospechas de las familias yemen¨ªes surgieron cuando recibieron por correo citaciones para la incorporaci¨®n al servicio militar en las fechas en las que sus hijos, oficialmente fallecidos, hubieran cumplido los 18 a?os. En los archivos desclasificados a partir de 2017 consta que las comisiones de investigaci¨®n confirmaron la existencia de ¡°negligencia y racismo¡± por parte de servidores p¨²blicos. En una zona gris sobre la que a¨²n hay que arrojar luz, sospecharon que se llevaron a cabo adopciones sin conocimiento de los padres.
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