Sarkozy carga contra los magistrados tras la sentencia por corrupci¨®n
Emmanuel Macron y la ultraderecha de Marine Le Pen se disputan los restos del sarkozysmo tras la condena al expresidente
Nicolas Sarkozy no se rinde. El expresidente franc¨¦s carg¨® el martes, un d¨ªa despu¨¦s de ser condenado por corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias, contra los magistrados que, en su opini¨®n, llevan una d¨¦cadas ensa?¨¢ndose con ¨¦l. ¡°He sentido la injusticia profunda, chocante, que siento por los procedimientos lanzados contra m¨ª desde hace diez a?os¡±, dijo a Le Figaro, en una entrevista en la que se declara dispuesto a llevar su ¡°combate¡± hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. ¡°No puedo aceptar ser condenado por algo que no he hecho¡±.
Sarkozy ha recibido muestras de simpat¨ªa de pol¨ªticos de un amplio espectro ideol¨®gico, desde la extrema izquierda a la extrema derecha. Las reacciones a la sentencia, que expresidente recurrir¨¢, revelan dos actitudes. Primero, una solidaridad gremial de pol¨ªticos que se sienten acosados por fiscales y jueces. Y segundo, la voluntad m¨¢s o menos confesada de atraer a los restos del sarkozysmo: la derecha tradicional que ten¨ªa en el antiguo jefe de Estado a su ¨²ltimo referente, y que hoy se encuentra m¨¢s dividida y debilitada que nunca.
El expresidente de la Rep¨²blica, que ocup¨® el cargo entre 2007 y 2012, ha sido condenado a tres a?os de prisi¨®n, de los que deber¨¢ cumplir uno, aunque podr¨¢ hacerlo en su domicilio bajo vigilancia electr¨®nica. Tras el recurso ante el Tribunal de Apelaci¨®n, sin embargo, la sentencia ha quedado en suspenso hasta que se celebre el nuevo juicio y se confirme, anule o modifique la decisi¨®n del Tribunal Correccional en primera instancia.
¡°Sarkozy condenado, Macron se saca de encima a un rival serio¡±, escribi¨® en la red social Twitter de Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder del partido populista de izquierdas La Francia Insumisa y candidato a las elecciones presidenciales de 2022. La condena, en efecto, dificulta a Sarkozy presentarse en 2022, una ambici¨®n que ¨¦l negaba en p¨²blico, pero que muchos le atribu¨ªan. Y, para el presidente Emmanuel Macron, desaparece un rival en potencia. Pero el tuit de M¨¦lenchon, puede leerse de otra manera, como una vaga insinuaci¨®n, entre ir¨®nica y conspiratoria. Quien la formula es un pol¨ªtico, M¨¦lenchon, que en 2019 fue juzgado por encararse a la polic¨ªa durante un registro, y que se ha declarado, como Sarkozy, v¨ªctima de la ¡°politizaci¨®n de la justicia¡±.
En el otro extremo, tambi¨¦n lleva a?os denunciando el mismo encarnizamiento judicial Marine Le Pen, presidenta del Reagrupamiento Nacional, heredero del viejo partido de extrema derecha, Frente Nacional. Le Pen fue juzgada en febrero por difundir en Twitter im¨¢genes de las atrocidades del Estado Isl¨¢mico. Y est¨¢ imputada en el caso de los supuestos empleos ficticios en su partido.
¡°En democracia, combatimos con ideas, pol¨ªticamente, y no por medio de los magistrados, que de este modo deciden qui¨¦n puede presentarse y qui¨¦n no¡±, denunci¨® el lunes Le Pen en una entrevista en la cadena de radio Europe 1. ¡°El pueblo es soberano. Es quien decide, no los magistrados. Si no, esto es el gobierno de los jueces¡±. Le Pen atac¨® en esa entrevista a la Fiscal¨ªa Nacional Financiera, creada en 2013 bajo la presidencia del socialista Fran?ois Hollande, y la describi¨® como un ¨®rgano de excepci¨®n que se dedica a perseguir a la oposici¨®n pol¨ªtica con m¨¦todos agresivos. Uno de estos m¨¦todos ser¨ªa, seg¨²n este argumento, la escucha de conversaciones entre un cliente -en este caso, Sarkozy- y su abogado y amigo ¨ªntimo, Thierry Herzog.
En sus conversaciones telef¨®nicas, Sarkozy y Herzog hablaban de c¨®mo obtener informaci¨®n sobre un caso en la Corte de Casaci¨®n que afectaba al expresidente. Ambos decidieron pedir la informaci¨®n al abogado general de la corte Gilbert Azibert, amigo de Herzog. A cambio, le ofrecieron ayuda par obtener un puesto en el Consejo de Estado del Principado de M¨®naco. Herzog y Azibert han sido condenados a la misma pena que Sarkozy.
El expresidente y sus abogados sostienen que no hay pruebas de ¡°trama corrupta¡±. La trama fracas¨®: Sarkozy perdi¨® el caso en la Corte de Casaci¨®n y Azibert se qued¨® sin su cargo en M¨®naco.¡±No hab¨ªa un c¨¦ntimo en juego, nadie obtuvo ninguna ventaja, no hubo v¨ªctimas ni perturbaci¨®n del orden p¨²blico¡±, alega Sarkozy en Le Figaro. En otro momento afirma que ¡°puede plantearse la cuesti¨®n de la parcialidad de algunos magistrados¡±.
Dirigentes de Los Republicanos (LR), el partido fundado por Sarkozy, ven en la sentencia una confirmaci¨®n del mismo encarnizamiento que denuncian Le Pen o M¨¦lenchon. Pero ellos se sienten particularmente da?ados. No solo por los m¨²ltiples casos que acechan al expresidente desde que abandon¨® el poder. Tambi¨¦n fue la Fiscal¨ªa Nacional Financiera la que en plena campa?a abri¨® una investigaci¨®n a Fran?ois Fillon, ex primer ministro de Sarkozy y candidato de la derecha en las elecciones presidenciales de 2017, por los empleos ficticios de su esposa. Y as¨ª contribuy¨® a arruinar sus expectativas electorales cuando era el favorito. El centrista Macron gan¨® aquellas elecciones.
Desde entonces, LR no ha levantado cabeza. Ahora busca un candidato para 2022. El partido debe hacerse un hueco entre una extrema derecha que intenta presentar un rostro m¨¢s moderado, y un macronismo que ha pasado de ser un movimiento con ra¨ªces en el centro izquierda a ocupar el centro derecha y parte de la derecha. Y Sarkozy, que para algunos era un ¨²ltimo recurso en la rec¨¢mara, ha quedado ahora fuera de juego.
Algunas de las figuras con mayor proyecci¨®n de la derecha tradicional -heredera del partido de Jacques Chirac, presidente ya fallecido y condenado en 2011 a una pena de prisi¨®n exenta de cumplimiento- han desertado hacia el movimiento de Emmanuel Macron. Una de ellas es G¨¦rald Darmanin, actual ministro del Interior y disc¨ªpulo de Sarkozy, a quien ha declarado su ¡°apoyo amistoso¡±. De las filas gubernamentales no se ha escuchado ni una mala palabra hacia el expresidente, que durante estos a?os ha mantenido una relaci¨®n pr¨®xima con actual inquilino del El¨ªseo.
Es posible que el final pol¨ªtico de Sarkozy se acerque, pero sus seguidores son un codiciado tesoro pol¨ªtico, que tanto Le Pen como Macron se disputan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.