Occidente se prepara ante un invierno de guerra y tensi¨®n pol¨ªtica
Pese a las elecciones inciertas a la vista, la inestabilidad en varios pa¨ªses y el impacto social de la inflaci¨®n, europeos y estadounidenses mantienen por ahora la cohesi¨®n ante Rusia. El averiado motor franco-alem¨¢n, eslab¨®n d¨¦bil del club
Parece la peor conjunci¨®n de astros posible. Europa y Estados Unidos afrontan un segundo invierno de guerra en Ucrania con elecciones inciertas en el calendario, gobiernos reci¨¦n estrenados en capitales clave, manifestaciones y huelgas en la calle y un horizonte de inflaci¨®n, recesi¨®n y posible descontento popular.
El escenario de un invierno del descontento en ambas orillas del Atl¨¢ntico podr¨ªa resultar inquietante: la oportunidad para el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para, por fin, ver quebrarse la cohesi¨®n de lo que llamamos Occidente ante la agresi¨®n de Rusia.
Y, sin embargo, los peores pron¨®sticos no se est¨¢n cumpliendo. Seg¨²n expertos consultados en Francia, Italia y Ucrania, tanto la Uni¨®n Europea como EE UU est¨¢n en condiciones de mantener la unidad ante Putin ¡ªlas sanciones, la ayuda militar y econ¨®mica, la presi¨®n internacional¡ª a lo largo de este invierno, el primero completo en guerra.
¡°?Un invierno del descontento? Sin duda. Lo m¨¢s probable, dos.¡±, responde Nathalie Tocci, directora del Istituto Affari Internazionali en Roma. ¡°Pero, ?romper¨¢ esto la cohesi¨®n europea y reducir¨¢ el apoyo a Ucrania? No lo creo. Esta es una crisis que Europa ¨²nicamente puede afrontar unida y los gobiernos europeos lo entienden¡±.
El laborioso acuerdo del viernes en el Consejo Europeo para limitar los precios del gas es el ejemplo m¨¢s reciente. El acuerdo de Bruselas culmina un inicio de oto?o en el que se han encendido algunas alertas. En la calle. Y en los pasillos del poder.
La huelga de tres semanas en las refiner¨ªas de petr¨®leo francesas, ahora en su fase final, y el intento de algunos sindicatos y de la izquierda parlamentaria para ampliarla a todos los sectores econ¨®micos, puede entenderse como un aviso. Las escenas de largas colas en las gasolineras y de miles de manifestantes en las calles podr¨ªan repetirse si la inflaci¨®n sigue vaciando los bolsillos de los europeos y si llega una recesi¨®n.
Pero estas protestas, al final, se habr¨¢n quedado a medias. Y tienen caracter¨ªsticas puramente francesas: en este pa¨ªs, manifestarse y hacer huelga tras casi tres a?os de par¨®n ¡ªdesde la pandemia en 2020¡ª no deja de ser un regreso a lo habitual, se?ala Fran?ois Heisbourg, consejero del laboratorio de ideas Fondation pour la Recherche Strat¨¦gique.
¡°Despu¨¦s de la covid, se reabrieron los restaurantes, despu¨¦s los teatros y ahora volvemos verdaderamente a la normalidad. ?Por fin podemos manifestarnos!¡±, sonr¨ªe Heisbourg. ¡°Exagero un poco¡±, admite, ¡°pero¡¡±
Hay agitaci¨®n, tambi¨¦n, en las sedes gubernamentales y en los parlamentos. Empezando por la misma Francia. En las legislativas de junio, los aliados del reci¨¦n reelegido presidente Emmanuel Macron perdieron la mayor¨ªa absoluta y tuvieron que conformarse con la mayor¨ªa relativa. Esta semana, ante la falta de apoyos para los presupuestos de 2023, el Gobierno ha recurrido dos veces al art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n, que permite esquivar el veto parlamentario. La izquierda y la extrema derecha han presentado mociones de censura. Aunque tienen pocas posibilidades de prosperar, Macron encara el segundo y ¨²ltimo quinquenio m¨¢s d¨¦bil.
En el Reino Unido, ha ca¨ªdo una primera ministra, la conservadora Liz Truss, tras solo 45 d¨ªas en el poder. En¨¦simo cap¨ªtulo de la desastrosa saga del Brexit, pero tambi¨¦n, en tiempos de rearme del autoritarismo, un escaparate de las tensiones en las democracias liberales y en el pa¨ªs donde probablemente la democracia liberal tenga mayor arraigo.
Italia tiene, desde este fin de semana, una nueva primera ministra, Georgia Meloni. Por primera vez desde la posguerra, el partido heredero del neofascismo ocupa el poder.
Aviso de los republicanos a Ucrania
A esto se a?aden las elecciones de medio mandato en Estados Unidos: el 8 de noviembre los votantes est¨¢n llamados a renovar toda la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado. Si el Partido Republicano reconquista la C¨¢mara, el apoyo incondicional y masivo estadounidense a Ucrania podr¨ªa quedar en suspenso. En plena recesi¨®n, ha avisado el l¨ªder republicano Kevin McCarthy, no va a haber ¡°un cheque en blanco¡± para Ucrania.
¡°Las elecciones de medio mandato preocupan a los ucranios¡±, reacciona Volod¨ªmir Dubovik, director del Centro de estudios internacionales en la Universidad Nacional Mechnikov de Odesa. ¡°La gente presta atenci¨®n a declaraciones de republicanos como la de Kevin McCarthy o la del expresidente Donald Trump, que ha demostrado ser una presencia negativa en las relaciones EE UU-Ucrania desde hace a?os, sigue si¨¦ndolo y parece que ser¨¢ un problema en los a?os venideros¡±.
Dubovik conf¨ªa en que, pese a que en las elecciones gane peso el ala m¨¢s aislacionista del Partido Republicano, no ser¨¢ suficiente para bloquear las iniciativas favorables a Ucrania en Washington.
Tampoco los problemas de Macron en Francia ni la tragicomedia en Westminster deber¨ªan poner en peligro la unidad occidental ante Putin. ?E Italia? ¡°Me cuesta mucho agitarme por la posici¨®n geopol¨ªtica de Italia¡±, dice Heisbourg. ¡°Pienso que la se?ora Meloni, desde este punto de vista, ser¨¢ menos molesta que el se?or Berlusconi hace 15 a?os en lo que respecta al filoputinismo. Italia est¨¢ hoy posicionada m¨¢s al oeste que entonces. ?Berlusconi quer¨ªa hacer entrar a Rusia en la Uni¨®n Europea!¡±
Sostiene Heisbourg que en los pr¨®ximos meses mucho depender¨¢ del contexto econ¨®mico ¡ªel impacto de la recesi¨®n alemana y del frenazo chino¡ª y del clim¨¢tico: un invierno fr¨ªo puede complicar las cosas.
¡°?La gente est¨¢ impaciente? S¨ª. ?Quieren hacer la revoluci¨®n? Honestamente, no veo muchas se?ales¡±, dice el veterano especialista en geopol¨ªtica y defensa.
Eje franco-alem¨¢n
El peligro puede venir de otro lado: el debilitamiento de la relaci¨®n franco-alemana, motor de la construcci¨®n europea. Esta semana, Par¨ªs y Berl¨ªn anunciaron una decisi¨®n inusual: aplazar un consejo de ministros conjunto que deb¨ªa celebrarse el mi¨¦rcoles. El motivo: las enormes divergencias en asuntos como la pol¨ªtica energ¨¦tica o la defensa com¨²n. Es el desenlace de meses de malentendidos entre ambas capitales y tirantez entre Macron y el canciller Olaf Scholz.
¡°Lo que amenaza con hacer reales los deseos de Putin es que se hunda el v¨ªnculo franco-alem¨¢n¡±, previene Heisbourg. ¡°Si se rompe la confianza, la UE ya no hace nada, no se toma ninguna decisi¨®n y hay un riesgo de que cada uno vaya por su lado¡±.
El profesor Dubovik, de Odesa, celebra las pol¨ªticas ¡°fuertes, basadas en principios y persistentes¡± de la UE con Ucrania. Pero constata que mucho depender¨¢ del contexto pol¨ªtico interno de los pa¨ªses en los pr¨®ximos meses.
¡°La gente puede pasar a otra cosa, distraerse con otros acontecimientos, tender a conectar con la guerra, el aumento de los precios de los bienes y la energ¨ªa¡±, dice Dubovik. ¡°Los populistas, como los trumpistas en EE UU, se aprovechar¨¢n de esto. La propaganda rusa, aunque est¨¦ en dificultades estos a?os, sigue ah¨ª, y tendr¨¢ un papel. As¨ª que, con el tiempo, el apoyo puede disminuir¡±.
Por ahora este momento no ha llegado. ¡°No hay la m¨ªnima sombra en la opini¨®n p¨²blica de una fatiga b¨¦lica, como se dec¨ªa hace unos meses¡±, dice Heisbourg. ¡°Se reprocha la inflaci¨®n a los gobiernos, pero, hasta el momento, no como un problema que hubi¨¦semos causado nosotros mismos en t¨¦rminos geoestrat¨¦gicos¡±.
Tocci, del Istituto Affari Internazionali, es optimista. ¡°Esta crisis se parece m¨¢s a la pandemia que a la crisis de la Eurozona [en 2010]¡±, dice. ¡°Es una crisis que une, no una crisis que divide¡±.
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