¡°Iv¨¢n Duque tiene alma de ¡®youtuber¡±

Seraf¨ªn abre la puerta de malas maneras y pronto queda claro que no le gustan nada los extra?os. Ladra y muestra los dientes desde el umbral. Desde el fondo de la casa, Daniel Samper Ospina (Bogot¨¢, 1974) advierte antes de que el asunto pase a mayores: ¡°Cuidado, muerde¡±. Seraf¨ªn, un perro que sufre alopecia, se hizo conocido tras batir el r¨¦cord de participaciones en ferias de adopci¨®n sin que nadie quisiera llev¨¢rselo a casa. Claudia Garc¨ªa, la esposa, se lo regal¨® a Samper Ospina por su cumplea?os. La verdad es que acert¨®, le pega mucho como compa?¨ªa a un periodista, escritor y youtuber de car¨¢cter burl¨®n preocupado por las desigualdades sociales. Cada s¨¢bado protagoniza en Bogot¨¢ la obra de teatro con P de Polombia, una cr¨ªtica feroz a la clase pol¨ªtica colombiana.

Pregunta. ?Cu¨¢ntas veces le confunden al d¨ªa con su padre (el tambi¨¦n periodista y escritor Samper Ospina Pizano)?

Respuesta. 8.000 (as¨ª se llam¨® al proceso judicial contra su t¨ªo, el expresidente Ernesto Samper, por el dinero del narcotr¨¢fico que recibi¨® su campa?a). Ya en serio, cada vez cumplo m¨¢s la tragedia de que uno se parezca a su pap¨¢. He tenido unas coincidencias con ¨¦l por las cuales decid¨ª no amargarme. Termin¨¦ haciendo lo mismo que ¨¦l hace, que es dedicarme al periodismo, termin¨¦ compartiendo su propio nombre, su propio apellido, su misma condici¨®n capilar, el mismo equipo de f¨²tbol...

P. Usted no creci¨® con ¨¦l.

R. Mi pap¨¢ se separ¨® de mi mam¨¢ cuando yo era beb¨¦. Siempre ha sido buen padre, pero desde que lo recuerdo han sido padres separados y ¨¦l ha estado viviendo por temporadas cortas en Espa?a desde que se fue exiliado a vivir en Madrid.

P. Lo persegu¨ªa el narco por sus investigaciones period¨ªsticas.

R. Pablo Escobar.

P. Yo he o¨ªdo que fue el Mexicano, socio de Escobar.

R. Prefiero la versi¨®n de Escobar, da m¨¢s estatus.

P. Le he o¨ªdo decir que la ¨²nica manera de digerir la pol¨ªtica en Colombia es a trav¨¦s del humor.

R. Es una realidad muy tr¨¢gica, pero siempre tiene un lado involuntariamente c¨®mico. Los pol¨ªticos en Colombia siempre lo han tenido y si uno no se prende de eso no entiende que ese es el ¨²nico amortiguador con el que uno cuenta. Sin el humor, la traves¨ªa en este pa¨ªs ser¨ªa muy dura, muy dif¨ªcil. Este es un pa¨ªs muy ¨¢spero, muy hosco, muy injusto.

P. El presidente Iv¨¢n Duque es el blanco favorito de sus bromas.

R. Quiero reconocer lo que ha hecho por los humoristas. Es uno de los primeros sectores que ha reactivado despu¨¦s de la pandemia.

P. El presidente ten¨ªa un programa de televisi¨®n, en su obra de teatro se ven v¨ªdeos de ¨¦l cantando, bailando, tocando guitarra. ?Tambi¨¦n tiene alma de youtuber?

R. Totalmente. En campa?a se le ve¨ªa mucho que iba por el mundo buscando likes y views. En el poder ha tratado de atemperarse m¨¢s, pero creo que siempre ha mostrado las costuras. Es un gran hacedor de frases grandilocuentes para referirse a s¨ª mismo. Por ejemplo en aquella ocasi¨®n que dijo que el cerco diplom¨¢tico era el arma m¨¢s importante que hab¨ªa inventado en la humanidad y que con eso iban a derrocar a Maduro.

P. No funcion¨®.

R. No solo fue un acto vanidoso, fue ingenuo. Estren¨® su Gobierno diciendo eso y fue un augurio de lo que nos esperaba. No entendi¨® que era m¨¢s pr¨¢ctico tener una relaci¨®n con Venezuela, que eso no significaba avalar a Maduro.

P. ?Eso es lo que hizo el anterior presidente, Juan Manuel Santos?

R. Totalmente, con much¨ªsimo cinismo. Santos era un maestro del cinismo para lo bueno y para lo malo. No hay nada m¨¢s peligroso que ser amigo de Santos.

P. ?Y usted es amigo de Santos?

R. S¨ª, pero con distancia. Cuando Santos se ali¨® con ?lvaro Uribe, era previsible lo que pod¨ªa pasar. Cuando declar¨® que Hugo Ch¨¢vez era su mejor amigo fue una manera de ponerle la l¨¢pida. Vi el final del Gobierno de Santos con simpat¨ªa, apoy¨¦ su proceso de paz, que es un legado que deber¨ªamos cuidar.

P. A ¨¦l le hizo una de sus primeras entrevistas para Youtube.

R. Trat¨¦ de ir a Palacio a que se convirtiera en youtuber para que no terminara ejerciendo como expresidente.

P. No lo consigui¨®.

R. No, jajaja.

P. Usted se hizo youtuber de cuarent¨®n.

R. Para m¨ª, que vengo del periodismo cl¨¢sico, fue una cosa extra?a y un desaf¨ªo raro. Ahora vendo m¨¢s libros.

P. En uno de sus primeros v¨ªdeos visita el ur¨®logo.

R. Ten¨ªa que hacer contenido de personas mayores de 40.

P. A veces ha reivindicado a Jaime Garz¨®n, un c¨®mico al que asesinaron. ?Ha temido por su vida alguna vez?

R. En Colombia es muy normal que los humoristas tengan escoltas. Fui v¨ªctima de amenazas con la acusaci¨®n falsa que me hizo Uribe de ser un abusador de ni?os (despu¨¦s se tuvo que retractar en sede judicial). Eso me granje¨® muchos problemas de seguridad, entre ellos con Popeye, jefe de sicarios de Escobar. Se vinieron enardecidos contra m¨ª. Sin ninguna prueba.

P. Fue director durante 13 a?os de la revista Soho.

R. Fue una plataforma de periodismo narrativo detr¨¢s de una fachada muy cuidada de fotograf¨ªas de celebridades desnudas, que se convirti¨® en un arma para provocar a esa doble moral tan colombiana que se escandaliza con desnudos, pero no con masacres. Ah¨ª escribieron grandes plumas. Fue una ¨¦poca muy feliz.

P. Public¨® algunas portadas muy pol¨¦micas.

R. A Soho nos acusaban de machistas. Mi tesis es que no era machista, sino que simplemente era una revista para hombres, y que eran m¨¢s machistas las revistas para mujeres que hac¨ªan contenidos para mujeres como si no tuvieran ning¨²n tipo de pulsaci¨®n er¨®tica. Para responder a estas cr¨ªticas hicimos una edici¨®n al a?o pasa mujeres.

P. Con el futbolista Faustino Asprilla en portada.

R. Desvelamos su mito de hombre portentoso. Los desnudos siempre eran interactivos, ven¨ªa con una hoja de parra que el lector pod¨ªa quitar con una especie de pegatina. La revista te lo daba vestido, t¨² decid¨ªas.

P. Ah¨ª lleg¨® a estar de columnista el col¨¦rico Fernando Vallejo.

R. Era de un voltaje period¨ªstico que no cualquier medio lo aguantaba.

P. Salt¨® a tiempo del barco, antes de que se hundiera la venta de revistas.

R. Era estar en el Titanic, t¨² ve¨ªas el iceberg. En 2015 renunci¨¦ y mont¨¦ una productora de contenidos digitales para la revista Semana sin saber muy bien qu¨¦ quer¨ªa decir. Ah¨ª prob¨¦ hasta que abandon¨¦ Semana.

P. Se fue de manera abrupta.

R. Viv¨ª el comienzo de las dificultades econ¨®micas y posteriormente fui solidario con Daniel Coronell cuando lo despidieron (por criticar al medio tras no publicar una investigaci¨®n). Despu¨¦s me sub¨ª a esa balsa que son Los Danieles (un portal web).

P. Ese nombre es un acto de narcisismo extremo.

R. Aqu¨ª hubo una serie muy buena en los ochenta que se llamaba Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer. Era la historia de tres muchachos que se llamaban Victorino, cada uno de una clase social distinta. Todo el mundo le dec¨ªan los Victorinos. Coronell dijo que no importaba como le pusi¨¦ramos, al final le iban a llamar los Danieles. Pong¨¢moslo, entonces.

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