Londres redobla el conflicto con Bruselas al exigir cambios dr¨¢sticos en el Protocolo de Irlanda del Norte
El ministro brit¨¢nico para el Brexit, David Frost, reclama que la regi¨®n quede fuera del control judicial del Tribunal de la UE
El Gobierno de Boris Johnson est¨¢ convencido de que nunca debi¨® firmar el Protocolo de Irlanda del Norte, el documento anejo al Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la UE que m¨¢s cost¨® sacar adelante y que retras¨® las negociaciones hasta el ¨²ltimo minuto. Downing Street exige ahora a Bruselas, presionado sobre todo por sus aliados unionistas norirlandeses, una revisi¨®n dr¨¢stica del protocolo, empezando por la retirada de una de sus disposiciones fundamentales: la supervisi¨®n judicial de la aplicaci¨®n del tratado en la regi¨®n por parte del Tribunal de Justicia de la UE.
¡°No se trata ¨²nicamente del tribunal en s¨ª mismo. Es el sistema mismo del que el tribunal es su v¨¦rtice, un sistema por el que se aplican en Irlanda del Norte leyes sin ning¨²n tipo de escrutinio democr¨¢tico o de discusi¨®n¡±, advirti¨® el martes David Frost, ministro brit¨¢nico para el Brexit, desde Lisboa. ¡°Incluso ahora que la UE considera posibles soluciones al problema, su comportamiento tiene un aire de sugerir ¡®hemos decidido lo que es mejor para vosotros, y vamos a hacer que se cumpla¡±, ha dicho Frost.
El ministro no dio todos los detalles del documento que ha remitido a Bruselas, pero s¨ª apunt¨® algunos de sus elementos, totalmente inaceptables para la UE, como crear un mecanismo de resoluci¨®n de disputas que deje de lado al tribunal europeo. La amenaza brit¨¢nica est¨¢ clara: si Bruselas no acepta sus condiciones podr¨ªa reventar el tratado e iniciar una guerra comercial.
El Protocolo de Irlanda del Norte estableci¨® que esa regi¨®n brit¨¢nica, situada en el noreste de la isla de Irlanda, seguir¨ªa integrada dentro del mercado interior de la UE despu¨¦s de que el Brexit entrara en vigor. Era el modo de evitar el establecimiento de una nueva frontera interior, entre la Rep¨²blica y el territorio brit¨¢nico, que habr¨ªa excitado los ¨¢nimos de los m¨¢s radicales y puesto en peligro el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998, que acab¨® con d¨¦cadas de violencia sectaria. A cambio, Londres y Bruselas acordaron la creaci¨®n de una especie de frontera aduanera en el mar de Irlanda. Los controles efectivos de mercanc¨ªas se llevar¨ªan a cabo en los puertos norirlandeses e ingleses, por parte de personal del Reino Unido y de la UE.
Los partidos unionistas del ?lster, especialmente el Partido Unionista Democr¨¢tico (DUP, en sus siglas en ingl¨¦s) consideraron desde el primer minuto que el protocolo era una ¡°traici¨®n¡± que quebraba por primera vez la integridad territorial del Reino Unido. Pintadas con amenazas de muerte en los puertos de Belfast y Derry / Londonderry forzaron la suspensi¨®n durante varios d¨ªas, a principios de febrero, de los controles aduaneros.
A mediados de abril, estallidos de violencia juvenil, principalmente en los barrios protestantes de Belfast y Derry, recordaron los peores a?os del conflicto sectario. Los pol¨ªticos unionistas culparon al Protocolo firmado con la UE del creciente malestar en la regi¨®n, y desde entonces el Gobierno de Boris Johnson culpa, parad¨®jicamente, al protocolo, de ser el principal motivo desestabilizador de la regi¨®n.
Guerra de las salchichas
Pero fue sobre todo un conflicto comercial m¨¢s prosaico, la llamada ¡°guerra de las salchichas¡± entre Londres y Bruselas, la que aceler¨® el distanciamiento entre las dos capitales. Los controles aduaneros y fitosanitarios de productos que viajaban desde Gran Breta?a a Irlanda del Norte provocaron retrasos y escasez en los supermercados. Las salchichas brit¨¢nicas, junto a otros productos c¨¢rnicos, no llegaban.
En medio de la pandemia, determinadas farmac¨¦uticas ve¨ªan c¨®mo se complicaba el transporte de sus productos entre las islas. El Gobierno de Johnson ha prorrogado unilateralmente hasta tres veces la entrada en vigor de los controles que estaba obligado a imponer por el protocolo, mientras la UE decid¨ªa mirar para otro lado para que la tensi¨®n no aumentar¨¢.
Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y principal interlocutor de Frost, lleva meses preparando una suavizaci¨®n de los controles del Protocolo que presentar¨¢ este mi¨¦rcoles. Pero la UE ya ha dejado claro que la supervisi¨®n judicial del Tribunal Europeo es innegociable. Es parte fundamental de la estructura jur¨ªdica que sostiene el mercado interior. Londres ha descubierto ahora que esa supervisi¨®n judicial atenta, aparentemente, contra su soberan¨ªa.
El nuevo l¨ªder del DUP, Jeffrey Donaldson, ha amenazado con retirarse de las instituciones de Gobierno norirlandesas si no desaparece la frontera en el mar de Irlanda. Cat¨®licos y protestantes comparten Ejecutivo y Parlamento aut¨®nomo, y esta corresponsabilidad es parte crucial del acuerdo de paz.
El bot¨®n nuclear del art¨ªculo 16
Frost ha vuelto a esgrimir la amenaza de invocar el art¨ªculo 16 del protocolo, que permite a una de las partes suspender parte del tratado ante ¡°dificultades econ¨®micas, sociales o medioambientales graves¡±, y que supondr¨ªa en la pr¨¢ctica reventar un tratado que el Gobierno de Johnson se comprometi¨® a cumplir hace apenas un a?o. ¡°Es nuestra responsabilidad proteger la paz y la prosperidad en Irlanda del Norte, y eso puede suponer tener que usar el art¨ªculo 16 si lo consideramos necesario. No nos lanzar¨ªamos a esa ruta de un modo gratuito ni con particular placer¡±, ha advertido Frost, pero ¡°existe un l¨ªmite en el que la paciencia deja de ser una virtud¡±.
En un intento de camuflar en una cita intelectual el tono amenazante que subyac¨ªa en su intervenci¨®n, el ministro parafraseaba en esta ¨²ltima frase al fil¨®sofo y escritor Edmund Burke, considerado padre del liberalismo conservador brit¨¢nico. Con ¨¦l comenzaba tambi¨¦n el discurso de Lisboa, al recordar la idea que utiliza ahora como fundamental justificaci¨®n de su giro de 180 grados respecto al Protocolo de Irlanda del Norte: ¡°La pol¨ªtica no debe ajustarse al razonamiento humano sino a la naturaleza humana. Las personas deben ser gobernadas de un modo acorde a su car¨¢cter y temperamento¡±, citaba Frost. Un modo directo de referirse a la poblaci¨®n unionista de Irlanda del Norte, pero tambi¨¦n al n¨²cleo duro del Partido Conservador que reprocha a Johnson haber dejado a la deriva a esa porci¨®n de territorio brit¨¢nico. Para los euroesc¨¦pticos ¡ªe Irlanda del Norte est¨¢ plagado de ellos¡ª no hay mayor bestia negra que el Tribunal de Justicia de la UE, y la idea de estar ¡°subyugados¡± a su jurisdicci¨®n se les antoja insoportable.
El representante m¨¢ximo del Gobierno de Johnson ha elegido Portugal para enviar a la UE un mensaje que tiene una mezcla de advertencia y de prop¨®sito de desinflar preventivamente la iniciativa de la Comisi¨®n Europea. Este mi¨¦rcoles dar¨¢ a conocer sus propuestas de cambio del Protocolo de Irlanda, aunque en las ¨²ltimas semanas Bruselas ya hab¨ªa anticipado que estaba dispuesta a mostrarse generosa. Con su movimiento adelantado, Frost dejaba claro que nada es a¨²n suficiente para satisfacer el deseo de Londres. El protocolo, ha explicado, se firm¨® a sabiendas de que ocasionar¨ªa problemas, como condici¨®n inexcusable para sacar el Brexit adelante. Ahora que el Brexit ya es una realidad, Downing Street cree que ¡°lo razonable¡± es revisar de arriba abajo el tratado internacional que firm¨®.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.