Todos los frentes abiertos de Putin
La rebeli¨®n fallida de los mercenarios de Wagner ha mostrado las grietas en el poder del l¨ªder ruso. Adem¨¢s de la guerra en Ucrania, el presidente afronta el desapego de parte de la sociedad, un sombr¨ªo horizonte econ¨®mico y la presi¨®n internacional
Cuando lanz¨® la guerra sobre Ucrania en febrero de 2022, Vlad¨ªmir Putin pensaba que el pueblo ruso ser¨ªa capaz de distinguir ¡°a los patriotas de verdad de la escoria y los traidores¡±. As¨ª lo expres¨® en un acto en el estadio moscovita de Luzhnik¨ª un mes despu¨¦s, donde tambi¨¦n afirm¨® que la quinta columna rusa la formaban aquellos que hab¨ªan abandonado el pa¨ªs o rechazaban servir en el ej¨¦rcito. Se equivocaba: el primer gran golpe no se lo ha propinado ning¨²n disidente dem¨®crata, sino los mismos mercenarios a los que hace un mes felicitaba por la conquista de la localidad ucrania de Bajmut. La rebeli¨®n del grupo Wagner el pasado fin de semana ha mostrado grietas en la fidelidad al presidente ruso y ha expuesto debilidades en su control del r¨¦gimen. A las consecuencias del intento fracasado de golpe militar en mitad de la guerra contra Ucrania se suman otros frentes abiertos a los que est¨¢ expuesto Putin, desde el desapego social a su figura al deterioro econ¨®mico, pasando por el creciente aislamiento internacional.
El silencio de muchas figuras pr¨®ximas al Kremlin durante el avance de los mercenarios hacia Mosc¨² ha sido m¨¢s estruendoso que las diatribas contra la c¨²pula del ej¨¦rcito y del Ministerio de Defensa de Yevgueni Prigozhin, el jefe de Wagner. Llamativa ha sido tambi¨¦n la reacci¨®n del propio pueblo ruso, el que supuestamente respaldaba sin fisuras al l¨ªder: no se form¨® ninguna manifestaci¨®n en apoyo de Putin, mientras que las tropas rebeldes fueron agasajadas por grupos de ciudadanos en su avance hacia la capital rusa.
La indiferencia de la poblaci¨®n ante el golpe ha encendido las alarmas en el Kremlin tras 23 a?os en los que Putin parec¨ªa imprescindible. El mandatario intenta ahora recuperar el contacto con la ciudadan¨ªa, de la que se distanci¨® con la pandemia.
Putin tambi¨¦n ha dado muestras de confiar cada vez menos en sus asesores. Tras permitir la salida del jefe de Wagner a Bielorrusia, uno de los generales m¨¢s populares, Sergu¨¦i Surovikin, ha sido interrogado por su estrecha relaci¨®n con Prigozhin. La divisi¨®n interna del ej¨¦rcito se ha hecho a¨²n m¨¢s palpable tras el amotinamiento y hay otro gran se?alado: el ministro de Defensa, el general Sergu¨¦i Shoig¨², del que muchos recuerdan que es del c¨ªrculo ¨ªntimo del presidente, pero no militar de carrera.
Los planes de Putin han revelado fisuras esta ¨²ltima semana. La industria militar trabaja a pleno rendimiento y los misiles para atacar a Ucrania no se han agotado, pero la insurrecci¨®n de Prigozhin, con quien simpatizan muchos soldados por haberse atrevido a criticar al alto mando, ha evidenciado el desencanto de parte de los rusos. Adem¨¢s, la fuerte devaluaci¨®n del rublo y los nuevos impuestos extraordinarios revelan que la situaci¨®n econ¨®mica no es tan boyante como presume el Kremlin. Las sanciones internacionales tambi¨¦n hacen mella.
El tiempo corre y en el horizonte est¨¢n las elecciones presidenciales de marzo de 2024. El margen para errores se estrecha en medio de la indiferencia de los ciudadanos tras 16 meses de guerra.
La sociedad rusa, entre la indiferencia y el miedo
Al final de la avenida de Novi Arbat de Mosc¨², un monumento recuerda que all¨ª fueron asesinados ¡°tres defensores de la democracia¡± al manifestarse junto a otros miles frente a los golpistas que pretend¨ªan desalojar a Mija¨ªl Gorbachov en agosto de 1991. Murieron a manos del batall¨®n que capitaneaba un entonces desconocido Sergu¨¦i Surovikin, hasta hace una semana uno de los generales m¨¢s aclamados de las Fuerzas Armadas rusas y camarada de Yevgueni Prigozhin. A diferencia de hace tres d¨¦cadas y pese a la petici¨®n de estrechar filas en torno al presidente, los ciudadanos no tomaron las calles para mostrar su apoyo al Gobierno tras la fallida rebeli¨®n contra el alto mando y contra el Kremlin del 23 y 24 de junio. Miedo, indiferencia y hast¨ªo fueron los sentimientos que despert¨® el enfrentamiento militar y pol¨ªtico en los rusos de a pie.
¡°En 1991 ten¨ªamos claro que hab¨ªa un lado bueno y otro malo. Ahora no hay opci¨®n: malo o malo¡±, afirma una moscovita que hab¨ªa empezado la universidad cuando se produjo el golpe de la c¨²pula comunista contra Gorbachov. No tuvo miedo entonces de mostrar su rostro p¨²blicamente. Hoy, como muchos otros, prefiere hablar desde el anonimato. ¡°Lo mejor para nosotros ser¨¢ la opci¨®n menos mala¡±, agrega.
Otra mujer, Asia, considera que la situaci¨®n pol¨ªtica no est¨¢ en sus manos. ¡°Comprend¨ª que la situaci¨®n era grave [cuando se produjo el intento de golpe de Wagner], pero no pod¨ªa influir en ello. Tuve miedo, plane¨¦ qu¨¦ hacer si hubiera pasado algo realmente grave¡±, dice por tel¨¦fono. Su alternativa era marcharse a Kaz¨¢n, a unos 800 kil¨®metros al este de Mosc¨². Muchos rusos se fueron a sus dachas, las casas de campo a las afueras, hasta que se calmase todo.
En Kaz¨¢n se encontraba Den¨ªs ¡ªnombre ficticio, ya que quiere preservar el anonimato¡ª aquel fin de semana. ¡°Observaba la situaci¨®n desde la distancia y me sent¨ªa algo m¨¢s seguro. No pude evitar una mezcla de emociones que iban desde el miedo y la euforia hasta el p¨¢nico y una fuerte sensaci¨®n de curiosidad por el resultado final¡±, afirma este treinta?ero. ¡°No me alineo con ninguno de los bandos, solo espero que cualquier cambio se produzca progresivamente y no a trav¨¦s de una revoluci¨®n. Lo ¨²ltimo que quiero ver es otra guerra sin sentido¡±, a?ade.
¡°Ya ha pasado todo¡± y ¡°ha sido un circo¡± son dos de las frases m¨¢s repetidas por los rusos, pese a que una columna con miles de rebeldes avanz¨® hace ocho d¨ªas hacia la capital derribando helic¨®pteros de combate y tomando instalaciones militares. Para muchos, ha sido una an¨¦cdota y pr¨¢cticamente dej¨® de hablarse sobre ello a los pocos d¨ªas.
¡°El domingo ya nadie se acordaba¡±, dice Anna. Natural de Vor¨®nezh, la segunda regi¨®n por la que pas¨® Wagner mientras amenazaba con entrar en la capital, relata por tel¨¦fono c¨®mo vivieron aquellos hechos su familia y sus amigos. ¡°Mis padres quer¨ªan ir a la casa de campo el fin de semana, pero [las autoridades] declararon la operaci¨®n antiterrorista y estaban cortadas todas las salidas de la ciudad; al final se quedaron en casa de unos amigos¡±. ¡°No entend¨ªan mi p¨¢nico¡±, a?ade.
Los rusos pod¨ªan ver, incluso por los canales oficiales, que se desarrollaba un mot¨ªn armado en su pa¨ªs. ¡°El p¨¢nico es incomprensible¡±, escribi¨® a Anna un amigo suyo, ¡°las noticias hablan de un dep¨®sito en llamas y de que la polic¨ªa y la Guardia Nacional han reforzado la ciudad, pero mientras conduc¨ªa al trabajo no vi nada. Todo est¨¢ bien en general¡±. Aquel tanque de combustible hab¨ªa sido bombardeado por las fuerzas rusas para dificultar el avance de los rebeldes, igual que un puente entre dos pueblos cercanos. ¡°Me contaron que el hijo de una conocida no pod¨ªa volver a casa¡±, relata Anna.
En los medios estatales rusos se vivi¨® la crisis ¡°no con miedo, sino con adrenalina¡±. ¡°No entend¨ªa nada¡±, dice una trabajadora de un canal de televisi¨®n que quiere mantener el anonimato. ¡°Durante la noche del viernes pens¨¦ que todo hab¨ªa sido fabricado, no me cre¨ªa nada. El s¨¢bado tuve la sensaci¨®n de que algo estaba pasando, pero que terminar¨ªa bien. ?Y lo arreglaron!¡±, escribe a trav¨¦s del m¨®vil. Y destaca: ¡°Dir¨ªa que fue gracias al presidente [Putin] y a [Aleksandr] Lukashenko¡±, mandatario de Bielorrusia, que medi¨® en el enfrentamiento. Prigozhin detuvo finalmente el avance hacia la capital y retir¨® a sus mercenarios de las instalaciones ocupadas en Rostov del Don para exiliarse luego en el pa¨ªs vecino.
¡°Esta indiferencia de los rusos ante lo que pueda pasarle al Gobierno es un indicativo de que no lo apoyan [a Putin] y que puede ser muy f¨¢cil cambiar uno por otro¡±, afirma Oleg Lukin, investigador ruso de la p¨¢gina web de an¨¢lisis El Orden Mundial. ¡°Este suceso refuerza la idea de que Rusia es un pa¨ªs secuestrado. En este caso por una organizaci¨®n criminal que quer¨ªa derrocar a otra¡±, sostiene.
Horas despu¨¦s de que los rebeldes de Wagner se retirasen entre los v¨ªtores de los vecinos de Rostov del Don y Vor¨®nezh, los moscovitas volv¨ªan a hacer vida normal. Pero Putin dio muestras de cambiar de paso. Tras estar aislado del mundo por la pandemia desde 2020, el mi¨¦rcoles se sumergi¨® en una multitud en una visita expr¨¦s a Derbent, capital de la rep¨²blica de Daguest¨¢n. Abrazos, gritos, selfis. Un gesto dirigido a mostrar que a¨²n goza del apoyo del ruso medio.
Aunque varias voces pol¨ªticas pidieron unidad en torno al presidente nada m¨¢s comenzar la rebeli¨®n de los mercenarios, la Duma Estatal no se reuni¨® hasta el martes para abordar esta crisis y pedir un apoyo un¨¢nime para Putin. ¡°La lecci¨®n que aprendimos el 24 de junio es muy simple: estamos m¨¢s unidos¡±, dijo el l¨ªder del populista Partido Liberal-Dem¨®crata de Rusia, Leonid Slutski.
La rebeli¨®n coincidi¨® con un sondeo que realizaba en aquel momento el centro de estudios sociol¨®gicos independiente Levada. La encuesta reflej¨® que la crisis ha hundido la imagen p¨²blica tanto del amotinado como del ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoig¨². La aprobaci¨®n de Prigozhin se hundi¨® del 58% que ten¨ªa en v¨ªsperas de su alzamiento al 34% a principios de esta semana, mientras que el respaldo a Shoig¨² baj¨® del 60% al 51%. Adem¨¢s, llama la atenci¨®n que est¨¦ mejor valorado el presidente checheno, Ramz¨¢n Kad¨ªrov (71%). El l¨ªder de la rep¨²blica cauc¨¢sica tard¨® m¨¢s de medio d¨ªa en pronunciarse a favor de Putin.
La aprobaci¨®n de Putin se ha mantenido estable en torno al 82% de los rusos, aunque otra encuesta realizada por Levada del 22 al 28 de junio refleja que el porcentaje de poblaci¨®n que considera que el pa¨ªs ¡°va en la direcci¨®n correcta¡± baj¨® del 67% al 61% ¨Dla cifra lleg¨® a alcanzar el 53% el s¨¢bado del mot¨ªn¨D.
En la ¨¦lite se ha tomado nota del ¨¦xito cosechado por un cr¨ªtico Prigozhin y por Kad¨ªrov frente a un Kremlin y un Ministerio de Defensa que no admiten errores. Antes del mot¨ªn, un 19% de los encuestados por Levada estaba dispuesto a apoyar al due?o de Wagner si se presentaba a las presidenciales de 2024, aunque esta cifra baj¨® al 10% tras rebelarse contra el Gobierno.
Pese al intento fallido de golpe militar, los productos de los mercenarios no han sido prohibidos, sino que se han convertido en un ¨¦xito de ventas en Rusia. Ozon y Wildberries, las principales plataformas de comercio online rusas, ofrec¨ªan este s¨¢bado 12.228 y 16.278 art¨ªculos bajo la etiqueta ¡°Wagner¡±: banderas, parches, llaveros, tazas, camisetas... con la calavera de los rebeldes e, incluso, im¨¢genes del propio Prigozhin.
Mientras que la venta online se ha disparado, en las tiendas de productos militares y recuerdos es mucho m¨¢s dif¨ªcil encontrar sus productos, al menos en la capital. ¡°No, no tenemos nada¡±, respond¨ªa esta semana con evidente nerviosismo una vendedora al preguntarle si ofrec¨ªa algo de Wagner. El mot¨ªn segu¨ªa reciente y no hab¨ªa asimilado a¨²n que el grupo en realidad sigue siendo legal gracias a que Putin ha garantizado su seguridad: los mercenarios podr¨¢n integrarse en el ej¨¦rcito, ir a Bielorrusia o dejar las armas.
El horizonte electoral
La guerra est¨¢ a punto de entrar en campa?a electoral en Rusia. Quedan nueve meses para los comicios presidenciales de marzo de 2024 y Vlad¨ªmir Putin a¨²n no ha anunciado si ser¨¢ de nuevo candidato, aunque en el plano pol¨ªtico mantiene de momento la situaci¨®n bajo control: la oposici¨®n democr¨¢tica est¨¢ en prisi¨®n o en el exilio, y los partidos que forman parte del Parlamento han reiterado su fidelidad al presidente tras la algarada de Wagner.
Pero las elecciones m¨¢s importantes para el Kremlin no ser¨¢n las rusas, sino las estadounidenses de noviembre. La gran esperanza de Putin es el regreso de Donald Trump, quien insisti¨® esta semana en una entrevista en la agencia Reuters en que se debe forzar a Ucrania a hacer concesiones a Rusia.
Los partidos sat¨¦lites del Kremlin han pedido encarecidamente unidad en torno a Putin, pero ha resultado llamativo que se tomasen su tiempo para posicionarse abiertamente del lado del mandatario. El l¨ªder de la oposici¨®n oficialista, el presidente del Partido Comunista de Rusia, Guennadi Ziug¨¢nov, esper¨® a que Putin se dirigiese a la naci¨®n para denunciar el mot¨ªn militar m¨¢s de 12 horas despu¨¦s de su inicio. Y el presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin, uno de los primeros en criticar la rebeli¨®n, aguard¨® hasta las once de la ma?ana del s¨¢bado 24, con la columna de mercenarios camino de Mosc¨².
La sensaci¨®n general es que Putin ha cerrado la conspiraci¨®n de Wagner solo temporalmente con su perd¨®n a los mercenarios. ¡°Algunos actores pueden tener la impresi¨®n de que jugar con el poder e incluso una rebeli¨®n abierta con v¨ªctimas no tendr¨¢ consecuencias que sean peligrosas para ellos personalmente: ganar¨¢n (tomar¨¢n el poder) o no perder¨¢n (ser¨¢n perdonados y exonerados de responsabilidad)¡±, afirma Mija¨ªl Kariaguin, experto del Centro de Coyuntura Pol¨ªtica.
¡°?C¨®mo se va a estabilizar el sistema pol¨ªtico as¨ª?¡±, se pregunta Kariaguin al recordar que las autoridades rusas critican, por un lado, un orden internacional con normas no escritas, al tiempo que hacen ver que la ley no se aplica a ciertas personas en el pa¨ªs.
El disidente Alex¨¦i Navalni anunci¨® en una de las vistas de un nuevo juicio al que se enfrenta que su equipo contactar¨¢ con los rusos que apoyan la guerra para intentar convencerlos de su fracaso. Seg¨²n el opositor, un 20% de la poblaci¨®n ha perdido alg¨²n conocido en combate frente al 5,6% al inicio de la movilizaci¨®n el a?o pasado.
Apenas una d¨¦cima parte de los rusos apoya las acciones de Navalni, seg¨²n una encuesta del instituto Levada. Sin embargo, la amenaza pol¨ªtica puede surgir en el lugar m¨¢s inesperado. En los ¨²ltimos comicios nacionales, las legislativas de 2021, fue el jefe del Partido Comunista en Mosc¨², Valeri Rashkin, quien abander¨® las manifestaciones por un supuesto fraude electoral masivo a trav¨¦s del voto electr¨®nico. Solo su detenci¨®n semanas despu¨¦s apag¨® las protestas.
Aquellas elecciones tuvieron lugar en un escenario m¨¢s o menos estable. Las presidenciales de 2024, si los planes de Putin no cambian, tendr¨¢n lugar en el segundo aniversario de una guerra que ha costado ya m¨¢s vidas que las de Chechenia y Afganist¨¢n.
La batalla en Ucrania
El presidente ruso es hoy poco m¨¢s o menos que el diablo en Ucrania, donde perciben con cierto alivio la tormenta de inestabilidad que nubla las altas esferas de poder del Kremlin, ahora que Kiev ha lanzado la esperada contraofensiva para recuperar el territorio ocupado en el sur y en el este. ¡°Mejor que no te diga qu¨¦ pienso de ¨¦l¡±, responde a pie de calle en la capital ucrania Anastasia, una joven de 22 a?os. Fracasados sus intentos de subyugar en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas los resortes del poder de Kiev, Putin puso en marcha en 2014 la anexi¨®n ilegal de Crimea, la guerra en Donb¨¢s, en el este, y finalmente, la gran invasi¨®n de febrero de 2022. Lo hizo impulsado por un imperialismo con aroma a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y apoyado en su particular tergiversaci¨®n de la historia, que considera al pa¨ªs vecino, independizado en 1991, un ente artificial. Su obsesi¨®n por Ucrania ¨Dsu ¡°desnazificaci¨®n¡±, insiste¨D y su determinaci¨®n a someterla por las armas no solo han dejado a Putin casi aislado del resto del planeta, sino que han multiplicado las crisis alimentaria, econ¨®mica y energ¨¦tica.
Nadie siente, en todo caso, que los designios de Putin se vayan a evaporar tras el sonado conflicto con el jefe de Wagner. ¡°No es cierto que Putin se vea obligado a dar marcha atr¨¢s en sus planes para Ucrania. No lo ha hecho durante 16 meses y no creo que lo haga en el futuro¡±, opina Yevhen Mahda, director del Institute of World Policy de Kiev. ¡°Putin cree que Ucrania es un territorio creado de forma artificial, cree que Estados Unidos est¨¢ en guerra con Rusia en Ucrania (¡) y que ese pa¨ªs est¨¢ ocupando lo que ¨¦l llama ¡®tierras rusas hist¨®ricas¡±, explica este analista pol¨ªtico. En ese sentido, ha tratado de manera sistem¨¢tica de someter al vecino. ¡°En febrero de 2022, esperaban capturar Kiev en tres d¨ªas, obligar a Ucrania a cambiar el Gobierno, y luego esperaban utilizar el potencial ucranio para adentrarse m¨¢s en Europa¡±, sostiene Mahda. Ahora, el l¨ªder ruso se enfrenta a la contraofensiva que ha iniciado Kiev.
¡°Putin est¨¢ m¨¢s amenazado que yo¡±, conclu¨ªa el viernes el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, durante un encuentro con medios espa?oles. ¡°A m¨ª solo me quiere matar Rusia y a Putin lo quiere matar todo el mundo¡±.
Un panorama econ¨®mico sombr¨ªo
La econom¨ªa rusa se tambalea. Su sistema financiero resisti¨® el castigo internacional en 2022 mejor de lo previsto, pero el efecto de las sanciones occidentales, la dr¨¢stica reducci¨®n de los ingresos p¨²blicos derivados de la venta de energ¨ªa y el aumento del gasto militar han provocado que entre enero y abril se superase el d¨¦ficit presupuestario previsto para todo el a?o fiscal, al acumular un agujero de 3,4 billones de rublos (41.000 millones de euros). La necesidad del Kremlin de elevar m¨¢s la inversi¨®n en su ej¨¦rcito para tratar de revertir la din¨¢mica en el campo de batalla choca con la intenci¨®n de mitigar al m¨¢ximo el impacto de la guerra en la sociedad rusa para evitar que surjan brotes de descontento.
La bater¨ªa de sanciones sin precedentes que la UE, Estados Unidos y otros aliados aprobaron al inicio de la invasi¨®n provoc¨® el desplome del rublo a m¨ªnimos hist¨®ricos y la Bolsa de Mosc¨² suspendi¨® su actividad durante un mes. Diversos analistas proyectaron una contracci¨®n de m¨¢s del 15% del PIB ruso en 2022; el presidente estadounidense, Joe Biden, asegur¨® que se reducir¨ªa ¡°a la mitad en unos a?os¡±. Tras el primer impacto, el Banco Central duplic¨® los tipos de inter¨¦s e inyect¨® liquidez a la banca mientras las exportaciones de hidrocarburos se disparaban con las ventas a China e India. El super¨¢vit comercial creci¨® un 70% el a?o pasado, superando los 300.000 millones de euros, y el PIB solo mengu¨® un 2,1%, menos que al inicio de la pandemia.
Los efectos de las sanciones al crudo ruso se han hecho esperar hasta 2023. Desde diciembre, la UE, el G-7 y Australia impusieron un veto total a la importaci¨®n y un tope de 60 d¨®lares sobre el precio de los barriles de crudo procedentes del gigante euroasi¨¢tico y transportados por navieras occidentales hacia cualquier destino. En los primeros cinco meses de 2023, los ingresos por la venta de petr¨®leo y gas se desplomaron un 52% respecto al mismo periodo del a?o anterior y el rublo marc¨® su nivel m¨¢s bajo frente al d¨®lar desde los primeros compases de la guerra.
Ante el sombr¨ªo panorama econ¨®mico, y con las tropas desplegadas en Ucrania cada vez m¨¢s exhaustas y con menos recursos, el Kremlin busca f¨®rmulas para multiplicar el gasto militar sin que repercuta profundamente en la calidad de vida de la sociedad rusa, ya mermada por la inflaci¨®n. Se desconoce cu¨¢nto invierte Rusia en costear la guerra. Desde la primavera de 2022, el presupuesto p¨²blico es cada vez menos transparente y el Gobierno financia el esfuerzo b¨¦lico por v¨ªas indirectas.
Aun as¨ª, el incremento del gasto militar ruso ha sido menor del que cab¨ªa esperar ante los s¨ªntomas de debilidad que exhibe su ej¨¦rcito en Ucrania. The Economist estima que Mosc¨² no dedica m¨¢s del 3% del PIB a sufragar la guerra, mientras que la URSS invirti¨® m¨¢s del 60% en algunas etapas de la II Guerra Mundial. El Consejo Alem¨¢n de Relaciones Internacionales (DGAP) y el Instituto Internacional de Investigaci¨®n para la Paz de Estocolmo (Sipri) calculan que Rusia ha elevado el gasto total en defensa a cerca del 5% del PIB, frente al 3,6% de 2021.
¡°A diferencia de Ucrania, que activ¨® una econom¨ªa de guerra, Rusia intenta evitar los recortes de gasto p¨²blico¡±, sostiene Guntram Wolff, director del DGAP. ¡°La opci¨®n de movilizar todos los recursos del pa¨ªs para financiar la guerra, al estilo sovi¨¦tico, ser¨ªa tremendamente perjudicial en t¨¦rminos econ¨®micos y peligros¨ªsimo para Putin¡±, agrega el economista alem¨¢n. Lucie B¨¦raud-Sudreau, investigadora del Sipri, considera que el Kremlin ¡°a¨²n tiene bastante margen de maniobra¡± para elevar el gasto militar sin adoptar medidas dr¨¢sticas para la poblaci¨®n. Tanto Wolff como B¨¦raud-Sudreau inciden en que el Fondo Nacional de Inversi¨®n Ruso posee activos por valor de m¨¢s de 150.000 millones de euros.
Varios factores ennegrecen a¨²n m¨¢s el panorama econ¨®mico. Por un lado, Occidente mantiene congelados bienes del Banco Central ruso por valor de en torno a 300.000 millones de euros. Por otro, Mosc¨² invierte cifras ingentes en reconstruir la ciudad ucrania de Mariupol ¡ªsu mayor conquista en 16 meses¡ª y en las prestaciones sociales de los habitantes que viven en las zonas ocupadas de las regiones de Jers¨®n, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, anexionadas ilegalmente en oto?o.
La sangr¨ªa demogr¨¢fica y la fuga de empresas y capital humano agudizan la grave situaci¨®n econ¨®mica. M¨¢s de un mill¨®n de rusos se han exiliado desde febrero de 2022. Y 300.000 hombres fueron movilizados forzosamente al frente. La tasa de desempleo est¨¢ en m¨ªnimos hist¨®ricos ¡ª3,2%¡ª, pero diversos sectores, como la industria armament¨ªstica, se han visto gravemente perjudicados por la escasez de mano de obra cualificada y la imposibilidad de importar tecnolog¨ªa occidental. Mosc¨² ha forzado a los gobiernos regionales a asumir parte del gasto b¨¦lico, como los uniformes y el equipamiento militar ¡ªmuy precario, generalmente¡ª de los j¨®venes reclutados en su territorio.
La uni¨®n de los adversarios en la escena internacional
El porvenir del r¨¦gimen de Putin depende en gran medida de la evoluci¨®n del contexto internacional. El desarrollo de la guerra en Ucrania o las vicisitudes de la econom¨ªa rusa est¨¢n vinculados a las decisiones que tomen Occidente, China y otros grandes actores del tablero global.
De entrada, desempe?a un papel fundamental el n¨²cleo occidental que ha impuesto sanciones a la econom¨ªa rusa (unos 40 pa¨ªses) o que respalda con armas a Ucrania (unos 30). Los suministros son clave esencial del balance de fuerzas en la guerra, y las sanciones, aunque no han doblegado a la econom¨ªa rusa, s¨ª la han malherido.
En este frente, la perspectiva para el Kremlin no es buena, ya que se detecta una fuerte determinaci¨®n de los adversarios a permanecer unidos e insistir en esa l¨ªnea. Desde el inicio de la invasi¨®n, la OTAN se ha ampliado, la UE ha respondido con unidad y ha superado la dependencia de la energ¨ªa rusa, mientras que las relaciones entre democracias atl¨¢nticas y pac¨ªficas se fortalecen.
En segundo lugar, resulta de enorme importancia la acci¨®n de China. Pek¨ªn ha ido exhibiendo su determinaci¨®n en afianzar una relaci¨®n estrat¨¦gica con Rusia, con la que comparte el recelo ante la preeminencia del mundo occidental. El comercio entre ambos pa¨ªses entre enero y mayo ha sido este a?o un 40% superior al del a?o anterior. China ha comprado m¨¢s energ¨ªa rusa y ha aumentado las exportaciones a una Rusia bajo sanciones.
Sin embargo, la relaci¨®n entre Pek¨ªn y Mosc¨² tiene claros l¨ªmites. China no ha suministrado, que se sepa, apoyo militar, y tambi¨¦n est¨¢ evitando exportaciones de productos avanzados y sensibles, porque teme sanciones secundarias por parte de Estados Unidos, un socio comercial enormemente m¨¢s importante para ella. En todo caso, este desarrollo de las relaciones sino-rusas es, de facto, una senda que conduce a una Rusia en posici¨®n de fuerte inferioridad y dependencia ante China.
En tercer lugar, es relevante la relaci¨®n con un amplio sector de pa¨ªses que algunos definen como sur global o que pueden considerarse no alineados. Si bien fueron 141 los pa¨ªses que condenaron la invasi¨®n de Ucrania en la Asamblea General de la ONU, un centenar de ellos ¡ªm¨¢s otro medio centenar que se abstuvo o no particip¨® en la votaci¨®n¡ª no quieren imponer sanciones o cortar lazos con Rusia. La India, en concreto, est¨¢ echando un bal¨®n de ox¨ªgeno con grandes compras de petr¨®leo; Brasil libra una ofensiva diplom¨¢tica que el Kremlin agradece al reclamar que se consideren las razones de Mosc¨² y las presuntas provocaciones de Occidente y Kiev; la reelecci¨®n de Recep Tayyip Erdogan en Turqu¨ªa fue tambi¨¦n una buena noticia para Rusia.
Aqu¨ª tambi¨¦n, no obstante, hay dificultades para el Kremlin. La India no piensa cortar lazos, pero se aleja de su dependencia de la venta de armas rusas y se acerca a Washington; la influencia de Brasil es muy baja; la crisis con Wagner complica la proyecci¨®n de influencia en pa¨ªses africanos donde el grupo mercenario era la longa manus de Mosc¨². Adem¨¢s, la relaci¨®n con Riad en el seno de la OPEP+, buena en los ¨²ltimos a?os, ha dado s¨ªntomas de deterioro y divergencias en las ¨²ltimas semanas.
Por ¨²ltimo, Mosc¨² ve tambi¨¦n cuestionada la proyecci¨®n de su influencia en el que considera su patio trasero. Los pa¨ªses de Asia central miran cada vez con mayor intensidad hacia Pek¨ªn ¡ªcon un Kazajist¨¢n especialmente orientado hacia una posici¨®n de independencia¡ª; en el C¨¢ucaso, el Azerbaiy¨¢n respaldado por Turqu¨ªa gana enteros frente a la Armenia apoyada hist¨®ricamente por Rusia. Y en Europa, Moldavia pisa el acelerador para integrarse en la UE.
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