De los atentados al crimen en la sombra: la Mafia se reorganiza tras la muerte del capo Messina Denaro
La Cosa Nostra deja de lado las matanzas medi¨¢ticas, se centra en el narcotr¨¢fico y la corrupci¨®n e intenta recuperar terreno a la calabresa ¡®Ndrangheta
El hist¨®rico jefe de la Mafia Matteo Messina Denaro, fallecido esta semana en prisi¨®n, se hab¨ªa convertido en un elefante en la habitaci¨®n para la mafia siciliana. Era el ¨²ltimo capo que a¨²n quedaba vivo de la ¨¦poca m¨¢s sanguinaria de los atentados, las matanzas p¨²blicas, las bombas o las guerras abiertas entre clanes. Y era una figura con mucho magnetismo medi¨¢tico que atra¨ªa peligrosamente los focos. Nadie dudaba de que era un problema para la organizaci¨®n criminal, a pesar de que no lo dejaron caer y le ayudaron a pasar tres d¨¦cadas en la clandestinidad, en las que sigui¨® operativo hasta su arresto el pasado enero.
Las cosas comenzaron a cambiar en la Cosa Nostra con la entrada de Messina Denaro, casi una figura mitol¨®gica para la Mafia, en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de L¡¯Aquila. Pero ahora, tras su muerte, ha vuelto a pesar la duda de en qu¨¦ situaci¨®n queda la hist¨®rica organizaci¨®n mafiosa siciliana. Parece que se est¨¢ reorganizando para retornar a las sombras y esquivar los radares de las autoridades, aunque sigue ¡°viva y todav¨ªa fuerte¡±, como ha avisado el general de los Carabinieri que detuvo al capo, Pasquale Angelosanto.
Pietro Grasso, antiguo fiscal nacional antimafia, ha advertido tambi¨¦n de que la organizaci¨®n siciliana ha entrado en una nueva fase, pero sigue activa. ¡°Con la muerte de Matteo Messina Denaro termina una vida llena de violencia, conspiraciones y misterios. Tambi¨¦n termina una era de la Cosa Nostra, pero no la Cosa Nostra. No termin¨® con la muerte de Salvatore Tot¨° Riina, ni con la de Bernardo Provenzano, ni termina hoy. La Cosa Nostra cambia, evoluciona, se transforma, pero sigue siendo el principal obst¨¢culo para una Sicilia y para una Italia libres del yugo de la violencia, del chantaje, de la pobreza¡±, ha dicho.
El investigador y escritor Antonio Nicaso, especializado en mafias, explica, en conversaci¨®n con este diario, que la Cosa Nostra est¨¢ atravesando ¡°un momento importante¡±, porque se encuentra en plena reorganizaci¨®n y ¡°est¨¢ dejando atr¨¢s la larga etapa de las matanzas y los atentados¡± contra jueces, representantes de las instituciones, periodistas e incluso contra el patrimonio art¨ªstico, propios del periodo en el que el grupo de los corleoneses dominaban en Sicilia, en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, con Riina al frente, del que Messina Denaro fue disc¨ªpulo. ¡°La mafia siciliana est¨¢ volviendo a hacer lo que siempre hab¨ªa hecho: usar la violencia solo cuando es estrictamente necesario. La fase de los corleoneses fue una excepci¨®n, una anomal¨ªa en la historia de la organizaci¨®n criminal¡±, considera Nicaso.
Y se?ala que la mafia siciliana se est¨¢ centrando de nuevo en los negocios sucios y la corrupci¨®n. ¡°Se nota, por ejemplo, porque las autoridades han interceptado recientemente cargamentos ingentes de coca¨ªna en Palermo y Catania¡±, agrega. El experto, que es consultor de gobiernos y de distintos organismos que estudian la criminalidad organizada, cree que la Cosa Nostra trata de recuperar el terreno que perdi¨® durante la etapa de los atentados de los a?os noventa, y que le gan¨® la ¡®Ndrangheta, la mafia calabresa, actualmente la m¨¢s potente de Italia, que ¡°fue capaz de adelantar al resto de mafias, porque creci¨® econ¨®micamente en silencio mientras el Estado se concentraba en la lucha contra la Cosa Nostra¡±, seg¨²n apunta Nicaso.
¡°Ahora la Cosa Nostra est¨¢ volviendo a tejer relaciones con la pol¨ªtica, con los entornos institucionales, con las altas esferas de la econom¨ªa y las finanzas, para tornar a los niveles anteriores a los atentados, ahora est¨¢ m¨¢s interesada en hacer dinero y adquirir poder que en usar la violencia o desafiar al Estado¡±, agrega el experto. Y aclara que, tradicionalmente, ¡°las mafias no desaf¨ªan al Estado, sino que se infiltran en ¨¦l¡±. ¡°Tratan de infiltrarse en el tejido econ¨®mico, urden relaciones con la pol¨ªtica y las finanzas, porque este tipo de violencia, sustentada en la corrupci¨®n y las relaciones de poder, es mucho m¨¢s dif¨ªcil de detectar y de derrotar¡±, explica Nicaso, que recuerda que la Mafia siempre fue ¡°una de las primeras en potencia econ¨®mica¡±, sobre todo gracias al tr¨¢fico internacional de hero¨ªna y a su ingente red de laboratorios, que le permit¨ªan enviar la droga a Estados Unidos y a medio mundo.
Ahora, la Cosa Nostra ¡°se est¨¢ centrando m¨¢s en su dimensi¨®n econ¨®mica y menos en la militar¡±, apunta Nicaso. El propio Messina Denaro ya se alej¨® de los m¨¦todos sangrientos en su ¨²ltima etapa y se focaliz¨® m¨¢s en los negocios, lo que incluso le acarre¨® las cr¨ªticas de su mentor, Riina. ¡°Cre¨® una red de relaciones que le permiti¨® pasar 30 a?os en la clandestinidad, al lado de su casa; si no es por su enfermedad [padec¨ªa un c¨¢ncer terminal], hubiera sido dif¨ªcil que lo hubieran arrestado¡±, indica el experto. Y concluye: ¡°Es prematuro escribir la necrol¨®gica de la mafia siciliana, que tiene una gran capacidad para regenerarse y adaptarse a las nuevas situaciones¡±.
Aunque las autoridades no saben exactamente en qu¨¦ consiste la reorganizaci¨®n ni tienen todas las piezas del puzle criminal, s¨ª tienen claro que el final de la Mafia a¨²n est¨¢ lejos. El ¨²ltimo informe de la Direcci¨®n Antimafia (DIA) sostiene que la captura de Messina Denaro priv¨® a la organizaci¨®n de una ¡°hist¨®rica y relevante figura de referencia y agrav¨® sus duraderas dificultades para hallar l¨ªderes respetables¡±, despu¨¦s de la muerte de Tot¨° Riina en 2017 y de Bernardo Provenzano en 2016. Pero, al mismo tiempo, considera que ¡°esa circunstancia no incidi¨® en la operatividad de la organizaci¨®n ni se cree que pueda atenuar la presi¨®n criminal¡± en Sicilia.
Messina Denaro era el mafioso m¨¢s buscado de Italia desde 1993 por sus m¨²ltiples cr¨ªmenes y por participar en la sangrienta oleada de atentados de los a?os noventa, en la que fueron asesinados, entre otros, los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992. La polic¨ªa lo arrest¨® el pasado enero en la localidad siciliana de Campobello di Mazzara, cerca de su pueblo natal, Castelvetrano, donde hac¨ªa una vida casi normal gracias a una identidad falsa y una red de encubridores. Muri¨® en prisi¨®n sin arrepentirse de sus cr¨ªmenes y se llev¨® todos sus secretos a la tumba.
Los investigadores tienen claro ahora que Messina Denaro lideraba el importante clan de la provincia mafiosa de Tr¨¢pani, una de las varias ramas en las que se divide la organizaci¨®n, pero nunca fue capo dei capi (capo de capos) en Sicilia, el hombre en la cima de toda la pir¨¢mide mafiosa, como Tot¨° Riina, que fue el ¨²ltimo gran l¨ªder de una estructura jer¨¢rquica que probablemente desapareci¨® con ¨¦l. Aunque sin duda su poder era enorme y el resto de familias criminales ¡°ve¨ªan su figura como un s¨ªmbolo¡±, como ha se?alado Angelosanto.
El fiscal jefe de Palermo, Maurizio De Lucia, ha explicado que el capo fue ¡°una figura muy importante en la din¨¢mica mafiosa por haber sido criado por Tot¨° Riina, por lo que conoc¨ªa bien no solo las reglas de la organizaci¨®n, sino tambi¨¦n muchos de los secretos, especialmente de los a?os 1992-1993, los a?os de las masacres¡±. Y ha aclarado que los clanes de Palermo nunca se pondr¨ªan a las ¨®rdenes de alguien que no sea palermitano. Los investigadores saben que el clan de Tr¨¢pani ¡°contin¨²a desarrollando sus propias actividades criminales, infiltr¨¢ndose en el tejido econ¨®mico legal¡±, es decir, corrompiendo a los pol¨ªticos y empresarios, y participando en el tr¨¢fico de estupefacientes.
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