Las protestas en China se refugian en las redes sociales de Occidente

Pese a que el aparato de censura chino es el m¨¢s sofisticado del planeta, internet ha desempe?ado un papel clave en las protestas contra la pol¨ªtica de covid cero que surgieron en las principales ciudades del gigante asi¨¢tico el pasado fin de semana. Entre las madrugadas del s¨¢bado al lunes, navegar por las redes chinas era como jugar al gato y al rat¨®n: al abrir la mayor¨ªa de los v¨ªdeos que circulaban por WeChat o Weibo el internauta se estampaba contra un mensaje de error; pero los pocos que sorteaban la tijera de los reguladores se percib¨ªan como un punto para los manifestantes. Ese gol a los censores evidenciaba que el apabullante volumen de contenido que se estaba subiendo a la red los ten¨ªa contra las cuerdas. Una semana despu¨¦s de su inicio, las manifestaciones han sido completamente silenciadas dentro del pa¨ªs, pero la informaci¨®n contin¨²a pululando en redes sociales occidentales, a las que muchos usuarios han recurrido para continuar reivindicando su oposici¨®n a las medidas antipand¨¦micas.

En apenas dos d¨ªas, el Gobierno chino logr¨® descabezar la mayor muestra de desaprobaci¨®n p¨²blica en d¨¦cadas con detenciones, interrogatorios y el despliegue de un importante dispositivo policial, mientras su ej¨¦rcito de vigilantes de internet persegu¨ªa y eliminaba las publicaciones cuyos discursos podr¨ªan considerarse una amenaza para Pek¨ªn. La barrera digital que el pa¨ªs ha erigido contra los contenidos que considera inapropiados, conocida como el ¡°gran cortafuegos¡±, se ha reforzado bajo el mandato del presidente Xi Jinping y, especialmente, desde el estallido de la pandemia.

En este 2022, debido al aumento de tragedias relacionadas con la f¨¦rrea implementaci¨®n de la pol¨ªtica de covid cero, ha sido muy frecuente encontrar cuentas suspendidas o mensajes eliminados. El c¨®digo de error 404 ha sido tan com¨²n en estos ¨²ltimos meses, que muchos de los manifestantes lo llevaban pintado en las mascarillas durante la ya tambi¨¦n conocida como revoluci¨®n del Din-A4, por el uso de folios en blanco para criticar la censura.

Ni los medios de comunicaci¨®n ni las autoridades han reconocido abiertamente que estas manifestaciones han tenido lugar, sin embargo, China ha pisado el acelerador para dar un giro de guion a su estrategia anticovid. En los ¨²ltimos d¨ªas, el gigante asi¨¢tico ha anunciado la supresi¨®n temporal de los confinamientos de Guangzhou, reciente escenario de choques entre la polic¨ªa y trabajadores migrantes, y Zhengzhou, donde se ubica la mayor f¨¢brica de iPhone del mundo, de la que han huido miles de trabajadores por las cuarentenas, adem¨¢s de cierta relajaci¨®n en la capital. Despu¨¦s de que la viceministra Su Chunlan, conocida como la Zarina de la covid cero, afirmase que la gravedad de ¨®micron se ha debilitado, Hu Xijin, uno de los analistas m¨¢s pr¨®ximos a Pek¨ªn, ha llegado al punto de afirmar que no tiene miedo a contagiarse.

Pero este nuevo discurso contrasta profundamente con la represi¨®n que se sigue produciendo en internet. Algunos manifestantes han asegurado a EL PA?S que han recibido amenazas de la polic¨ªa, mientras otros denuncian que, en las calles donde tuvieron lugar las congregaciones, los agentes est¨¢n requisando los tel¨¦fonos m¨®viles en busca de aplicaciones prohibidas dentro del gigante asi¨¢tico, como Twitter o Telegram, las cuales han ayudado a que el mensaje de estos j¨®venes haya dado la vuelta al mundo. En contra de quienes lanzan teor¨ªas conspiratorias sobre si las protestas estaban organizadas por ¡°fuerzas externas¡±, los j¨®venes con los que ha podido hablar este peri¨®dico afirman que se enteraron de la movilizaci¨®n en las calles a trav¨¦s de WeChat.

No obstante, en una China que desde el estallido de la pandemia se ha vuelto m¨¢s herm¨¦tica, las redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en ingl¨¦s) se han vuelto indispensables para estar conectado con el exterior. Las VPN ocultan la ubicaci¨®n desde la que se est¨¢ conectado y permiten visitar sitios web que est¨¢n en la lista negra de los reguladores chinos. T¨¦cnicamente, solo se puede utilizar una conexi¨®n de este tipo con autorizaci¨®n del Gobierno y, en los ¨²ltimos a?os, se ha vuelto m¨¢s dif¨ªcil contratarla dentro de China. Las autoridades, sin embargo, son conscientes de que un bloqueo total de internet entorpecer¨ªa los negocios de las empresas que operan en el extranjero, las investigaciones cient¨ªficas y los intercambios culturales. Muestra de ello es que los medios de comunicaci¨®n estatales, los portavoces del Ministerio de Exteriores y otras figuras p¨²blicas relevantes tienen cuentas en Twitter, YouTube o Facebook, a trav¨¦s de las cuales comparten la visi¨®n que el gigante asi¨¢tico quiere ofrecer al resto del planeta.

Ahora que cada vez son m¨¢s los curiosos que se hacen con estas conexiones, pr¨¢cticamente toda la informaci¨®n que circula sobre las manifestaciones lo hace a trav¨¦s de Twitter e Instagram. Estas aplicaciones est¨¢n funcionando a modo de archivo, permitiendo que los v¨ªdeos se puedan descargar y volver a publicar infinidad de veces, tantas como se elimine del internet chino. Para saltar la gran muralla en internet y dislocar los algoritmos, los usuarios tiran de ingenio; publican el v¨ªdeo del rev¨¦s, utilizan filtros, graban v¨ªdeos de los v¨ªdeos o utilizan etiquetas con caracteres en chino que fon¨¦ticamente suenan igual que la palabra prohibida.

Pero esas triqui?uelas podr¨ªan estar en peligro a partir del 15 de diciembre. La Administraci¨®n del Ciberespacio de China aprob¨® recientemente nuevas regulaciones sobre los servicios de publicaciones y comentarios en internet y, bajo esta normativa, las plataformas deber¨¢n establecer un ¡°equipo de veto y edici¨®n¡± para monitorear y eliminar contenido en tiempo real. Los comentarios, adem¨¢s, deber¨¢n pasar un filtro antes de aparecer visibles. El martes por la noche, la Comisi¨®n Central de Asuntos Pol¨ªticos y Legales del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de China ya adelant¨® que el pa¨ªs ¡°tomar¨¢ medidas en¨¦rgicas contra las actividades de infiltraci¨®n y sabotaje de las fuerzas hostiles¡± y que no se tolerar¨¢n ¡°actividades ilegales y delictivas que perturben el orden social¡±.

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