El congresista que no parar¨¢ hasta esclarecer el ataque al Capitolio: ¡°Cuando Trump agot¨® todas las opciones, recurri¨® a la violencia¡±
Jamie Raskin, el dem¨®crata que vivi¨® la insurrecci¨®n a los pocos d¨ªas del suicidio de su hijo, es ahora uno de los miembros m¨¢s destacados del comit¨¦ que investiga lo ocurrido el 6 de enero
El 6 de enero de 2021, d¨ªa del asalto al Capitolio, al dem¨®crata de Maryland Jamie Raskin le esperaban en el Congreso centenares de mensajes de condolencia y las miradas de consuelo de legisladores de ambos partidos. Una semana antes, en la ma?ana de Nochevieja, encontraron en su casa de Takoma Park, al nordeste de Washington, el cuerpo sin vida de su hijo de 25 a?os, Tommy, junto a una nota de suicidio. Dec¨ªa: ¡°Os ruego que me perdon¨¦is. La enfermedad venci¨® hoy. Por favor, cuidad por m¨ª los unos de los otros, de los animales y de los pobres del mundo. Con todo mi amor, Tommy¡±. La enfermedad que gan¨® la partida al muchacho fue la depresi¨®n. Raskin la define con los ojos h¨²medos como ¡°un grave y solitario problema de salud mental agravado por la pandemia, por la escandalosa irresponsabilidad de Donald Trump en su gesti¨®n de la crisis sanitaria y por todo el veneno que este inyect¨® en nuestro sistema pol¨ªtico¡±.
La suma de ambos traumas, perder a un hijo y estar a punto de perder una democracia, sumieron al congresista, de 59 a?os, en una ¡°oscuridad impenetrable¡± de la que, dice en esta entrevista con EL PA?S, celebrada a principios de febrero, pudo salir gracias al encargo de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, de liderar el segundo impeachment contra Trump, que no prosper¨®. Adem¨¢s de consuelo, aquello dio notoriedad a Raskin, y lo convirti¨® en una suerte de s¨ªmbolo para quienes creen que la democracia se halla en peligro en Estados Unidos.
Un a?o despu¨¦s, es uno de los miembros m¨¢s destacados de la comisi¨®n que investiga en el Congreso los hechos del 6 de enero. Y, tras vivirlos en primera fila, y revivirlos despu¨¦s a trav¨¦s de casi 500 testimonios de personas implicadas, cree estar ¡°cerca de determinar lo que pas¨® realmente¡± en una jornada que deb¨ªa servir de rutinaria certificaci¨®n del triunfo electoral de Joe Biden y acab¨® convertida en uno de los episodios m¨¢s tenebrosos de la democracia estadounidense.
¡°Hubo una manifestaci¨®n masiva que se convirti¨® en un mot¨ªn. La convocatoria ampar¨® una insurrecci¨®n violenta instigada por grupos extremistas: los Proud Boys, los Three Percenters, los First Amendment Praetorians y los Aryan Nations. Vinieron a Washington con el plan de asaltar el Capitolio y eso fue lo que hicieron. Aquello deriv¨® en un golpe¡±, aclara Raskin durante un receso de su agitada vida parlamentaria. ¡°Golpe¡¯ es un t¨¦rmino inusual en nuestro lenguaje pol¨ªtico, porque no tenemos mucha experiencia internamente al respecto, y porque pensamos que normalmente es algo que se monta contra un presidente. Este caso era distinto: fue Trump quien urdi¨® un golpe contra su vicepresidente Mike Pence ¡ªa quien exigi¨® que no validara los votos del Colegio Electoral¡ª, y tambi¨¦n contra el Congreso. Cuando agot¨® todas las opciones no violentas, recurri¨® a la violencia¡±.
Raskin acaba de publicar Unthinkable. Trauma, Truth, and the Trials of American Democracy (que, con el t¨ªtulo de Lo imposible, est¨¢ previsto que edite en septiembre en espa?ol el Berg Institute en su Biblioteca Literatura y Derechos Humanos). El libro mezcla la memoria de un duelo personal y familiar con el recuento privilegiado de unas semanas cruciales, que el autor sit¨²a en el contexto de la historia de Estados Unidos y de las ideas de sus grandes pensadores pol¨ªticos, de Thomas Paine a William James. Por el camino, se detiene admirativamente en la figura de Abraham Lincoln, en el que pens¨® repetidamente durante el 6 de enero. ¡°Lo m¨¢s cerca que anduvimos [de poner nuestra democracia en peligro]¡±, escribe, ¡°fue a las puertas de la Guerra Civil, en febrero de 1861, pero incluso entonces el recuento electoral de Lincoln no fue interrumpido violentamente¡±.
Las referencias a la contienda que parti¨® el pa¨ªs en dos son frecuentes en su discurso. ?Es porque cree, como expresan algunas voces ¨²ltimamente en Estados Unidos, que podr¨ªa repetirse una guerra civil? ¡°No a la manera del siglo XIX¡±, opina. ¡°Aunque si no atajamos la insurrecci¨®n y la violencia del 6 de enero, corremos el peligro de volvernos mucho m¨¢s como Irlanda del Norte. Podr¨ªamos asistir a una mayor violencia racial, ¨¦tnica, pol¨ªtica e ideol¨®gica en determinadas zonas, una violencia que podr¨ªa manifestarse en las pr¨®ximas elecciones y en determinados actos p¨²blicos¡±.
Raskin concibi¨® el libro como una ¡°carta de amor¡± a su hijo Tommy, ¡°que acab¨® convertida tambi¨¦n en una carta de amor¡± a su pa¨ªs. ¡°Hay veces que eliges escribir algo. Otras, como es el caso, ese algo te escoge a ti.¡±, explica.
Sali¨® elegido como congresista por el condado de Montgomery, el mismo d¨ªa de noviembre de 2016 en que Estados Unidos escogi¨® a Trump para la Casa Blanca. En lugar de acudir a su inauguraci¨®n presidencial, Raskin, que en cierto modo se present¨® porque daba por hecho el triunfo de Hillary Clinton, organiz¨® una marcha junto a un centenar de simpatizantes por el parque de Rock Creek, pulm¨®n verde de Washington, en vista de la que se les ven¨ªa encima: ¡°cuatro a?os de anarqu¨ªa oficial rampante, crueldad espectacular y narcisismo peligroso¡±.
Antes, y tras perseguir una carrera acad¨¦mica, hab¨ªa ejercido durante una d¨¦cada como senador en el Parlamento de su Estado, en el que contribuy¨® a sacar adelante ¡°cien proyectos de ley¡± de marcado car¨¢cter progresista: de la abolici¨®n de la pena de muerte al matrimonio igualitario o la despenalizaci¨®n de la marihuana. En Washington, con un partido dem¨®crata atascado por las discrepancias internas (representadas en la figura de los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema), la cosa no es tan f¨¢cil. ¡°Hemos hecho mucho [en el primer a?o de Biden]¡±, defiende. ¡°Pero tambi¨¦n hemos sufrido la frustraci¨®n de no haber sacado adelante el Build Back Better Plan [ambicioso programa de gasto social, a¨²n pendiente]. Muchos creyeron que est¨¢bamos ante una reedici¨®n del New Deal. Pero la realidad es otra: puede que tengamos las ambiciones de [el presidente Franklin Delano] Roosevelt, pero desgraciadamente carecemos de sus mayor¨ªas¡±.
¡°[Los dem¨®cratas] tenemos las ambiciones de Roosevelt, pero no sus mayor¨ªas¡±
En un ambiente tan enconado como ese, y gracias a sus intervenciones en momentos clave como el interrogatorio que le hizo al fiscal especial Robert Mueller, que condujo la investigaci¨®n sobre la supuesta trama rusa que ayud¨® a la elecci¨®n de Trump, Raskin ha logrado algo inusual: que un legislador con poca experiencia goce de popularidad en una C¨¢mara con 435 asientos y una n¨®mina de veteranos tan abultada. Tal vez ayude el hecho de que sea el ¨²nico experto en derecho constitucional en la sala. Antes de la muerte de Tommy, tambi¨¦n ten¨ªa fama de ser ¡°el congresista m¨¢s gracioso¡±. Lo que vino despu¨¦s de la tragedia lo convirti¨® en ¡°el hombre del a?o¡± para David Remnick, director de The New Yorker, porque, escribi¨®, ¡°Raskin encarna la tragedia y la resiliencia de nuestro tiempo¡±. La revista The New Republic, por su parte, le dedic¨® su ¨²ltima portada con un rotundo titular: ¡°El guardi¨¢n de la democracia. C¨®mo Raskin se convirti¨® en el hombre clave en este momento hist¨®rico¡±.
Ese ¡°momento hist¨®rico¡± es el 6 de enero, que el congresista reconstruye con extraordinario detalle en su libro. Acudi¨® al Capitolio al d¨ªa siguiente del entierro de Tommy, a quien define como ¡°el mejor alumno y el mejor profesor¡±, adem¨¢s de como su ¡°mejor amigo¡± y ¡°la persona m¨¢s graciosa que pueda imaginarse¡±. Tabitha, la peque?a de sus hijas, fruto de su matrimonio con Sarah Bloom Raskin (abogada y exsubsecretaria del Tesoro, que ahora se halla en el centro de una pol¨¦mica por su designaci¨®n para la Reserva Federal, a la que los republicanos se oponen por sus opiniones sobre el cambio clim¨¢tico) le desaconsej¨® que fuera al Congreso. Y como el padre desoy¨® el consejo, esta decidi¨® acompa?arlo. Hank, pareja de Hannah, la otra hija del congresista, tambi¨¦n se apunt¨®. Cuando empez¨® el asalto, a Raskin lo evacuaron junto al resto de legisladores a una dependencia remota del laber¨ªntico complejo del Capitolio. Tabitha y Hank se ocultaron durante tres horas en la oficina del l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara, Steny Hoyer, representante tambi¨¦n por Maryland.
Raskin recuerda que temi¨® por su vida, pero sobre todo, por la de los suyos. Tras escuchar el sonido de las ventanas hechas a?icos y ver en las im¨¢genes que recib¨ªa en el m¨®vil a tipos con banderas confederadas campar a sus anchas el edificio, crey¨® posible, ¡°como todos en ese momento¡±, que apareciera un tirador con un fusil AR-15 y abriera fuego indiscriminadamente. Cuando la crisis pas¨®, lo que m¨¢s le doli¨® fue la respuesta de su hija cuando le prometi¨® que la traer¨ªa otro d¨ªa, en mejores circunstancias: ¡°Pap¨¢, no quiero volver al Capitolio¡±, repuso ella.
A la pregunta de qu¨¦ resultados cabe esperar de la investigaci¨®n del 6 de enero, el congresista responde: ¡°Lo mejor que podr¨ªa pasar es que logremos contar la historia completa y detallada y que, como consecuencia de esas revelaciones, el Partido Republicano reniegue de Trump, lo instale en la infamia, y este pierda toda capacidad de da?ar a la rep¨²blica estadounidense. Ahora bien, lo m¨¢s probable es que demos a conocer el resultado de nuestras investigaciones, que Trump retome su control sobre el partido, y que exija a todos que le juren fidelidad. Si eso sucede, espero que millones de estadounidenses abandonen el partido¡±.
Lo mejor que podr¨ªa pasar con la comisi¨®n del seis de enero es que las revelaciones hagan que los republicanos renieguen de Trump
En su ante¨²ltima declaraci¨®n explosiva, el expresidente dijo en un comunicado hace un par de semanas que estaba en la mano de Pence ¡°anular los resultados electorales¡±. Raskin respondi¨® entonces que, a su juicio, esa declaraci¨®n facilitaba el trabajo del comit¨¦, porque delataba la implicaci¨®n del magnate en la comisi¨®n de un delito. ¡°Para empezar, porque Pence carec¨ªa de ese poder¡±, aclara el congresista. ¡°Es pronto para saber si Trump volver¨¢ a presentarse en 2024. La Decimocuarta Enmienda establece que cualquiera que haga un juramento a nuestra Constituci¨®n y viole ese juramento participando en una insurrecci¨®n queda inhabilitado para ocupar un cargo federal o estatal. Esa norma se promulg¨® tras la guerra de Secesi¨®n. Yo creo que cabr¨ªa aplicarla en este caso, pero, como es l¨®gico (y por suerte), estamos poco familiarizados con esa enmienda. Es obligaci¨®n del comit¨¦ ver c¨®mo podr¨ªa aplicarse¡±.
Y ¨¦l, ?se plantea, alcanzada la notoriedad nacional, lanzarse a una carrera dem¨®crata hacia la Casa Blanca? ¡°No, no lo s¨¦. Cuando era joven, probablemente ten¨ªa mucha m¨¢s ambici¨®n que ahora. Siempre les digo a los j¨®venes que es bueno tener ambici¨®n personal, pero que esa ambici¨®n debe estar conectada con la ambici¨®n p¨²blica. Yo, personalmente, tengo mucha ambici¨®n p¨²blica y mucha ambici¨®n para mi sociedad. No tanta para m¨ª, y menos a¨²n en estos d¨ªas en los que extra?o tanto a Tommy. Ha sido un a?o dif¨ªcil para nosotros¡±. Para honrar su memoria de su hijo, los Raskin han promovido una docena de proyectos: de iniciativas legislativas para atajar la crisis de salud mental a premios para j¨®venes activistas o programas de becas y ciclos de conferencias.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.