Cruzada de Putin contra los rusos que se hallan mentalmente en Occidente
El presidente de Rusia no cejar¨¢ en su intento de que el pueblo se movilice en torno a sus ideas, a cualquier precio
El presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, ha sido m¨¢s virulento que nunca en su intento de aglutinar y movilizar a sus compatriotas en su cruzada contra Occidente. En un discurso ante los principales dirigentes federales y regionales de Rusia (la pir¨¢mide de poder del r¨¦gimen), el jefe del Estado reiter¨® el mi¨¦rcoles con renovada pasi¨®n sus ideas sobre la verdadera e incuestionable soberan¨ªa rusa.
Putin se acalor¨® especialmente al criticar a la ¡°quinta columna¡± de Occidente en Rusia, es decir, a los rusos que ¡°se encuentran mentalmente¡± en Occidente. ¡°No juzgo a los que tienen una villa en Miami o en la Riviera francesa, a los que no pueden pasarse sin foie-gras, ostras o las llamadas libertades de g¨¦nero¡±, afirm¨®. ¡°El problema no est¨¢ en esto (¡), sino en que muchas de estas gentes se encuentran de hecho mentalmente all¨ª [en Occidente], y no aqu¨ª con nuestro pueblo, no en Rusia¡±, precis¨® el jefe del Estado, para pasar de nuevo al ataque. Quienes mantienen esta orientaci¨®n mental, explic¨®, la consideran como ¡°una se?al de pertenencia a la casta superior, a la raza superior¡±.
¡°Esta gente est¨¢ dispuesta a vender a su madre, con tal de que les dejen estar sentados en la antesala de esta misma casta superior¡±, dijo con desprecio. Y continu¨®: ¡°Quieren ser necesarios para ella, imit¨¢ndola en todo. Pero se olvidan o no se acuerdan de que, si la llamada casta superior los necesita, es tan solo como material desechable, para usarlos para infligir el m¨¢ximo da?o a nuestro pueblo¡±. ¡°Pero cualquier pueblo, y m¨¢s a¨²n el pueblo ruso, siempre podr¨¢ distinguir a los verdaderos patriotas de la escoria y los traidores, y simplemente escupirlos como a un mosquito que accidentalmente vol¨® a sus bocas, escupirlos en el panel. Estoy convencido de que una autodepuraci¨®n tan natural y necesaria de la sociedad solo fortalecer¨¢ a nuestro pa¨ªs, nuestra solidaridad, cohesi¨®n y disposici¨®n para responder a cualquier desaf¨ªo¡±.
El discurso, en el que Putin se reafirm¨® en sus posiciones quiz¨¢ m¨¢s que nunca en p¨²blico, indica que el jefe del Estado ruso no cejar¨¢ en su intento de que el pueblo ruso se movilice en torno a sus ideas a cualquier precio. Las clases de Historia obligatoria en las instituciones de educaci¨®n superior, las amonestaciones a las universidades de corte liberal abiertas al mundo, el arresto o despido de sus dirigentes acad¨¦micos y tambi¨¦n las cartas de adhesi¨®n de los directores de diversas universidades al estilo de la ¨¦poca sovi¨¦tica son parte del programa de Putin, quien parece dispuesto a sacar dinero de la nada para repartirlo entre todos los sectores que se han visto afectados por las sanciones occidentales.
Al reiterar sus argumentos justificativos de la invasi¨®n de Ucrania, Putin desarrollaba algunos de ellos con m¨¢s vehemencia y con detalles a?adidos, como por ejemplo la acusaci¨®n a Kiev de estar desarrollando un extenso programa de armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas contra Rusia o de estar dispuesta a fabricar la bomba at¨®mica. Una y otra vez, Putin repiti¨® frases del tipo ¡°no ten¨ªamos otro remedio¡± para apoyar una guerra implacable que ¨¦l sigue justificando en nombre de la prevenci¨®n. Tambi¨¦n denunci¨® Putin la supuesta represi¨®n y marginaci¨®n de los rusos en Occidente, al comparar a sus compatriotas con los jud¨ªos perseguidos por Hitler.
En la lluvia de promesas econ¨®micas que efectu¨® (sin decir de d¨®nde sacar¨¢ el dinero) figuraba el aumento de las asignaciones para fomentar la maternidad y mantener a los hijos hasta que cumplan 17 a?os, pero esas medidas, que tambi¨¦n se dieron durante la pandemia como apoyo para la vida, ahora, sobre el tel¨®n de fondo de miles de j¨®venes muertos, suenan casi como una subvenci¨®n a la cr¨ªa de carne de ca?¨®n para la matanza. Las palabras de Putin comienzan a o¨ªrse como la letan¨ªa de un ser enajenado; y hasta el fiel corresponsal del peri¨®dico Kommersant Andr¨¦i Kol¨¦snikov, pr¨¢cticamente cronista de cabecera de Putin, comentaba con iron¨ªa y sarcasmo las palabras del l¨ªder punto por punto. Putin ¡°sin duda, no lucha contra Ucrania, lucha contra Occidente y debe comprender que Occidente va a luchar con ¨¦l con el uso de todo tipo de armas (como son las sanciones econ¨®micas) y, entre ellas, aquellas que son letales para nuestro pa¨ªs¡±. Comentando la afirmaci¨®n de Putin en el sentido de que Rusia no tiene intenci¨®n de ocupar Ucrania, Kol¨¦snikov afirma: ¡°Es decir, que esto [la operaci¨®n b¨¦lica en aquel pa¨ªs] era solo un instrumento para lograr fines m¨¢s altos¡±. ¡°Hace tiempo que Vlad¨ªmir Putin no tiene un camino de retirada, pero tal vez nunca fue tan lejos¡±, concluye el periodista, que es persona de confianza de la Administraci¨®n del Kremlin.
Por otra parte, Alexandr Jodokovski, el l¨ªder de un batall¨®n de la denominada rep¨²blica popular de Donetsk, reconoc¨ªa el jueves en una entrevista con el peri¨®dico ruso Komsom¨®lskaia Pravda que los secesionistas est¨¢n experimentando dificultades en el asedio de Mariupol por la falta de equipo y de personal humano, y se?alaba tambi¨¦n que los chechenos que los han reforzado son m¨¢s d¨¦biles y est¨¢n peor preparados que ellos.
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