El dilema sobre el ingreso en la OTAN llega al Parlamento de Finlandia

El recrudecimiento de la guerra de Ucrania ha acelerado el debate en Finlandia sobre su posible candidatura como miembro de la Alianza Atl¨¢ntica. La ¡°opci¨®n de la OTAN¡±, un eufemismo habitual en los discursos de los mandatarios finlandeses para referirse a un ingreso que supondr¨ªa abandonar la tradicional pol¨ªtica de neutralidad del pa¨ªs, lleg¨® el mi¨¦rcoles al fragmentado Parlamento. La C¨¢mara debate un informe del Ejecutivo de coalici¨®n de cinco formaciones que encabeza la primera ministra, Sanna Marin, socialdem¨®crata, y que analiza la situaci¨®n de la defensa del pa¨ªs ¡ªsin pronunciarse claramente a favor del ingreso en la Alianza¡ª, su nivel de seguridad y sus recursos energ¨¦ticos o alimentarios.

De no ser por la guerra en Ucrania, probablemente la pol¨ªtica finlandesa abordar¨ªa cuestiones como la huelga en una enorme f¨¢brica papelera o las protestas de los enfermeros. Pero el dilema sobre el alineamiento o no con la OTAN se ha vivificado tres d¨¦cadas despu¨¦s del final de la Guerra Fr¨ªa, y como nunca antes, tras la invasi¨®n rusa del 24 de febrero. El mayor apoyo hist¨®rico, un 30% de s¨ªes en 2005, se dobl¨® hasta el 59% el 13 de abril, seg¨²n una encuesta para la televisi¨®n p¨²blica YLE. Solo un 17% de los finlandeses est¨¢ en contra.

Sobre la normalmente pac¨ªfica pol¨ªtica finlandesa se cierne el temor al vecino del este y los 1.340 kil¨®metros de frontera com¨²n que deslinda Finlandia de Rusia. Horas antes de que comenzase la sesi¨®n en la C¨¢mara de Helsinki, una representante del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso volvi¨® a advertir de que si Finlandia y Suecia entran en la OTAN habr¨¢ consecuencias.

Preguntado por esa nueva amenaza de Mosc¨², el ministro de Asuntos Exteriores finland¨¦s, el ecologista Pekka Haavisto, ha evitado expresar claramente sus preferencias, aunque ha enfatizado a EL PA?S: ¡°Los pa¨ªses son libres de incorporarse a alianzas militares¡±. El titular de Exteriores ha a?adido: ¡°Es obvio que Rusia tiene que hacer sus propios planes militares en consecuencia¡±. Y esto conlleva ¡°probablemente, un aumento de su equipamiento¡±.

Haavisto apunta que las mayores pegas contra la candidatura que ha escuchado en el debate en la C¨¢mara han versado sobre el dinero que supondr¨¢ para las arcas la entrada en la OTAN y sobre hasta qu¨¦ punto Finlandia ser¨¢ responsable de proteger a pa¨ªses de la Alianza. ¡°Nuestra respuesta desde el Gobierno es que no puedes estar en una alianza militar solo un poco: o tomas todas las responsabilidades o est¨¢s fuera¡±, zanja.

¡°La situaci¨®n es m¨¢s grave e impredecible que nunca desde de la II Guerra Mundial¡±, admite el diputado socialdem¨®crata Antti Lindtman. Desde el estrado, el portavoz de la mayor formaci¨®n (cuenta con 40 de los 200 diputados) sostuvo el mi¨¦rcoles que las ¡°acciones de Rusia han acercado a Finlandia¡± a la Alianza, pero enseguida recondujo un discurso que parec¨ªa anunciar el s¨ª y objet¨® que, antes de tomar una decisi¨®n, se necesita ¡°examinar todas las opciones y escuchar a los expertos¡±. Adem¨¢s del tradicional respeto a lo que decida el Parlamento, en esa discreci¨®n subyacen hist¨®ricas disensiones internas en el seno de los socialdem¨®cratas, con destacados partidarios del no a la OTAN. Solo dos socialdem¨®cratas han fijado p¨²blicamente su postura, uno por el s¨ª y otro por el no, seg¨²n un recuento del diario Helsingin Sanomat actualizado por ¨²ltima vez el martes.

El escenario legislativo parece en principio partidario del s¨ª a la candidatura del pa¨ªs n¨®rdico. En una C¨¢mara muy fragmentada (ning¨²n partido obtuvo m¨¢s del 20% de los votos en las ¨²ltimas elecciones legislativas, de 2019), 109 representantes ya se han pronunciado p¨²blicamente a favor de la entrada y solo 12, en contra.

Con todo, la decisi¨®n de entrar en la OTAN no corresponde al Legislativo. El cargo del presidente del pa¨ªs, en general simb¨®lico, reserva para s¨ª ¨®rdenes ejecutivas de alto nivel en materia de Defensa y de Asuntos Exteriores, que han de adoptarse, eso s¨ª, en consenso con el Gobierno. En cualquier momento, por esta v¨ªa y sin esperar al Parlamento, Finlandia podr¨ªa pedir el ingreso. Mientras, en un escenario b¨¦lico impredecible, el debate en la C¨¢mara comienza sin fecha de t¨¦rmino, pero varios diputados consultados creen que ser¨¢ r¨¢pido y finalizar¨¢ seguramente a lo largo de mayo.

¡°Siempre he dicho que la membres¨ªa en la OTAN es un term¨®metro de la visi¨®n de Finlandia sobre Rusia. Pues, ahora mismo, el term¨®metro est¨¢ incandescente¡±, se?ala a EL PA?S el antiguo primer ministro y responsable de las carteras de Asuntos Exteriores y Finanzas de Finlandia, Alexander Stubb.

Divergencias en los partidos de Gobierno

En el resto de las formaciones de la coalici¨®n la situaci¨®n var¨ªa. En Partido del Centro (30 esca?os, m¨¢s el del presidente de la C¨¢mara), en torno a la mitad de los diputados est¨¢ a favor y el resto no sabe o no dice su postura. Mayoritario es el apoyo entre los 20 diputados de La Liga Verde y los 10 del liberal Partido Popular Sueco. Su portavoz, Anders Adlercreutz, es partidario de que Finlandia y Suecia entren de la mano: ¡°No es necesario, pero har¨ªa la entrada m¨¢s f¨¢cil¡±. Cree que la entrada en la OTAN no cambiar¨ªa el estatus, desmilitarizado, de las islas Aland, de mayor¨ªa suecohablante.

Pero el mayor escollo se encuentra entre la formaci¨®n m¨¢s izquierdista, La Alianza de Izquierdas (con 16 diputados, hasta ahora nueve se han manifestado en contra y uno a favor). El mi¨¦rcoles, su portavoz, Jussi Saramo, puso en la balanza lo bueno y lo malo de la entrada en la OTAN. Lo bueno, opina, es que ¡°pone una barrera¡± que dificulta ataques. Lo malo, que ¡°aumenta las tensiones en la frontera y extiende el riesgo b¨¦lico a otras partes¡± de Finlandia. La formaci¨®n de izquierdas aboga por restringir algunos aspectos de la incorporaci¨®n, llegado el caso, y no permitir que se instale armamento nuclear en suelo finland¨¦s, en l¨ªnea con lo que ocurre en otros pa¨ªses n¨®rdicos miembros, como Noruega y Dinamarca.

¡°No creo que las visiones izquierdistas y contrarias a la OTAN vayan a tener impacto significativo alguno en la toma de decisiones¡±, asegura Juho Rahkonen, director de investigaci¨®n de la demosc¨®pica Taoustutkimus Oy, que ha analizado el apoyo social a la decisi¨®n. Detalla que el grupo social m¨¢s a favor del ingreso es la clase media-alta, los mejor formados, con mayores ingresos y de grandes zonas urbanas. Los obreros son menos entusiastas, pero, aun as¨ª, est¨¢n mayoritariamente a favor. Por edades, en proporci¨®n hay menos estudiantes y j¨®venes a favor (en torno a un 45%) que pensionistas y personas m¨¢s mayores (un 70%). ¡°Cuanto m¨¢s dure la guerra [en Ucrania], m¨¢s apoyo a la OTAN veremos aqu¨ª¡±, apunta el ex primer ministro Stubb.

Adem¨¢s de los izquierdistas, desde el otro extremo del arco parlamentario tambi¨¦n se deslizan peticiones. Entre las filas del opositor Partido de los Finlandeses (antiguo Verdaderos Finlandeses), con 38 diputados nacionalistas de extrema derecha, hay una mayor¨ªa de partidarios de la entrada. Precisa a EL PA?S su portavoz, Ville Tavio, que su formaci¨®n, antieurope¨ªsta, pide que la UE se limite a su papel en ¡°las sanciones y la coordinaci¨®n de la ayuda humanitaria¡±. ¡°Es la OTAN la que deber¨ªa ser la uni¨®n de defensa de Europa¡±, zanja Ville. El otro gran partido de oposici¨®n, el de la Coalici¨®n Nacional, de centroderecha, tambi¨¦n con 38 esca?os, es claramente partidario de la entrada.

El Partido de los Filandeses tienen un papel destacado en el trasiego parlamentario del debate. El informe tendr¨¢ que pasar luego al Comit¨¦ de Asuntos Exteriores, presidido por uno de sus diputados de los Finlandeses, Jussi Halla-aho, que reconoce a este diario que en el pasado hubo dudas en su seno sobre qu¨¦ posici¨®n adoptar sobre la OTAN, pero ya no. ¡±[En general en Finlandia] ha habido una actitud ingenua sobre Rusia. Se pensaba que si no se la amenazaba no atacar¨ªa. Pero la guerra de Ucrania demuestra que no era as¨ª y la OTAN no es una amenaza¡±, sostiene horas despu¨¦s de que el ministerio de Asuntos Exteriores ruso lanzara una nueva advertencia contra Finlandia. ¡°El principal beneficio [de la entrada] es la disuasi¨®n. Rusia no puede ganar la guerra, pero s¨ª causar gran destrucci¨®n¡±. Su formaci¨®n apoya reducir la dependencia de Rusia (todav¨ªa se sigue importando gas) y aumentar la producci¨®n nuclear.

Halla-aho viaja este jueves a Estocolmo para reunirse con los comit¨¦s parlamentarios de Asuntos Exteriores y de Defensa suecos y con los ministros de esos ramos. La delegaci¨®n la componen una treintena de parlamentarios, una cifra por alta casi inaudita en los encuentros bilaterales.

¡°Hemos tenido 30 buenos a?os tras el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y con una Rusia d¨¦bil¡±, apunta Jyrki Paaskoski, profesor de Historia de Finlandia y de Rusia en la Universidad de Helsinki. ¡°Nos hemos sentido m¨¢s libres que nunca con la pertenencia a la UE, una econom¨ªa y sociedad estables... pero ahora todo ha cambiado¡±. La entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN ¡°reforzar¨ªa la posici¨®n de los Estados b¨¢lticos y aumentar¨ªa la disuasi¨®n¡± por parte de Rusia, valora Pekka Virkki, experto de la revista de an¨¢lisis militar Suomen Sotilas.

El presidente y la primera ministra a¨²n no se mojan

El presidente del país, Sauli Niinistö (73 años), de los conservadores-liberales, no se ha manifestado abiertamente a favor ni en contra de la entrada. Eso por buscar el centro y ampliar su espacio político, explica el profesor de Políticas Globales de la Universidad de Helsinki y activo comentarista de la actualidad política de su país Teivo Teivainen. “[Niinistö] Siempre ha sabido convencer a quienes estaban en contra de la OTAN de que con él no íbamos a entrar, y también ha hecho creer a quienes estaban a favor, que en su corazoncito sí que lo haríamos”, señala. En un sistema que presume de luz y taquígrafos, “la población comprende [en cambio] que las cuestiones de seguridad y defensa, tan segurizadas, se traten de manera más técnica y reservada”, apunta. 

Tampoco se ha mojado la primera ministra. El 19 de enero, poco más de un mes antes del estallido de la guerra, Sanna Marin calificaba de “bastante improbable” que su país solicitase la membresía de la OTAN y el 2 de marzo llamaba a no precipitarse sobre la decisión, si bien ha criticado abiertamente a Rusia y la agresión a Ucrania en un país, Finlandia, que durante décadas de Guerra Fría tiró de eufemismos y discursos romos para no soliviantar al gigante soviético. A pesar de eso, Marin, de 36 años, ha supuesto un choque contra esa lengua de madera finlandesa. “Es mucho más clara hablando que la generación a la que pertenece el presidente [de 73]”, detalla un experto en política parlamentaria.