La escalada de la guerra de Rusia en Ucrania tensa la unidad de la UE
Los Veintisiete buscan acuerdos para afrontar las elevadas facturas energ¨¦ticas mientras tratan de sortear las divisiones internas latentes
Las temidas tensiones derivadas de la guerra de Rusia en Ucrania empiezan a afectar a la unidad de la UE. La batalla energ¨¦tica del Kremlin contra la Uni¨®n y las diversas formas de abordarla est¨¢n haciendo mella en la coordinaci¨®n de los Veintisiete. A las turbulencias derivadas de la crisis de los altos precios del gas y la electricidad, que los l¨ªderes europeos tratan de acotar en la cumbre del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas, se suman nuevas variables que est¨¢n dificultando el frente com¨²n y que, pase lo que pase en la capital comunitaria, permanecen latentes: la debilidad del eje franco-alem¨¢n, que ha funcionado como motor de tracci¨®n para empujar el club comunitario, pero que se est¨¢ resintiendo por los desaf¨ªos de la guerra; la postura de Berl¨ªn, muy centrada en la pol¨ªtica nacional y en solventar a golpe de chequera la crisis de los altos precios, aun a riesgo de dejar tocado el mercado ¨²nico europeo; los problemas del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que se ha visto forzado a aprobar sus presupuestos por decreto, y los incesantes problemas del (todav¨ªa por formar) Gobierno italiano de ultraderecha, que cada vez puede disimular menos sus posiciones pro-Rusia.
A esa ecuaci¨®n se suman la inestabilidad en el Reino Unido ¡ªla primera ministra, Liz Truss, ha durado solo 44 d¨ªas¡ª, el riesgo de una batalla comercial con Estados Unidos y una China cada vez m¨¢s asertiva. Los l¨ªderes celebran su segunda cumbre en dos semanas con el objetivo complejo de sacar adelante nuevas medidas para intervenir el mercado energ¨¦tico, pero con la complicaci¨®n sustancial de divisiones profundas en cuanto a la f¨®rmula y las negativas de un peque?o grupo de pa¨ªses, entre ellos Alemania, a cualquier f¨®rmula que suponga limitar los precios del gas de manera conjunta por temor a que la medida ponga en riesgo el suministro, pero tambi¨¦n a perder la ventaja de tener un buen empuje econ¨®mico que esgrimir en los acuerdos con los proveedores. La cumbre que se cierra este viernes ha servido al menos para que Berl¨ªn levante su rechazo total y se abra a un modelo que limite los precios del gas. Quedar¨¢ ahora trabajar en los detalles de ese mecanismo.
La UE ha logrado alejarse de su dependencia del gas ruso. Con las reservas para el invierno bastante llenas, los Veintisiete piensan ahora fundamentalmente en el pr¨®ximo invierno. Las medidas de ahorro energ¨¦tico y la intervenci¨®n sin precedentes de los mercados para gravar los beneficios extraordinarios de las energ¨¦ticas son soluciones temporales. Toca avanzar en otras para rebajar el precio del gas y la electricidad. Si no se hace ya, puede que despu¨¦s sea demasiado tarde. ¡°Ser¨¢ dif¨ªcil, pero es fundamental enviar una se?al muy fuerte de que estamos decididos a actuar juntos¡±, lanz¨® el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que preside la cumbre.
Sin embargo, cada vez cuesta m¨¢s y hay menos margen para sacar adelante sanciones contra el Kremlin. Los l¨ªderes, eso s¨ª, mantienen su frente com¨²n ante Rusia en la guerra de Ucrania. La implicaci¨®n cada vez mayor de Bielorrusia en la contienda preocupa a la UE, que prev¨¦ nuevas sanciones si el r¨¦gimen de Aleksandr Lukashenko contin¨²a brindando apoyo a las fuerzas rusas. ¡°Nuestras sanciones funcionan, pero desafortunadamente hasta ahora no tienen el resultado que esper¨¢bamos¡±, ha advertido el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda. ¡°Es la raz¨®n por la que tenemos que discutir y considerar el siguiente paquete de sanciones¡±, a?adi¨®. De hecho, los tres Estados b¨¢lticos y Polonia han propuesto nuevas restricciones, que abarcan desde el embargo de m¨¢s componentes tecnol¨®gicos y qu¨ªmicos al veto a m¨¢s canales de propaganda rusa o a vender inmuebles a compa?¨ªas y ciudadanos rusos, que puede suponer un castigo a la ¨¦lite rusa que gusta de las mansiones y los yates en Marbella y la Costa Azul o las islas griegas, pero que tambi¨¦n podr¨ªa suscitar el rechazo de pa¨ªses donde tienen activos, como Malta, Chipre o Grecia.
Tambi¨¦n, por supuesto, de Hungr¨ªa y su primer ministro, Viktor Orb¨¢n, el submarino m¨¢s claro del Kremlin en la UE y que ¨²ltimamente se est¨¢ despachando a placer contra la pol¨ªtica de sanciones de la UE hacia Mosc¨² en su reci¨¦n inaugurada cuenta de Twitter, en la que dispara perlas como la de que ¡°cometer un suicidio econ¨®mico no ayudar¨¢ a Ucrania¡±.
La escalada de la guerra se produce a las puertas de un invierno que tienen visos de ser g¨¦lido para toda Europa por los altos precios de la energ¨ªa. Los problemas principales impactan en la poblaci¨®n ucrania, que sufre por los ataques a las infraestructuras energ¨¦ticas (de nuevo, Rusia utiliza la energ¨ªa como arma) y que se enfrenta no solo al terror constante de los bombardeos, sino tambi¨¦n a restricciones de gas y electricidad. Este jueves, el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, ha avisado en una intervenci¨®n desde Kiev a los l¨ªderes de los Veintisiete de que con esos ataques, el Kremlin persigue desencadenar una ola migratoria hacia la UE. ¡°El terror ruso contra nuestras instalaciones energ¨¦ticas tiene como objetivo crear tantos problemas con la electricidad y el calor como sea posible para Ucrania este oto?o e invierno para que m¨¢s ucranios vayan a los pa¨ªses europeos¡±, ha recalcado.
En el libro de jugadas del Kremlin, el manejo de los flujos demogr¨¢ficos es una de las primordiales. Y la llegada, de nuevo, de decenas de miles de refugiados podr¨ªa ser otro elemento de tensi¨®n que quiz¨¢ la solidaridad mantenida hasta ahora, en un momento dif¨ªcil con la inflaci¨®n disparada, podr¨ªa no resistir.
Mientras, la fragilidad del eje franco-alem¨¢n es uno de los elementos que m¨¢s est¨¢ enrareciendo el ambiente. La relaci¨®n Berl¨ªn-Par¨ªs, las dos mayores econom¨ªas de la UE, se ha desgastado, entre otras cosas, por las divergencias en los proyectos de defensa comunes y pol¨ªticas energ¨¦ticas, y eso puede dificultar que la UE siga remando en la misma direcci¨®n.
¡°S¨ª, Francia y Alemania no est¨¢n de acuerdo en muchos puntos, pero tampoco nosotros estamos de acuerdo con Francia y Alemania en muchos temas¡±, apunt¨® al inicio de la cumbre el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte. ¡°Para eso est¨¢ Europa. Luego hablas de ello, a veces toda la noche, para superar estos problemas¡±, a?adi¨®.
La ¨²ltima fisura franco-alemana, en la ¨¦poca en la que coincidieron Fran?ois Hollande y Angela Merkel, que nunca llegaron a entenderse, complic¨® la situaci¨®n durante cuatro a?os en los que los acuerdos fueron menos ambiciosos y los Veintisiete estuvieron m¨¢s divididos. A su llegada a la cumbre, Macron, que se enfrenta a sus propios problemas en casa, ha instado a no aislar a Alemania, que ha recibido importantes cr¨ªticas por sus pol¨ªticas nacionales de apoyo a empresas y ciudadanos por el encarecimiento de la energ¨ªa. ¡°Creo que no es bueno ni para Alemania ni para Europa que se a¨ªsle¡±, ha dicho Macron.
Una lluvia de 200.000 millones de euros que simbolizan c¨®mo el canciller Olaf Scholz est¨¢ demasiado centrado en los asuntos internos mientras se cierra a los acuerdos europeos. El resquemor es mayor. Buena parte de los Estados miembros no olvidan que Alemania est¨¢ en gran medida en el origen de esta crisis, por su profunda dependencia del gas ruso y la pol¨ªtica de pragmatismo que ha mantenido durante a?os con el r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin. ¡°Se supon¨ªa que el gas ruso barato ser¨ªa una bendici¨®n para la econom¨ªa alemana, pero result¨® ser una maldici¨®n para toda Europa¡±, ha apuntado a la llegada a la cumbre el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
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