Macron afronta un oto?o caliente en la calle y en el Parlamento
El presidente franc¨¦s intenta contener las protestas sociales y esquivar el bloqueo a los presupuestos en la Asamblea Nacional
A Emmanuel Macron, reelegido en mayo, se le han abierto dos frentes en el primer oto?o de su segundo y ¨²ltimo quinquenio en el poder. El primero es la calle: la izquierda y algunos sindicatos plantean un pulso al presidente franc¨¦s con la esperanza de poner en marcha la semana que viene un movimiento generalizado en favor de una mejora de los salarios. El segundo frente es el parlamentario: sin mayor¨ªa absoluta desde las legislativas de junio, sin h¨¢bito del consenso en el campo presidencial y con una oposici¨®n reacia a cooperar, Macron tiene poco margen de maniobra y sopesa recurrir en los pr¨®ximos d¨ªas a la v¨ªa del decreto para adoptar los presupuestos.
La izquierda francesa celebrar¨¢ este domingo en Par¨ªs una manifestaci¨®n ¡°contra la vida cara y la inacci¨®n ecol¨®gica¡±, impulsada por su l¨ªder, el anticapitalista y euroesc¨¦ptico Jean-Luc M¨¦lenchon. El pr¨®ximo martes cuatro sindicatos han llamado a una jornada de paros y protestas en defensa de salarios m¨¢s altos y del derecho a la huelga.
Tanto M¨¦lenchon como la CGT ¨Cel principal de los sindicatos convocantes¨C conf¨ªan en aprovechar el impulso de la huelga salarial que desde finales de septiembre paraliza las refiner¨ªas y provoca colas en gasolineras de parte del pa¨ªs. Ambos necesitan una demostraci¨®n de fuerza en la calle. M¨¦lenchon, cuestionado en la izquierda, inici¨® con mal pie el curso tras elogiar la ¡°dignidad¡± y la ¡°valent¨ªa¡± de uno de sus lugartenientes, el diputado Adrien Quatennens, al admitir que abofete¨® a su mujer. Los problemas de la CGT vienen de lejos: ya no es el primer sindicato de Francia ¨Cla posici¨®n la ocupa la moderada CFDT¨C y pierde influencia y capacidad de movilizaci¨®n.
Macron quiere evitar el contagio de la huelga a otros sectores y una resurrecci¨®n del movimiento de los chalecos amarillos, la revuelta de las clases medias empobrecidas en la Francia de provincias que estuvo a punto de arruinar su primer mandato. Ni el presidente ni el Gobierno vieron venir el conflicto en las refiner¨ªas ni el impacto que tendr¨ªa para los automovilistas. Cre¨ªan que, al aplazar a enero la explosiva reforma de las pensiones, hab¨ªan desactivado un potencial foco de rechazo este oto?o. Hasta esta semana no han reaccionado a la crisis en las refiner¨ªas, con llamamientos a la petrolera Total Energies a negociar y confiscaciones forzosas de personal para reabrir las tuber¨ªas.
El veterano polit¨®logo Pascal Perrineau, profesor en Sciences Po, resume: ¡°No lo vieron venir¡±. El problema, seg¨²n este polit¨®logo, es que ¡°los captadores de Macron sobre el terreno son d¨¦biles¡±. Se refiere a su partido, poco implantado en el territorio, y a los diputados, de poco peso pol¨ªtico, y tambi¨¦n a la escasez de alcaldes macronistas capaces de avisar a Par¨ªs cuando se avecina una tormenta.
Perrineau duda, sin embargo, de que Francia est¨¦ al borde de otra explosi¨®n en la calle como la de 2018 con los chalecos amarillos. ¡°La opini¨®n no est¨¢ preparada para apoyar un movimiento de los chalecos amarillos bis. Esta vez, y al contrario que entonces, el movimiento aparece como un movimiento fomentado y manipulado por la CGT, cuando los chalecos amarillos fueron espont¨¢neos¡±.
¡°No vivimos un momento propicio para la cristalizaci¨®n de todas las luchas¡±, a?ade Perrineau. ¡°Y la guerra ha cambiado las cosas. La gente se pregunta: ¡®?ahora es el momento de ponerlo todo patas arriba?¡¯. La hora es grave. Y que unos tipos [los trabajadores de las refiner¨ªas] que ya est¨¢n bien pagados pidan un poco m¨¢s no se considera una prioridad. Es un poco como cuando los controladores a¨¦reos hacen huelga¡±.
La inflamaci¨®n del conflicto en Total Energies ¨Cen el otro gigante del sector, Esso-ExxonMobil, las refiner¨ªas empiezan a funcionar de nuevo¨C ha coincidido con el inicio del examen, en la Asamblea Nacional, del proyecto de presupuestos de 2023. Durante el primer quinquenio, entre 2017 y mayo de 2022, Macron no ten¨ªa ning¨²n problema: con una mayor¨ªa holgada, aplicaba el rodillo parlamentario. Ahora los partidos que le apoyan suman 250 diputados: forman la primera fuerza, pero est¨¢n lejos de los 289 de la mayor¨ªa.
La consecuencia es que Macron ya no puede aprobar los presupuestos solo con los suyos. Con unas 3.500 propuestas de enmienda y limitadas perspectivas de pactos con la oposici¨®n, el presidente ya ha decidido optar por aplicar el art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n. Este art¨ªculo permite poner fin a los debates y adoptar los presupuestos por decreto. Si esto ocurre ¨Cy el Gobierno ha se?alado que podr¨ªa aplicar el 49.3 desde el mi¨¦rcoles, tras la manifestaci¨®n del domingo y la huelga del martes¨C, la oposici¨®n clamar¨¢ contra el ¡°autoritarismo¡± de Macron. Y le queda un arma para frenar el 49.3 del presidente: la moci¨®n de censura.
La moci¨®n de censura plantear¨ªa un dilema a las distintas formaciones de la oposici¨®n. ?Apoyar¨ªa la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional (RN) la moci¨®n de censura que prev¨¦ presentar la uni¨®n de izquierdas de M¨¦lenchon? En julio, la izquierda present¨® una moci¨®n de censura y el RN de Marine Le Pen no se sum¨®. La otra pregunta es si los m¨¦lenchonistas, socialistas, comunistas y ecologistas apoyar¨ªan una de Le Pen y se arriesgar¨ªan a aparecer como los aliados de hecho de la extrema derecha para derrocar al Gobierno de la primera ministra, ?lisabeth Borne. En todo caso, para que la moci¨®n prosperase requerir¨ªa los votos de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha moderada. Y LR, por ahora, no parece estar por la labor.
¡°No creo que haya en este momento una confluencia de las oposiciones tan diferentes¡±, dice el polit¨®logo Perrineau. ¡°Pero imaginemos una situaci¨®n verdaderamente de crisis, en la que haya bloqueos, y en la que la moci¨®n de censura sea la ¨²nica manera de salir de ello. Entrar¨ªamos en el guion de 1962¡å.
Ese a?o, la Asamblea Nacional gan¨® una moci¨®n de censura contra el Gobierno de Georges Pompidou. El presidente Charles de Gaulle quer¨ªa cambiar la Constituci¨®n de 1958 para que el jefe del Estado se eligiese por sufragio universal y no, como rezaba la ley fundamental, por un colegio de grandes electores. Los diputados se opon¨ªan: por eso hicieron caer el Gobierno. De Gaulle disolvi¨® la Asamblea, y en las nuevas elecciones revalid¨® la mayor¨ªa, Pompidou continu¨® como primer ministro y se adopt¨® la elecci¨®n del presidente por sufragio universal.
Una moci¨®n de censura ahora sencillamente obligar¨ªa, si tuviese ¨¦xito, a nombrar a un nuevo primer ministro y un nuevo Gobierno. Macron ha amenazado con disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones legislativas. Es dif¨ªcil que ocurra ahora, pero un quinquenio es largo. Y el macronismo no es lo que era: un bloque disciplinado y obediente al l¨ªder. Aparecen corrientes. Y se ha abierto una sorda batalla por la sucesi¨®n. Adem¨¢s, no hay quinquenio sin crisis inesperadas, y las de este est¨¢n por llegar.
Un ejercicio de pol¨ªtica-ficci¨®n
Alain Minc, consultor, ensayista y pr¨®ximo a Macron, invitaba, durante una conversaci¨®n en septiembre, a hacer un ejercicio de pol¨ªtica-ficci¨®n: imaginar el primer quinquenio de Macron con el Parlamento actual. Es decir, los chalecos amarillos, la reforma de las pensiones y la pandemia sin mayor¨ªa absoluta.
¡°?Usted cree de verdad que un Parlamento como este sobrevivir¨ªa a acontecimientos como aquellos? No¡±, dice Minc. ¡°Las dificultades no son las mismas hoy, pero las habr¨¢. Y un d¨ªa, Los Republicanos presentar¨¢n una moci¨®n de censura: solo una moci¨®n de censura de LR puede recibir los votos de la extrema izquierda y de la extrema derecha¡±.
Todos, o casi todos, tendr¨ªan algo que perder con unas elecciones anticipadas. Los Republicanos, partido de poder durante d¨¦cadas, se arriesgar¨ªa a ser se?alados como responsables de las elecciones anticipadas y a perder m¨¢s diputados a¨²n: hoy tienen 62. Las perspectivas del Partido Socialista son parecidas. La Francia Insumisa de M¨¦lenchon logr¨® unificar a toda la izquierda bajo su liderazgo en las ¨²ltimas legislativas, pero no es seguro que lograrse repetirlo. Los macronistas podr¨ªan ver erosionada, a¨²n m¨¢s, su actual mayor¨ªa relativa. El RN de Le Pen es el ¨²nico que se ve a s¨ª mismo en una din¨¢mica ascendente: nunca hab¨ªa tenido tantos diputados, 89, y cree que a¨²n podr¨ªa tener m¨¢s.
Una derrota de Macron en las legislativas anticipadas le obligar¨ªa a cohabitar con un primer ministro y un Gobierno de otro signo pol¨ªtico. Otra opci¨®n, aventura Minc, ser¨ªa dimitir. ¡°Si perdiese las legislativas¡±, vaticina, ¡°yo no excluyo en absoluto que se marchase¡±.
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