Sa?a contra los mayagnas en Nicaragua: asesinado de forma atroz otro activista ind¨ªgena
El cuerpo de Salom¨®n L¨®pez Smith fue hallado con el cr¨¢neo destrozado, la piel del rostro arrancada, sin orejas y con los dedos mutilados. En siete a?os, se han registrado 63 asesinatos de ind¨ªgenas en Nicaragua
Los ind¨ªgenas del Caribe de Nicaragua se han enfrentado a otra escena de horror, dentro del terror que los envuelve en su lucha por conservar sus territorios y proteger sus recursos. Se trata del asesinato atroz del l¨ªder mayagna Salom¨®n L¨®pez Smith, cuyo cuerpo ha sido encontrado con signos terribles de tortura: el cr¨¢neo destrozado, la piel separada del rostro, sin orejas, varios dedos mutilados, sin cabello, la columna fracturada y varios disparos en la espalda. Una violencia brutal que, adem¨¢s, demuestra la indefensi¨®n y olvido en el que se hallan estas comunidades, acorraladas por grupos violentos que cuentan con la complicidad del r¨¦gimen que lidera Daniel Ortega.
El cuerpo de L¨®pez Smith fue hallado el 15 de marzo en una remota zona del noreste de Nicaragua, donde habitan estas poblaciones ind¨ªgenas mayagnas, que intentan mantener sus tradiciones a pesar de las amenazas que las acechan. El autollamado Gobierno Territorial Mayangna Sauni Arungka Matumbak ha expresado su repudio por el asesinato de quien consideran un reconocido activista en la defensa de los derechos de las poblaciones ind¨ªgenas caribe?as y ha culpado del mismo a los llamados ¡®colonos¡¯, invasores que llegan de otras regiones de Nicaragua a tomarse de forma ilegal las tierras, para establecer cultivos o expandir la ganader¨ªa.
Estos invasores se apoderan por la fuerza de los territorios ante la resistencia de los ind¨ªgenas. Luego, presentan documentos sin peso legal con los que reclaman las propiedades. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que muchos ¡®colonos¡¯ son exmilitares que ocupan ilegalmente los territorios ind¨ªgenas para la explotaci¨®n de la madera, la miner¨ªa, el monocultivo de palma africana y la ganader¨ªa. El Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atl¨¢ntica de Nicaragua (Cejudhcan) ha denunciado que muchos de estos ¡®colonos¡¯ tienen cercan¨ªa con el Frente Sandinista, el partido de Daniel Ortega.
Los integrantes del Territorio Mayangna Sauni Arungka mantienen una constante denuncia de la violencia que sufren. El pasado a?o fue especialmente duro para estos ind¨ªgenas, despu¨¦s de que se registraran varios ataques que dejaron decenas de heridos. Las v¨ªctimas son los l¨ªderes, los guardabosques y agricultores que son atacados mientras se trasladan a sus huertos. En todos estos cr¨ªmenes reina la impunidad. ¡°Los comunitarios lamentan que las autoridades no prestan atenci¨®n a sus verdaderos problemas: la invasi¨®n de sus territorios por medio de la violencia, a la imposici¨®n de autoridades comunales y territoriales afines al FSLN, lo que desplaza al liderazgo de estos pueblos y la permanente usurpaci¨®n de sus recursos naturales, acabando as¨ª con sus tradicionales medios de vida¡±, ha advertido el Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos (CENIDH). El Centro de Asistencia legal a Pueblos Ind¨ªgenas (CALPI) denuncia el uso de metralletas y escopetas en los ataques.
La organizaci¨®n que defiende a los ind¨ªgenas, cancelada
La violencia contra los ind¨ªgenas se da con mayor constancia y sa?a por los ¡®colonos¡¯ desde el a?o 2015. Los invasores han quemado comunidades enteras, violan a mujeres, disparan contra las comunidades y secuestran a personas. Entre 2015 y 2022, al menos 63 ind¨ªgenas han sido asesinados por colonos y 46 contin¨²an desaparecidos. Todo en la impunidad. Cejudhcan lo ha denunciado en los medios de comunicaci¨®n y ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Es la ¨²nica voz que alerta del ¡°etnocidio¡± en proceso en Nicaragua.
Este 17 de marzo, sin embargo, el r¨¦gimen de Ortega orden¨® la cancelaci¨®n de la personer¨ªa jur¨ªdica de la ONG, dejando en el desamparo a miles de ind¨ªgenas que encontraban apoyo en esta organizaci¨®n. Cejudhcan fue cerrada junto a otras 24 organizaciones, lo que ha aumentado el n¨²mero de instituciones canceladas a 132 desde 2018, cuando se registraron protestas sociales que exig¨ªan el fin del r¨¦gimen.
Cejudhcan es la ¨²nica organizaci¨®n que durante a?os ha documentado la invasi¨®n de los territorios ind¨ªgenas, a pesar de las amenazas de los colonos y autoridades regionales del Frente Sandinista. El organismo es dirigido por Lottie Cunningham, una abogada miskita cuya labor ha sido reconocida internacionalmente. En 2020, le otorgaron el galard¨®n Right Livelihood Award, tambi¨¦n conocido como ¡°Premio Nobel Alternativo¡± por su constante denuncia de la violencia letal que sufren los ind¨ªgenas por defender sus territorios. Desde hace meses, Cunningham sufr¨ªa acoso, incluso en el mismo Aeropuerto Internacional de Managua, cuando intentaba viajar.
Los ind¨ªgenas llevan a?os denunciando que el Gobierno sandinista no cumple con la ley 445, llamada formalmente Ley del R¨¦gimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Ind¨ªgenas y Comunidades ?tnicas de las Regiones Aut¨®nomas de la Costa Atl¨¢ntica de Nicaragua y los R¨ªos Bocay, Coco, Indio y Ma¨ªz. Esta ley establece cinco fases en el proceso de reconocimiento y formalizaci¨®n de los derechos de propiedad ind¨ªgena: demarcaci¨®n, resoluci¨®n de conflictos, titulaci¨®n y saneamiento. Este ¨²ltimo ha sido incumplido por las autoridades. El ¡°saneamiento¡± consiste en el ordenamiento territorial y la expulsi¨®n de los terceros que no compartan la cosmovisi¨®n de los ind¨ªgenas, ni el respeto por la tierra ni las normas comunitarias.
Un estudio publicado en abril de 2020 por el Oakland Institute, un organismo que estudia asuntos ambientales, alerta que el Gobierno de Ortega ¡°alienta la fiebre del oro en Nicaragua¡±. En 2017, fue creada la Empresa Nicarag¨¹ense de Minas que permite al Estado de Nicaragua una mayor participaci¨®n en negocios mineros junto con empresas privadas. De esa forma, el total de tierra bajo concesi¨®n minera aument¨® de alrededor de 1.200.000 hect¨¢reas a 2.600.000 hect¨¢reas. Lo alarmante es que 853.800 hect¨¢reas de esa tierra est¨¢n en la zona de amortiguaci¨®n de la reserva de Bosaw¨¢s, en territorios ind¨ªgenas.
Esa fiebre del oro se une a la expansi¨®n de la ganader¨ªa y los monocultivos, lo que alienta la invasi¨®n de tierra y la violencia contra los ind¨ªgenas. El asesinato de L¨®pez Smith es el ¨²ltimo episodio violento que se sufren estas poblaciones nicarag¨¹enses y ha generado el repudio de organizaciones de derechos humanos y hasta de Estados Unidos: el Departamento de Estado ha exhortado al r¨¦gimen de Ortega a llevar a la justicia a los asesinos del l¨ªder ind¨ªgena. ¡°Activistas atribuyen esta atrocidad a asentadores que amenazan comunidades ind¨ªgenas y act¨²an con impunidad bajo el r¨¦gimen. Esto debe parar¡±, ha exigido el Gobierno de Joe Biden.
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