El presidente de T¨²nez responde al boicot en las urnas con una oleada de detenciones
Kais Said acusa a los opositores arrestados de traici¨®n y de conspirar para que suban los precios de los alimentos
Una decena de dirigentes de la oposici¨®n tunecina han sido detenidos sin aparente mandato judicial durante la ¨²ltima semana, en una oleada de represi¨®n que devuelve amargos recuerdos a T¨²nez. Dirigentes pol¨ªticos de distintas corrientes, un exministro, un ex fiscal general, un influyente empresario y el editor de la principal emisora de radio del pa¨ªs figuran entre los arrestados. Las redadas se producen despu¨¦s de que nueve de cada diez electores hayan dado la espalda a las urnas en las legislativas convocadas en diciembre y enero por el presidente de T¨²nez, Kais Said. El mandatario confiaba en plebiscitar su modelo de gobierno autocr¨¢tico y concentrar el poder en sus manos tras haber disuelto el Parlamento hace 18 meses.
Said, profesor de Derecho Constitucional de 64 a?os, gobierna por decreto y con ampl¨ªsimas prerrogativas. Ha acusado a la mayor¨ªa de los detenidos de ¡°traici¨®n¡± al pa¨ªs, terrorismo y de ser responsables del alza de precios y del acaparamiento de alimentos para desatar un estallido social, informa la agencia Reuters. Los estantes de tiendas y supermercados est¨¢n semivac¨ªos y resulta dif¨ªcil encontrar productos b¨¢sicos como az¨²car, leche, caf¨¦ o aceite, en su mayor¨ªa subsidiados por una Administraci¨®n en bancarrota.
Bloguero en las barricadas de la primavera ¨¢rabe en enero de 2011, Haythem el Makki, de 39 a?os, es ahora el conductor del programa pol¨ªtico estrella de la emisora Radio Mosa?que, la de mayor audiencia en T¨²nez. ¡°Las autoridades han detenido a nuestro director general, Nuredin Butaren, en un ataque frontal a la libertad de expresi¨®n¡±, refiere por tel¨¦fono desde la capital tunecina. Han pasado varios d¨ªas desde su arresto, en pleno D¨ªa Mundial de la Radio, y sus abogados todav¨ªa no saben de qu¨¦ se le acusa.
¡°Los letrados nos dicen que ha sido interrogado sobre la l¨ªnea editorial de la emisora y sobre supuestas instrucciones informativas recibidas¡±, revela el Makki. ¡°El proceso de reversi¨®n de la democracia no es imparable, pero sufre graves amenazas en T¨²nez¡±, analiza la crisis. ¡°Desgraciadamente, no se ven alternativas. El presidente se aferra a su sill¨®n y no va a cambiar una pol¨ªtica que est¨¢ conduciendo al pa¨ªs hacia el abismo¡±, resume la estrategia de Said para silenciar la disidencia tras el fiasco de las legislativas. ¡°Pero tampoco hay fuerzas pol¨ªticas que puedan hacerle sombra. Cuenta con cerca del 50% de intenci¨®n de voto en los sondeos y los que le desaf¨ªan se sit¨²an en un 10% o un 12%¡±, concluye. ¡°No se ve una salida del t¨²nel¡±.
Entre los detenidos en la oleada represiva figura el socialdem¨®crata Jayam Turki, que particip¨® en la coalici¨®n gubernamental con los islamistas de Ennhada entre 2011 y 2014 y est¨¢ considerado como un l¨ªder capaz de aglutinar a la oposici¨®n. Tambi¨¦n han ca¨ªdo en las redadas el exministro laico centrista Lazhar Akremi, y el exdirigente de Ennhada Abdelhamid Yelassi. Desde que el jurista Said suspendi¨® la actividad del Parlamento, no han dejado de crecer los casos abiertos por la justicia castrense contra opositores. Amnist¨ªa Internacional ha alertado sobre la duplicidad de procesos civiles y militares.
Sofian Majlufi, de 57 a?os, diputado en las filas de Corriente Democr¨¢tica (socialdem¨®crata), habla por tel¨¦fono desde el exilio en Par¨ªs. ¡°Temo por mi seguridad. Estoy acusado de atentar contra el Estado por haber protestado contra la disoluci¨®n del Legislativo: considero que el Parlamento elegido en 2019 es el leg¨ªtimo y que a¨²n sigue funcionando, pese al autogolpe dado por Said. Su decisi¨®n fue inconstitucional¡±, explica su visi¨®n del laberinto tunecino. Considera que la transici¨®n en T¨²nez suscit¨® muchas decepciones, sobre todo en los planos econ¨®mico y social: ¡°Muchos de los que apoyamos la elecci¨®n presidencial de Said en 2019 ¨Ccomo profesor de Derecho intachable¨C, alertamos en 2021 de que si maniobraba para acaparar el poder y anular los contrapesos constitucionales acabar¨ªa derivando hacia la represi¨®n¡±.
Majlufi recuerda que el pueblo ya le dio la espalda en el refer¨¦ndum de reforma constitucional del pasado verano, con una participaci¨®n de apenas el 30%. Y que en las recientes legislativas se estanc¨® en un 11% en las dos vueltas. ¡°Said no quiere reconocer su fracaso. Se ha instalado en el discurso de la conspiraci¨®n e imagina que hay complots en su contra a todas horas. Para camuflar el fiasco de su gesti¨®n ha desatado la represi¨®n contra una oposici¨®n que est¨¢ buscando iniciativas para salir del embrollo pol¨ªtico y econ¨®mico¡±, advierte. ¡°El pueblo est¨¢ cansado y agobiado por la crisis econ¨®mica, y si los partidos no encontramos una soluci¨®n puede producirse una explosi¨®n de c¨®lera popular. El presidente no escucha a nadie¡±.
El Frente de Salvaci¨®n Nacional, principal coalici¨®n opositora en la que se integran los islamistas de Ennhada, denunci¨® el mi¨¦rcoles en un comunicado la ¡°podredumbre pol¨ªtica¡± que se ha instalado en T¨²nez, informa France Presse. La poderosa Uni¨®n General Tunecina del Trabajo (UGTT), central sindical que cuenta con m¨¢s de un mill¨®n de afiliados en un pa¨ªs con cerca de 12 millones de habitantes, aval¨® inicialmente el autogolpe presidencial con la esperanza de que pudiera hacer frente a la ruina econ¨®mica derivada de la covid, con un desplome del 8,5% del Producto Interior Bruto. La UGTT rechaza ahora expresamente los ¡°arrestos arbitrarios¡± y anuncia una campa?a de movilizaciones ¡°en defensa de las libertades individuales y colectivas¡±.
En medio de la bancarrota y de la creciente inestabilidad, Said se ha visto obligado a negociar un plan de rescate por importe de 1.900 millones de d¨®lares (1.780 millones de euros) con el Fondo Monetario Internacional, cuya aprobaci¨®n sigue en suspenso desde hace cerca de dos meses. La Uni¨®n Europea mantiene las ayudas de emergencia, pero ha expresado su preocupaci¨®n por la oleada de detenciones. ¡°El derecho a un proceso y un juicio justos es crucial¡±, ha advertido una portavoz de Bruselas, informa Efe. El Departamento de Estado de EE UU tambi¨¦n ha respaldado ¡°la aspiraci¨®n de los tunecinos a contar con un sistema judicial que proteja las libertades fundamentales¡±. La Oficina para los Derechos Humanos de Naciones Unidas ha reclamado directamente la liberaci¨®n de todos los detenidos.
¡°Los sumarios est¨¢n vac¨ªos, no hay ninguna prueba, seg¨²n los abogados de los detenidos, m¨¢s all¨¢ de vagas acusaciones de atentar contra la seguridad del Estado¡±, asegura Sofian Majlufi. Cree que la revoluci¨®n de 2011 fracas¨® por la fractura entre los partidos, que no supieron encontrar espacios de entendimiento. ¡°Todas las transiciones son dif¨ªciles y en T¨²nez fuimos algo ingenuos y bastante impacientes. El populismo ha ganado terreno a causa del deterioro econ¨®mico. El presidente se aprovech¨® de la situaci¨®n para hacerse con todo el poder y los partidos no estuvimos vigilantes¡±, concluye el dirigente socialdem¨®crata.
Once a?os despu¨¦s de que un joven tunecino se prendiera fuego en un desesperado gesto contra la arbitrariedad de las autoridades en Sidi Buzid (centro del pa¨ªs), T¨²nez se encuentra bloqueado en un aparente callej¨®n sin salida. La protesta a lo bonzo del vendedor ambulante Mohamed Buazizi prendi¨® las llamas de la primavera ¨¢rabe, acab¨® con el dictador Zin el Abidin Ben Ali y aviv¨® las brasas de una esperanzadora transici¨®n. Tras la decepci¨®n por la polarizaci¨®n a garrotazos entre laicos y religiosos, despu¨¦s de casi tres a?os de pandemia, y en medio de la inseguridad alimentaria derivada de la guerra en Ucrania, casi nadie se echa hoy a la calle.
La indiferencia o el rechazo masivos de los ciudadanos a la consolidaci¨®n que buscaba en las urnas el presidente Said para su modelo de r¨¦gimen autocr¨¢tico han tenido como respuesta una ola de represi¨®n con escasos precedentes. Las redadas recuerdan la era de plomo del Estado policial fraguado por el dictador Ben Al¨ª durante 23 a?os. Desde que Said disolvi¨® el Parlamento y comenz¨® a gobernar por decreto, T¨²nez ha girado hacia un r¨¦gimen ultrapresidencialista, rayano en el poder absoluto y sin contrapesos tangibles. La ¨²nica democracia surgida de las revueltas populares de 2011 en el mundo ¨¢rabe parece agonizar.
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