Detenido 14 d¨ªas despu¨¦s de su fuga de pel¨ªcula un asesino condenado a cadena perpetua que ten¨ªa en vilo a EE UU

La b¨²squeda desesperada de Danelo Souza Cavalcante, asesino condenado a cadena perpetua cuya fuga ha tenido en vilo a Estados Unidos durante 14 d¨ªas, lleg¨® a su fin este mi¨¦rcoles, poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana, hora local. Result¨® ser un final feliz: Cavalcante ¨Dbrasile?o de 34 a?os sentenciado por matar en abril de 2021 con un cuchillo a su exnovia, D¨¦borah Evangelista Brand?o, en presencia de los hijos de esta¨D fue apresado con vida y sin incidentes en una zona boscosa del municipio de South Coventry, a unos 40 kil¨®metros de la prisi¨®n estatal del condado de Chester, al oeste de Filadelfia, de donde se escabull¨® el 31 de agosto en una maniobra de pel¨ªcula.

Desde entonces, las autoridades, que llegaron a desplegar hasta m¨¢s de 500 agentes, se hab¨ªan mostrado impotentes en su misi¨®n de dar con el pr¨®fugo. Las primeras im¨¢genes difundidas del arresto muestran un plano cenital en el que se ve esposado y con el torso desnudo a Cavalcante, al que que tambi¨¦n buscan las autoridades del Estado brasile?o de Tocantins por la muerte a balazos, en 2017, de Valter J¨²nior Moreira dos Reis. Dos agentes con uniforme de camuflaje le cortan con unas tijeras la camiseta y luego lo introducen en una furgoneta negra, aparcada al lado de lo que parece el exterior de una tienda de m¨¢quinas para cuidar el c¨¦sped. En otra de las grabaciones, el detenido camina, ya vestido con una sudadera de los Philadelphia Eagles, escoltado por dos hombres fuertemente armados. En la tercera, unos 40 compa?eros sonrientes se hacen una foto de grupo para inmortalizar la haza?a, con Cavalcante en el centro.

Al rato, poco antes de las 10 de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, el gobernador dem¨®crata de Pensilvania, Josh Shapiro, compareci¨® ante la prensa para felicitarse porque la operaci¨®n hubiera llegado a buen puerto y para agradecer a sus compatriotas la entereza demostrada durante un ¡°tiempo dif¨ªcil y preocupante¡±. Despu¨¦s, con otro agradecimiento al agente George Bivens, que se ha erigido en portavoz durante la crisis, le cedi¨® la palabra para que ofreciera detalles sobre los ¨²ltimos minutos de ef¨ªmera libertad del fugitivo.

Bivens cont¨® que la alerta lleg¨® a medianoche, cuando salt¨® la alarma antirrobo de una casa de la zona en la que apresaron al fugado. Habl¨® de una operaci¨®n nocturna interrumpida por la tormenta, en la que participaron miembros de la Patrulla Fronteriza llegados de El Paso (Texas) y de la unidad especial de la Polic¨ªa Estatal, as¨ª como una aeronave de vigilancia de la agencia de narc¨®ticos (la DEA) que no lo tuvo f¨¢cil, debido a la meteorolog¨ªa. Fue esa avioneta la que detect¨® una fuente de calor corporal que delat¨® la presencia de Cavalcante en el bosque.

Los agentes esperaron hasta que pasara la lluvia antes de echarse sobre el fugitivo, que estaba tumbado en el suelo, con un rifle al lado. ¡°No se dispar¨® ning¨²n arma¡±, dijo Bivens. ¡°[Los agentes] Pudieron moverse muy sigilosamente, contaron con el elemento sorpresa. Cavalcante no se dio cuenta de que estaba rodeado hasta que los ten¨ªa encima¡±. En el proceso, que dur¨® unos cinco minutos, el detenido recibi¨® la dentellada de un perro polic¨ªa, por la que, asegur¨® Bivens, estaba siendo tratado por los m¨¦dicos. ¡°Les puedo garantizar que en el tiempo en que est¨¦ en nuestra custodia, no volver¨¢ a escaparse del sistema penitenciario de Pensilvania¡±, sentenci¨® el teniente coronel de la polic¨ªa estatal.

Las ¨²ltimas noticias de una fuga que las cadenas de televisi¨®n siguieron durante estos d¨ªas al minuto hab¨ªa llegado el d¨ªa anterior, cuando Bivens inform¨® de que la noche del lunes el fugitivo se hab¨ªa hecho con un rifle del calibre 22 con mirilla y linterna, que rob¨® del garaje de una casa unifamiliar. A punto estuvo su propietario de abortar el hurto: el tipo lo descubri¨® y le dispar¨® varias veces con otra de sus pistolas. Cavalcante result¨® ileso. Ah¨ª fue cuando las autoridades pasaron a considerar al fugado como ¡°armado y extremadamente peligroso¡±.

La polic¨ªa hab¨ªa avisado a los vecinos del lugar en el que lo vieron por ¨²ltima vez de que cerraran ¡°con llave todas las puertas y ventanas¡±, as¨ª como los veh¨ªculos, y que permanecieran en el interior de sus casas. ¡°No se acerquen a ¨¦l. Llamen al [tel¨¦fono de la polic¨ªa] 911 si lo ven¡±. La recompensa por cualquier informaci¨®n que lleve sobre su pista subi¨® en las ¨²ltimas horas de la cacer¨ªa de 10.000 a 25.000 d¨®lares (23.300 euros).

El ¨¢rea en torno a la prisi¨®n, cuyos vecinos han descrito la situaci¨®n de estas semanas como ¡°una pesadilla¡±, es una zona semirresidencial con extensas porciones de bosque, en las que Cavalcante encontr¨® la manera de esconderse de noche y de d¨ªa. En un pa¨ªs donde a menudo es dif¨ªcil distinguir la realidad de las pel¨ªculas, la dram¨¢tica situaci¨®n, retransmitida en directo, trascendi¨® el inter¨¦s local para cautivar la atenci¨®n nacional.

El paso del cangrejo

El pr¨®fugo escuch¨® la dureza de su sentencia en agosto. Pocos d¨ªas antes de empezar a cumplir prisi¨®n de por vida, escap¨® el ¨²ltimo d¨ªa del mes de la c¨¢rcel trepando por una pared. Hay un v¨ªdeo de seguridad que recoge el momento. En ¨¦l, se ve al preso, de poco m¨¢s de un metro y medio de estatura, acercarse distra¨ªdo a un pasillo estrecho de ladrillo visto. Apoya un pie y las dos manos y empieza a caminar en posici¨®n horizontal sin quitar la vista del patio del presidio. Enseguida desaparece del plano. Uno de los guardias de la penitenciar¨ªa describi¨® el truco imposible como ¡°el paso del cangrejo¡±.

Despu¨¦s logr¨® abrirse camino entre el alambre de espino, que el alcaide mand¨® poner despu¨¦s de que otro recluso intentara sin ¨¦xito la misma complicada maniobra a principios de a?o. Cruz¨® el tejado a la carrera, salt¨® una valla, sorte¨® m¨¢s alambre de espino y se esfum¨®.

En los d¨ªas siguientes se sucedieron los encuentros fugaces con vecinos aterrorizados. Cuando la polic¨ªa llegaba atendiendo a esas llamadas de emergencia, Cavalcante ya se hab¨ªa esfumado. Al final de la semana se supo que el tipo hab¨ªa aparecido en el v¨ªdeo de una de esas c¨¢maras que instalan los propietarios precavidos a las puertas de sus casas. Era la prueba de que el asesino hab¨ªa traspasado el per¨ªmetro de seguridad de unos 35 kil¨®metros cuadrados, en los que se cortaron las carreteras y se pein¨® la zona con centenares de agentes y el sobrevuelo de los helic¨®pteros.

En el nuevo v¨ªdeo, el fugitivo luc¨ªa adem¨¢s un aspecto distinto al de la foto de su detenci¨®n, en la que se le ve con pelo largo y barba en medio de un rostro lampi?o. El nuevo Cavalcante estaba afeitado y vest¨ªa visera de b¨¦isbol y una sudadera con gorro verde. Tambi¨¦n trascendi¨® que hab¨ªa robado una camioneta de reparto, que abandon¨® cuando se acab¨® la gasolina, y que trat¨® de entrar en contacto sin ¨¦xito con dos viejos compa?eros de trabajo.

El incidente del lunes (el robo del rifle y el enfrentamiento con el vecino armado) convenci¨® a las autoridades, que pasaron los ¨²ltimos d¨ªas tratando de justificar su aparente incompetencia, de la necesidad de aumentar el dispositivo de busca y captura, hasta alistar a unos 500 agentes, reclutados de las filas de la polic¨ªa estatal de Pensilvania, el FBI, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y los US Marshalls.

El suceso tambi¨¦n ha alentado un debate sobre el funcionamiento del sistema migratorio estadounidense, que pol¨ªticos de ambos lados del espectro pol¨ªtico consideran ¡°roto¡± por la falta de actualizaci¨®n legislativa. La pregunta que se hicieron los vecinos de la c¨¢rcel es por qu¨¦ Cavalcante no fue expulsado del pa¨ªs tras el asesinato de su exnovia. En Estados Unidos entr¨® ilegalmente, no se sabe bien cu¨¢ndo, salvo que tuvo que ser tras matar en 2017 a Moreira dos Reis, al que asesin¨® de seis balazos porque le deb¨ªa dinero por la reparaci¨®n de un coche.

La deportaci¨®n de los indocumentados (11 millones de personas, seg¨²n c¨¢lculos del Instituto de Pol¨ªtica Migratoria) se ejecuta cuando estos cometen delitos leves (los estudios demuestran que, independientemente de la gravedad, los cometen en un porcentaje menor que los nacionales). En un caso como este, la ley dicta que si es condenado tiene que cumplir su condena en Estados Unidos.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.