Gambia paga su rechazo a repatriar a sus nacionales

La decisi¨®n de la Uni¨®n Europea de restringir los visados a los pa¨ªses que no cooperan en la repatriaci¨®n de los inmigrantes irregulares que se encuentran en territorio comunitario ¨Cun nuevo mecanismo aprobado por los Veintisiete en marzo pasado¨C ha reca¨ªdo sobre Gambia, una peque?a naci¨®n africana de menos de 2,5 millones de habitantes fronteriza con Senegal. Y busca, adem¨¢s, ser un toque de atenci¨®n al resto del continente: ¡°Es una clara se?al de nuestro firme compromiso de usar todas las herramientas pertinentes para mejorar la cooperaci¨®n en materia de readmisi¨®n¡±, declar¨® entonces Ale? Hojs, ministro del Interior de Eslovenia, el pa¨ªs que ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

Con la adopci¨®n de este instrumento comenz¨® el escrutinio de la colaboraci¨®n de terceros pa¨ªses, que se ha centrado en 39 pa¨ªses durante 2019. Seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea, ese mismo a?o, menos del 30% de las 490.000 personas que recibieron una orden de expulsi¨®n sali¨® finalmente de la UE. De ah¨ª que el Ejecutivo comunitario quiera convertir la pol¨ªtica de retorno en una de las claves de su nuevo Pacto de Migraci¨®n. Sin embargo, cuando los pa¨ªses de origen aceptan repatriar masivamente a sus nacionales en situaci¨®n irregular se enfrentan a consecuencias de ¨ªndole econ¨®mica, pol¨ªtica y social. Y los vuelos de deportaci¨®n son para los Gobiernos africanos un tema especialmente sensible, que genera malestar entre la poblaci¨®n.

El conjunto de pol¨ªticas de inmigraci¨®n europeas es, para Omer Shatz, profesor de Derecho Internacional en Sciences Po Paris, ¡°incoherente y no muestra respeto por el derecho internacional y por el propio derecho europeo¡±. El tambi¨¦n abogado forma parte del grupo de juristas que ha llevado ante los tribunales a la UE por cr¨ªmenes contra la humanidad por su pol¨ªtica migratoria. ¡°Son pol¨ªticas de contenci¨®n a cualquier coste, sin tener en cuenta si son legales o leg¨ªtimas¡±, apunta en referencia a las expulsiones en caliente que se registran recurrentemente en las fronteras europeas, e incluso en alta mar.

Gambia es el pa¨ªs del ?frica subsahariana que tiene un mayor n¨²mero de nacionales pendientes de readmisi¨®n: m¨¢s 12.000, seg¨²n el embajador de la UE en Banjul, la capital de este pa¨ªs africano. Le sigue de cerca Nigeria, por mucho la naci¨®n m¨¢s poblada del continente africano (206 millones de habitantes), con unos 9.600. Con unos 200.000 ciudadanos residiendo en el exterior, Gambia cuenta con una robusta di¨¢spora que env¨ªa cada a?o unos 186 millones de euros en forma de remesas, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM, dependiente de Naciones Unidas), una cantidad que supone aproximadamente la quinta parte de su PIB. ¡°No tenemos ni las infraestructuras, ni el dinero, ni las empresas suficientes para reintegrar a los miles de emigrantes que Europa pretende deportar. Son un riesgo de desestabilizaci¨®n e inseguridad¡±, afirma Yahya Sonko, activista gambiano residente en Alemania. M¨¢s a¨²n para una democracia fr¨¢gil de apenas tres a?os de vida tras m¨¢s de dos d¨¦cadas de dictadura.

¡°Gambia est¨¢ sirviendo de prueba para otros pa¨ªses¡±, asegura Sonko. ¡°Nuestro sistema pol¨ªtico, nuestro gobierno, es d¨¦bil, esta es la principal raz¨®n por la que la UE se permite sancionarnos. La mitad de nuestros proyectos de desarrollo y numerosas iniciativas est¨¢n subvencionadas por Europa, que se aprovecha de esta dependencia. Pretenden que Gambia baile al son que Bruselas quiere¡±, a?ade.

Gambia no es ni mucho menos el ¨²nico pa¨ªs que rechaza los vuelos de repatriaci¨®n. En el ¨²ltimo a?o y medio, como consecuencia del repunte migratorio en Canarias, el Gobierno espa?ol ha ejercido una gran presi¨®n sobre Senegal para que acepte estos vuelos y ese ha sido el tema central de las visitas a Dakar de la entonces ministra de Exteriores Arancha Gonz¨¢lez Laya y el presidente Pedro S¨¢nchez. Sin embargo, dichos vuelos, paralizados desde 2018, no se han reactivado. Otros pa¨ªses africanos, como Somalia, Mal¨ª, Camer¨²n, Guinea-Bis¨¢u, Eritrea, Etiop¨ªa o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo tambi¨¦n han sido advertidos por la Uni¨®n Europea. Pero hasta ahora, solo Gambia ha sido sancionado.

Consecuencias pol¨ªticas

En clave nacional, la decisi¨®n del Ejecutivo gambiano de no aceptar vuelos de repatriaci¨®n en este momento est¨¢ directamente ligada a la celebraci¨®n de elecciones presidenciales el pr¨®ximo 4 de diciembre, en las que el presidente Adama Barrow opta a la reelecci¨®n. ¡°Hay una motivaci¨®n pol¨ªtica¡±, carga Sonko. ¡°En los ¨²ltimos a?os hubo repatriaciones desde Europa. Pero con las elecciones en diciembre el Gobierno ha dicho que no. El presidente sabe que si lo acepta las familias de los repatriados no le van a votar, esta es la verdadera raz¨®n¡±.

El mantra de la UE, que ha firmado acuerdos de readmisi¨®n con 18 pa¨ªses (entre los que figuran Turqu¨ªa, Albania, Cabo Verde o Bielorrusia), es aumentar la ratio de devoluci¨®n. En unas recientes declaraciones al peri¨®dico The Point, Corrado Pampaloni, embajador de la UE en Gambia, acus¨® a las autoridades de Banjul de incumplir el acuerdo firmado entre ambas partes en 2018. ¡°En Europa tenemos derecho a no aceptar migrantes que hayan agotado las v¨ªas para obtener el derecho a la estad¨ªa. No es justo decir que Europa est¨¢ cerrando las fronteras: simplemente quiere aplicar sus propias reglas, tal como hace Gambia en su territorio¡±.

Al otro lado del tel¨¦fono, Shatz cuestiona con dureza la decisi¨®n europea: ¡°?De cu¨¢nta gente estamos hablando? Como m¨¢ximo, 12.000 personas en una Uni¨®n de 500 millones de habitantes¡±. En su opini¨®n, esta no es m¨¢s que una cortina de humo que oculta una pol¨ªtica antiinmigratoria: ¡°Parece haber una guerra contra la inmigraci¨®n, como en su d¨ªa fue la guerra contra el terrorismo¡±.

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