La activista que da voz a los represaliados en Rusia:¡°En el pa¨ªs hay una dictadura en la que todo est¨¢ prohibido¡±

Mar¨ªa Kuznetsova tiene 24 a?os y ya vive como exiliada. Desde Tbilisi, capital de Georgia, esta activista rusa trabaja como portavoz de OVD Info, una organizaci¨®n de derechos humanos que se ha convertido en el altavoz contra la represi¨®n del Kremlin y que ha adquirido especial relevancia tras denunciar los atropellos cometidos contra los ciudadanos rusos desde que se inici¨® la invasi¨®n en Ucrania. El portal naci¨® del trabajo de varios activistas, que decidieron denunciar los actos de brutalidad policial durante las protestas por un presunto fraude electoral a finales de 2011. Kuznetsova explica que la organizaci¨®n se constituye como un proyecto medi¨¢tico independiente, que adem¨¢s brinda asistencia legal a los detenidos. OVD Info opera con ayuda de donantes independientes y recibe apoyo de la Comisi¨®n Europea y la Federaci¨®n Internacional por los Derechos Humanos (FIDH).

La activista expone a diario la situaci¨®n de los m¨¢s de 15.100 ciudadanos que han sido detenidos por manifestarse en contra de la guerra en las calles de su pa¨ªs. Reconoce que solo desde fuera puede hablarse de lo que ha supuesto en Rusia la guerra en Ucrania y de los abusos del r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin. Mientras narra los pormenores de las detenciones y la labor de OVD Info, Mar¨ªa lidia con un diagn¨®stico de depresi¨®n, producto de su salida de Rusia hace cerca de un a?o y del impacto que le ha generado la guerra. El miedo a ser apresada por las autoridades de su pa¨ªs al ejercer su trabajo la alejan todos los d¨ªas de la posibilidad de regresar a su natal Novokuznetsk (ciudad ubicada en el distrito de Siberia), pero est¨¢ convencida de que ahora no hay que callarse.

Pregunta. ?Por qu¨¦ hay tal persecuci¨®n del r¨¦gimen contra quienes se manifiestan?

Respuesta. B¨¢sicamente, estamos en una dictadura. Todo lo que digas puede resultar un problema, todo est¨¢ prohibido. Incluso la palabra ¡°guerra¡± est¨¢ criminalizada. Si se dan cuenta de que la dices una vez ya es una falta administrativa, y si lo repites se convierte en un caso criminal que podr¨ªa acarrear hasta cinco a?os de prisi¨®n. Las referencias al Ej¨¦rcito ruso pueden terminar en penas de 15 a?os. Ya conocemos unos siete casos de este tipo. Uno de ellos es el periodista ucranio Dimitriv Gordon.

P. ?Cu¨¢les han sido los peores casos de brutalidad policial en Rusia?

R. Hay muchos casos en los que la polic¨ªa abusa del poder y golpea a los ciudadanos. Hace poco me sorprendi¨® uno en Vladivostok. Una joven cont¨® que la metieron a un autob¨²s de la polic¨ªa y luego entr¨® un oficial a agredirla. La llam¨® ¡°perra¡±, golpe¨® su cabeza y comenz¨® a asfixiarla. Luego, otros polic¨ªas entraron al autob¨²s y su atacante se fue. La mujer entr¨® al hospital con una posible conmoci¨®n cerebral. En la organizaci¨®n hicimos un pronunciamiento sobre el caso, el nombre de la v¨ªctima es Anastasia Kotlyar. Adem¨¢s, tuvimos un caso con uno de los abogados que trabaja con nosotros. A ¨¦l lo esposaron en San Petersburgo y lo amenazaron con un proceso penal por hacer su trabajo. Empezaron a acusarlo de ¡°defender a los nazis¡±.

P. La informaci¨®n que ofrecen sobre estas arbitrariedades circula sobre todo a trav¨¦s de las redes sociales. ?C¨®mo combaten el bloqueo que hay en Rusia con estas plataformas? Instagram y Facebook ya est¨¢n prohibidos.

R. Estamos muy activos por Telegram y Twitter, y desde ah¨ª compartimos informaci¨®n todo el tiempo. Hemos recibido apoyo de las plataformas y ya contamos con el sello de verificaci¨®n en nuestras redes. Somos una fuente de informaci¨®n de lo que pasa en el pa¨ªs para el mundo. De todas maneras, dentro de Rusia muchas personas usan las plataformas sociales a trav¨¦s de distintas VPN (redes privadas virtuales) que les permiten acceder. En cuanto crecen los bloqueos, la gente empieza a crear m¨¢s VPN para poder seguir navegando. Tambi¨¦n tenemos una red social rusa que se llama VKontakte (VK). A pesar de que esa plataforma apoya a Putin, ya ha habido publicaciones en contra de la guerra de muchas personas all¨ª. La gente lucha contra la censura como puede.

P. Gran parte de su equipo trabaja desde la distancia ?C¨®mo operan para obtener la informaci¨®n de las detenciones y brindar asistencia legal a los ciudadanos afectados?

R. Tenemos una l¨ªnea abierta las 24 horas para que las personas que lo necesiten reporten su caso. Luego, nuestro equipo en el terreno verifica la informaci¨®n suministrada por la persona. Es muy complicado dar seguimiento a todos los casos por la cantidad de detenciones que ha habido, pero intentamos que dentro de lo posible nuestros abogados puedan acudir a los centros de detenci¨®n r¨¢pidamente para brindar la asistencia legal a los afectados.

P. ?Desde cu¨¢ndo ha tenido que exiliarse?

R. Desde hace mucho estaba involucrada con organizaciones que se opon¨ªan al r¨¦gimen. En 2017 particip¨¦ en la campa?a [presidencial] de Alex¨¦i Navalni y luego trabaj¨¦ en organizaciones de derechos humanos opositoras como Rusia Abierta, que es considerado un movimiento indeseable. El a?o pasado mi jefe en esa organizaci¨®n acabo en prisi¨®n por liderar el movimiento. Yo estaba en Georgia cuando lo detuvieron y supe que no podr¨ªa volver. Pod¨ªa ser procesada como testigo del caso o simplemente terminar arrestada por trabajar en la organizaci¨®n. La polic¨ªa se comunic¨® conmigo aqu¨ª para que volviera a Rusia a testificar, y yo decid¨ª no hacerlo. S¨¦ que tan pronto ponga el pie en un aeropuerto ruso puedo terminar en prisi¨®n. Ya me he hecho a la idea de que quiz¨¢ nunca pueda regresar.

P. ?Qu¨¦ le cuentan su familia y amigos de la vida en Rusia ahora?

R. Muchos de mis amigos se han ido. Los que quedan me dicen que no hay suficientes productos en los supermercados. He visto videos de gente agolpada peleando para poder comprar un paquete de az¨²car. Tampoco quedan medicamentos. Tengo una amiga que tiene un padre con diabetes y me dijo que estuvo buscando insulina una semana en Mosc¨² y no encontr¨®. Tambi¨¦n es muy dif¨ªcil encontrar compresas. Me han dicho que un paquete cuesta unos 30 euros, y eso que estoy hablando de Mosc¨². Parece una broma, pero no lo es. Mis amigas han tenido que usar otro tipo de cosas durante su periodo.

P. ?Qu¨¦ piensa su familia de lo que hace?

R. Mi familia es un tanto apol¨ªtica y no hablan mucho del tema. Los rusos no son ricos y gastan gran parte del tiempo tratando de sobrevivir. Mi abuela es mayor y mi madre tiene que cuidarla. Ellos saben que algo est¨¢ mal, pero tienen que continuar con su vida. De todas formas, est¨¢n muy preocupados por m¨ª. Mi madre siempre me dice que no deber¨ªa mostrar mi rostro, ni compartir mi nombre p¨²blicamente, pero a m¨ª no me importa. S¨¦ que hay gente que me ayudar¨¢ y dir¨¢ lo que paso si algo me sucede.

P. ?Cu¨¢l cree que es el futuro que le espera a su pa¨ªs?

R. Mi vida est¨¢ estancada en esta guerra. Trabajo m¨¢s de 15 horas al d¨ªa para que se sepa lo que est¨¢ pasando en Rusia. Lo hago para imaginar que es posible un cambio, pero no s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s. Incluso si se acaba la guerra no hay garant¨ªas de que Putin no ataque a otro pa¨ªs. ?l vive en su propia realidad, una que no tiene que ver nada con la nuestra. As¨ª que es muy dif¨ªcil hacer pron¨®sticos. La guerra nos cogi¨® por sorpresa a todos.

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