La justicia trunca la carrera pol¨ªtica de Dallagnol, el fiscal que llev¨® a Lula a la c¨¢rcel
El diputado aprovech¨® la popularidad que le dio la Operaci¨®n Lava Jato para conseguir un esca?o, pero el juez cree que lo hizo sin antes haber rendido cuentas por supuestas irregularidades
El exfiscal brasile?o Deltan Dallagnol, que con su trabajo al frente de la Operaci¨®n Lava Jato consigui¨® llevar al presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva a la c¨¢rcel, ha visto c¨®mo se trunca su incipiente carrera pol¨ªtica. Convertido para muchos brasile?os en un h¨¦roe anticorrupci¨®n, en las pasadas elecciones fue elegido diputado con un n¨²mero r¨¦cord de votos. Sin embargo, su reci¨¦n estrenada trayectoria como pol¨ªtico ha durado muy poco: los jueces del Tribunal Superior Electoral decidieron el martes, por unanimidad, anular su mandato, al entender que cometi¨® varias irregularidades.
Para empezar, Dallagnol dej¨® el cargo de fiscal de la Rep¨²blica cuando estaba siendo investigado en 15 procesos administrativos. Adem¨¢s, ya hab¨ªa sido condenado por gastos irregulares con dietas y viajes de otros integrantes de la Operaci¨®n Lava Jato. Para los jueces, Dallagnol intent¨® burlar la ley que impide que condenados se presenten a las elecciones y se postul¨® como diputado para escapar de las eventuales condenas que pod¨ªan llegar en un futuro. El exfiscal puede recurrir la decisi¨®n, pero de momento tiene efecto inmediato y no podr¨¢ volver a la C¨¢mara de Diputados.
El exfiscal expres¨® su irritaci¨®n en un comunicado, diciendo que millones de brasile?os hab¨ªan sido silenciados ¡°a golpe de bol¨ªgrafo, desafiando la ley y la Justicia¡±. ¡°Mi sentimiento es de indignaci¨®n por la venganza sin precedentes que est¨¢ teniendo lugar en Brasil contra los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que se atrevieron a luchar contra la corrupci¨®n. Pero ning¨²n obst¨¢culo me impedir¨¢ seguir luchando por el prop¨®sito de mi vida de servir a Dios y al pueblo brasile?o¡±, a?adi¨®.
Entre la quincena de investigaciones que Dallagnol ten¨ªa pendientes con la Justicia est¨¢n, entre otras, pol¨¦micas acusaciones al Tribunal Supremo por supuestamente ser complaciente con la corrupci¨®n o el tema m¨¢s espinoso: su colaboraci¨®n con el entonces juez S¨¦rgio Moro para crear las condiciones ¨®ptimas para encarcelar a Lula. Las conversaciones entre Dallagnol y Moro, divulgadas en su d¨ªa por el diario digital The Intercept, provocaron un terremoto en la pol¨ªtica brasile?a, al evidenciar que los fiscales y el juez de la Lava Jato colaboraron para acorralar a Lula. Antes de eso, Dallagnol ya se hab¨ªa enfrascado en varias pol¨¦micas.
Su puesta de largo a escala nacional se produjo en 2016, cuando al presentar la denuncia contra Lula por supuestos delitos de corrupci¨®n hizo una presentaci¨®n en PowerPoint donde todas las flechas del diagrama apuntaban al nombre del l¨ªder de la izquierda. Su simplicidad hizo que r¨¢pidamente se convirtiera en carne de meme. A partir de ah¨ª Dallagnol fue la diana de los progresistas brasile?os, que le acusaban de persecuci¨®n contra el expresidente, y un h¨¦roe para el Brasil conservador. El joven fiscal, un devoto evang¨¦lico defensor de la familia tradicional, recorri¨® el pa¨ªs como una superestrella, public¨® libros y ofrec¨ªa conferencias en las que, previo pago, hablaba de un Brasil posible, sin el lastre de la corrupci¨®n y la impunidad.
Su af¨¢n de protagonismo siempre despert¨® suspicacias en muchos colegas del poder judicial. El exfiscal propuso incluso crear y administrar una Fundaci¨®n Lava Jato, financiada con los recursos rescatados del agujero en la petrolera Petrobras. El Tribunal Supremo tumb¨® la idea y la calific¨® de desv¨ªo de funci¨®n de la Fiscal¨ªa, recordando que administrar dinero p¨²blico es competencia ¨²nica del Estado. A cada cr¨ªtica, Dallagnol sol¨ªa rebatir ante sus seguidores que el sistema no deja que las cosas cambien. La estrategia funcion¨® y su popularidad creci¨® como la espuma. Con el tiempo amas¨® un capital pol¨ªtico que en las elecciones del a?o pasado le dio casi 345.000 votos, convirti¨¦ndose en el diputado m¨¢s votado del estado de Paran¨¢.
La petici¨®n para anular su esca?o en el Parlamento parti¨® del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y de las fuerzas aliadas que se presentaron juntos a las elecciones, y fue festejada con iron¨ªa por diversos pol¨ªticos de la izquierda. El ministro de Justicia, Fl¨¢vio Dino, convertido en una ascendente estrella en las redes sociales, us¨® un vers¨ªculo de la Biblia para comentar la anulaci¨®n en Twitter: ¡°Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ser¨¢n saciados¡±, escribi¨®, diciendo que se lo dedicaba a Lula. El presidente, que durante mucho tiempo lanzaba dardos casi diarios a Moro y Dallagnol, de momento no se pronunci¨®.
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