El apoyo de la ultraderecha alemana a una ley de los democristianos pone en cuesti¨®n el cord¨®n sanitario
El presidente de Turingia califica de ¡°pacto con el diablo¡± la primera votaci¨®n en el Parlamento de un Estado ganada por la CDU con ayuda de AfD
El Estado federado de Turingia, en el este de Alemania, ha vuelto a protagonizar un suceso que pone en cuesti¨®n el c¨¦lebre cord¨®n sanitario alem¨¢n contra la ultraderecha. Los radicales de Alternativa para Alemania (AfD) han permitido con sus votos que salga adelante una reducci¨®n de impuestos propuesta por los democristianos de la CDU, en un movimiento que el presidente del Gobierno regional, el izquierdista Bodo Ramelow, ha calificado de ¡°pacto con el diablo¡±.
El cord¨®n sanitario, o cortafuegos, como se conoce en Alemania, consiste en evitar toda colaboraci¨®n con AfD y en todos los niveles, tanto el federal como el regional y local. Por eso, la votaci¨®n conjunta en el parlamento de Turingia ha provocado la indignaci¨®n de los partidos progresistas. El grupo parlamentario del SPD en el Bundestag asegur¨®: ¡°El cortafuegos no se est¨¢ desmoronando, ha sido derribado¡±. Es este un hecho in¨¦dito en la historia reciente alemana, la ruptura de un tab¨² pol¨ªtico. Existe un precedente en 2020, cuando los diputados de AfD ayudaron a proclamar presidente al candidato liberal Thomas Kemmerich. Pero entonces se produjo tal esc¨¢ndalo que provoc¨® la dimisi¨®n de Annegret Kramp-Karrenbauer, la sucesora de Angela Merkel al frente de la CDU.
Los democristianos se defienden, sin embargo, de las acusaciones de haber roto el cord¨®n sanitario. El l¨ªder conservador, Friedrich Merz, ha asegurado que nada ha cambiado, que el cortafuegos sigue intacto, y que su partido sigue sin colaborar con AfD. Entiende por cooperaci¨®n la negociaci¨®n de acuerdos y el desarrollo conjunto de iniciativas, y eso, asegura, no es lo que ha sucedido en Turingia. Los socialdem¨®cratas no lo ven as¨ª y le acusan de no tener controlado a su partido en este land parte de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), donde la ultraderecha podr¨ªa ser la fuerza m¨¢s votada en las elecciones que se celebran el a?o que viene, seg¨²n las encuestas.
El proyecto de ley de la CDU consiste en rebajar el impuesto a las transmisiones patrimoniales del 6,5% al 5%. Una reducci¨®n impositiva que sali¨® adelante en el parlamento de Erfurt, capital de Turingia, por 46 votos frente a los 42 del bloque de izquierdas. El l¨ªder del grupo parlamentario de la CDU, Mario Voigt, defendi¨® su propuesta asegurando que pr¨¢cticamente ning¨²n otro Estado federado ten¨ªa un impuesto tan elevado como Turingia. ¡°No puedo tomar decisiones buenas e importantes para el Estado, el alivio de las familias y la econom¨ªa, dependiendo de que las personas equivocadas puedan estar de acuerdo¡±, se?al¨®. El cambio supone que el erario pierde alrededor de 50 millones de euros, raz¨®n por la que la coalici¨®n de Gobierno vot¨® en contra.
El tripartido liderado por Bodo Ramelow acusa a la CDU de permitir por primera vez a la ultraderecha influir en el presupuesto del Estado. Los democristianos, afirm¨® el l¨ªder del grupo parlamentario del partido izquierdista Die Linke, Steffen Dittes, est¨¢n ¡°poniendo en marcha una peque?a coalici¨®n en la oposici¨®n que incluye a AfD¡±.
Aunque hay similitudes con la votaci¨®n de 2020, considerada como la primera brecha del cord¨®n sanitario en Alemania, tambi¨¦n hay muchas diferencias. No consta que la CDU haya negociado nada con AfD, partido muy interesado en proyectar una imagen de cooperaci¨®n con otras formaciones que le normalice frente a la opini¨®n p¨²blica. Su copresidenta, Alice Weidel, se apresur¨® a anunciar en la red social X (antes Twitter) que ¡°el cortafuegos es historia y Turingia es solo el comienzo¡±.
#Merz' Brandmauer ist Geschichte - und Th¨¹ringen erst der Anfang. Es wird Zeit, dem demokratischen Willen der B¨¹rger ¨¹berall in Deutschland zu entsprechen. #DeshalbAfD #AfD https://t.co/4LR3I4tCqN
— Alice Weidel (@Alice_Weidel) September 14, 2023
La llamada crisis de Turingia provoc¨® hace tres a?os, poco antes del estallido de la pandemia de covid-19, tal consternaci¨®n en todo el pa¨ªs que se llev¨® por delante la carrera pol¨ªtica de la mujer que estaba llamada a suceder a Angela Merkel al frente de los democristianos, Annegret Kramp-Karrenbauer, entonces presidenta de la CDU. El voto conjunto de los democristianos y AfD permiti¨® elegir presidente de Turingia al candidato liberal, al que la felicidad apenas dur¨® 24 horas. Se vio obligado a dimitir ante el esc¨¢ndalo de haber sido elegido con los votos de la extrema derecha. En una nueva votaci¨®n gan¨® el candidato de Die Linke, el partido heredero del poscomunismo, que en realidad era quien hab¨ªa ganado los comicios con el 30% de los votos (seguido por el 24% de AfD).
Aunque la CDU toler¨® (se abstuvo en la votaci¨®n) un Gobierno de izquierdas para aislar a la ultraderecha y pudo dar por saldada la crisis, el episodio se llev¨® por delante a su presidenta. Kramp-Karrenbauer hab¨ªa quedado enormemente debilitada al evidenciarse que no controlaba a su partido en Turingia. Ramelow gobierna desde entonces en minor¨ªa en una pac¨ªfica coalici¨®n con el SPD y Los Verdes.
El a?o que viene se celebran nuevas elecciones en Turingia y la AfD encabeza las encuestas de intenci¨®n de voto con el 32%. Su l¨ªder regional, Bj?rn H?cke, es el principal ide¨®logo del ala m¨¢s extremista de la formaci¨®n y en los ¨²ltimos a?os ha ido ganando poder a medida que expulsaba a los dirigentes m¨¢s moderados. El partido est¨¢ calificado por los servicios secretos regionales como ¡°extremista de derechas¡± y H?cke ser¨¢ juzgado pr¨®ximamente por usar esl¨®ganes nazis en sus m¨ªtines.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.