Excarcelado en Israel un inmigrante tras 15 a?os entre rejas sin pruebas s¨®lidas
Un trabajador de Ucrania que fue condenado a perpetuidad por el asesinato de una adolescente pasa a arresto domiciliario a la espera de la repetici¨®n del juicio
El cuchillo del crimen ten¨ªa filo aserrado, pero el reo solo usaba una navaja lisa. Las dudas razonables sobre la culpabilidad de Roman Zadorov no han dejado de crecer desde que fue detenido, en diciembre de 2006. Fue poco despu¨¦s del asesinato de Tair Rada, una alumna de 13 a?os de un colegio de Katsrin, un asentamiento de 8.500 habitantes en los Altos del Gol¨¢n, territorio sirio ocupado por Israel desde 1967.
La adolescente muri¨® apu?alada en un charco de sangre en los ba?os del recinto escolar, donde Zadorov, un inmigrante de Ucrania en la treintena que se ganaba la vida con trabajos ocasionales de mantenimiento, efectuaba reparaciones. La opini¨®n p¨²blica israel¨ª clamaba venganza y la polic¨ªa se apresur¨® a resolver el caso en pocas semanas.
De la relaci¨®n sentimental de Zadorov con Olga, una mujer jud¨ªa que hoy lleva su apellido, hab¨ªa nacido un ni?o, al que llamaron Le¨®n, un mes antes del crimen. Ambos recibieron alborozados al antiguo recluso el jueves en Katsrin, poco despu¨¦s de que el Tribunal Supremo de Israel avalara su inmediata excarcelaci¨®n, tras 15 a?os entre rejas, a la espera de la repetici¨®n de su juicio con nuevas pruebas de la defensa. Permanecer¨¢ mientras tanto en arresto domiciliario, controlado por una pulsera electr¨®nica, pero conviviendo con su familia, que hasta ahora solo hab¨ªa conocido en los locutorios del penal. ¡°Solo existe una verdad¡±, se limit¨® a declarar a su llegada al hogar.
La polic¨ªa investig¨® a Zadorov por primera vez cuatro d¨ªas despu¨¦s del asesinato de la menor, tras haber peinado sin ¨¦xito la desolada meseta ocupada, habitada tambi¨¦n por drusos de origen sirio, en torno a Katsrin. No muy lejos se extiende el p¨¢ramo donde el entonces primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, quiso edificar en 2019 la colonia de los Altos de Trump en homenaje al en esa fecha presidente de EE UU, que reconoci¨® la soberan¨ªa israel¨ª sobre el Gol¨¢n. El operario ucranio era el ¨²nico forastero.
Su abogado, Yarom Halevy, siempre ha sostenido que le tendieron una trampa. Un supuesto detenido con el que compart¨ªa celda result¨® ser un agente encubierto que le indujo a reconocer su culpabilidad. Le asegur¨® que la polic¨ªa cient¨ªfica hab¨ªa hallado restos de su ADN en el cuerpo de la chica ¡ªpese a que a¨²n no hab¨ªa resultados concluyentes de las pruebas¡ª y que si admit¨ªa ser el asesino podr¨ªa librarse de una condena a perpetuidad. No tard¨® en confesarlo todo.
La puerta del retrete escolar donde fue hallado el cuerpo de la alumna estaba cerrada por dentro. Tres huellas de calzado te?idas de rojo mostraban que el asesino huy¨® saltando por la cabina adyacente. Eran similares a las de las suelas de las botas de Zadorov. Y a las de otros muchos en la zona. Restos de pelo localizados junto al cad¨¢ver fueron enviados a un laboratorio de EE UU, sin resultados concluyentes. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa centros cualificados en el Estado jud¨ªo. Pero nuevos an¨¢lisis efectuados en 2019 descartaron toda coincidencia con el perfil gen¨¦tico del ucranio.
Este fue el argumento esgrimido por la defensa del inmigrante para solicitar la revisi¨®n del juicio, acordada inicialmente en mayo por el Supremo y ratificada ahora con su excarcelaci¨®n. La fiscal¨ªa ha intentado mantener a Zadorov ente rejas, alegando riesgo de fuga y presunta peligrosidad. ¡°El ministerio p¨²blico no ha justificado su petici¨®n y el solicitante [el preso] no necesita probar que merece salir en libertad [por buena conducta]¡±, rezaba la resoluci¨®n del Alto Tribunal que rechaz¨® el recurso del fiscal. Las pruebas aportadas por la defensa, alegaron los magistrados, tienen ¡°un gran potencial de cambiar el curso del juicio¡±.
Considerado durante a?os un monstruo sanguinario, la sociedad israel¨ª empez¨® a cambiar de opini¨®n sobre Zadorov tras la emisi¨®n en televisi¨®n de la serie sobre su caso La sombra de la verdad, disponible en Netflix. El documental reabri¨® en 2016 brechas y lagunas en las pesquisas policiales y la instrucci¨®n judicial, y sembr¨® de inc¨®gnitas razonables la condena, al tiempo que acrecent¨® la desconfianza de los ciudadanos hacia el sistema legal en Israel.
Al final, el beneficio de la duda ha acabado amparando al convicto Roman Zadorov, que se retract¨® de inmediato de la confesi¨®n forzada que sirvi¨® de base a su condena. Ahora vive fuera de una penitenciar¨ªa israel¨ª por primera vez en tres lustros.
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