¡°Quiero que mis padres est¨¦n orgullosos de m¨ª y mi pa¨ªs tambi¨¦n¡±
En busca de una oportunidad en Europa, Dawda, un joven de 16 a?os de Gambia parti¨® de las costas de Libia con la ilusi¨®n de estudiar ingenier¨ªa y montar su propia empresa para dar trabajo a otras personas
El Centro de Coordinaci¨®n de rescate mar¨ªtimo de Italia comunic¨® al Geo Barents la asignaci¨®n del puerto seguro justo una semana despu¨¦s del primer rescate: un grupo de 26 j¨®venes africanos, entre los que hab¨ªa 15 menores que se embarcaron sin compa?¨ªa de un adulto. Dawda, un joven de 16 a?os de Gambia, estaba en esa peque?a barca de madera. Quiere estudiar ingenier¨ªa, formar su propia empresa y dar trabajo a otras personas en su pa¨ªs. ¡°Quiero que mis padres est¨¦n orgullosos de m¨ª y mi pa¨ªs tambi¨¦n¡±, asegura confiado en que podr¨¢ conseguirlo. Se fue sin su permiso porque sab¨ªan lo peligroso que pod¨ªa ser para ¨¦l un viaje que empez¨® hace dos a?os y que comenz¨® con una mentira.
¡°Un hombre de Mal¨ª me dijo que iba a ayudarme, pero me utiliz¨® como su medio de vida, luego me vendi¨® en Argelia a un hombre¡±, cuenta. All¨ª estuvo en una casucha en la que hab¨ªa otros chicos sin dinero. Todos los d¨ªas ten¨ªan que trabajar y les pegaban. Les pidi¨® el equivalente a 300 euros para que los liberara. ¡°?ramos seis o siete¡±, recuerda. Cuando pagaron les llev¨® al desierto y les dej¨® ah¨ª. Intentaron caminar, pero cuenta que ¡°hac¨ªa mucho calor, hab¨ªa mucho polvo¡±. Vieron una casa y pidieron ayuda, les dieron agua y comida. ¡°Estuve como un mes hasta que pude hacer algo de dinero para ir a la siguiente ciudad¡±.
Dawda acab¨® en Argelia donde trabaj¨® de lo que pudo para conseguir dinero y llegar a Libia. Una noche se reuni¨® con un grupo de unas veinte personas a las que hab¨ªan prometido cruzar la frontera. Cuando lleg¨® el momento los responsables de la frontera dijeron que iban a violar a todas las mujeres antes de dejarles pasar. ¡°?Eran guardias de seguridad de Libia, no civiles!¡±, exclama para enfatizar el miedo que pas¨® en ese pa¨ªs. Esa noche solo permitieron cruzar a quien ten¨ªa el dinero para darles. ¡°Yo s¨ª pude seguir¡±, dice en voz baja. Tard¨® tres d¨ªas en llegar a Tr¨ªpoli, donde se gan¨® la vida hasta que logr¨® salir. ¡°Libia era lo peor. Siempre est¨¢s con miedo¡±, asegura. ¡°A los negros de ?frica occidental en el norte de ?frica nos maltratan¡±, lamenta.
El viaje desde que sali¨® de su aldea hasta este punto ha durado dos a?os. Se fue cuando ten¨ªa 14 a?os. Su familia intent¨® detenerle. ¡°Por eso me tuve que esconder y marcharme. Ellos no quer¨ªan¡±. Tiene dos hermanos y una hermana a los que echa de menos, pero sin recursos no ve¨ªa c¨®mo pod¨ªa prosperar. ¡°Fui a la escuela y tuve que irme para tener una oportunidad. Si eres pobre no tienes oportunidades y pens¨¦ que igual si llegaba a Europa y encontraba a alguien que me entendiera me dar¨ªa una oportunidad¡±. Lo que m¨¢s le gustar¨ªa es poder ir a Alemania y trabajar en Benz, pero quiere ir paso a paso y hacer las cosas bien. Que si tuvo miedo en el mar, ?claro!. ¡°Ves el agua y sientes miedo, pero no hay otra opci¨®n. Preferir¨ªa morir que volver a Libia¡±.
Lo que cautiva de Dawda es que pese a que todo lo que ha pasado sus ganas de salir adelante parece que lo pueden todo. ¡°Obama dec¨ªa que hay que trabajar para conseguir las cosas y yo creo en lo que dice. Para m¨ª ¨¦l es un modelo a seguir¡±, asegura. En el Geo Barents ha sido un adolescente educado y servicial. Los chicos que llegaron en aquel primer rescate pusieron la alegr¨ªa con sus bailes al llegar y cuando el barco estaba tan lleno que apenas se pod¨ªan mover ayudaron a la tripulaci¨®n de MSF con la distribuci¨®n de comida y se ofrecieron a entregar las bolsas de bienvenida a los nuevos migrantes. Dawda intentar¨¢ ponerse en contacto con sus padres para decirles que est¨¢ bien. Puede que todav¨ªa no sepan de su valent¨ªa en esta larga traves¨ªa, pero seguro que est¨¢n orgullosos de ¨¦l.
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