La ONU cree que China pudo cometer cr¨ªmenes contra la humanidad al reprimir a la minor¨ªa uigur
Bachelet se despide como alta comisionada de Derechos Humanos del organismo con la publicaci¨®n de un informe independiente que Pek¨ªn tilda de farsa organizada por Occidente
Michelle Bachelet ha puesto punto final este mi¨¦rcoles a su mandato como Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU soltando una bomba: el informe sobre la regi¨®n aut¨®noma china de Xinjiang, donde la minor¨ªa musulmana uigur, mayoritaria en la zona, ve violados sus derechos fundamentales por el r¨¦gimen de Pek¨ªn. China hab¨ªa advertido, horas antes de conocerse las conclusiones del mismo, de que la publicaci¨®n del informe puede da?ar su cooperaci¨®n con Naciones Unidas. El documento, fruto de una larga investigaci¨®n independiente, sostiene que China pudo cometer cr¨ªmenes contra la humanidad contra los uigures y otras minor¨ªas ¨¦tnicas musulmanas al aplicar pol¨ªticas que implicaron detenciones arbitrarias masivas y otros graves abusos. La pr¨¢ctica sistem¨¢tica de la represi¨®n por parte del r¨¦gimen de Pek¨ªn provoc¨® ¡°la privaci¨®n de libertad a gran escala¡± de esas minor¨ªas, al menos entre 2017 y 2019.
La ONU acusa a China de ¡°graves violaciones de los derechos humanos¡± en el informe, publicado en Ginebra minutos antes de la medianoche (hora local) de este mi¨¦rcoles, justo cuando expiraba el mandato de Bachelet. Para China, se trata de ¡°una farsa¡± organizada por EE UU y los pa¨ªses occidentales. El documento eval¨²a las denuncias de represi¨®n contra los uigures y otras minor¨ªas ¨¦tnicas, de las que los investigadores dijeron haber encontrado ¡°evidencias cre¨ªbles¡±. El relato se?ala que los miembros de la minor¨ªa uigur sufren ¡°detenciones arbitrarias sistem¨¢ticas¡± y algunos son objeto de ¡°patrones de maltrato¡±. Desde hace a?os, la regi¨®n est¨¢ sometida a una vigilancia orwelliana y se calcula que al menos un mill¨®n de uigures se hallan internados en campos de trabajo y reeducaci¨®n, sin contar con el n¨²mero indeterminado de los sometidos a esterilizaciones forzosas.
El Gobierno chino justifica la represi¨®n en el hecho de que la regi¨®n sea un vivero para el extremismo isl¨¢mico, que se manifestar¨ªa en forma de violentos atentados contra civiles perpetrados, seg¨²n las autoridades, por miembros radicalizados de esa minor¨ªa. En 2018 se divulg¨® que el r¨¦gimen hab¨ªa creado gigantescos campos de internamiento y trabajo (¡°centros de formaci¨®n profesional¡±, en la definici¨®n oficial) para apartarlos de esa supuesta deriva extremista.
Todo empez¨® a finales de 2017, cuando la oficina de Derechos Humanos de la ONU comenz¨® a recibir cada vez m¨¢s denuncias de grupos de la sociedad civil relativas a la desaparici¨®n de miembros de esas minor¨ªas ¨¦tnicas musulmanas en la regi¨®n aut¨®noma uigur del pa¨ªs. En 2018, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Involuntarias report¨® un aumento ¡°dram¨¢tico¡± en Xinjiang ¡°con la introducci¨®n de campos de reeducaci¨®n por parte del Gobierno de China¡±, explica el texto. ¡°Numerosos estudios e informes publicados desde entonces por un amplio n¨²mero de ONG, grupos de expertos y medios de comunicaci¨®n, as¨ª como relatos p¨²blicos de las v¨ªctimas, han alegado detenciones arbitrarias a gran escala en los llamados campos, as¨ª como denuncias de tortura y otros malos tratos, incluidos la violencia y el trabajo forzoso¡±.
Bachelet reconoci¨® la semana pasada que hab¨ªa recibido presiones tanto por parte de los partidarios de publicar el informe, con EE UU a la cabeza, como de los detractores, el primero de todos ellos China. Tambi¨¦n revel¨® que hab¨ªa recibido una carta firmada por unos 40 pa¨ªses que le ped¨ªan que no publicara los resultados de la investigaci¨®n que su oficina alentaba desde hace un par de a?os y cuya elaboraci¨®n se retras¨® cuando el Gobierno chino acept¨® que la alta comisionada visitara el pa¨ªs el pasado mayo.
Reemplazo demogr¨¢fico
La controvertida visita que la expresidenta chilena realiz¨® a China est¨¢ para muchos en el origen de su renuncia a no repetir mandato al frente de la oficina de la ONU, cuando sonaba incluso como posible sustituta de Ant¨®nio Guterres al frente de la secretar¨ªa general, el puesto de mando del organismo. Demasiado complaciente a juicio de las organizaciones de derechos humanos, Bachelet evit¨® ahondar en la represi¨®n de los uigures para no soliviantar a sus anfitriones. S¨ª inst¨® a Pek¨ªn a ¡°revisar¡± su pol¨ªtica antiterrorista en consonancia con los est¨¢ndares internacionales, un llamamiento tan vago como insuficiente en opini¨®n de los cr¨ªticos con la visita. Desde que se anunci¨®, estos alertaron de que el viaje de la diplom¨¢tica pod¨ªa convertirse en un instrumento de propaganda en manos de Pek¨ªn. Bachelet visit¨® Cant¨®n, en el sur de China, y Xinjiang, en el noroeste.
La alta comisionada defendi¨® su visita alegando que era una oportunidad ¨²nica para ver de primera mano lo que ocurr¨ªa en el pa¨ªs y tener un contacto directo con familiares de uigures que estuvieron o siguen internos en esos campos. Fiel a su palabra de que har¨ªa p¨²blico el informe antes de que expirara su mandato, el gesto de Bachelet busca congraciarse tambi¨¦n con todos aquellos que esperaban un informe de escaso recorrido y con un contenido contemporizador con las presiones chinas. Ni una cosa, ni otra: la ONU reconoce como cre¨ªbles y constitutivas de un delito tan grave como cr¨ªmenes contra la humanidad, las repetidas denuncias de violaciones de los derechos fundamentales de los uigures.
Xinjiang es la regi¨®n m¨¢s grande de China, una sexta parte de su territorio total, y tiene una poblaci¨®n de 25,85 millones de habitantes. Es rica en carb¨®n, gas, petr¨®leo, litio, zinc y plomo, adem¨¢s de ser una fuente importante de producci¨®n agr¨ªcola, como el algod¨®n. El hecho de que comparta fronteras exteriores con Afganist¨¢n, India, Kazajst¨¢n, Kirguist¨¢n, Mongolia, Pakist¨¢n, la Federaci¨®n Rusa y Tayikist¨¢n incrementa su inter¨¦s estrat¨¦gico, dado que ofrece rutas y acceso a toda Asia Central. Desde el punto de vista demogr¨¢fico, se?ala el informe, ha sido una de las regiones de m¨¢s r¨¢pido crecimiento del pa¨ªs y su composici¨®n ¨¦tnica ha cambiado gradualmente desde 1949, en ning¨²n caso como fruto del azar. En 1953, cuando se realiz¨® el primer censo, m¨¢s del 75% de la poblaci¨®n total estaba constituida por uigures, musulmanes sun¨ªes, con la etnia china Han, la mayoritaria del pa¨ªs, representando apenas el 7%. Como resultado de la pol¨ªtica de Pek¨ªn y de los incentivos ofrecidos a la instalaci¨®n de los han, la emigraci¨®n hacia Xinjiang ha nivelado la presencia de los dos grupos: seg¨²n el ¨²ltimo censo disponible, los uigures constituyen el 45% de la poblaci¨®n, y los han, el 42%.
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