La China que se encuentra Pedro S¨¢nchez
El viaje del presidente espa?ol coincide con una ofensiva diplom¨¢tica global de Xi Jinping, que busca una UE m¨¢s cercana a Pek¨ªn y aut¨®noma de Estados Unidos
El presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, visita este jueves una China reci¨¦n salida del cascar¨®n de la pandemia, casi renacida tras tres a?os de encierro bajo la cris¨¢lida de la f¨¦rrea pol¨ªtica de covid cero. Mientras Pek¨ªn trata de reconectarse al mundo y de prender la locomotora de una econom¨ªa tocada por las disrupciones y el tormentoso contexto geopol¨ªtico, su m¨¢ximo mandatario, Xi Jinping, reci¨¦n encumbrado a lo m¨¢s alto del olimpo de los grandes l¨ªderes chinos, se ha lanzado hacia el exterior en un frenes¨ª diplom¨¢tico de aspiraciones globales: lo mismo zanja un conflicto en Oriente Pr¨®ximo, con el acercamiento entre Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, que coloca ante los focos de la baqueteada escena internacional un plan con 12 puntos para resolver la guerra de Ucrania.
Espa?a toma en julio la batuta de la presidencia semestral de la UE, lo que eleva el peso de la visita de S¨¢nchez, que abre un carrusel de viajes oficiales de l¨ªderes europeos a la Rep¨²blica Popular: el d¨ªa 5 de abril aterrizan juntos el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. Y una semana despu¨¦s, el 13 de abril, se espera al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
China ha emergido del largo invierno de las mascarillas muy consciente de su peso como potencia y con la intenci¨®n de acompasar hacia sus intereses el ritmo al que gira el planeta. El Xi al que dar¨¢ la mano S¨¢nchez es ahora mismo uno de los pocos que puede mediar en la guerra de Ucrania; acaba de regresar de Mosc¨², donde ha brindado con su socio estrat¨¦gico Vlad¨ªmir Putin por la ¡°creaci¨®n de un orden mundial multipolar¡±, eufemismo habitual para hablar del menor peso de Occidente en la mesa de las decisiones importantes, y un recordatorio de la calculada neutralidad escorada hacia el Kremlin que mantiene Pek¨ªn en el asunto que m¨¢s preocupa a Europa.
El l¨ªder ruso, aislado internacionalmente, ha valorado la propuesta china para propiciar el fin del conflicto en Ucrania, y alabado adem¨¢s las iniciativas de ambici¨®n global de Pek¨ªn, en las que el gigante asi¨¢tico ofrece su modelo de desarrollo como alternativa al de Europa y Estados Unidos: un manual atractivo para pa¨ªses del llamado sur global, ¨¢vidos de crecimiento econ¨®mico y de una mayor cuota de representaci¨®n mundial.
El periplo de S¨¢nchez, que se detendr¨¢ en el Foro de Boao (el llamado Davos chino) en la isla de Hainan antes de aterrizar en Pek¨ªn, se ha de interpretar en clave espa?ola ¡ªah¨ª est¨¢n, sobre la mesa, cuestiones de peso como el cr¨®nico y creciente d¨¦ficit comercial frente al gran exportador mundial, el escaso peso de los intercambios espa?oles de valor a?adido, el acceso al mercado chino o la reapertura del turismo¨D, pero tambi¨¦n en clave europea.
Tras el invierno, Bruselas parece buscar un acercamiento primaveral con China, y S¨¢nchez, con cr¨¦dito como negociador en la UE tras cerrar grandes acuerdos en cumbres europeas, como el de la excepci¨®n ib¨¦rica para combatir los precios de la energ¨ªa, es de los primeros en aterrizar para discutir cara a cara; llega tras las visitas del canciller alem¨¢n, Olaf Scholz (en noviembre), y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (diciembre). Pero el aire era entonces otro: China estaba a¨²n sumida en la pol¨ªtica de covid cero y Xi no hab¨ªa colocado sobre la mesa una propuesta de alto el fuego en Ucrania.
¡°Desde el punto de vista europeo, obviamente estamos todos [en la UE] en plena campa?a con China¡±, dice una fuente diplom¨¢tica europea radicada en Pek¨ªn. Bruselas, a?ade, es consciente de que no puede ¡°tener tantos enemigos¡± con Rusia en la puerta de al lado y en esta estrategia de acercamiento se han de tener en cuenta, adem¨¢s, ¡°consideraciones comerciales¡±, claves al tratar con el primer socio comercial de la UE. ¡°Desde el punto de vista chino¡±, a?ade esta fuente, ¡°Espa?a es un pa¨ªs simp¨¢tico, relativamente grande dentro de la UE, pero que no se mete en exceso en los temas de derechos humanos. As¨ª que, por la puerta grande, nos reciben con gusto¡±.
Para salir del hoyo econ¨®mico de la pandemia, a China le interesa potenciar esos lazos y evitar una deriva europea a la estadounidense, marcada por las disputas y el bloqueo en sectores estrat¨¦gicos, como el de los semiconductores. Pek¨ªn se ha marcado un objetivo de crecimiento del 5% para 2023, moderado para sus est¨¢ndares, pero por encima del esperado en Estados Unidos o la eurozona. Y las exportaciones resultan vitales.
China y la UE ¡°se necesitan la una a la otra¡±, destaca Wang Yiwei, director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Renmin en Pek¨ªn, que mide las dos prioridades de la relaci¨®n: ¡°El desarrollo y la paz¡±. Con el conflicto ahora transformado en un asunto ¡°m¨¢s peligroso¡± que hace un a?o, dice, Bruselas requiere del peso del gigante asi¨¢tico para ¡°facilitar¡± en la crisis de Ucrania, igual que probablemente se necesitar¨¢ a Pek¨ªn en el futuro para garantizar la arquitectura de seguridad.
Luego est¨¢ el aspecto econ¨®mico, crucial en una UE tocada por los estragos de la inflaci¨®n. ¡°Europa ha sufrido mucho¡±, dice Wang, que cree que Bruselas ha de trabajar con China ¡°por razones econ¨®micas¡±. Y destaca algunos ¨¢mbitos de esa cooperaci¨®n, que engarzan con el esp¨ªritu europeo, como las energ¨ªas renovables, sector en el que las exportaciones chinas son clave (su cuota en todas las fases de fabricaci¨®n de paneles solares, por ejemplo, supera el 80%, seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa).
Esta excesiva dependencia de productos y recursos ¨Dpara cuyo l¨ªmite Bruselas ha presentado diversas iniciativas¨D ser¨¢ uno de los puntos de fricci¨®n que tratar¨¢n S¨¢nchez y el resto de europeos, adem¨¢s de la guerra en Ucrania. Otro: las sanciones que impuso la UE a altos funcionarios chinos a los que acusa de violaciones de derechos humanos contra la minor¨ªa uigur en la regi¨®n de Xinjiang; Pek¨ªn replic¨® con castigos a acad¨¦micos y pol¨ªticos, entre ellos, parlamentarios europeos.
Los golpes cruzados han dejado en barbecho un principio de acuerdo de inversiones suscrito en 2020 entre Bruselas y China, tras m¨¢s de siete a?os de negociaciones, y cuya aproximaci¨®n se logr¨® en el ¨²ltimo suspiro de la ¨²ltima presidencia europea de la era ya pasada de la canciller alemana Angela Merkel, que siempre abog¨® por contemporizar con China (y tambi¨¦n con Rusia), con el comercio como punta de lanza. La Euroc¨¢mara bloquea el pacto desde entonces por las sanciones.
El analista Wang Yiwei cree que aquel acuerdo de inversiones ¡°puso nervioso a Estados Unidos¡±, que quiso ¡°dividir¡± los lazos entre ambas partes. ¡°La UE necesita conducir en la relaci¨®n con China¡±, a?ade, ¡°para diferenciarse y tener autonom¨ªa de Estados Unidos¡±.
En ese sentido, las visitas de los l¨ªderes de Espa?a, Francia y la UE encajan en los planes de Pek¨ªn hacia un mundo ¡°multipolar¡±. En palabras de otro alto funcionario europeo al tanto de la ofensiva diplom¨¢tica de la Uni¨®n en Pek¨ªn: ¡°Hay a quien le interesa mostrar al mundo cercan¨ªa con todos los europeos, para separarlo de su gran rival¡±, dice sin dar nombres. ¡°Est¨¢ dispuesto a todo para que los europeos den un pasito hacia su lado y se distancien de ese gran rival¡±. Para China, a?ade, ya solo la visita tiene valor diplom¨¢tico, y por ¡°hacerse la foto¡± estar¨¢ dispuesta a soportar el acostumbrado mantra europeo sobre el respeto a los derechos humanos.
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