Michael Cohen, el fiel escudero de Trump que se revolvi¨® contra su jefe
El abogado que cerr¨® el pago en negro a la actriz porno Stormy Daniels ha dedicado sus ¨²ltimos a?os a revelar todos los secretos que el expresidente republicano quiso mantener bajo la alfombra
De todos los personajes implicados en la imputaci¨®n de Donald Trump, el m¨¢s complejo desde el punto de vista dram¨¢tico es Michael Cohen, que en apenas dos a?os pas¨® de aliado y escudero a principal testigo de cargo contra el republicano. Trump no se lo ha perdonado y le ha llamado sopl¨®n y cosas peores. La gran inc¨®gnita del caso es la raz¨®n por la que Cohen ¡ªque idolatraba al magnate hasta el extremo de afirmar estar dispuesto a recibir cualquier bala dirigida a ¨¦l¡ª se volvi¨® contra su jefe al decidir colaborar con la justicia. Puede que fuera la presi¨®n de la c¨¢rcel, donde pas¨® m¨¢s de un a?o tras ser declarado culpable en 2018 del pago a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio, o el enfado de haberse dejado arrastrar al fango por un extraviado sentido de la lealtad: ¡°Sent¨ª que era mi deber encubrir sus sucias acciones¡±, dijo en 2018 ante los jueces.
Cohen, de 56 a?os e hijo de un superviviente del Holocausto, ha convertido casi en una misi¨®n exponer los hechos que Trump quiso mantener bajo la alfombra: ante los fiscales, ante el Congreso en 2019, cuando describi¨® a Trump como un mentiroso y un tramposo acostumbrado a hacer comentarios racistas. O con el fiscal especial de la trama rusa, Robert S. Mueller. Tambi¨¦n con los fiscales federales de Manhattan, o con la fiscal de Nueva York sobre las pr¨¢cticas comerciales de la Organizaci¨®n Trump, condenada parcialmente por fraude fiscal.
El principal testigo de cargo contra Trump, mucho m¨¢s protagonista del caso que la propia Daniels, purg¨® 13 meses de c¨¢rcel y un a?o largo de reclusi¨®n domiciliaria tras decidirse a traicionar a su jefe. Un libro de memorias y un podcast titulado Mea Culpa le sacaron a flote tras su traves¨ªa carcelaria, hasta que la resoluci¨®n del caso Stormy Daniels en la Fiscal¨ªa de Manhattan ha vuelto a atraer sobre ¨¦l todos los focos. La imputaci¨®n de Trump por un gran jurado, por cargos a¨²n no revelados, aunque relacionados con el pago de 130.000 d¨®lares a Daniels para tapar una aventura extramatrimonial, es el primer cap¨ªtulo de otro drama por escribir, pero a cuyo argumento ha contribuido especialmente el abogado.
Michael Cohen llam¨® la atenci¨®n de Trump en 2006 ¨Del mismo a?o del supuesto affaire con Daniels¨D, cuando defendi¨® con ardor los intereses del magnate en una junta de una comunidad de propietarios de una de sus fincas. Fue contratado de inmediato por la Organizaci¨®n Trump, donde lleg¨® a ejercer de ejecutivo de algunas de sus empresas. Seg¨²n las fuentes, la fuerte personalidad de Cohen, a quien unos describen como un mentiroso confeso y otros como un oportunista, si no ambas cosas, impresion¨® al magnate tanto como ahora a los fiscales la consistencia de su testimonio, sin fisuras ni contradicciones. Candidato al Ayuntamiento de Nueva York en 2003, parte de su funci¨®n consist¨ªa en anticiparse a los caprichos y deseos del republicano e interpretar las instrucciones que le daba en lo que Cohen describir¨ªa m¨¢s tarde como ¡°c¨®digo¡±; es decir, lavar todos los trapos sucios del magnate, para lo cual Cohen no dud¨® en amedrentar a los cr¨ªticos con modales poco ortodoxos.
En 2015, con Barack Obama a punto de abandonar la Casa Blanca, el magnate redobl¨® sus aspiraciones pol¨ªticas, esbozadas desde 2011, para lo que necesitaba un historial inmaculado. De ello se encargaron dos hombres, Cohen y David Pecker, editor del tabloide The National Enquirer y amigo personal de Trump. Para preparar la campa?a los aleccion¨® a los dos. El Enquirer empez¨® a blanquear su imagen, publicando historias positivas sobre ¨¦l y negativas sobre sus rivales.
Un pacto de silencio sellado en un ¡®parking¡¯
En octubre de 2016, mientras visitaba a su hija en Londres, Cohen recibi¨® una llamada del tabloide inform¨¢ndole de que una actriz de cine porno les hab¨ªa ofrecido una exclusiva de su encuentro con Trump. A los tres d¨ªas, 12 antes de las elecciones que llevaron al republicano a la Casa Blanca, Cohen cerr¨® un acuerdo con el abogado de Daniels en el aparcamiento del plat¨® donde se rodaba una pel¨ªcula porno en Calabasas (California). Pero las demoras en el pago, por las dudas que planteaba su registro, inquietaron a la actriz y Cohen adelant¨® el dinero de su bolsillo, a trav¨¦s de una empresa pantalla en Delaware, desde la que se transfiri¨® al abogado de Daniels. Ya en la Casa Blanca, Trump firm¨® varios cheques para reembolsar a Cohen el dinero, que fue consignado por la Organizaci¨®n Trump dentro de la partida de gastos legales. Este asiento contable es el meollo de la imputaci¨®n, la primera de un mandatario estadounidense en la historia.
Cuando Trump gan¨® las elecciones, Cohen permaneci¨® en Nueva York, en un prestigioso bufete de abogados, con una rese?able cartera de clientes corporativos cosechada por su cercan¨ªa a Trump. Entonces, Cohen sigui¨® present¨¢ndose como el abogado personal del presidente.
Hasta enero de 2018, cuando, a ra¨ªz de una denuncia de un grupo pro-rendici¨®n de cuentas llamado Common Cause a la junta electoral federal por el pago realizado a Daniels, y que supuestamente viol¨® las normas de financiaci¨®n de la campa?a de 2016, tuvo que empezar a dar explicaciones: al principio, protegiendo a Trump y asegurando que lo hab¨ªa hecho por su cuenta, llegando a mentir incluso ante el Congreso y ante Mueller, el fiscal de la trama rusa. Este entreg¨® a la Fiscal¨ªa de Manhattan la documentaci¨®n sobre el soborno recabada durante sus pesquisas. En abril de 2018, agentes del FBI registraron el domicilio de Cohen, y estall¨® la bomba pol¨ªtica. Esos d¨ªas, Trump le llam¨® y le pidi¨® que se mantuviera fuerte. Pero a medida que las facturas de abogados de Cohen aumentaban, la Organizaci¨®n Trump se neg¨® a costear m¨¢s su defensa, y se precipit¨® la ruptura.
Cohen contrat¨® a un conocido dem¨®crata para defenderlo, quien le aconsej¨® decir la verdad. En agosto, los fiscales de Manhattan prepararon cargos contra ¨¦l por el pago a Daniels y Cohen se declar¨® culpable, se?alando con el dedo a Trump. Fue condenado a tres a?os de prisi¨®n. Mientras aguardaba el ingreso, su abogado le pidi¨® que contara su historia para redimir su imagen. En febrero de 2019 compareci¨® ante un comit¨¦ especial del Congreso, ante el que denunci¨® el comportamiento ¡°mafioso¡± de Trump y aventur¨® el mal perder de su expatr¨®n en las siguientes elecciones, las de 2020: ¡°Dada mi experiencia trabajando para el se?or Trump, me temo que si pierde las elecciones en 2020, nunca habr¨¢ una transici¨®n pac¨ªfica del poder¡±. Un mes despu¨¦s de perder ante el dem¨®crata Joe Biden, el republicano instig¨® el asalto al Capitolio por no asumir su derrota en las urnas.
Ya en la c¨¢rcel, Cohen empez¨® a reunirse con los abogados de la Fiscal¨ªa de Manhattan. Y una vez en libertad, acud¨ªa casi semanalmente a su oficina, en el Bajo Manhattan. Aunque la oficina del fiscal deplora su presencia medi¨¢tica, con frecuentes intervenciones en programas por cable para ¡°defenderse p¨²blicamente¡±, los abogados le consideran un testigo que dice la verdad.
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