La vida entre rejas se hace literatura en Egipto
Las obras carcelarias, de larga tradici¨®n en el pa¨ªs, resurgen bajo el r¨¦gimen de Al Sisi por el papel central que desempe?an las prisiones en la represi¨®n
Abdelrahman el Gendy ten¨ªa solo 17 a?os cuando se enfrent¨® a su fiesta de bienvenida. Lleg¨® a prisi¨®n en un furg¨®n policial y fue recibido por dos largas filas de soldados dispuestas una frente a la otra, creando un pasillo de porras, l¨¢tigos, barras de metal, cinturones y pu?os apretados que se extend¨ªa desde la parte trasera del veh¨ªculo hasta la entrada de la c¨¢rcel, convertida, de golpe, en algo deseado. Una gran entrada, cuenta el joven, sin alfombra roja, pura liturgia carcelaria, un teatro de crueldad.
Su vida hab¨ªa cambiado para siempre el 6 de octubre de 2013. La v¨ªspera de su primer d¨ªa como estudiante de ingenier¨ªa en la Universidad Alemana de El Cairo, El Gendy fue detenido por fotografiar una protesta pac¨ªfica con su padre, que le hab¨ªa acompa?ado precisamente por miedo a las medidas de seguridad. Pese a ser un menor, le acusaron y juzgaron como adulto, y lo condenaron a 15 a?os en una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad. En total, cumpli¨® m¨¢s de seis a?os entre rejas, hasta el 13 de enero de 2020, cuando sali¨® con 24 a?os.
En una serie de art¨ªculos tem¨¢ticos publicada en el medio egipcio Mada Masr, Anatom¨ªa de un encarcelamiento, El Gendy ha relatado durante el a?o pasado su experiencia en prisi¨®n. El joven se sumerge en la vida en una celda egipcia, y con ¨¦l, los lectores. Evoca el espacio de entre 25 y 50 cent¨ªmetros de ancho en el que los presos duermen, el c¨®digo entre reclusos de no mirar a un compa?ero siendo humillado por los guardias, y la distinci¨®n entre un genai, encarcelado por cargos criminales, y un siyasi, en prisi¨®n por razones pol¨ªticas. Y describe el proceso de convertir su celda en una suerte de mundo imaginario: una s¨¢bana que cuelga de contenedores de pl¨¢stico que hace las veces de armario, la manta envolviendo medio bloque de hielo que sirve de nevera, o el envase con agujeros conectado con un tubo de contrabando a un grifo a ras de suelo que funciona de ducha. Tambi¨¦n cuenta los rituales semanales, enternecedores y desgarradores a partes iguales, de las visitas familiares, las l¨¢grimas de su madre y su servicio postal clandestino. El miedo profundo a ser olvidado, a no salir jam¨¢s. Y la vida reducida a un d¨ªa a la vez.
¡°Fue un d¨ªa de mi primer a?o, cuando est¨¢bamos en el cami¨®n de transporte, volviendo de nuestra primera visita judicial con las esposas puestas. La escena fue devastadora para m¨ª¡±, evoca, ¡°y cuando volv¨ª a mi celda cog¨ª un bol¨ªgrafo y escrib¨ª sobre ello¡±. ¡°Aquello se convirti¨® en un proceso terap¨¦utico, para curar y afrontar la situaci¨®n¡±, apunta.
Los escritos de El Gendy pertenecen a una literatura carcelaria con larga tradici¨®n en Egipto. Memorias, recopilaciones de cartas, novelas, relatos etnogr¨¢ficos y poemarios que se adentran en los confines de la prisi¨®n pol¨ªtica y sus crueles condiciones, y que reflexionan sobre cuestiones como la brutalidad de sus reg¨ªmenes, sus ra¨ªces, o formas de resistencia. Figuras hist¨®ricas que han nutrido este g¨¦nero incluyen a autoras feministas como Nawal el Saadawi, activistas de izquierdas como Sonallah Ibrahim y a islamistas radicales como Sayed Qutb. Y ahora, bajo el consolidado r¨¦gimen del mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi, y con la prisi¨®n como elemento nuclear de su aparato represor, esta literatura resurge.
¡°La literatura carcelaria egipcia ha sido la cr¨®nica de diferentes ¨¦pocas de represi¨®n. Pero, en mi opini¨®n, estas obras publicadas por antiguos y actuales detenidos no necesariamente es un retrato de la situaci¨®n en Egipto, sino m¨¢s bien un intento de escribir como medio para sobrevivir a un proceso sistem¨¢tico para quebrarlos¡±, considera Yasmin Omar, abogada internacional de derechos humanos. ¡°Creo que escribir en la c¨¢rcel o sobre la c¨¢rcel en Egipto es un acto de resistencia¡±, asegura.
La obra que m¨¢s expectaci¨®n despert¨® durante 2021 fue la de Alaa Abd el Fattah, el preso pol¨ªtico de m¨¢s alto perfil en Egipto. Nacido en el seno de una familia de abogados de derechos humanos y de activistas, Abd el Fattah, ingeniero de software, se convirti¨® en un icono durante la revuelta social de 2011 ¡ªque forz¨® la dimisi¨®n de Hosni Mubarak¡ª por su actividad pol¨ªtica y como bloguero, algo que en la ¨²ltima d¨¦cada le ha costado pasar casi tres terceras partes del tiempo entre rejas.
En octubre pasado, la editorial brit¨¢nica Fitzcarraldo public¨® su libro You have not yet been defeated (A¨²n no has sido derrotado), una selecci¨®n, con pr¨®logo de Naomi Klein, de ensayos, publicaciones en redes, entrevistas, entradas de blog y cartas de Abd el Fattah escritas desde 2011, muchas de ellas desde la c¨¢rcel. La obra ofrece un testimonio ¨²nico de la oposici¨®n de un intelectual de primer orden en una d¨¦cada de agitaci¨®n global, y recoge ideas sobre tecnolog¨ªa, historia, pol¨ªtica, y reflexiones sobre el significado de la prisi¨®n.
Desde junio pasado, el periodista y pol¨ªtico egipcio Khaled Dawoud, detenido en septiembre de 2020 y encarcelado durante 19 meses sin juicio, ha publicado otra serie de art¨ªculos en el medio egipcio Al Manassa. Esta arranca con su detenci¨®n cuando iba a visitar a su padre enfermo y ofrece un relato cronol¨®gico de su experiencia: su primer encuentro con el fiscal, los duros 11 primeros d¨ªas entre rejas, la ventana al mundo que ofrecen las visitas, cartas y encuentros con abogados, lo dif¨ªcil que es matar el tiempo, la llegada del coronavirus, la muerte de su hermana. Y por el camino, reflexiones sobre formas de oposici¨®n, la pena carcelaria o sobre pura supervivencia.
Tambi¨¦n el pasado verano, otro de los presos pol¨ªticos famosos de Egipto, el poeta Ahmed Duma, que lleva 12 de sus casi 32 a?os en prisi¨®n, public¨® el poemario Curly. En su caso lo hizo con una editorial local, pero la obra fue r¨¢pidamente retirada y prohibida en el pa¨ªs y su entorno est¨¢ buscando alguna editorial de fuera que pueda publicarlo.
¡°El predominio de su actividad pol¨ªtica sobre su producto literario, sobre todo desde el estallido de la revoluci¨®n, no le gusta. ?l prefiere definirse como poeta; sin embargo, considera que su actividad revolucionaria es un imperativo en defensa de los oprimidos¡±, explica Esmail Duma, hermano del escritor. ¡°Su proyecto personal es la escritura y la poes¨ªa¡±, cuenta, ¡°es a lo que ¨¦l ha querido dedicarse por completo¡±.
A lo largo de 94 p¨¢ginas, Duma, que escribe desde la infancia, re¨²ne un conjunto de poemas en egipcio que ha escrito en r¨¦gimen de aislamiento y que ha sacado de la c¨¢rcel en secreto. En ellos, Duma habla de libertad y unidad, de injusticia y compa?eros m¨¢rtires, de prisi¨®n y derrota, de esperanza, de Palestina o del sue?o de una patria libre.
¡°En Egipto nos enfrentamos a intentos deliberados de borrar nuestra historia, de lo que ha sucedido desde la revoluci¨®n [de 2011] hasta ahora: todo esto est¨¢ siendo reescrito por la narrativa oficial del Estado¡±, se?ala El Gendy. ¡°El ¨²nico m¨¦todo de resistencia que tenemos son estas contranarrativas: proporcionamos una historia alternativa por si se quiere ver lo que realmente est¨¢ pasando¡±, a?ade. ¡°El otro aspecto es que a la gente en la c¨¢rcel le aterroriza ser olvidada en el exterior; sientes que ya nadie te recuerda, que eres un fantasma¡±, anota. ¡°Deber¨ªamos hablar de ellos, no deber¨ªamos olvidarlos nunca¡±, concluye.
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