Gente Nueva, el partido novel en la Duma rusa que promete una alternativa sin revoluci¨®n

Vaqueros, americanas, alguna sudadera con capucha. Un logo luminoso con el nombre del partido en forma de hashtag, ideal para las selfis. El ambiente y los perfiles en el cuartel general de Gente Nueva, en un luminoso edificio de oficinas en una zona acomodada de Mosc¨², es como el partido, con un aire casual de negocios. Fundado hace solo dos a?os en un pa¨ªs con un sistema pol¨ªtico fuertemente controlado y la oposici¨®n al Kremlin bajo asedio, Gente Nueva se estrena en la Duma estatal, es el primer partido nuevo en entrar en el Parlamento en casi dos d¨¦cadas. Y asegura que aboga por el cambio tranquilo desde dentro.

Fundado por un empresario de la cosm¨¦tica, con una lista sin apenas rostros conocidos ¡ªy tambi¨¦n, menos equipaje¡ª y un programa entre pr¨¢ctico, con muchas propuestas sociales, y filos¨®fico, con puntos sobre la importancia de la autorrealizaci¨®n para el desarrollo del pa¨ªs, Gente Nueva, sin embargo, no lo es tanto, seg¨²n el an¨¢lisis de algunos estrategas pol¨ªticos rusos, que sostienen que la formaci¨®n novel no solo tiene la bendici¨®n del Kremlin y la ayuda de su entorno, sino que es una versi¨®n m¨¢s moderna y sofisticada de Rusia Unida, el partido del Gobierno, al que el presidente, Vlad¨ªmir Putin, da su apoyo y cuya popularidad ha menguado. El mismo maniqu¨ª, pero con distinto traje; una treta del Kremlin para dividir el voto de la oposici¨®n y dar a una ciudadan¨ªa con apetito por el cambio, descontenta por la crisis econ¨®mica y la merma en la calidad de vida, una opci¨®n ¡°no da?ina¡± para el r¨¦gimen a la vez que alimenta la ilusi¨®n de un panorama pol¨ªtico multipartidista, discurre la polit¨®loga Tatiana Stanovaya.

En un escenario de intensa represi¨®n de la sociedad civil, con el destacado opositor Alex¨¦i Navalni encarcelado por un pol¨¦mico caso, su equipo perseguido o exiliado, y otros c¨¦lebres disidentes vetados, Gente Nueva logr¨® unos tres millones de votos en las elecciones legislativas de finales de septiembre ¡ªacaban de tomar posesi¨®n de 15 esca?os¡ª, las ¨²ltimas antes de las presidenciales previstas para 2024 y en las que Putin tiene la opci¨®n de volver a presentarse tras la reforma constitucional. Comicios que volvieron a dar la mayor¨ªa a Rusia Unida, que ha consolidado su poder, pero ha perdido apoyo.

Alex¨¦i Nechaev, fundador de Gente Nueva, desestima las conexiones con el Kremlin y se encoge de hombros al escuchar la alegor¨ªa sobre el partido de Putin. ¡°No somos Rusia Unida, los votantes lo ven, lo saben y nos distinguen¡±, remarca el pol¨ªtico en la sala de juntas del partido, presidida por una enorme pantalla. Asegura que quien se beneficia de esa interpretaci¨®n es el propio partido del Gobierno, con la intenci¨®n de desestimarles, y tambi¨¦n, los cr¨ªticos con Rusia Unida. ¡°Y esa oposici¨®n no quiere competencia¡±, abunda. Creador de Faberlic, una exitosa empresa de cosm¨¦ticos de venta directa que est¨¢ en expansi¨®n (han abierto incluso en Espa?a), Nechaev (55 a?os), un hombre de lustrosa cabellera y tez bronceada, habla de progreso y crecimiento, de menos burocracia, proyectos educativos, programas sociales espec¨ªficos, problemas ambientales y de riqueza para las regiones. Tambi¨¦n de ¡°despertar¡± a la Duma.

En un sistema de autoritarismo blando o de democracia controlada, como los analistas suelen definir a Rusia, donde los cr¨ªticos tienen escaso margen de maniobra y los conceptos de izquierda y derecha que imperan en Europa est¨¢n muy difuminados, los observadores dividen a la oposici¨®n rusa en dos tipos: la ¡°no sist¨¦mica¡±, como las organizaciones de Navalni y otros partidos disidentes, que desaf¨ªan directamente a Putin y suelen enfrentar tremendas trabas para registrarse y concurrir a comicios, y la ¡°oposici¨®n sist¨¦mica¡±, que defiende las causas locales y en ocasiones desaf¨ªa al partido del Gobierno, pero que en las cuestiones importantes est¨¢ del lado del Kremlin. Formaciones ¡°sist¨¦micas¡± como el Partido Comunista ¡ªque ha aumentado en las ¨²ltimas legislativas, nutri¨¦ndose del vac¨ªo de otras opciones opositoras y que est¨¢ viendo movimientos en sus bases que se alejan del establishment y que denuncia el incremento de la represi¨®n y tambi¨¦n fraude electoral¡ª, el Partido Liberal Democr¨¢tico, y ahora, Gente Nueva.

En este esquema, Nechaev prefiere hablar de ¡°partido alternativo¡±. ¡°En Rusia la palabra oposici¨®n tiene un cierto velo¡±, plantea. ¡°En Europa es normal, hoy es oposici¨®n, ma?ana est¨¢ en el poder. Aqu¨ª, conlleva una doble etiqueta dudosa: para algunos es muy atractiva, para otros, si es la oposici¨®n significa que no puede hacer nada¡±, a?ade. ¡°Nosotros somos un partido de desarrollo. En Rusia se ha hecho mucho esfuerzo para mantener la estabilidad, pero en un pa¨ªs donde la gente no vive bien, no hay nada que preservar¡±, se?ala Nechaev. ¡°No obstante, la gente no quiere disturbios. No quiere revoluciones, sino m¨¢s din¨¢mica social¡±, zanja, alej¨¢ndose de lleno de cualquier amago de protesta.

Con esos mimbres, Gente Nueva ha pasado a ser el quinto partido en la Duma estatal. Una opci¨®n, por ejemplo, para votantes de mentalidad liberal; tambi¨¦n para quienes buscan m¨¢s relevo generacional no conflictivo que el de las formaciones tradicionales. Para formar la lista, el empresario Nechaev ha pescado, por ejemplo, en los programas de liderazgo, pr¨¢cticas, educaci¨®n y mentor¨ªa que financia y que cre¨® hace a?os. De uno de ellos proviene Ksenia Goriacheva. La joven, de 25 a?os, cuenta que nunca hab¨ªa pensado entrar en pol¨ªtica y que era bastante ¡°esc¨¦ptica¡± hasta que vio que Gente Nueva puede hacer las cosas ¡°de otra manera¡±. ¡°Somos constructivos, no solo criticamos, sino que tambi¨¦n ofrecemos. Estamos a favor del cambio pac¨ªfico. Por eso entr¨¦ en el partido, porque no hay radicalismo¡±, incide.

Gente Nueva, que ya tuvo buenos resultados en las elecciones locales del a?o pasado, en las que prob¨® su maquinaria, ha llegado al Parlamento con el 5,25% de los votos (el umbral m¨ªnimo es 5%). Le ha ido especialmente bien en las regiones del Lejano Oriente ruso ¡ªen las que bulle un caldo de cultivo de enfado contra Mosc¨², donde muchos ciudadanos sienten que sus riquezas no revierten en sus ciudades e infraestructuras¡ª, y en Siberia.

El desarrollo territorial y un cambio en la pol¨ªtica de reparto de impuestos para dar m¨¢s y m¨¢s poder de decisi¨®n en el gasto a las regiones en un pa¨ªs fuertemente centralizado es, de hecho, un punto fundamental en su programa. Su asesora para estos temas es una de las pocas figuras conocidas del partido, Sardana Avksentieva, que llega de una de esas regiones menos conformes con el reparto, Yakutia, un gigantesco territorio rico en recursos naturales y en el que sus habitantes creen que poco de lo que sale de all¨ª para el presupuesto general se revierte en el beneficio regional. La hoy n¨²mero dos de Gente Nueva se hizo conocida en toda Rusia en 2018 al arrebatarle la alcald¨ªa de Yakutsk a Rusia Unida y al decretar algunas medidas populares, como la reducci¨®n de los coches oficiales o recortar en banquetes de lujo.

Avksentieva, de 51 a?os, cuenta que entre las prioridades del partido est¨¢ convertirse en ¡°la voz de las regiones¡± y apoyar a las peque?as y medianas empresas para que se conviertan en ¡°una verdadera clase media¡±. ¡°Hablamos un lenguaje diferente [al de la mayor¨ªa de los pol¨ªticos], nos dirigimos a la gente en su idioma, los entendemos y escuchamos¡±, dice la diputada, que asegura que no est¨¢ alejada de la realidad porque va al trabajo en metro, no tiene asistenta o hace la compra. ¡°Esta nueva misi¨®n es importante porque abrimos el camino para todos los partidos nuevos, le damos a la gente esperanza de que los cambios son posibles, normales, democr¨¢ticos¡±, insiste.

La cuesti¨®n es qu¨¦ margen tienen los m¨¢s nuevos de la Duma para colocar algunas de sus propuestas de cambio tranquilo y mantenerse as¨ª a flote como una alternativa pol¨ªtica. El estratega pol¨ªtico Abbas Gallyamov, antiguo escritor de discursos para el Kremlin, apunta que no cambiar¨¢n la situaci¨®n radicalmente. ¡°Despu¨¦s de todo, no son revolucionarios¡±, se?ala, ¡°pero ese partido contribuir¨¢ a una cierta expansi¨®n del espacio de la libertad¡±.

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