Antonia Urrejola: ¡°Boric busca aprender de los errores y aciertos de los gobiernos de izquierda¡±
La canciller, simpatizante socialista, entrega los lineamientos clave de la pol¨ªtica exterior de la nueva Administraci¨®n chilena
La ministra de Relaciones Exteriores del Gobierno de Gabriel Boric, la abogada Antonia Urrejola (Santiago de Chile, 1968), por cuatro a?os integr¨® la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En el organismo, que presidi¨® en 2021, jug¨® un papel fundamental en crisis regionales, como la de Nicaragua, donde pidi¨® medidas ¡°urgentes¡± por parte del Estado para poner fin a la represi¨®n y recuperar las garant¨ªas propias de una democracia. Su llegada a la Canciller¨ªa de Boric, por lo tanto, fue una fuerte se?al para la coalici¨®n original del presidente, donde existen diferentes miradas en asuntos sustantivos de la pol¨ªtica exterior. En noviembre pasado, en medio de la campa?a presidencial, el Partido Comunista realiz¨® una declaraci¨®n en respaldo a la cuestionada reelecci¨®n de Daniel Ortega. Sobre su nominaci¨®n en el ministerio, Urrejola explica: ¡°El presidente tuvo presente el papel que me toc¨® jugar como presidenta de la CIDH¡±, dice en su despacho de la Canciller¨ªa, a metros del Palacio de La Moneda, en el centro de Santiago de Chile.
A tres semanas de haber asumido, le ha tocado lidiar de rebote con algunos episodios inesperados. Junto con el inicio hoy de los alegatos en La Haya por la demanda de Chile a Bolivia por el r¨ªo altipl¨¢nico Silala, ayer la ministra del Interior, Izkia Siches, ofreci¨® disculpas por utilizar el concepto Wallmapu para referirse a la regi¨®n de la Araucan¨ªa, luego de que se lo criticaran desde Argentina, porque parte del territorio mapuche pertenece a ese pa¨ªs. Sucedi¨® a pocas horas de que el domingo pr¨®ximo arranque la primera gira oficial de Boric, que ser¨¢ precisamente a Argentina. ¡°Entendemos que el concepto de Wallmapu es un planteamiento del pueblo mapuche y que la ministra Siches lo hizo suyo por respeto, pero bajo ninguna circunstancia el Gobierno chileno lo entiende como escisi¨®n del Estado ni mucho menos existe por parte de esta Administraci¨®n una falta de reconocimiento a la soberan¨ªa argentina en su territorio¡±, explica la ministra de Relaciones Exteriores.
Antes, casi al inicio del Gobierno, la canciller tuvo que hacer frente a la pol¨¦mica con Espa?a por los dichos del presidente. El mandatario chileno critic¨® p¨²blicamente al Rey de Espa?a, Felipe VI, porque ¨Cseg¨²n ¨¦l¨C hab¨ªa retrasado su ceremonia de cambio de mando. Al ser corregido por la Casa Real, el Gobierno chileno tuvo que dar explicaciones. ¡°?l fue mal informado y es consciente que, a¨²n as¨ª, provoc¨® un impasse sin querer hacerlo. Eso tiene que ver con, m¨¢s bien, con una presidente que es muy transparente. Pero ¨¦l no estaba buscando ning¨²n hecho pol¨ªtico¡±, dice la canciller Urrejola.
Pregunta. ?Fue por transparencia? Porque se ha criticado que el episodio con Espa?a mostr¨®, quiz¨¢, falta de experiencia.
Respuesta. Prefiero no calificar si es por falta de experiencia o es por transparencia. Lo que s¨ª s¨¦ es que ¨¦l en ning¨²n momento quiso mandar un mensaje pol¨ªtico, m¨¢s all¨¢ de los efectos pol¨ªticos que el incidente pudo haber tenido, que es lo m¨¢s importante. Y tanto la Casa Real como el Gobierno espa?ol lo han dado por superado.
P. ?Qu¨¦ otros pa¨ªses le preocupan a la Canciller¨ªa de Boric, aparte de Nicaragua?
R. La especial preocupaci¨®n apunta a c¨®mo Chile empieza a retomar un liderazgo que tuvo mucho tiempo en materia de derechos humanos. Porque los derechos humanos ser¨¢n un sello distintivo de este Gobierno en materia de pol¨ªtica exterior. La crisis humanitaria y de derechos humanos en Venezuela, por ejemplo, requiere de un di¨¢logo pol¨ªtico que los Estados deben acompa?ar.
P. ?Y Cuba?
R. Cuba y Chile tienen una antigua relaci¨®n. Tenemos gente en el propio Gabinete que ha sido educada en Cuba [la ministra de Defensa, Maya Fern¨¢ndez] y hay una relaci¨®n pol¨ªtica y tambi¨¦n hist¨®rica respecto del papel de Cuba, sobre todo despu¨¦s del golpe militar de 1973. Es un reconocimiento que existe en el Gobierno, pero, por otra parte y, aunque no es un tema que yo haya hablado con el presidente, hay una preocupaci¨®n por lo que ocurre en materia de derechos humanos. Por ejemplo, la situaci¨®n de los presos de las protestas de junio del a?o pasado, que han sido condenados a 15 o 20 a?os. Nuestra posici¨®n con respecto a Cuba, sin embargo, tambi¨¦n contempla el hecho de que resulta imposible abstraerse de las sanciones econ¨®micas. Las sanciones econ¨®micas que ha sufrido Cuba tienen un efecto en materia de derechos econ¨®micos, sociales y culturales.
P. En el Gobierno de Boric conviven diferentes miradas en materia internacional, sobre todo respecto de estos tres pa¨ªses. ?D¨®nde se inclinar¨¢ la balanza?
R. Todos tienen claridad que la pol¨ªtica exterior la lleva el presidente de la Rep¨²blica y ¨¦l ha manifestado una posici¨®n muy clara.
P. Usted es cercana al PS. ?El de Boric es un Gobierno de izquierda o de centroizquierda?
R. Es un Gobierno de izquierda, progresista, con una agenda transformadora, pero tambi¨¦n con un compromiso con la democracia y los derechos humanos.
P. En el extranjero, las aspiraciones de algunos sectores de la izquierda democr¨¢tica apuntan a que Boric represente una alternativa distinta. Es decir, que se instale m¨¢s cerca de Canad¨¢ y Nueva Zelanda y no del lado del socialismo del Siglo XXI. ?Qu¨¦ opina?
R. El presidente Boric representa una alternativa nueva. No me gusta etiquetarlo, pero es un liderazgo transformador donde ha ido incorporando distintos temas de la izquierda tradicional con lo que se llama la socialdemocracia. Su principal eje es abrirse al mundo, aprender del pasado y de los errores y aciertos de los gobiernos de izquierda y, a partir de eso, hacer una nueva lectura con una mirada moderna. Boric tiene una mirada fresca sin estereotipos.
P. ?C¨®mo habr¨ªa que entender su afinidad con Alberto Fern¨¢ndez, el presidente argentino?
R. Una prioridad de cualquier pol¨ªtica exterior es la relaci¨®n con los pa¨ªses vecinos y, en ese sentido, Argentina es fundamental para Chile. En segundo lugar, claramente hay acercamientos ideol¨®gicos con algunos pa¨ªses de la regi¨®n, que no lo hay respecto de otros. Pero el presidente ha insistido que, m¨¢s all¨¢ de las cercan¨ªas ideol¨®gicas con unos u otros, su prioridad es que Am¨¦rica Latina vuelva a tener una sola voz. Y esa voz ¨²nica tiene que ver con una agenda com¨²n que tenemos que encontrar los distintos pa¨ªses de la regi¨®n que va m¨¢s all¨¢ de las diferencias ideol¨®gicas. Am¨¦rica Latina es de las regiones m¨¢s afectadas por la crisis clim¨¢tica, siendo que es una de las que menos responsabilidad tiene. Tenemos que tener una miraa conjunta en el tema migratorio, el narcotr¨¢fico, la seguridad.
P. ?Se va a establecer una relaci¨®n ¡°carnal¡± con Argentina, como alguna vez Carlos Menem dijo sobre Argentina y EE.UU.? Siempre es prioritaria, pero, ?lo ser¨¢ m¨¢s? La primera dama ha hecho gui?os a La C¨¢mpora de Cristina Kirchner y Boric design¨® como embajadora a B¨¢rbara Figueroa, una importante l¨ªder comunista.
R. Argentina siempre ha sido una prioridad en la pol¨ªtica exterior, pero hubo en el ¨²ltimo a?o bastante roces, por lo que primero que queremos es recomponer. Yo no dir¨ªa que ser¨¢ una relaci¨®n distinta, por esta interpretaci¨®n a prop¨®sito de La C¨¢mpora. Yo puedo entender que existan esas interpretaciones, pero no est¨¢ en el ¨¢nimo del Gobierno que vayamos a reforzar esas relaciones. M¨¢s bien el ¨¢nimo del Gobierno es reforzar la relaci¨®n con Argentina, que incluye a todos los que son parte de Argentina.
P. ?Ve posible un reordenamiento de Chile hacia el Atl¨¢ntico? Salvo que gane Petro en Colombia, ?estar¨¢ el Gobierno chileno m¨¢s c¨®modo con Argentina y el Brasil de Lula?
R. No. Todo lo que incluye el Asia-Pac¨ªfico sigue siendo una prioridad absoluta y no hay ninguna duda, no hay dobles matices. No hay una mirada hacia el Atl¨¢ntico. Hay cercan¨ªa obviamente con Argentina, si gana Lula en Brasil habr¨¢ una cercan¨ªa ideol¨®gica ah¨ª, pero quiero insistir en la idea de que m¨¢s all¨¢ de la cercan¨ªa ideol¨®gica con algunos gobiernos de la regi¨®n, la agenda fundamental para Am¨¦rica Latina es una agenda de integraci¨®n regional. Porque Am¨¦rica Latina, por la polarizaci¨®n y la fragmentaci¨®n, perdi¨® la voz. Y para ello, no podemos trabajar solo con los que tengamos cercan¨ªa ideol¨®gica. Queremos insistir en los acuerdos y no en los desacuerdos. Y esto corre para Am¨¦rica Latina y para los pa¨ªses vecinos.
P. Poco despu¨¦s de asumir, el presidente Boric propuso relaciones diplom¨¢ticas con Bolivia, cortadas desde 1962 y, fiel al libreto, Bolivia lo rechaz¨® porque puso como condici¨®n la salida al mar. ?Sab¨ªa el Gobierno chileno que Bolivia dir¨ªa que no?
R. En general nuestra relaci¨®n con Bolivia est¨¢ concentrada en nuestras diferencias, que son hist¨®ricas y van a seguir existiendo m¨¢s all¨¢ de las sentencias de La Haya, pero lo que quiere el presidente es hacer un acercamiento tambi¨¦n para establecer una agenda com¨²n. Estamos conscientes de que establecer relaciones diplom¨¢ticas es un camino que hay que recorrer, como tambi¨¦n estamos conscientes de que la Constituci¨®n boliviana establece como irrenunciable el derecho al mar y eso es parte del paisaje. No quiero minimizarlo, pero es parte del paisaje y tenemos que trabajar con esas diferencias para hacer una agenda com¨²n. Creo que va a ser lento, pero esa voluntad sigue existiendo por parte del presidente. No me atrevo a decir que en cuatro a?os vamos a tener relaciones diplom¨¢ticas ¨Ccreo que ser¨ªa muy presuntuoso de mi parte¨C, pero s¨ª en un acercamiento.
P. El exvicepresidente boliviano ?lvaro Garc¨ªa Lineras es uno de los gur¨²s intelectuales de Boric y el presidente chileno lo invit¨® al cambio de mando. ?Fue adecuado dado que fue uno de los m¨¢s activos y duros en la demanda contra Chile por la salida al mar?
R. El presidente tiene la facultad de hacer invitaciones especiales. Efectivamente, nunca ha escondido su admiraci¨®n a Garc¨ªa Lineras desde el punto de vista intelectual y fue en esa calidad que lo invit¨®. Algunas personas habr¨¢n pensado que fue inadecuado, pero ¨¦l fue muy respetuoso de los debates internos y muy consciente de que era un invitado especial, por lo que no quiso poner ninguna piedra en el camino al presidente.
P. ?C¨®mo impulsar una mayor integraci¨®n regional, como el Gobierno chileno busca, m¨¢s all¨¢ de lo discursivo??Qu¨¦ es lo que propone y cu¨¢les son los planes?
R. Llevamos tres semanas y hemos estado conversando con el presidente sobre este asunto. Lo primero, que es una tarea a la que me tengo que avocar, es conversar bilateralmente tanto con los embajadores como con los cancilleres en esta idea, en esta declaraci¨®n, en esta intenci¨®n. Y luego, como siempre se hace, empiezan consultas bilaterales y se va construyendo. Son procesos que tardan. Entiendo que hay que darle cuerpo y estamos trabajando en eso. Me gustar¨ªa que a finales de este a?o o comienzos del pr¨®ximo podamos materializarlo.
P. ?Que ocurrir¨¢ con Chile y el tratado comercial Transpac¨ªfico, TTP11? M¨¢s all¨¢ de que se adopte una decisi¨®n despu¨¦s del proceso constituyente, como ya se ha dicho, ?qu¨¦ opina de los contenidos de acuerdo? ?Benefician a Chile o no?
R. No estamos evitando el debate, pero hay una responsabilidad y debemos tenerlo a la luz de una nueva Constituci¨®n. El esperar la constituyente tiene un sentido de responsabilidad, porque el TPP11 toca un conjunto de temas que van a estar directamente relacionados con una eventual nueva Constituci¨®n y, m¨¢s all¨¢ de las opiniones que pueda tener yo como canciller, el marco adecuado va a ser la nueva Constituci¨®n para poder discutirlo en t¨¦rminos sustantivos. CEPAL nos ofreci¨® ayuda para tener un debate t¨¦cnico, ausente del tema ideol¨®gico, porque en la discusi¨®n del TPP11 hubo ¨Cde parte y parte¨C, posiciones ideol¨®gicas. Y m¨¢s all¨¢ del TTP11, a nivel internacional se est¨¢ dando un debate que tiene que ver con los mecanismos de soluci¨®n de controversias. Ha habido un debate sobre el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias (CIADI) y otros sobre c¨®mo esos mecanismos se revisan a la luz de los nuevos desaf¨ªos que enfrenta Chile y el mundo.
P. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con los tratados de libre comercio firmados por Chile desde los a?os noventa?
R. Muchos pa¨ªses que est¨¢n abiertos al mundo como Canad¨¢ o Nueva Zelandia ¨Cnadie puede decir que son pa¨ªses aislados o que tienen una mirada de desarrollo estatal de la econom¨ªa¨C los han modernizado frente a los nuevos desaf¨ªos. La revisi¨®n de los tratados es com¨²n y lo han hecho muchos pa¨ªses. Dicho todo lo anterior, es importante recalcar que cualquier revisi¨®n, sea de los tratados que han sido suscritos o del TTP11 cuando se d¨¦, es una discusi¨®n que se da en el ¨¢mbito bilateral o multilateral. Bajo ninguna condici¨®n va a ser unilateral, porque entendemos que Chile es parte de un mundo globalizado y no podemos vivir aisladamente. Alguna gente tiene ese miedo, pero no est¨¢ en la agenda de Chile sentarse a revisar cada uno de los tratados.
P. Muchos socios de Chile ¨Cla UE, EE.UU., Canad¨¢, Nueva Zelandia¨C han adoptado sanciones contra Rusia por la invasi¨®n a Ucrania. ?Chile se sumar¨¢?
R. Chile, junto con condenar la invasi¨®n de Rusia a Ucrania, ha respaldado las resoluciones en Naciones Unidas respecto de las condenas. Entendemos que hay una invasi¨®n, que se han quebrantado derechos b¨¢sicos del derecho internacional y hemos apoyado esas resoluciones, junto con entregar ayuda humanitaria a trav¨¦s de la Cruz Roja. Sobre las sanciones econ¨®micas, es un tema que por ahora no est¨¢ en la cartera para Chile, porque es un tema que tambi¨¦n tiene que ser conversado con los pa¨ªses vecinos. No podemos tener iniciativas como llaneros solitarios en temas que tiene efectos muy importantes no solo para Chile, sino para la regi¨®n.
P. Desde el estallido de 2019, Chile ha estado marcado por la violencia callejera, lo que no se ha detenido con la llegada al poder de Boric. ?C¨®mo se lo explica?
R. Los extranjeros lo deben entender. Chile no est¨¢ aislado de los fen¨®menos regionales y mundiales. Como ex comisionada de la CIDH, mientras se produc¨ªa el estallido de Chile, me toc¨® visitar Ecuador, que estaba viviendo un estallido al mismo tiempo que nosotros. Se vio la gente en las calles, el descontento social, junto con el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las polic¨ªas. Luego, durante el a?o pasado, como relatora de Colombia, visit¨¦ ese pa¨ªs durante el estallido social, donde se vieron fen¨®menos similares, aunque con contextos distintos. Por lo tanto, lo que sucede en Chile no es aislado. Hay un descontento social en muchos pa¨ªses, no solo en la regi¨®n, que obedece a la falta de credibilidad de las instituciones, a la frustraci¨®n de no sentirse interpretados por las autoridades del Estado, a las graves crisis econ¨®micas que se han exacerbado por la pandemia. Creo que eso ha llevado a la gente a salir a las calles bajo distintos contextos, pero el factor com¨²n es el descontento social y el uso desproporcionado de la fuerza de las polic¨ªas. Los y las gobernantes tenemos varios desaf¨ªos: canalizar esos descontentos sociales y dar respuesta a las distintas demandas de la ciudadan¨ªa a trav¨¦s de mayor participaci¨®n y, por otra parte, aislar a se aprovechan del derecho a la protesta para cometer delitos y para actos vand¨¢licos.
P. A diferencia de lo ocurrido en otros pa¨ªses donde han ocurrido revueltas, en Chile dieron origen a un camino constituyente que provocar¨¢ un cambio profundo en la institucionalidad. Usted, que particip¨® en las negociaciones para las reformas constitucionales de 2005, durante el Gobierno de Lagos ¨Cde hecho, la Constituci¨®n actual lleva la firma del expresidente¨C, ?considera que la actual Constituci¨®n es la de Pinochet o la de Lagos?
R. Me toc¨® acompa?ar ese proceso y me parece que la actual Constituci¨®n, la de 2005, es muy distinta a la de 1980. Pero la actual no responde, precisamente, a los requerimientos de la ciudadan¨ªa que se vieron a partir del estallido social. Yo reivindico lo que se hizo en su momento y los cambios pol¨ªticos muy importantes para el momento que se estaba viviendo en 2005, porque en ese texto se eliminaron los enclaves autoritarios. Es decir, cuando hablamos del actual proceso constituyente en Chile ¨Cque es un proceso importante que apoyo y miro con admiraci¨®n, entendiendo todos los temores que genera¨C, me parece importante entender lo que fueron los a?os noventa, con un comandante en jefe del Ej¨¦rcito que era nada menos que el ex dictador, Pinochet.
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