La ofensiva de Lula para conquistar el voto evang¨¦lico
El 70% de protestantes apoy¨® a Bolsonaro hace cuatro a?os, pero ahora las preferencias de este colectivo clave est¨¢n m¨¢s divididas
El pasado mes de abril, el expresidente brasile?o Lula da Silva dijo que el aborto deber¨ªa ser una cuesti¨®n de salud p¨²blica y que ¡°todo el mundo deber¨ªa tener derecho y no verg¨¹enza¡±. En ese momento, sonaron todas las alarmas en el cuartel general de su campa?a. Sus palabras coparon titulares mientras el entorno del mandatario Jair Bolsonaro se frotaba las manos.
De reojo, todos miraban al electorado m¨¢s conservador al que el l¨ªder de la izquierda quiere reconquistar, especialmente a los evang¨¦licos, aproximadamente un 30% de la poblaci¨®n. Su poder, tanto demogr¨¢fico como pol¨ªtico y econ¨®mico ha crecido de forma explosiva en los ¨²ltimos a?os y su voto fue decisivo para aupar a Bolsonaro a la presidencia hace tres a?os y medio. Entonces, casi el 70% de los que se declaran evang¨¦licos vot¨® al l¨ªder de la extrema derecha, seg¨²n el instituto Datafolha.
Aunque en general los evang¨¦licos han sido aliados de primer orden del bolsonarismo, la realidad es que a d¨ªa de hoy est¨¢n muy divididos. En una eventual disputa entre Bolsonaro y Lula en la segunda vuelta, el 47% de los que se declaran evang¨¦licos votar¨ªa al actual presidente, frente al 45% que optar¨ªa por el l¨ªder de la izquierda, seg¨²n una encuesta de Datafolha de finales de mayo.
La izquierda necesita urgentemente reconectar con esos votantes si quiere volver al Palacio del Planalto. Lo saben en el Partido de los Trabajadores (PT) y lo sabe el pastor Paulo Marcelo Schallenberger, de la Asamblea de Dios de Foz de Iguaz¨². Hace un a?o movi¨® cielo y tierra para tener una reuni¨®n a solas con Lula para explicarle sus inquietudes: ¡°En 2018 lo que hubo fue un proceso de mistificaci¨®n de Bolsonaro, los pastores m¨¢s televisivos lo transformaron en un mes¨ªas. Cuando vi todo eso me di cuenta de que si Lula no hace un trabajo espec¨ªfico, ese voto se concentrar¨¢ de nuevo en el bolsonarismo¡±, explica a este diario.
Marcelo acaba de reunirse con Geraldo Alckmin, candidato a vicepresidente de Lula. El exgobernador de S?o Paulo, hasta hace nada una figura destacada del principal partido de la derecha moderada, tiene buen tr¨¢nsito en los c¨ªrculos conservadores y entre los evang¨¦licos, a pesar de que es cat¨®lico. Lula le encarg¨® reconstruir puentes con ese electorado.
¡°Con Alckmin estamos de acuerdo en que no tenemos que entrar en las pol¨¦micas del bolsonarismo, que usan cortinas de humo como el aborto, el matrimonio homosexual¡ y huyen de los problemas que el pa¨ªs est¨¢ sufriendo; el hambre, el desempleo, la desigualdad social. Trabajaremos en esa l¨ªnea¡±, explica. El pastor cree que parte de la izquierda ¡°no ayuda¡± cuando exige priorizar temas en su opini¨®n espinosos, propensos a dar munici¨®n al adversario.
La estrategia va m¨¢s lenta de lo que se esperaba debido a los cambios en el gabinete de comunicaci¨®n del PT. El pastor espera el ¡®ok¡¯ del partido para empezar a grabar un ¡®podcast¡¯ en el que entrevistar¨¢ a otros l¨ªderes religiosos, ¡°conversaciones agradables¡± en las que quiere explicar ¡°que la izquierda no est¨¢ contra la familia¡±. En paralelo, se est¨¢ preparando un gran evento a finales de julio en S?o Paulo que contar¨¢ con la presencia de Lula y de m¨¢s de 1.500 pastores de todo el pa¨ªs dispuestos a arrimar el hombro. La diputada Benedita da Silva, presidenta del n¨²cleo evang¨¦lico del PT, tambi¨¦n es una figura clave en ese movimiento de acercamiento.
A esta estrategia se unen las discretas reuniones que el expresidente ha mantenido con l¨ªderes religiosos bastante pol¨¦micos, como el obispo Manoel Ferreira, l¨ªder de la Asamblea de Dios de Madureira (antiguo simpatizante pero hoy un ferviente bolsonarista) o con el pastor Sargento Isid¨®rio, el diputado federal m¨¢s votado en el estado de Bah¨ªa, gran admirador de Lula y al mismo tiempo defensor de la ¡°cura gay¡± y de la creaci¨®n del ¡°D¨ªa del Orgullo Hetero¡±.
Los analistas coinciden en que las elecciones de octubre de este a?o estar¨¢n m¨¢s marcadas por la econom¨ªa (inflaci¨®n descontrolada, 33 millones de brasile?os pasando hambre) que por la agenda de la moral y las costumbres. Buena parte de los evang¨¦licos procede de las clases m¨¢s populares del pa¨ªs, que son las que m¨¢s se beneficiaron de las pol¨ªticas sociales del expresidente. Precisamente, el PT conf¨ªa en decantar la balanza apelando a la bonanza de aquellos a?os. El pastor Schallenberger ya tiene listo su vers¨ªculo de campa?a: ¡°Es del Libro de las Lamentaciones. ¡®Trayendo a la memoria lo que nos da esperanza¡¯. Es una frase que vamos a usar mucho¡±, avisa.
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