La ultraderecha euroesc¨¦ptica y xen¨®foba liderada por Geert Wilders gana las elecciones en Pa¨ªses Bajos

Geert Wilders, el ultraderechista euroesc¨¦ptico que ha forjado su carrera con su rechazo frontal al islam, ha sido el vencedor de las elecciones legislativas de este mi¨¦rcoles en Pa¨ªses Bajos. Con un 98% de los votos escrutados, su Partido por la Libertad (PVV) ha obtenido 37 esca?os de un Congreso de 150, un resultado con el que deber¨¢ deber¨¢ negociar con otros partidos para formar una coalici¨®n de centroderecha, que es su opci¨®n preferida.

El segundo puesto en las elecciones legislativas lo ha obtenido la alianza de socialdem¨®cratas y ecologistas (GroenLinks-PvdA) con 25 esca?os. Y el tercero, los liberales de derecha (VVD) con 24. Este ¨²ltimo es el partido de Mark Rutte, el primer ministro dimisionario. Es la primera vez en una d¨¦cada que el liberal VVD no ostenta la primera plaza en unos comicios de esta ¨ªndole. El Nuevo Contrato Social, grupo reci¨¦n creado de centroderecha, ocupa el cuarto lugar con 20 diputados. A partir de aqu¨ª, la cifra de diputados obtenida por el resto de las agrupaciones baja mucho. Los liberales progresistas (D66) suman 9 esca?os. El Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) tiene 7, y los democristianos (CDA) 5, los mismos que los socialistas radicales del partido SP.

En su primera comparecencia una vez publicados los resultados, Wilders ha declarado en La Haya: ¡°Somos el partido m¨¢s grande de Pa¨ªses Bajos. Ya no se nos puede negar. Los electores han hablado y dicen que est¨¢n hartos. Tenemos esperanza y lo que deseamos es detener el tsunami de la inmigraci¨®n¡±. Despu¨¦s de esta arenga se comprometi¨® ¡°a trabajar en el marco de la Constituci¨®n y a colaborar con el resto de los partidos¡±. El l¨ªder ultraderechista ha agregado que pretende formar ¡°una coalici¨®n de centroderecha con el VVD, el Movimiento Campesino-Ciudadano y Nuevo Contrato Social¡±, que sumar¨ªa en torno a 86 esca?os.

Es la primera vez, desde 1945, que la extrema derecha gana unos comicios legislativos en Pa¨ªses Bajos. La pugna entre liberales, progresistas y extrema derecha lleg¨® hasta el final de la campa?a y Wilders moder¨® su discurso en contra del Islam. No cedi¨® en cuestiones de inmigraci¨®n y enton¨®, en televisi¨®n, el adagio de ¡°Pa¨ªses Bajos para los holandeses¡±. Asegur¨® que, de ganar, gobernar¨¢ ¡°para todos los ciudadanos, pero llega demasiada gente que no podemos absorber¡±.

Casi 13 millones de votantes ¡ªde una poblaci¨®n de 17,8 millones de habitantes¡ª ten¨ªan derecho a elegir entre los 26 partidos que han presentado candidaturas. Las elecciones de este mi¨¦rcoles han sido unos comicios distintos porque buena parte de los candidatos encabezaban por primera vez la lista de sus respectivos partidos. Es el caso de Omtzigt, que ha sido diputado y ahora es la cabeza visible de su agrupaci¨®n. Lo mismo ocurre con Dilan Yesilg?z, exministra de Justicia y antes secretaria de Estado de Econom¨ªa. Ambos llevan a?os en el Congreso, pero se han convertido en los nuevos rostros de las elecciones. Tambi¨¦n es el caso de Timmermans, que ha sido titular de Asuntos Exteriores. Como su ¨²ltimo puesto en la vicepresidencia de la Comisi¨®n Europea le hab¨ªa alejado de la primera plana holandesa, ha vuelto con fuerza renovada. Junto a ellos, Wilders, de 60 a?os, un viejo conocido que repite desde 2006. Caroline van der Plas, voz del populismo agrario (BBB), tiene un esca?o desde 2021. Ahora ha medido su verdadera fuerza despu¨¦s de la sorpresa causada cuando accedi¨® al Congreso hace dos a?os.

Todos ellos han encabezado los sondeos en diferentes momentos y han reflejado su situaci¨®n ¡ªtal vez sin darse cuenta¡ª al depositar la papeleta en las urnas. Yezilg?z, que ha sustituido al frente del partido al primer ministro saliente, Mark Rutte, cruz¨® los dedos en busca de buena suerte. Esperaba alzarse con la victoria en una re?ida recta final donde ha planeado m¨¢s de lo que esperaba la figura de Wilders. Se aviene a hablar con ¨¦l, pero dice que no quiere gobernar juntos. Todo sonrisas, Wilders vot¨® en su nombre y el de su esposa ¡ªen su caso por poderes¡ª rodeado de guardaespaldas. Es el pol¨ªtico m¨¢s protegido del pa¨ªs por su rechazo al islam, aunque ahora no lo considera un asunto prioritario. En especial desde que su aparente moderaci¨®n le aup¨® a primera fila en las encuestas. Van der Plas exclam¨® ¡°O todo o nada¡±, con el voto en la mano. Su grupo ha pasado de dominar la escena pol¨ªtica nacional en nombre del campo, a bajar puestos debido al tir¨®n de Omtzigt.

El l¨ªder de Nuevo Contrato Social meti¨® r¨¢pido la papeleta en una urna que era un contenedor de basura. Es una modalidad usada en varios colegios electorales a lo largo del pa¨ªs. Timmermans reconoci¨® haber ¡°dormido mal por primera vez en toda la campa?a¡±. Afronta un dilema m¨²ltiple: no est¨¢ dispuesto a pactar con Wilders, prefiere no hacerlo con el VVD, y Omtzigt le parece ¡°m¨¢s un controlador del Ejecutivo que un gobernante¡±. El otro l¨ªder xen¨®fobo, Thierry Baudet, que ha sido agredido en dos ocasiones en las ¨²ltimas semanas, compareci¨® en buena forma. Por motivos de seguridad, sin embargo, le aconsejaron que no siguiera el escrutinio en p¨²blico como el resto de sus colegas. Tanto los expertos del Gobierno como sus propios guardaespaldas le dijeron que evitase riesgos.

La campa?a electoral holandesa descansa en buena parte en los numerosos debates televisivos que re¨²nen a los l¨ªderes de los distintos partidos con posibilidades de obtener representaci¨®n parlamentaria. Una vez frente a las c¨¢maras, ya sea en grupo o por parejas, un moderador invita a los candidatos a defender sus programas a base de confrontarlos con los de sus oponentes. Hay mon¨®logos y amagos de di¨¢logo entre ellos. Hay roces, como cuando Omtzigt le dijo a Yesilg?z que su grupo ¡°ignor¨® desde el Gobierno a los miles de familias afectadas por un esc¨¢ndalo de subsidios para el cuidado de los menores¡±. Y hay tantos primeros planos, y tantos encuentros similares, que los pol¨ªticos acaban presentado sus idearios en dosis, como si fueran c¨¢psulas. Una f¨®rmula bien engrasada que, sin embargo, no parece haber ayudado al elector a decidirse. Siete de cada 10 holandeses segu¨ªan indecisos la v¨ªspera del voto, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos.

Inmigraci¨®n y asilo

Al final, la inmigraci¨®n y el asilo parecen haber pesado m¨¢s que el problema de la vivienda, la seguridad social y el coste de la vida. Algo que Wilders ha relacionado en sus discursos con lo que califica de ¡°lastre para la sociedad¡±, debido a las cifras de migrantes que considera excesivas.

La seguridad ha sido otro asunto que ha enturbiado el ambiente. El l¨ªder ultraderechista Baudet recibi¨® un golpe en B¨¦lgica al entrar en la Universidad de Gante, y otro en el norte de Pa¨ªses Bajos. Durante el ¨²ltimo debate electoral, la noche del martes, Dani?l van Duijn, l¨ªder de LEF, un partido centrado en los intereses de la juventud, irrumpi¨® en el plat¨® televisivo. Corri¨® hacia la candidata Yesilg?z y le grit¨® a la cara. ¡°Su partido no debe llegar al poder nunca m¨¢s¡±. Van Duijn fue desalojado por el personal de seguridad y pas¨® la noche en el calabozo. Todo fue muy r¨¢pido y la velada sigui¨® sin m¨¢s comentarios al respecto despu¨¦s de su llamativa aparici¨®n. Pero lo cierto es que la brecha de seguridad se abri¨® tambi¨¦n en presencia de los pol¨ªticos que aspiraban a gobernar el pa¨ªs.

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