La batalla de Elizabeth, en busca de justicia por el feminicidio de su hija en la Escuela de Polic¨ªa de Ecuador
A ocho meses del asesinato de Mar¨ªa Bel¨¦n Bernal en la sede de la instituci¨®n en Quito, un tribunal impuso una sentencia m¨¢xima: una prueba en el tel¨¦fono de la v¨ªctima fue clave para el proceso
Cuando Elizabeth Otavalo escuch¨® la sentencia de 34 a?os y ocho meses contra el asesino de su hija cre¨ªa que hab¨ªa encontrado justicia e iba a sentir paz. Pero relata que no fue as¨ª: ¡°Es doloroso saber que mi hija ha sido una transacci¨®n y desde que su esposo la mat¨® en la Escuela de Polic¨ªa, solo he tenido dolor, y m¨¢s dolor y no para¡±. Mar¨ªa Bel¨¦n Bernal, una abogada de 34 a?os, entr¨® a la Escuela Superior de Polic¨ªa de Quito, pasada la medianoche del domingo 11 de septiembre de 2022 despu¨¦s de una llamada de su esposo, el teniente Germ¨¢n C¨¢ceres. Subi¨® hasta su habitaci¨®n, en el edificio de los oficiales de la instituci¨®n, y no volvi¨® a salir. Seg¨²n la autopsia, Mar¨ªa Bel¨¦n muri¨® por estrangulamiento y asfixia.
Su cad¨¢ver fue encontrado despu¨¦s de diez d¨ªas de b¨²squeda en la que su madre y familiares se involucraron. ¡°Ellos empezaron a buscar luego de cuatro d¨ªas que mi hija desapareci¨®. Tuve que exigir que se cree un equipo multidisciplinario e interinstitucional que est¨¦n los bomberos, el Municipio¡±, cuenta Otavalo, que camin¨® por canteras, quebradas y basurales para hallar a su hija. Para ese entonces su yerno y el principal sospechoso de la desaparici¨®n de Mar¨ªa Bel¨¦n ya hab¨ªa huido del pa¨ªs.
¡°Empec¨¦ a pelearme con generales que me palmoteaban las mesas dici¨¦ndome qu¨¦ m¨¢s quer¨ªa, que supuestamente hac¨ªan todo para buscar a mi hija¡±, recuerda Otavalo. ¡°Yo les dec¨ªa que quer¨ªa una planificaci¨®n¡±, a?ade. Antes de iniciar la b¨²squeda al d¨¦cimo d¨ªa, la Polic¨ªa ya estaba con un fiscal en el Cerro de Casitagua, que est¨¢ a unos 20 minutos de la escuela, una zona que C¨¢ceres conoc¨ªa bien porque era instructor de la instituci¨®n y llevaba a los estudiantes a correr por esa zona.
La Polic¨ªa de Investigaciones hab¨ªa logrado cercar el per¨ªmetro de b¨²squeda a trav¨¦s del rastreo de una llamada que recibi¨® C¨¢ceres la noche del 11 de septiembre mientras enterraba a Mar¨ªa Bel¨¦n en el Casitagua. Sin embargo, poco avanzaba. ¡°El trasfondo de eso son cosas que no entiendo y no me va a pasar mientras no sepa toda la verdad¡±, dice la madre de Mar¨ªa Bel¨¦n, quien acus¨® a la Polic¨ªa de actuar con esp¨ªritu de cuerpo para proteger a la instituci¨®n.
Los detalles de c¨®mo dieron con la localizaci¨®n del cuerpo no se develaron en el juicio por feminicidio que termin¨® con la sentencia m¨¢xima de 34 a?os y ocho meses de prisi¨®n para Germ¨¢n C¨¢ceres, mientras que al subteniente Alfonso C., para quien la defensa de la familia ped¨ªa 22 a?os por el presunto delito de omisi¨®n por no haber ayudado a Mar¨ªa Bel¨¦n, los jueces lo declararon inocente. La Fiscal¨ªa ecuatoriana abri¨® otro caso por fraude procesal para investigar las actuaciones de la Polic¨ªa Nacional en este caso, ¡°dicen que nadie en el edificio escuch¨® los gritos de mi hija, y la prueba est¨¢ ah¨ª, ella pidi¨® auxilio¡±, dice Otavalo.
Se refiere a un audio que grab¨® Mar¨ªa Bel¨¦n con el tel¨¦fono que dura cerca de tres minutos, en el que C¨¢ceres le habla de infidelidades y se la escucha a ella pedir auxilio en varias ocasiones. La prueba se hizo p¨²blica y fue un nuevo golpe para la familia de Mar¨ªa Bel¨¦n, porque ¡°ese audio estuvo en cadena de custodia y ¨²nicamente se abri¨® para que escuchen los jueces, le hicieron mucho da?o a mi nieto y demuestra que no les importa nada¡±, dice Otavalo.
Ha sido un camino lleno de obst¨¢culos relata la madre, en el que las v¨ªctimas son las que deben defenderse del sistema, ¡°al femicida lo protegen, le permiten estar en las audiencias por videoconferencia, lo custodian, y si no quieren no hablan, porque se acogen al silencio¡±, reclama Elizabeth. ¡°Mientras que a las v¨ªctimas nos agreden si protestamos, tenemos que responder todo, he tenido que escuchar lo que dicen de mi hija, que para qu¨¦ fue a la medianoche a la Escuela, por ¨²ltimo ?porque le dio la gana!¡±, a?ade.
El ministro del Interior Juan Zapata reconoce que no se cumplieron los protocolos en el control de ingresos y salidas, ni los informes que debieron hacer, y que por eso el 95% del personal de guardia que estuvo el d¨ªa del crimen fue dado de baja. ¡°Esto sirvi¨® de experiencia, de muchos errores que se cometieron ah¨ª, para que nunca m¨¢s vuelva a ocurrir¡±, dijo Zapata a EL PA?S, pero tambi¨¦n sale a defensa de los polic¨ªas: ¡°No se puede generalizar a los 52.000 polic¨ªas¡±.
Sin embargo, despu¨¦s del feminicidio de Mar¨ªa Bel¨¦n, se hicieron p¨²blica otras dos denuncias sobre violencia sexual al interior de esa instituci¨®n. El ¨²ltimo caso es investigado tambi¨¦n por la Fiscal¨ªa de Ecuador, ocurri¨® el 21 de mayo, y el implicado fue detenido en flagrancia por abusar sexualmente a ocho estudiantes al ingresar a la habitaci¨®n a un ¡°control de pijamas¡±.
En la Escuela Superior de Polic¨ªa de Quito los mismos uniformados han denominado al edificio de los dormitorios de los oficiales instructores, como el castillo de Grayskull, la fuente de poderes del c¨®mic He-man. Uno de los pedidos que hizo la defensa de la familia de Bernal es que se cierre la Escuela Superior de Polic¨ªa y se reestructure por completo, pero la solicitud no fue acogida. Tampoco se ha dispuesto qu¨¦ pasar¨¢ con ese edificio que Guillermo Lasso orden¨® demoler despu¨¦s de las pericias jur¨ªdicas. ¡°Tendr¨¢ que volver a la normalidad, y consultar al presidente si mantiene esa decisi¨®n o que se vuelva habilitar porque no se puede tener un edificio inhabilitado con las necesidades de la Polic¨ªa Nacional¡±, responde Zapata.
La palabra del presidente tampoco se cumpli¨® cuando dispuso que ¡°los generales Freddy Goyes y Giovanni Ponce sean desvinculados de la instituci¨®n inmediatamente¡±, dijo Lasso en una cadena nacional de radio y televisi¨®n.
El ministro del Interior asegura que desde el crimen de Mar¨ªa Bel¨¦n la Polic¨ªa ¡°ha cambiado mucho¡±. ¡°Hemos graduado 391 subteniente con una malla curricular con enfoque en el fortalecimiento de derechos y equidad de g¨¦nero¡± y se dispuso que para cualquier ascenso sea preceptivo ¡°que no tenga ninguna denuncia de violencia intrafamiliar o derechos contra la mujer¡±, agreg¨® Zapata.
Para Elizabeth Otavalo, la lucha por justicia y reparaci¨®n no ha terminado con la sentencia. ¡°Con el caso de mi hija demostramos que en ocho meses se puede juzgar, que se puede denunciar¡±. Su siguiente batalla es que Germ¨¢n C¨¢ceres cumpla su sentencia en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad y no en la que est¨¢ asignada para polic¨ªas, de la instituci¨®n que ¨¦l fue dado de baja. Tampoco descarta llevar su casa a la Corte Interamericana: ¡°No se puede olvidar d¨®nde mataron a mi hija, el Estado debe responder por no actuar¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.