Fervor por Isabel II en Escocia... de casi todos
Miles de personas reciben con aplausos al cortejo f¨²nebre de la monarca en Edimburgo, donde tambi¨¦n se habla del nuevo refer¨¦ndum planteado para 2023
El cuerpo de Isabel II abandon¨® el domingo por la ma?ana, pasadas las 10.00 (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular), el castillo de Balmoral, donde falleci¨® el 8 de septiembre. Iba rumbo a Edimburgo, por carretera, en una comitiva rodante liderada por el f¨¦retro de la monarca, totalmente a la vista, cubierto por una estructura transparente. A su paso por algunas localidades norte?as ¨Dhizo escala en Ballater, Aberdeen y Dundee¨D, sentidas l¨¢grimas y el color negro acompa?aron el cortejo con m¨¢s ¨¦nfasis que en una gran ciudad como Edimburgo. ¡°Es una capital cosmopolita y no especialmente mon¨¢rquica¡±, dice Brigitte Shaun, productora de 36 a?os. ¡°De hecho, me da la sensaci¨®n de que aqu¨ª se est¨¢ viviendo de manera diferente, m¨¢s relajada, de lo que se ve que pasa en Londres¡±, prosigue la mujer. Aunque en la Royal Mile ¨Den pleno casco viejo y donde se suceden ic¨®nicos monumentos relacionados con la realeza: el castillo de Edimburgo, la catedral de San Gil y el palacio de Holyroodhouse¨D, se concentraron miles de personas; horas antes, por la ma?ana, la aclamaci¨®n de Carlos III despert¨® menos inter¨¦s y, a diferencia del consenso que genera la monarqu¨ªa en Abeerdenshire, m¨¢s al norte, se oyeron algunos abucheos as¨ª como t¨ªmidas llamadas a la rep¨²blica.
El camino entre Balmoral y Edimburgo se realiza en unas dos horas y media; sin embargo, la comitiva f¨²nebre ¨Dformada por siete veh¨ªculos, en uno de los cuales viajaban la princesa Ana y su marido¨D hab¨ªa planeado recorrer algo m¨¢s de 280 kil¨®metros en unas seis horas, pues a su paso por algunas localidades ralentizaba su marcha para que los ciudadanos diesen un ¨²ltimo adi¨®s a la reina. Si en la jornada previa, en los alrededores de Balmoral se sent¨ªa el luto ¨Dy la frustraci¨®n de numerosas personas que no pudieron acercarse a la puerta del castillo¨D ; en Edimburgo, vigilado por la Polic¨ªa escocesa, agentes de protecci¨®n civil, as¨ª como francotiradores apostados en algunos balcones, y numerosas furgonetas policiales, el ambiente era m¨¢s distendido, con un p¨²blico m¨¢s diverso, y no fue necesario controlar el aforo; solo hubo leves apreturas poco antes de que llegase la comitiva, que entr¨® en Holyrood, entre aplausos, a las 16.30, algo m¨¢s tarde de lo previsto.
Graham Brown, de 57 a?os, llevaba desde temprano en la Royal Mile con sus perros y su familia. Quer¨ªa buscar el sitio apropiado para despedir a la monarca; cuanto m¨¢s cerca de Holyrood, mejor. A sus pies descansan tres de sus 15 corgis, la raza de perros favorita de Isabel II. Se?ala a Winnie, la matriarca de los animales: ¡°Una de sus hermanas fue escogida por la reina para que formase parte de su s¨¦quito canino¡±, dice con evidente orgullo. ¡°La eligi¨® poco antes de morir, as¨ª que pas¨® algo de tiempo con ella¡±, prosigue: ¡°Los he tra¨ªdo para rendirle tributo¡±. Al o¨ªrlo, una mujer se lleva las manos al pecho con emoci¨®n y le pide hacerse una foto. Entre los paseantes se ve bastante tart¨¢n y alguna kilt. Y una mujer de luto, velo incluido.
Mientras, en la otra ribera del r¨ªo Water of Leith, la ciudad lleva otro ritmo. Paseantes, turistas, m¨²sicos callejeros y personas tumbadas en el c¨¦sped disfrutan del soleado d¨ªa. En Princes Street, una de sus principales avenidas comerciales, el rostro de Isabel II tapizaba todas las marquesinas de autob¨²s el d¨ªa siguiente de su muerte, pero no as¨ª la jornada en la que llegaba a la capital escocesa: hab¨ªa sido sustituido por una ubicua Natalie Portman en un anuncio de Dior.
¡°[Es] Un momento triste y conmovedor cuando su majestad la Reina abandona su querido Balmoral por ¨²ltima vez¡±, escribi¨® Nicola Sturgeon, ministra principal del pa¨ªs, en Twitter cuando el cortejo inicio su traves¨ªa: ¡°Hoy viaja a Edimburgo y Escocia rinde tributo a una mujer extraordinaria¡±.
A sad and poignant moment as Her Majesty, The Queen leaves her beloved Balmoral for the final time.
— Nicola Sturgeon (@NicolaSturgeon) September 11, 2022
Today, as she makes her journey to Edinburgh, Scotland will pay tribute to an extraordinary woman. https://t.co/pZ6uMoqfOn
Estos ritos se celebran en las Tierras Altas cumpliendo con la denominada Operaci¨®n Unicornio, el plan previsto en caso de que la monarca muriese en Escocia, como finalmente ha sucedido. Siguiendo el protocolo, su cuerpo debe pasar por Holyrood ¨Dpalacio construido a principios del siglo XVI y vinculado a la monarqu¨ªa desde entonces, aunque fue adquiriendo mayor relevancia posteriormente¨D, y descansar en el Sal¨®n del Trono (Throne Room). Al d¨ªa siguiente, el lunes, el cuerpo de la monarca, acompa?ado de una solemne procesi¨®n con miembros de su familia, el actual rey incluido, ser¨¢ trasladado a la catedral de San Gil. All¨ª lo custodiar¨¢n durante dos jornadas, hasta el martes, los miembros de la Compa?¨ªa Real de Arqueros, instituci¨®n fundada en el siglo XVII, para que los escoceses puedan acercarse a darle un ¨²ltimo adi¨®s. Finalmente, viajar¨¢ a Londres, donde contin¨²an las exequias hasta el d¨ªa de su funeral, el 19 de septiembre, como ha confirmado el palacio de Buckingham. Carlos III ha declarado ese d¨ªa fiesta nacional. Sin embargo, la jornada de la procesi¨®n a San Gil no ser¨¢ festiva en Escocia.
¡°No es mi reina¡±, dice Patrick, de 49 a?os, y originario de Dundee. Va a obviar todas las celebraciones. Aunque es domingo, le toca trabajar, es conductor de gr¨²a y considera que ¡°la ¨²ltima reina de Escocia fue Mar¨ªa I¡±. ¡°La asesinaron por los ingleses¡±, apostilla. Tambi¨¦n reniega de Carlos III y se le ilumina la cara al hablar del refer¨¦ndum que Sturgeon ha planteado para octubre de 2023: ¡°Va a salir que s¨ª¡±. En las ant¨ªpodas al conductor se ubica Paul Hianught, de 38 a?os, que ha viajado en transporte p¨²blico desde Fife, casi dos horas de trayecto, con algunos miembros de su familia: ¡°Vengo a ver a mi reina¡±. Lleva una glengarry (tradicional gorra escocesa), un cintur¨®n con el emblema de los Windsor superpuesto a la bandera de Escocia y una botella de vino rosado casi acabada en la mano. ¡°Serv¨ª en el Ej¨¦rcito siete a?os: estuve en Irak y en Afganist¨¢n¡±, cuenta henchido.
Nuria Rodr¨ªguez, de 33 a?os y de Barcelona, lleva viviendo en Edimburgo desde 2020. Trabaja en Barbour, una de las firmas favoritas de la realeza brit¨¢nica y acreditada por ello. Por lo menos hasta ahora. ¡°La casa real permite a las marcas que son usadas por la monarqu¨ªa utilizar unos escudos¡±, explica. A?ade que solo puede aplicarse cuando hay un v¨ªnculo evidente: ¡°La felicitaci¨®n navide?a de los Windsor parece un anuncio nuestro¡±. ¡°Hasta ahora, nosotros ten¨ªamos tres escudos: el de Isabel II, el de Felipe de Edimburgo y el de Carlos. Quitamos el del Duque [tras su muerte] y ahora vamos a retirar el de la reina; nos queda solo el del actual monarca¡±, cuenta. La firma, fundada en 1894, ha dado cuatro d¨ªas libres a sus empleados, de viernes a lunes. ¡°Y nos han dicho que se tienen que llevar las chaquetas para ajustar las etiquetas¡±, a?ade. ¡°No soy mon¨¢rquica y me da la sensaci¨®n de que esta gente [los escoceses] tampoco tanto¡±, opina Raquel Mart¨ªn, de 53 a?os. Desde Pontevedra, ha hecho una escapada a Edimburgo con su pareja, Mario Villanueva, de 57: ¡°Y nos hemos encontrado este meollo¡±. El viernes estuvieron paseando por la ciudad y se percataron de que no todas las banderas estaban arriadas a media asta. ¡°Adem¨¢s, ayer [por el s¨¢bado] salimos de pubs y en uno de ellos hab¨ªa un grupo de cuatro o cinco tipos, con varias cervezas de m¨¢s, que estaban diciendo: ¡®Fuck the King!¡¯ [?Que le den al rey!]¡±, a?ade Villanueva.
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