El cord¨®n sanitario a la ultraderecha se rompe en Francia

La l¨ªder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, ha comenzado a desplegar ya la lista de exigencias de su formaci¨®n, Reagrupamiento Nacional (RN), tras su inesperado ¨¦xito en las elecciones legislativas del domingo. Casi al mismo tiempo, los dem¨¢s partidos se reprochan el fracaso del cord¨®n sanitario, lo que ha permitido que en la pr¨®xima Asamblea Nacional se sienten 89 diputados ultras, la cifra m¨¢s alta de su historia.

La elevada abstenci¨®n ¡ªm¨¢s de la mitad de los franceses con derecho a voto no acudieron a las urnas el domingo¡ª ha tenido un papel clave en la complicada composici¨®n del hemiciclo franc¨¦s y el peso de la extrema derecha en el Parlamento. Pero este nuevo escenario tambi¨¦n es consecuencia de un debilitamiento progresivo, aunque acelerado desde las elecciones presidenciales de abril, del frente republicano. As¨ª se llama en Francia al cord¨®n sanitario que, en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, hab¨ªa logrado impedir que la extrema derecha se hiciera con poder institucional pese a aumentar, elecci¨®n tras elecci¨®n, su fuerza en las urnas.

M¨¢s que las consignas de no votar al RN, las elecciones presidenciales, pero sobre todo las legislativas, han estado marcadas medi¨¢ticamente por un duelo entre el presidente, Emmanuel Macron, y el l¨ªder de la izquierda populista, Jean-Luc M¨¦lenchon, art¨ªfice de la alianza NUPES (la Nueva Uni¨®n Popular Ecol¨®gica y Social con los socialistas, comunistas y ecologistas) para las parlamentarias. En este contexto, m¨¢s que el ya de por s¨ª tibio ¡°ni un voto al RN¡± lanzado por todos los campos, el mensaje que parece haber calado m¨¢s es el ¡°todo salvo Macron¡± entre buena parte de los votantes de la NUPES y, tambi¨¦n, un ¡°todo salvo M¨¦lenchon¡± en el campo del macronismo. Una situaci¨®n de la que, finalmente, se ha beneficiado el partido de Le Pen, que pasa de 8 a 89 diputados, cuando las encuestas le daban un m¨¢ximo de 50 en el mejor de los casos.

M¨¦lenchon acus¨® este lunes a Macron de ser el ¡°principal responsable¡± del ¨¦xito de la ultraderecha. Pero las encuestas muestran que el cord¨®n sanitario del resto de partidos contra Le Pen se rompi¨® de forma similar entre los votantes de izquierdas como dentro del macronismo.

Fracaso del frente republicano

Seg¨²n un sondeo del instituto Harris Interactive para las cadenas M6 y RTL, en las 107 circunscripciones donde la segunda vuelta se jug¨® entre un candidato de la formaci¨®n macronista Ensemble y uno del RN, el 45% de los que en la primera ronda votaron por la NUPES se abstuvieron en la segunda. Solo el 31% vot¨® por Ensemble y activ¨® as¨ª el cord¨®n sanitario, mientras que un 24% prefiri¨® a la extrema derecha.

Mientras, en las 66 circunscripciones donde el duelo era entre la NUPES y la extrema derecha, el 48% de los votantes macronistas se abstuvieron, un 18% vot¨® al RN y el 34% aplic¨® el cord¨®n sanitario al votar por el candidato de izquierdas. La derecha de Los Republicanos se dividi¨®, entretanto, en tres bloques similares: un 37% se abstuvo, el 36% vot¨® por el candidato de izquierdas y el 27% por la extrema derecha.

Las conclusiones sobre el fracaso del frente republicano son similares en otros institutos demogr¨¢ficos. ¡°No s¨¦ si el frente republicano est¨¢ muerto, pero en cualquier caso, [el domingo] no funcion¨®¡±, concluy¨® este lunes el director del departamento de pol¨ªtica-opini¨®n del instituto Ipsos, St¨¦phane Zumsteeg, en la emisora Franceinfo.

El cord¨®n sanitario franc¨¦s sufri¨® su primera sacudida en 2017, cuando M¨¦lenchon, tras su eliminaci¨®n en la primera vuelta de las presidenciales, se neg¨® a pedir abiertamente un voto a favor de Macron, limit¨¢ndose a decir que no se deb¨ªa dar ¡°ni un voto¡± al Frente Nacional, como entonces se llamaba a¨²n el partido de Le Pen. Cinco a?os m¨¢s tarde, el golpe final ¡ªy est¨¢ por verse si definitivo¡ª a la alianza interpartidista contra la extrema derecha se produjo tras la primera vuelta de las legislativas y lleg¨® no solo del melenchonismo, sino del campo de Macron, que envi¨® mensajes, cuanto menos, confusos.

La primera ministra, ?lisabeth Borne, lleg¨® a equiparar a la extrema derecha y a la izquierda radical cuando declar¨®: ¡°Ante los extremos, no cederemos en nada. Ni a un lado ni a otro¡±. Despu¨¦s, el macronismo primero dijo que se decidir¨ªa ¡°caso por caso¡±, para acabar lanzando el mismo ¡°ni un voto para Le Pen¡± que hab¨ªa reprochado en su momento a M¨¦lenchon, y en el que cab¨ªa tanto una consigna de voto al rival de la extrema derecha como a la abstenci¨®n.

Mientras llueven reproches ¡ªy pocos mea culpa¡ª, el RN comienza ya a reclamar las cuotas de poder que le da el haber multiplicado por diez su fuerza parlamentaria. ¡°Somos el primer grupo de oposici¨®n¡±, reivindic¨® este lunes Le Pen. ¡°Demandaremos la presidencia de la Comisi¨®n de Finanzas [estrat¨¦gica, porque supervisa la preparaci¨®n del presupuesto y tradicionalmente est¨¢ dirigida por el primer partido de oposici¨®n] y una vicepresidencia de la Asamblea. ?No vamos a transigir en nada!¡±, prometi¨®.

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