El aborto gana (y hace perder) elecciones en Estados Unidos
Tras celebrar que el a?o pasado el Supremo tumbara el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo, los republicanos evitan ahora el tema para no lastrar sus expectativas electorales
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La frase de moda en los c¨ªrculos dem¨®cratas de Washington dice que ¡°el aborto gana elecciones¡±. Es tambi¨¦n la formulaci¨®n de un deseo. El deseo de que la decisi¨®n del Supremo del a?o pasado de tumbar la hist¨®rica sentencia que en 1973 blind¨® el derecho a escala federal movilice a los votantes en las presidenciales del a?o que viene. Y de que lo haga tan efectivamente como en las legislativas de noviembre, donde los republicanos se llevaron un buen susto, as¨ª como en los referendos sobre el derecho a decidir de las mujeres de Kansas y M¨ªchigan y, recientemente, en sendas cruciales votaciones en Wisconsin (para el Supremo estatal) y Chicago (la alcald¨ªa).
Qued¨® claro que el asunto es una prioridad para la campa?a del presidente, Joe Biden, y de la vicepresidenta, Kamala Harris, tan pronto como publicaron el v¨ªdeo con el que la lanzaron este martes. En este, a unas primeras im¨¢genes sobre el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, sigue inmediatamente la de una manifestaci¨®n con el edificio del Supremo de Washington de fondo, en la que una mujer sostiene una pancarta con el siguiente mensaje: ¡°El aborto es asistencia sanitaria¡±.
Incluso los conservadores parecen estar tomando nota, como demuestra el hecho de que se haya vuelto el tema m¨¢s inc¨®modo para los aspirantes a la designaci¨®n republicana que hasta ahora han dado un paso adelante. Son seis, seg¨²n el ¨²ltimo recuento, con el expresidente Donald Trump a la cabeza y la incorporaci¨®n este mi¨¦rcoles del exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson.
En el partido, que celebr¨® la sentencia del Supremo como una victoria largamente ansiada y ha enarbolado esa bandera desde sus gloriosos tiempos de Ronald Reagan, cunde el miedo de expulsar a moderados e independientes. Aunque ese temor no est¨¦ impidiendo que legisladores estatales conservadores por todo el pa¨ªs avancen en pol¨ªticas extremas. Porque eso es precisamente lo que hizo la sentencia que tumb¨® Roe: devolver a los Estados la capacidad de legislar sobre el tema.
Al menos 19 se han lanzado hasta ahora a prohibir o restringir severamente la protecci¨®n que con alcance federal rigi¨® durante medio siglo. Los casos de Florida y Dakota del Norte son los ¨²ltimos: sus gobernadores acaban de firmar sendas leyes que ilegalizan la interrupci¨®n del embarazo a partir de la sexta semana (en Dakota del Norte sin siquiera las excepciones de violaci¨®n e incesto). Ese l¨ªmite equivale a una prohibici¨®n total; la mayor parte de las mujeres no pueden saber a esas alturas que est¨¢n embarazadas.
Un portavoz del Comit¨¦ Nacional Republicano (cuyas siglas en ingl¨¦s son RNC) reconoci¨® este mi¨¦rcoles en una entrevista telef¨®nica que el partido no har¨¢ bandera del aborto para 2024. ¡°Para nosotros, los temas importantes son: la econom¨ªa, el incremento de la delincuencia, el manejo de la crisis fronteriza, y, si me apuras, en la lista est¨¢n antes las relaciones internacionales¡±, dijo. ¡°El asunto creo que nos afect¨® en noviembre, tambi¨¦n por la desinformaci¨®n que hicieron circular los dem¨®cratas sobre la posici¨®n republicana sobre el aborto. Nosotros no queremos ir contra los derechos de las mujeres, sino defender la vida¡±.
En el argumentario del RNC figura apoyar prohibiciones a partir de la decimoquinta semana, ante la incomodidad que provoca entre un electorado transversal el veto de las seis semanas. El alcance de su impopularidad parece haberlo entendido incluso el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que estudia lanzarse a mediados de mayo a la carrera de 2024 y se perfila como el ¨²nico contrincante posible ¡ªen horas bajas, eso s¨ª¡ª de Trump.
¡°No s¨¦ si puede decirse que se ha dado cuenta de que ha cometido un error, porque es demasiado arrogante para eso¡±, dice en una conversaci¨®n telef¨®nica Nikki Fried, la ¨²nica dem¨®crata en el gabinete de DeSantis hasta las elecciones de noviembre, en las que este arras¨® con una ventaja de casi 20 puntos sobre su contrincante, Charlie Crist. ¡°Lo que est¨¢ claro es que firm¨® esa ley de noche, a puerta cerrada y sin fanfarria, y que luego no ha vuelto a tocar el tema¡±, a?ade Fried, que fue detenida la semana pasada junto a la l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata en el Congreso de Tallahassee (capital de Florida) por protestar pac¨ªficamente contra esa medida.
I¡¯m out. And not ever backing down.
— Nikki Fried (@NikkiFried) April 4, 2023
Just fucking vote @FlaDems!!! pic.twitter.com/uCKsdVLjKJ
Pese a venderse como un hombre fuerte y sin miedo a las cr¨ªticas, un tipo implacable a la hora de imponer sus convicciones en su Estado antes de seguir con el resto del pa¨ªs (el eslogan oficioso de su campa?a presidencial por lanzar es Make America Florida), DeSantis fue ciertamente t¨ªmido esta vez. Contra su costumbre, solo tuite¨® una imagen de la firma, que se celebr¨® en un lugar sin determinar.
Al d¨ªa siguiente, particip¨® en un acto en una universidad evang¨¦lica de Virginia, rito de paso de todo candidato republicano. Pese a lo propicio de la audiencia, no toc¨® el tema, s¨²bitamente ausente de su discurso. Un destacado donante republicano, Thomas Peterffy, declar¨® entonces su intenci¨®n de dejar de financiar al gobernador por sus pol¨ªticas ¡°extremistas¡± y augur¨® que ¡°se estaba pasando su momento¡±. Desde ah¨ª, la imagen de DeSantis, a gran distancia de Trump en las encuestas, est¨¢ en ca¨ªda libre, y ha dejado de parecer ese ganador capaz de batir al expresidente.
Enardecer a las bases
Alexis McGill Johnson, presidenta de Planned Parenthood, organizaci¨®n que agrupa en torno a la mitad de las cl¨ªnicas abortivas del pa¨ªs, aventur¨® este mi¨¦rcoles en una entrevista que el Partido Republicano ¡°tratar¨¢ de repetir en 2024 lo que hizo en las elecciones legislativas del a?o pasado¡±. ¡°Usar¨¢n el aborto para enardecer a sus bases y luego lo har¨¢n desaparecer de sus programas y lo borrar¨¢n de sus webs, porque saben que les hace perder elecciones. Pero nosotros no se lo vamos a permitir¡±.
McGill Johnson atendi¨® a EL PA?S el martes, antes del primer mitin de Kamala Harris tras saberse que vuelve a presentarse como vicepresidenta. Fue un acto en favor del derecho al aborto en la hist¨®rica universidad afroamericana de Howard, en Washington. En ese acto, Mini Timmaraju, presidenta de NARAL Pro-Choice America, organizaci¨®n civil se?era fundada por el icono del feminismo estadounidense Betty Friedan, advirti¨®: ¡°Ocho de cada diez americanos creen en la libertad para decidir sobre c¨®mo quieren vivir. Eso incluye a la mitad de los republicanos. Los pol¨ªticos extremistas est¨¢n a punto de comprobar qu¨¦ pasa cuando tocan nuestros derechos¡±.
Ese miedo explicar¨ªa por qu¨¦ Trump, que se las apa?¨® para nombrar en su ¨²nico mandato a tres jueces conservadores con el deseo expreso de que tumbaran Roe, ha hecho desaparecer el tema de sus largu¨ªsimos m¨ªtines, en los que no se deja muchos asuntos por tocar. Tambi¨¦n, por qu¨¦ otros dos candidatos republicanos, Nikki Haley y Tim Scott, han ensayado imposibles piruetas para evitar la pregunta de qu¨¦ clase de prohibici¨®n buscar¨ªan en el caso de salir elegidos (empujado por un reportero, Scott finalmente prometi¨® que firmar¨¢ ¡°la legislaci¨®n en favor de la vida m¨¢s restrictiva posible¡±).
En el caso de DeSantis, su historial no deja lugar a dudas. Entre 2013 y 2017, a?os en los que fue congresista en Washington, vot¨® al menos en nueve ocasiones a favor de leyes restrictivas con el aborto, seg¨²n ha calculado este diario a partir de los registros de la C¨¢mara de Representantes. Y desde que es gobernador, el l¨ªmite en Florida ha ca¨ªdo en dos ocasiones en un a?o: primero a las 15 semanas y pocos meses despu¨¦s, hasta las seis.
¡°?l, como otros candidatos, saben que esas pol¨ªticas duras pueden ser ventajosas durante las primarias, pero bastante venenosas cuando despu¨¦s se trata de conquistar a los republicanos moderados, independientes e indecisos¡±, argumenta la historiadora legal Mary Ziegler, autora, entre otros libros de referencia sobre el tema en Estados Unidos, del ensayo Dollars for Life, en el que demuestra c¨®mo un cambio en las reglas de financiaci¨®n electoral permiti¨® a los grupos antiabortistas aupar a Trump y controlar el Supremo, definido por una supermayor¨ªa conservadora de 6-3, in¨¦dita desde los a?os treinta.
Ziegler est¨¢ de acuerdo en que el tema influye en las urnas, aunque con matices. ¡°Est¨¢ demostrado que el aborto gana elecciones cuando se trata de una consulta directa. Ha sucedido en las seis ocasiones en las que se ha dado la circunstancia. No es cient¨ªfico, pero al menos es un pleno. Cuando hay varios asuntos en juego, creo que la respuesta es m¨¢s ambigua. Los pol¨ªticos tienen puntos de vista sobre muchos temas, y puedes no estar de acuerdo con ellos en el aborto, pero s¨ª en otras cosas¡±.
Varios parlamentos estatales de mayor¨ªa republicana est¨¢n trabajando para evitar esos avances en la protecci¨®n de la libertad reproductiva salidos del voto popular. El caso m¨¢s inmediato es el de Ohio: mientras los grupos en favor del aborto recogen firmas para plantear en noviembre una consulta para decidir una protecci¨®n constitucional hasta las 24 semanas, los legisladores republicanos se apresuran para aprobar una ley que elevar¨ªa del 50% al 60% el porcentaje de votos necesarios para que una iniciativa de ese tipo saliera adelante en las urnas.
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