Bolsonaro deja en el limbo si respetar¨¢ los resultados electorales
El presidente de Brasil combina duros ataques al sistema con promesas de que acatar¨¢ el veredicto de las urnas electr¨®nicas
El 6 de enero de 2021, el mundo observaba azorado las im¨¢genes que llegaban desde Estados Unidos. Una horda hab¨ªa asaltado el Capitolio, arengada por Donald Trump. El presidente republicano moviliz¨® a los suyos para impedir la proclamaci¨®n de su sucesor, Joe Biden, al que acusaba de robarle las elecciones. Pocas voces internacionales se alzaron en defensa de la estrategia de Trump, pero entre ellas s¨ª estaba la del ultraderechista brasile?o Jair Bolsonaro. ¡°Todos saben cu¨¢l es mi respuesta. Hubo muchos informes de fraude¡±, dijo el presidente de Brasil. Insisti¨® entonces que ¨¦l mismo hab¨ªa sido v¨ªctima de un ¡°ama?o¡± en 2018 y que por eso no hab¨ªa ganado en primera vuelta.
Este domingo, Bolsonaro buscar¨¢ en segunda vuelta su reelecci¨®n frente al izquierdista Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Tras meses de ataques al sistema electoral, puso finalmente pa?os fr¨ªos a su embestida y respondi¨® sin matices si reconocer¨¢ o no un triunfo de su rival. ¡°No hay dudas, el que tenga m¨¢s votos se lo lleva. Eso es la democracia¡±, dijo despu¨¦s del cara a cara con Lula el viernes, el ¨²ltimo antes de la cita definitiva en las urnas. Bolsonaro se refiri¨® a la gran inc¨®gnita que acompa?¨® todo el proceso electoral brasile?o: si aceptar¨¢ una eventual derrota o si, en cambio, optar¨¢ por impugnar los resultados y, como hiciera Trump, contestarlos adem¨¢s por v¨ªas ilegales.
La democracia brasile?a tiene solo un antecedente de impugnaci¨®n electoral. En 2014, el candidato conservador A¨¦cio Neves pidi¨® ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) un nuevo recuento en su derrota por tres puntos en la segunda vuelta ante Dilma Rousseff, la candidata del Partido de los Trabajadores. La intentona perdi¨® pronto el apoyo de su propio partido, el PSDB, y fue desestimada por los jueces. Pero la semilla de la desconfianza ya estaba plantada.
En julio del a?o pasado, Bolsonaro lanz¨® en sus redes sociales ¡ªsolo en Twitter tiene 9,5 millones de seguidores¡ª, viejos videos con teor¨ªas conspirativas contra la seguridad de las urnas electr¨®nicas que Brasil utiliza desde hace 25 a?os. Un mes despu¨¦s, fij¨® el que ser¨ªa el objetivo predilecto de sus ataques: el Tribunal Superior Electoral (TSE), al que acus¨® sin pruebas de organizar ¡°cosas raras¡± contra su candidatura a la reelecci¨®n. Lanz¨® luego ante periodistas brasile?os una advertencia. Cuando terminase su mandato en 2022, dijo, solo habr¨ªa tres opciones: ¡°Salgo preso, muerto o con una victoria. Solo Dios me saca de Brasilia¡±, donde est¨¢ la sede del Gobierno.
Brasil vivi¨® un a?o de tensiones entre el presidente y el TSE, hasta que la inminencia de las elecciones renov¨® los ataques de Bolsonaro. En agosto pasado, el presidente se reuni¨® con 40 embajadores extranjeros a los que intent¨® convencer de que el sistema electoral brasile?o era ¡°vulnerable¡±. Mientras tanto, presionaba para que las Fuerzas Armadas tuviesen acceso a los c¨®digos encriptados de las m¨¢quinas de votaci¨®n. El TSE no autoriz¨® semejante cosa, pero permiti¨® que militares formaran parte de la Comisi¨®n de Transparencia de las Elecciones, un ¨®rgano de control integrado por diputados, fiscales, abogados, expertos en inform¨¢tica y miembros de la polic¨ªa.
La presencia de uniformados pareci¨® calmar al presidente. Antes de la primera vuelta consider¨® resuelta su disputa con el presidente del TSE, Alexandre de Moraes ¡ªal que consideraba al frente de una maniobra para lastrar su candidatura¡ª y anunci¨® que aceptar¨ªa los resultados. Puso como salvedad que deb¨ªan ser ¡°transparentes¡±, sin aclarar m¨¢s. La noche del domingo 2 de octubre admiti¨® que Lula lo hab¨ªa vencido. La paz dur¨® poco: d¨ªas despu¨¦s sugiri¨® que el escrutinio hab¨ªa avanzado como si estuviese programado por un ¡°algoritmo¡±.
Llegamos as¨ª a la segunda vuelta de este domingo. Bolsonaro ha repetido ahora la estrategia. El jueves dijo que si no ocurre nada ¡°anormal¡± no tendr¨¢ motivos para dudar de los resultados electorales. ¡°Pero vamos a las urnas, vamos a dejar esa cuesti¨®n con la comisi¨®n de transparencia¡±, donde tienen presencia los militares, advirti¨®. El viernes insisti¨® con la tesis de que todo el sistema est¨¢ en su contra, pero que de todas formas respetar¨¢ el resultado del escrutinio. En el TSE no est¨¢n tan convencidos del apego de Bolsonaro a los resultados. Una fuente del tribunal citada por la agencia Reuters dijo que ven ¡°una serie de cosas destinadas a desestabilizar e interrumpir el proceso electoral¡±. Y aunque descart¨® que pudiese haber disturbios como aquel asalto al Capitolio azuzado por Trump el a?o pasado, advirti¨® que est¨¢n en contacto ¡°con las fuerzas de seguridad para evitar disturbios en las calles¡±.
La llave de la cuesti¨®n puede estar en manos de los militares, el pilar sobre el que Bolsonaro, un capit¨¢n retirado, ha estructurado su Gobierno. ¡°El Ej¨¦rcito brasile?o realiz¨® la inspecci¨®n de las urnas electr¨®nicas en varios colegios electorales durante la primera vuelta y a¨²n no ha enviado los resultados al TSE¡±, explica Flavio Rocha, polit¨®logo de la Universidad Federal do ABC. La demora, supone Rocha, se debe a que ¡°ha comprobado que no hay errores en las m¨¢quinas de votaci¨®n¡±, como sostiene el mandatario. ¡°Si los militares reconocen la seguridad de las urnas, entonces la demanda de Bolsonaro se desmorona. Sin las Fuerzas Armadas, cualquier desaf¨ªo al resultado electoral ser¨¢ inocuo¡±. El TSE, en cualquier caso, prepara para este domingo una escena a la altura del desaf¨ªo que enfrenta. Cuando el juez Alexandre de Moraes, como titular del tribunal, anuncie al ganador de las elecciones, pretende tener a su lado a los presidentes de las dos C¨¢maras del Congreso.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.