?lvaro Uribe denuncia a Juan Manuel Santos como t¨¢ctica de defensa en su caso por manipulaci¨®n de testigos

?lvaro Uribe va a llevar su caso en la justicia hasta las ¨²ltimas consecuencias y quiere llevarse a sus enemigos por el camino. Los abogados del expresidente de Colombia han presentado este mi¨¦rcoles una denuncia contra su sucesor, Juan Manuel Santos, y un magistrado de la Corte Constitucional por haber influido supuestamente en el proceso abierto en su contra por compra de testigos y fraude procesal. Uribe es el personaje que ha protagonizado la vida pol¨ªtica del pa¨ªs durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, ha estado omnipresente. Despu¨¦s de acabar su mandato en 2010, eligi¨® como su sucesor a Santos y m¨¢s tarde promocion¨® a Iv¨¢n Duque, el actual presidente.

Con Santos, sin embargo, la ruptura fue total. Ese fue el verdadero punto de quiebre de la sociedad colombiana, el momento en el que el pa¨ªs se polariz¨®. La derecha y el centro pol¨ªtico, instalado en el poder desde hace mucho tiempo, se fragment¨® en dos mitades. Santos llev¨® a cabo un proceso de paz con las FARC, la guerrilla levantada en armas desde hac¨ªa m¨¢s de 50 a?os, que culmin¨® con ¨¦xito despu¨¦s de un proceso muy largo y desgastante. Uribe fue el gran opositor que intent¨® que eso no se llevara a cabo, pese a que ¨¦l hab¨ªa intentado llegar a acuerdos con la guerrilla durante su tiempo como presidente. Ahora, Uribe acusa a Santos directamente de estar detr¨¢s de su caso como una especia de venganza.

Hay que remontarse ocho a?os para encontrar el origen de esta trama. En 2012, el senador Iv¨¢n Cepeda intent¨® demostrar los v¨ªnculos de Uribe con el paramilitarismo, fuerzas civiles armadas que actuaban al margen de la ley. Es una sombra que ha perseguido siempre a Uribe, cuyo padre fue asesinado por guerrilleros. Para defenderse, el exmandatario present¨® una denuncia contra Cepeda ante la Corte Suprema por un supuesto complot, con falsos testigos en c¨¢rceles colombianas, a fin de involucrarlo en actividades criminales de ultraderecha. Esos grupos armados comenzaron enfrent¨¢ndose a los guerrilleros, pero acabaron involucrados en el tr¨¢fico de drogas y la extorsi¨®n. Son responsables de algunas de las peores masacres ocurridas en Colombia. Pero fue hasta mediados de 2018 cuando el caso tuvo un giro, pues el alto tribunal, tras casi seis a?os de investigaciones, decidi¨® archivar el proceso contra Cepeda y en su lugar pidi¨® investigar a Uribe ¨Cpor aquel entonces senador¨C bajo la sospecha de que ¨¦l y sus abogados fueron los que manipularon testigos. Todo se le volvi¨® en contra.

La denuncia original de testigos como el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, hijo del administrador de una antigua propiedad de la familia Uribe, se?ala que en esa finca, la hacienda Guacharacas, se conform¨® un bloque de autodefensas en la d¨¦cada de los noventa, cuando Uribe era gobernador del departamento de Antioquia. Monsalve, considerado un testigo clave en el caso, se neg¨® a declarar de nuevo ante ¡°una Fiscal¨ªa sesgada y parcializada, donde el se?or Uribe V¨¦lez parece m¨¢s una v¨ªctima que un imputado¡±, seg¨²n justific¨® su abogado, Miguel ?ngel del R¨ªo. Dijo entonces que solo declarar¨ªa ¡°ante un juez imparcial, en una audiencia p¨²blica, oral, transparente¡±. La defensa de Uribe ha buscado desacreditar el testimonio de Monsalve.

El magistrado Alejandro Linares decidi¨® sobre la tutela de Uribe, que estuvo un tiempo bajo arresto domiciliario. La denuncia ante la fiscal¨ªa presentada por los abogados del expresidente es que durante el proceso se cometieron los delitos de omisi¨®n de denuncia y tr¨¢fico de influencias, entre otros. En el escrito, al que ha tenido acceso El Tiempo, se dice que Linares ha confesado p¨²blicamente que Santos lo ha llamado a ¨¦l y otros jueces cuando se estaba estudiando el caso de Uribe. ¡°Estamos pidiendo que con una orden judicial se examine el celular de Linares para determinar cu¨¢ntas llamadas recibi¨® de su amigo el expresidente Santos¡±. A su entender, ning¨²n representante de la justicia puede permitir influencias o presiones en sus decisiones judiciales.

Con esta demanda, Uribe busca que la Corte le quite la condici¨®n de imputado y cerrar as¨ª de una vez el caso. El pol¨ªtico ha presentado constantes recursos que han dilatado el proceso. Esta parece una t¨¢ctica m¨¢s en ese sentido. El uribismo ha ido perdiendo enteros en los ¨²ltimos a?os. El propio Uribe es consciente, y as¨ª lo ha dicho p¨²blicamente, que su influencia ya no da para poner m¨¢s presidentes. La popularidad de Duque, el actual, es tan baja que una victoria de su partido parece altamente improbable. La actuaci¨®n del Gobierno durante las protestas y la crisis le ha pasado mucha factura. Uribe podr¨ªa depositar el cr¨¦dito pol¨ªtico que le queda en un candidato m¨¢s moderado, de centro, que trate de impedir la llegada al poder de Gustavo Petro, el aspirante de izquierdas al que el establishment colombiano teme m¨¢s.

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