F¨¦lix Ulloa, vicepresidente de El Salvador: ¡°La guerra contra las pandillas es una guerra justa¡±
El dirigente asegura que nada proh¨ªbe que el presidente Nayib Bukele se presente a la reelecci¨®n y defiende la decisi¨®n de adoptar el bitcoin como moneda legal: ¡°Al final subir¨¢. La moneda digital es el futuro¡±
El vicepresidente de El Salvador, F¨¦lix Ulloa, es la cara amable del r¨¦gimen de Nayib Bukele, que con el reciente giro a la izquierda de Am¨¦rica Latina ha quedado m¨¢s aislado internacionalmente. Pero tambi¨¦n es una voz firme de su Gobierno. De visita en Madrid, donde no se ha reunido con ning¨²n representante del Gobierno espa?ol, Ulloa (Chinameca, 71 a?os) recibi¨® a EL PA?S el lunes tras intervenir en la Tribuna EFE de Casa de Am¨¦rica. El dirigente defiende los ¨¦xitos de la guerra contra las maras que lleva a cabo su pa¨ªs, pese a las cr¨ªticas de las ONG; minimiza el fracaso de la introducci¨®n del bitcoin como moneda legal hace poco m¨¢s de un a?o; critica a la prensa internacional ¡ª¡±Hace periodismo del Tercer Mundo¡±, asegura¡ª; asocia a periodistas salvadore?os con las pandillas; y justifica la pol¨¦mica y previsible reelecci¨®n de Bukele en 2024. Ulloa participar¨¢ este jueves y viernes en el Foro de Par¨ªs sobre la Paz.
Pregunta. Unos 57.000 pandilleros han sido detenidos en El Salvador desde que en marzo se declarara el estado de excepci¨®n. ?Van a ganar esa guerra?
Respuesta. Por supuesto, nadie inicia una guerra si no est¨¢ convencido de que la va a ganar. Ahora, en el camino suceden muchas cosas¡
P. Ha habido 90 muertos bajo custodia, seg¨²n la ONG Cristosal. ?Van a mantener una situaci¨®n que permite detenciones e intervenir comunicaciones sin autorizaci¨®n judicial?
R. Hasta que sea necesario. ?Sabe cu¨¢ntos a?os viv¨ª yo bajo el estado de excepci¨®n? Desde 1984 a 1989.
P. Pero entonces hab¨ªa una guerra civil¡
R. Lo que no entiende la gente es que las guerras del siglo XXI no son contra enemigos convencionales, sino otro tipo de enemigos como el crimen organizado, con m¨¢s recursos incluso que los del ej¨¦rcito de un peque?o pa¨ªs. Y el derecho humanitario establece condiciones para una guerra justa: que la autoridad que la declara sea leg¨ªtima, que haya una causa y una intenci¨®n justas, que el prop¨®sito sea la paz y la proporcionalidad en los medios utilizados. Todo eso se re¨²ne en nuestro caso. Me habla de los muertos bajo custodia policial, ?y cu¨¢ntos fueron en 2018? ?Por qu¨¦ ahora cuando hay 90 existe preocupaci¨®n y cuando fueron 218 con el FMLN, y no hab¨ªa guerra, nadie se preocup¨®? ?Cu¨¢l es el est¨¢ndar? Ahora hay un Gobierno que est¨¢ haciendo las cosas.
P. ?Y la destrucci¨®n de tumbas de los pandilleros ordenada por el Gobierno?
R. La ley dice que no se pueden permitir s¨ªmbolos de los grupos de las maras, ni grafitis ni tumbas ni nada. Para que no haya apolog¨ªa del delito. Cuando reviso el estado de excepci¨®n, me pregunto: ?Cu¨¢ntas vidas de inocentes se hubieran perdido? Antes, hubieran sido 20 o 30 al d¨ªa, ahora hay cero homicidios. Si te fijas solo en los derechos humanos y la libertad de prensa y no ves un pa¨ªs que sale adelante econ¨®micamente, que est¨¢ recuperando la paz y la libertad perdidas en el 30% del territorio nacional, te pones en la agenda de la oposici¨®n pol¨ªtica.
P. ?El fin justifica entonces los medios?
R. No. El fin que buscamos es liberar al pueblo de un enemigo que lo ten¨ªa sometido, explotado, extorsionado, que violaba a sus hijas a la hora que quer¨ªa, que los mataba¡ eso es lo que estamos combatiendo. Claro que en una guerra hay errores. Nadie lo niega. Pero ?por qu¨¦ solo se?alar los errores y no los ¨¦xitos? ?Cu¨¢l es el sentido de un periodismo profesional, serio e independiente para evaluar la situaci¨®n de un pa¨ªs si solo agarras una parte? Medios serios como EL PA?S, Le Monde, el Washington Post hacen periodismo del Tercer Mundo.
P. ?Usted cree?
R. Lo juro.
P. ?Por qu¨¦ no dejan entrar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el pa¨ªs?
R. ?Qui¨¦n dice que no le dejamos entrar?
P. Ese organismo reitera que esperan autorizaci¨®n del Gobierno y que no han entrado desde 2019 para examinar las 4.000 denuncias durante el estado de excepci¨®n por parte de siete organizaciones y las 3.400 de la Procuradur¨ªa para la Defensa de los Derechos Humanos.
R. No s¨¦. Tendr¨ªan que decir qui¨¦n no les dej¨® entrar, supongo que esas peticiones entran por la canciller¨ªa. Al rev¨¦s, si tenemos al Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), que es una organizaci¨®n neutral e imparcial y est¨¢n en los penales todos los d¨ªas, es que no tenemos nada que ocultar. Pero es que organismos como Human Rights Watch, Amnist¨ªa Internacional y dem¨¢s s¨ª tienen una agenda, como ha dicho el presidente Bukele. No vienen a buscar la verdad, sino con una idea preconcebida.
P. Hace un a?o usted apunt¨® que Bukele podr¨ªa optar a la reelecci¨®n y al final lo ha hecho. La Constituci¨®n de 1983 establece que el mandato presidencial es de cinco a?os y ni un d¨ªa m¨¢s. ?C¨®mo va a ser legal esa decisi¨®n?
R. Es constitucional.
P. Cambiaron a los jueces de la Sala de lo Constitucional¡
R. No, la norma es la misma.
P. El a?o pasado no estaba tan claro¡
R. No hay ning¨²n art¨ªculo que proh¨ªba un segundo mandato. Hab¨ªa una sentencia perniciosa, de una sala del Constitucional, la 163, que dec¨ªa que para que un presidente se pueda presentar de nuevo ten¨ªa que esperar 10 a?os. La nueva sala dijo que no hay que esperar nada, lo ¨²nico que tiene que hacer es retirarse seis meses antes de empezar el nuevo mandato.
P. Pero cambiaron a los magistrados en 2021.
R. De acuerdo, pero ni los jueces de entonces ni los de ahora hacen diferencia. Yo lo que leo es el art¨ªculo 152 de la Constituci¨®n, que dice que no podr¨¢ ser candidato a la presidencia aquel que haya ejercido el cargo en el periodo inmediato anterior o que ejerza la presidencia seis meses antes de iniciar el nuevo mandato. ?Cu¨¢l de esas dos condiciones le aplican a Bukele? Ninguna. As¨ª que la ¨²nica condici¨®n para 2024 es que deje la presidencia seis meses antes.
P. ?Usted se va a quedar esos seis meses a cargo del Gobierno?
R. Es lo que dice la Constituci¨®n.
P. ?Volver¨ªa a ser vicepresidente si Bukele se lo pide?
R. No lo he pensado, en serio.
P. ?No cree que Bukele est¨¢ aislado internacionalmente? ?Qu¨¦ opina del eje progresista que se ha formado en Am¨¦rica Latina?
R. Es la vieja izquierda. Bukele no funciona por ideolog¨ªas.
P. Entonces, ?no se sienten aislados?
R. Pues no, hay una buena relaci¨®n con M¨¦xico, igual d¨®nde ubicas a L¨®pez Obrador. Lo del viraje a la izquierda fue en los a?os noventa, cuando se habl¨® de la primavera democr¨¢tica, Ch¨¢vez, Correa, Mujica¡ result¨® despu¨¦s que algunos salieron mal por la corrupci¨®n. A Bukele no le gusta asociarse a ciclos, si no a sacar adelante el pa¨ªs.
P. Dice que el pa¨ªs va hacia adelante, pero el experimento del bitcoin, del que se acaba de cumplir un a?o, parece un fracaso. Ha perdido la mitad de su valor, ¨²nicamente lo utiliza el 20% de la poblaci¨®n y solo el 2% de los inmigrantes manda sus remesas en criptomonedas.
R. El que haya una criptomoneda de curso legal no afecta a la econom¨ªa. Al final, el bitcoin subir¨¢. El mundo va a la econom¨ªa digital, no al trueque; la moneda digital es el futuro.
P. La prensa salvadore?a dice que la llamada Ciudad Bitcoin anunciada por Bukele no es que sea una ciudad fantasma, es que no existe.
R. Roma no se hizo en un d¨ªa. Bitcoin City va a estar y lo m¨¢s probable es que se ponga la primera piedra cuando se inaugure la primera planta de energ¨ªa. Igual en 15 o 20 a?os lo veremos.
P. En la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa celebrada en Madrid se denunci¨® que al menos 10 periodistas salvadore?os han tenido que exiliarse y el diario digital El Faro alerta de que las auditor¨ªas contra ellos son una forma de amenaza.
R. No se ha cerrado ning¨²n medio salvadore?o, a pesar de que son de la oposici¨®n y est¨¢n contra el Gobierno.
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