Turqu¨ªa se esfuerza por encontrar supervivientes del terremoto: ¡°Las primeras 72 horas son de importancia cr¨ªtica¡±
¡°No quiero hablar, mi familia ya no existe¡±, asegura desde la ciudad de Sanliurfa un padre que ha perdido a dos hijas en una tragedia que acumula ya m¨¢s de 17.500 v¨ªctimas mortales y al menos 54.000 heridos
Este mi¨¦rcoles, a las nueve de la ma?ana, hora local (siete de la ma?ana en la Espa?a peninsular), 47 horas despu¨¦s de uno de los dos terremotos que han dejado m¨¢s de 19.000 muertos en Turqu¨ªa y Siria y m¨¢s de 54.000 heridos, un equipo rescat¨® con vida a un ni?o de seis a?os en la ciudad turca de Sanliurfa. Ahmet Ayaz Abak se encontraba bajo los escombros de un edificio de cinco pisos que se vino abajo en el distrito de Yenisehir. Est¨¢ en el hospital, pero vivo.
Cuatro horas m¨¢s tarde, decenas de militares, polic¨ªas y voluntarios hallaron en la misma ciudad ¨Duna de las 10 bajo estado de emergencia¨D un cuerpo entre los escombros de otro de los edificios que no soport¨® la fuerza de los se¨ªsmos del lunes, de magnitud 7,8 y 7,5 los m¨¢s potentes. El jefe del equipo empez¨® a gritar al resto que no se apelotonase y a rogar silencio para escuchar si alguien estaba pidiendo ayuda, mientras tres sanitarios preparaban las mantas para sacarlo. Los rescatistas recog¨ªan escombros con palas y los apartaban incluso con botes vac¨ªos de pintura.
Poco despu¨¦s, la misma multitud que segu¨ªa emocionada la operaci¨®n detr¨¢s de una valla de seguridad se fue quedando en silencio. No era un superviviente, sino un cad¨¢ver. ¡°Es un hombre de unos 40 a?os. Suponemos que sirio, porque el resto de los muertos de ese edificio tambi¨¦n lo eran, casi todos de la misma familia¡±, explicaba poco despu¨¦s Ahmet Ceylan, uno de los trabajadores del Ayuntamiento que participaba en las tareas de b¨²squeda y rescate. El cuerpo fue sacado con discreci¨®n mientras la multitud se iba dispersando.
¡°Mi novia est¨¢ all¨ª tambi¨¦n y no s¨¦ si est¨¢ viva o no¡±, dec¨ªa a pocos metros el adolescente Alex (nombre ficticio elegido por ¨¦l). Intentaba ocultar ¡ªmientras cerraba con fuerza los pu?os¡ª lo que le carcom¨ªa por dentro con explicaciones sobre c¨®mo el edificio se desplom¨® hacia abajo, y no hacia un lado. El padre de dos hijas que murieron al caerse ese mismo edificio a?ad¨ªa al borde de las l¨¢grimas: ¡°No quiero hablar, mi familia ya no existe¡±. Entre los escombros, una cacerola doblada, el cepillo de una escoba y la caja de una calculadora recordaban que antes este era un lugar lleno de vida. Es la cara y la cruz de las horas clave en la b¨²squeda de supervivientes: los peque?os milagros emocionan y se suelen difundir, mientras que las decepciones que engrosan la lista de muertos pasan desapercibidas.
Conscientes de que son horas clave, los rescatistas se afanan en encontrar supervivientes de ¡°la mayor tragedia¡± que vive Turqu¨ªa desde el gran terremoto de Erzincan, en 1939, como la ha definido su presidente, Recep Tayyip Erdogan. ¡°Tras este tipo de desastres, las primeras 72 horas son de importancia cr¨ªtica para las operaciones de b¨²squeda y rescate¡±, asegura Orhan Tatar, director general de Terremotos y Mitigaci¨®n de Riesgos de AFAD, la agencia de gesti¨®n de emergencias del Gobierno turco, dependiente del Ministerio de Interior.
Seg¨²n los expertos, tres d¨ªas completos es el tiempo que, normalmente, puede aguantar con vida una persona sin acceso a agua ni comida, atrapada bajo los escombros. El presidente de la Media Luna Roja de Turqu¨ªa, Kerem Kinik, ya lo dej¨® claro el primer d¨ªa: ¡°Estamos centrados en las primeras 72 horas, y los profesionales de la b¨²squeda y salvamento se est¨¢n desplegando sobre el terreno¡±.
¡°En estos momentos el tiempo es fundamental¡±, asegura por tel¨¦fono el capit¨¢n de corbeta espa?ol Aurelio Soto, uno de los 55 integrantes del equipo certificado por Naciones Unidas que ha enviado la Unidad de Militar de Emergencias a Turqu¨ªa y que busca supervivientes en Islahiye. ¡°Durante las primeras 72 horas, nuestra prioridad es encontrar vivos. Pero tambi¨¦n el cuarto o el quinto d¨ªa, si hay indicios, aunque haya menos posibilidades¡±, agrega. Soto explica que cuentan con un tipo de perros entrenados para marcar lugares donde pueda haber supervivientes. A esto se suman dispositivos como los ge¨®fonos, que permiten escuchar si alguien golpea o grita pidiendo ayuda, y en algunos casos incluso la respiraci¨®n de una persona inconsciente.
La posibilidad de hallar personas con vida en esta fase depende mucho de si se han generado espacios en el desplome que les permitan sobrevivir, lo que genera una paradoja: para los rescatistas es m¨¢s complejo retirar grandes bloques de hormig¨®n, pero es m¨¢s f¨¢cil que hayan formado una uve que salve la vida a una persona.
Golan Landswer, comandante en la unidad de b¨²squeda y rescate desplegada por el ej¨¦rcito israel¨ª, recuerda adem¨¢s que la dureza del tiempo (tres grados bajo cero en su zona de acci¨®n, la regi¨®n de Kahramanmaras) ¡°da?a mucho la capacidad de supervivencia¡± de las personas atrapadas, lo que hace a¨²n m¨¢s determinante en esta ocasi¨®n actuar con rapidez. ¡°El tiempo es el factor dominante¡±, se?ala por tel¨¦fono. ?Hasta cu¨¢ndo? Landswer, que ya estuvo en el se¨ªsmo en Turqu¨ªa de 1999, admite que la decisi¨®n de renunciar a encontrar personas vivas para resignarse a recuperar cad¨¢veres ¡°no es nada f¨¢cil¡±, pero que suele producirse inevitablemente cuando cesan los indicios de vida (alguien que ha cre¨ªdo o¨ªr una voz, una llamada de tel¨¦fono, etc.) y ha transcurrido en torno a una semana desde la cat¨¢strofe.
Ankara tiene desplegados casi 25.000 efectivos, a los que se suman los enviados desde el extranjero. La agencia turca de gesti¨®n de emergencias baraja ya la cifra de 11.000 edificios hundidos en el pa¨ªs por el terremoto y sus m¨¢s de 300 r¨¦plicas. Y m¨¢s de 8.000 personas han sido rescatadas de entre los escombros, seg¨²n inform¨® este martes el vicepresidente turco, Fuat Oktay, en el ¨²ltimo balance oficial. Este mi¨¦rcoles se han sumado varias. Los bomberos del Ayuntamiento de Antalya han rescatado a dos mujeres (una de ellas, 53 horas despu¨¦s del se¨ªsmo) y a un refugiado sirio, Muhammed Seyyid, en Hatay, la provincia m¨¢s destruida. Tuvieron que cortar varias columnas de hormig¨®n que lo tuvieron atrapado bajo los escombros durante 58 horas. Ha sido hospitalizado para tratarle las heridas.
Por la noche, a cuatro grados bajo cero, una ni?a de cinco a?os llamada Yagmur ha sido sacada con vida de entre los cascotes en Kahramanmaras, epicentro del terremoto que desencaden¨® la tragedia en la noche del pasado lunes. ¡°Tengo mucho fr¨ªo, pap¨¢ [¡] Tengo las manos blancas¡±, le dec¨ªa a su padre cuando los rescatistas lograron comunicarse con ella, como se puede ver en un v¨ªdeo difundido por los medios locales.
Tambi¨¦n en Kahramanmaras, un beb¨¦ de seis meses y su madre han sobrevivido a dos d¨ªas y medio entre las ruinas de un edificio. En parte, gracias al abrazo de la madre, que protegi¨® al beb¨¦ cuando un bloque de cemento les cay¨® encima y le aplast¨® a ella la pierna. Ambos han sido rescatados en relativo buen estado y trasladados a un hospital. Los equipos de rescate los pudieron localizar durante la madrugada porque escucharon el llanto del beb¨¦ y comenzaron un desescombro que dur¨® varias horas, seg¨²n explicaron los efectivos del equipo de rescate a la cadena CNN T¨¹rk.
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