La inmigraci¨®n irregular en Europa, un arma arrojadiza en auge
Los Veintisiete se exponen a la presi¨®n de terceros pa¨ªses como Bielorrusia, Marruecos y Turqu¨ªa, que utilizan los flujos migratorios con fines pol¨ªticos
La estrecha dependencia de terceros pa¨ªses para frenar la inmigraci¨®n dirigida a la UE se ha convertido en un arma de doble filo que agita a todo el club comunitario. En apenas dos a?os, el bloque europeo se ha enfrentado a la entrada de inmigrantes irregulares promovida de manera m¨¢s o menos velada por Bielorrusia, Marruecos y Turqu¨ªa con el objetivo de obtener r¨¦ditos pol¨ªticos y econ¨®micos. El uso con tales fines de los flujos migratorios no es ni mucho menos nuevo, pero vive hoy un momento particularmente intenso. Refugiados y migrantes se han convertido en moneda de cambio, y esto, apuntan los expertos, deriva en buena medida del excesivo peso que Europa otorga a Estados vecinos en la gesti¨®n de las fronteras.
Un a?o despu¨¦s de presentar el nuevo pacto europeo de migraci¨®n y asilo, la hoja de ruta que debe guiar la pol¨ªtica migratoria en la UE, la Comisi¨®n Europea alertaba la semana pasada de un acontecimiento ¡°preocupante: la instrumentalizaci¨®n de la migraci¨®n para desestabilizar a la Uni¨®n y a sus Estados miembros¡±. Una advertencia que tendr¨¢n muy presente los ministros de Interior en la reuni¨®n que celebrar¨¢n este viernes en Bruselas. All¨ª tratar¨¢n de acercar posturas sobre los m¨²ltiples asuntos de la agenda migratoria que est¨¢n encima de la mesa, solo un d¨ªa despu¨¦s de que una demoledora investigaci¨®n, publicada por el semanario alem¨¢n Der Spiegel, revelara expulsiones en caliente hacia Bosnia por parte de Grecia y Croacia, un extremo que los gobiernos de ambos pa¨ªses han negado.
Los riesgos de este efecto bumer¨¢n para los intereses europeos son diversos. Adem¨¢s de la relaci¨®n de dependencia que permite a estos Estados utilizar la baza migratoria para lograr ciertos objetivos en su relaci¨®n con la UE, Blanca Garc¨¦s, investigadora del think tank catal¨¢n Centro Internacional de Documentaci¨®n de Barcelona (Cidob), a?ade dos peligros. ¡°En primer lugar, dejamos en manos de pa¨ªses que no garantizan los derechos humanos el cumplimiento del derecho internacional de protecci¨®n a los refugiados. En segundo lugar, Europa pierde capacidad de ser cr¨ªtica con ellos, porque son socios fundamentales para reducir las llegadas irregulares¡±.
Marruecos y Turqu¨ªa saben que cuentan con un as bajo la manga. As¨ª ha quedado patente en varias ocasiones, la ¨²ltima de ellas en mayo pasado, cuando m¨¢s de 8.000 inmigrantes entraron en Ceuta, la mayor¨ªa de ellos a nado a trav¨¦s de los espigones fronterizos. La inacci¨®n de Rabat, que permiti¨® el cruce, se produjo en un contexto de malestar con Espa?a por haber permitido la entrada del l¨ªder del Frente Polisario Brahim Gali aquejado de covid y tras unos meses de batalla diplom¨¢tica en toda la UE para que acepte la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental. Tambi¨¦n el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pone esa carta, la de la inmigraci¨®n regular, sobre la mesa de manera recurrente: para que cesen las cr¨ªticas por el ataque a las milicias kurdas en Siria, para acallar las voces que le acusan de un creciente autoritarismo o para reclamar el dinero que la UE le suministra a cambio de acoger en su territorio a cerca ya de cuatro millones de refugiados sirios.
M¨¢s al norte, la Comisi¨®n Europea advert¨ªa en su ¨²ltimo informe del caso de Bielorrusia, que en junio de 2021 organiz¨® ¡°el tr¨¢fico il¨ªcito de migrantes hacia la UE¡±. Primero a Lituania; despu¨¦s a Polonia y a Letonia. El objetivo: ejercer presi¨®n por las sanciones impuestas por los Veintisiete, que se suman a las aplicadas por Estados Unidos, Reino Unido y Canad¨¢. ¡°El caso de Bielorrusia es distinto, porque no ha sido utilizado como un pa¨ªs de tr¨¢nsito¡±, apunta por tel¨¦fono Philippe de Bruycker, profesor de la Universidad Libre de Bruselas especializado en migraciones y asilo. ¡°Pero el r¨¦gimen de Aleksandr Lukashenko ha entendido que pod¨ªa utilizar la inmigraci¨®n como un arma pol¨ªtica¡±.
La inmigraci¨®n irregular, analiza Garc¨¦s, ¡°es una de las cuestiones que m¨¢s asusta, o al menos as¨ª se presenta, en el seno de la UE¡±. Sin embargo, ¡°las entradas irregulares ya no son un problema, tal como reconoce la propia Comisi¨®n; las cifras de unas 100.000 llegadas en 2019 son irrisorias¡±, afirma en comparaci¨®n con las de 2015, cuando aproximadamente 1,8 millones de personas accedieron al club comunitario. ¡°La inmigraci¨®n es el chivo expiatorio de otras crisis que sufre la Uni¨®n como la del Estado de bienestar, la econ¨®mica, la clim¨¢tica¡¡±, sostiene Garc¨¦s. Pero la ret¨®rica nacionalpopulista en auge en demasiados puntos de la geograf¨ªa comunitaria ha hecho de la migraci¨®n una de sus grandes banderas pol¨ªticas.
Espa?a tiene mucho que decir, pero sus demandas no son atendidas. ¡°La perspectiva espa?ola es desde hace a?os obtener m¨¢s ayuda de la UE, no en t¨¦rminos ¨²nicamente de recursos, sino sobre todo en el reparto de la acogida de las personas que llegan¡±. La idea es la misma, contin¨²a Carmen Gonz¨¢lez, investigadora principal del Real Instituto Elcano, que plantea Italia: ¡°Estar ubicados en el Mediterr¨¢neo no nos hace los ¨²nicos responsables de acoger a los migrantes, puesto que tanto Espa?a como Italia pertenecen al espacio Schengen¡±.
Las alternativas a la externalizaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria, que pone a la Uni¨®n en una posici¨®n de debilidad frente a las estrategias de presi¨®n, son evidentes para Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Complutense de Madrid: ¡°Abrir v¨ªas seguras y legales de tr¨¢nsito¡±, de forma que la lucha contra los flujos irregulares resulte m¨¢s cre¨ªble y leg¨ªtima.
Hay, reivindica la experta, m¨²ltiples mecanismos que ya existen: la concesi¨®n de visados de trabajo y de residencia desde el origen, as¨ª como la apertura de corredores humanitarios y concesi¨®n de visados humanitarios para los refugiados. ¡°No habr¨ªa que innovar en t¨¦rminos de pol¨ªticas, sino aplicar herramientas que lamentablemente los Estados no quieren utilizar¡±, apuntala.
La soluci¨®n tambi¨¦n pasa, seg¨²n los expertos consultados, por profundizar las relaciones diplom¨¢ticas, fomentar la colaboraci¨®n institucional y policial, y tejer acuerdos econ¨®micos para el desarrollo de estos pa¨ªses, se?alan los expertos. Sin olvidar, alerta De Bruycker, de la Universidad Libre de Bruselas, que el pa¨ªs que no permite formular demandas de asilo falta al derecho europeo e internacional. ¡°Utilizar a personas migrantes para enviarlas a otros pa¨ªses es inhumano y degradante¡±, critica. ¡°Pero del lado de la UE, no aportar ayuda humanitaria a estos inmigrantes es posiblemente una violaci¨®n del Convenio de Ginebra [relativo a la protecci¨®n de civiles en tiempo de conflicto]¡±, apostilla.
El Mediterr¨¢neo central y occidental, punto de llegada
Algo más de uno de cada tres inmigrantes irregulares que han entrado en lo que va de año a la Unión Europea lo han hecho a través de las rutas del Mediterráneo central. Italia ha sido el principal punto de llegada, según las cifras de Bruselas. Estos datos evidencian un importante cambio de tendencia: desde la pandemia, el mayor peso migratorio recae en el centro y el oeste del Mediterráneo. Si el número de llegadas a Malta ha caído drásticamente, Italia ha registrado un fuerte aumento: 41.000 personas han desembarcado en sus costas, la mitad provenientes de Libia y casi el 40%, de Túnez.
Aunque el número total de entradas irregulares se mantiene considerablemente por debajo de los niveles de la crisis migratoria de 2015, las cifras comienzan a remontar tras el parón generalizado de la actividad que ha supuesto la crisis sanitaria. En estos primeros nueve meses del año, el número de inmigrantes que ha cruzado las fronteras de la Unión asciende a 120.000, lo que supone 43.000 personas más que en el mismo periodo del año pasado y casi 30.000 más que en 2019.
Las llegadas a España han crecido con fuerza, como refleja el informe del Ejecutivo comunitario: en lo que va de 2021 han arribado 25.852 personas, un 54% más que en el mismo periodo del año anterior. Un incremento provocado, en gran medida, por las llegadas a las islas Canarias, que se han duplicado.
Mientras tanto, la situación de las rutas migratorias del Mediterráneo oriental está “en calma”, según los últimos datos oficiales, con un considerable descenso del 58% en la cantidad de entradas a Grecia en lo que va de año. En esa zona, solo Chipre ha registrado un aumento en las llegadas, que se han duplicado.
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