El pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra exige un jurado popular para su juicio por abuso sexual a una menor

El pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra (Londres, 61 a?os) ha rechazado toda sugerencia de zanjar discretamente su batalla legal en Estados Unidos y resignarse a un ostracismo social que salvaguarde la imagen de la familia real brit¨¢nica. Su equipo jur¨ªdico ha presentado ya ante el juzgado de Nueva York que instruye la acusaci¨®n de abuso sexual a una menor contra el duque de York un escrito de 11 p¨¢ginas en el que niega rotundamente los hechos. Andr¨¦s solicita adem¨¢s que el asunto sea expuesto ante un jurado popular, y que sea esta instituci¨®n la que decida sobre su culpabilidad o inocencia. Un juicio de esas caracter¨ªsticas garantiza una publicidad m¨¢xima de todas las versiones, detalles y contradicciones de las partes, y supone varios meses de bombardeo constante en los medios de comunicaci¨®n. Isabel II celebra este a?o su Jubileo de Platino ¨D70 a?os de reinado¨D y su equipo ha intentado alejar de la conmemoraci¨®n cualquier elemento de esc¨¢ndalo. La reina decidi¨® a mediados de enero retirar a Andr¨¦s todos sus t¨ªtulos militares y sus participaciones en patronatos reales, en una nueva muestra de la voluntad de la familia real brit¨¢nica de alejar de la escena p¨²blica al duque de York.

Andr¨¦s admite en el escrito presentado ante el juez la relaci¨®n que mantuvo con el millonario ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein, pero niega haber participado en cualquier acto de abuso sexual. Desmiente adem¨¢s, a pesar del caudal de fotos y publicaciones que han surgido a lo largo de los a?os, que fuera amigo de Ghislaine Maxwell, la novia de Epstein y conseguidora de muchas de las menores de las que abus¨® el financiero. La hija del magnate brit¨¢nico de los medios, Robert Maxwell, fue declarada culpable de cinco delitos contra la libertad sexual por un jurado popular estadounidense, y permanece en prisi¨®n a la espera de que se dicte sentencia.

El hijo de Isabel II mantiene su versi¨®n de que nunca conoci¨® a Virginia Giuffre, la mujer ¨Dde 38 a?os y residente en Australia¨D que acusa a Andr¨¦s de haber abusado de ella al menos en tres ocasiones, cuando era una menor, de 17 a?os, de apellido Roberts. Hasta 40 veces niega el escrito de la defensa los hechos presentados por el equipo jur¨ªdico de Giuffre, encabezado por el prestigioso abogado, David Boies. Pero tambi¨¦n m¨¢s de 40 veces utiliza el confuso argumento de ¡°falta de informaci¨®n¡± para evitar responder a los datos m¨¢s controvertidos. Por ejemplo, respecto a la famosa foto de Andr¨¦s agarrando por la cintura a Giuffre en el apartamento londinense de Maxwell, los abogados del duque persisten en la estrategia de sembrar dudas sobre la veracidad de la foto, a la vez que admiten no disponer de pruebas para demostrar que sea falsa.

Pero la estrategia m¨¢s arriesgada de Andr¨¦s ¨Dy la que puede acabar rebotando negativamente sobre toda la familia real brit¨¢nica¨D es la de cuestionar los motivos y la personalidad de la propia Giuffre. A lo largo de m¨¢s de una decena de peticiones expresas de que el caso sea sobrese¨ªdo, los abogados del duque exigen que las acusaciones de la mujer sean desestimadas, por ¡°su conducta incorrecta¡± y por ¡°no tener las manos limpias¡±. Este ¨²ltimo argumento es un concepto procesal estadounidense por el cual ¡°aquel que reclama justicia debe acudir con las manos limpias¡±. El equipo de Andr¨¦s intentar¨¢ demostrar que Giuffre, quien convivi¨® durante unos a?os con Epstein y Maxwell, tambi¨¦n fue part¨ªcipe a la hora de atraer menores al entorno del financiero.

¡°La respuesta del pr¨ªncipe Andr¨¦s sigue incidiendo en la idea de negar todas las acusaciones en su contra, y de intentar transmitir la idea de que la v¨ªctima es, de alg¨²n modo, culpable de todo lo que le sucedi¨®¡±, ha contestado el abogado Boies al escrito del duque.

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