Cuatro a?os de c¨¢rcel para el abogado de Stormy Daniels, la actriz porno que demand¨® a Donald Trump

Michael Avenatti, el agresivo abogado californiano que en su d¨ªa puso contra las cuerdas al presidente Donald Trump, ha sido condenado este jueves a una pena de cuatro a?os de c¨¢rcel por enga?ar a su clienta m¨¢s c¨¦lebre, la actriz porno Stormy Daniels. Como abogado defensor de Daniels, que dijo haber recibido dinero por mantener la boca cerrada sobre una supuesta relaci¨®n sexual con Trump, alcanz¨® la cima en un proceso que monopoliz¨® durante meses el debate pol¨ªtico en el pa¨ªs. Desde 2019, cuando fue detenido, el letrado ha sustituido sus caros trajes a medida por el mono de los presidiarios.

El fallo le¨ªdo este jueves por el juez de distrito de Manhattan Jesse Furman supone el fin de una carrera muy medi¨¢tica que en febrero ya recibi¨® un considerable varapalo cuando un jurado federal le conden¨® por fraude electr¨®nico y suplantaci¨®n de identidad al hacerse pasar por Daniels ante la editorial para la que la mujer escrib¨ªa sus memorias. Los fiscales consideraron probado que Avenatti, en su d¨ªa u?a y carne con la actriz, hab¨ªa desviado casi 300.000 d¨®lares de un adelanto editorial de 800.000. Avenatti lleg¨® a falsificar la firma de su clienta y le dio largas, subestim¨¢ndola claramente, asegurando que el proyecto se retrasaba una y otra vez, mientras ¨¦l se gastaba su dinero.

Avenatti, de 51 a?os, ya ha cumplido parte de una condena de dos a?os y medio impuesta tras ser declarado culpable en 2020 de intentar extorsionar millones de d¨®lares a la multinacional Nike, por lo que, en conjunto, se enfrenta a cinco a?os de prisi¨®n. ¡°He destruido mi carrera, mis relaciones y mi reputaci¨®n¡±, admiti¨® ante el juez antes de escuchar el veredicto. Avenatti se represent¨® a s¨ª mismo y pidi¨® una condena de tres a?os por el caso Daniels, concurrente con un a?o en el de Nike.

El otrora poderoso abogado, cuya fama subi¨® como la espuma durante el proceso contra Trump, compareci¨® en el tribunal de Manhattan con el uniforme de los presidiarios y unas deportivas azules, detalla la agencia Reuters, que pudo acceder a la sala para la lectura del fallo. El juez Furman hab¨ªa rechazado su petici¨®n de vestir un traje, como los hechos a medida que le convirtieron en un personaje casi tan medi¨¢tico como Daniels. Sus apariciones en los canales de televisi¨®n por cable cuando azuzaba a la actriz contra Trump le consagraron tambi¨¦n como un tibur¨®n, impetuoso y agresivo y con un apreciable dominio de los titulares.

Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, recibi¨® 130.000 d¨®lares del abogado de Trump, Michel Cohen, a cambio de su silencio acerca de la relaci¨®n sexual que ella asegura mantuvo con el republicano, antes de las elecciones presidenciales de 2016, en las que se impuso a la dem¨®crata Hillary Clinton. El episodio fue uno de los m¨¢s tortuosos tanto en la carrera del republicano como en la del abogado ahora ca¨ªdo en desgracia. Trump siempre neg¨® haber mantenido relaciones con la actriz. Los encuentros supuestamente se produjeron en 2006 y fueron denunciados por la actriz de cine para adultos en 2018, en pleno mandato del republicano. La demanda fue desestimada y ella, obligada a pagar las costas.

Avenatti liber¨® a Daniels de su acuerdo de confidencialidad con Trump, lo que de alguna manera se interpret¨® como una onda expansiva m¨¢s del movimiento Me Too, en el que mujeres v¨ªctimas de abusos por hombres poderosos romp¨ªan su silencio. Pero su carrera como abogado empez¨® a desplomarse en 2019 cuando fue acusado por la v¨ªa penal en Nueva York por el caso Nike. Paralelamente, emerg¨ªan en California acusaciones por robo de millones de d¨®lares a otros cinco clientes. Esta ¨²ltima causa sigue abierta tras un juicio nulo en agosto pasado. El ruido que hasta entonces hab¨ªa provocado medi¨¢ticamente este sagaz abogado, en buena parte gracias a la pasi¨®n con que se siguen en EE UU los juicios de famosos -casi un g¨¦nero televisivo en s¨ª mismo-, le hab¨ªa mantenido a salvo del escrutinio.

Daniels, productora de un programa televisivo que dice investigar fen¨®menos paranormales por todo el mundo, declar¨® en el proceso contra su exabogado que Avenatti la ¡°traicion¨®¡± desviando dinero del anticipo editorial a una cuenta a su nombre. Recurriendo una vez m¨¢s a sus agresivos m¨¦todos, y a modo de defensa, Avenatti intent¨® sembrar dudas sobre la credibilidad e incluso la salud mental de la actriz, para lo que se centr¨® en su inter¨¦s por la parapsicolog¨ªa. Declaraciones en las que la mujer dec¨ªa ser capaz de hablar con los muertos, fueron suficiente munici¨®n para un profesional sin escr¨²pulos que, a juzgar por el rosario de causas en su contra, siempre antepuso sus intereses a los de sus clientes.

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