El liberal Mark Rutte se retira de la pol¨ªtica tras 13 a?os como primer ministro de Pa¨ªses Bajos
El mandatario holand¨¦s provoc¨® el viernes la ca¨ªda del Gobierno despu¨¦s de que sus socios de coalici¨®n se negaran a restringir el derecho a la reagrupaci¨®n familiar de los refugiados de guerra
Mark Rutte, primer ministro holand¨¦s dimisionario desde la ca¨ªda ¡ªel viernes¡ª de su Gobierno de centroderecha, deja la pol¨ªtica. As¨ª lo ha anunciado al principio del debate parlamentario convocado este lunes para analizar la ruptura de la coalici¨®n de cuatro partidos que comandaba, la cuarta consecutiva desde 2010, y que ha estado en el poder apenas un a?o y medio. ¡°Se ha especulado estos d¨ªas sobre lo que me motiva. La ¨²nica respuesta es esta: Pa¨ªses Bajos¡±, ha dicho. Rutte ha sido primer ministro holand¨¦s durante casi 13 a?os.
Rutte ha explicado que fue el domingo cuando tom¨® la decisi¨®n de marcharse. ¡°No me presentar¨¦ como l¨ªder de mi partido [liberales de derecha, VVD] a las pr¨®ximas elecciones¡±, ha asegurado. Despu¨¦s de siete meses de discusiones, el Ejecutivo cay¨® ante las limitaciones para la reunificaci¨®n familiar de los refugiados de guerra que Rutte exigi¨® en el Consejo de Ministros. La Uni¨®n Cristiana, un partido de inspiraci¨®n protestante, y los liberales de izquierda, (D66) rechazaron un recorte que consideraron inhumano, y se rompi¨® la alianza gubernamental. Las pr¨®ximas elecciones est¨¢n previstas para mediados de noviembre.
En una apresurada rueda de prensa posterior al anuncio de su partida, Rutte ha afirmado que sopesar¨¢ su futuro: ¡°Tal vez me dedique a la ense?anza varios d¨ªas a la semana, ya veremos¡±, ha sugerido. En la actualidad, el mandatario imparte clase de Ciudadan¨ªa, Derecho y Sociolog¨ªa en el centro de formaci¨®n profesional Johan de Witt, en La Haya. ¡°En pol¨ªtica, llega un d¨ªa en que te cuestionas si todo esto ha sido ¨²til. Pero como profesor nunca he tenido que hacerme esa pregunta¡±, ha reconocido. A la duda sobre si se postular¨¢ como candidato a secretario general de la OTAN, ha sonre¨ªdo mientras murmuraba: ¡°No, no, no. No va por ah¨ª¡±. El mandato del titular actual, Jens Stoltenberg, acaba de ser prolongado un a?o m¨¢s, y el nombre de Rutte hab¨ªa sonado con fuerza como su sucesor antes incluso del actual terremoto pol¨ªtico desencadenado con su renuncia. ¡°Realmente, me voy de la pol¨ªtica¡±, ha dicho a los periodistas que se agolpaban en los pasillos del Congreso.
El abandono de Rutte ha obligado a suspender el debate parlamentario durante una hora y varios partidos de la oposici¨®n han tenido que modificar sus planes a toda prisa. Los socialdem¨®cratas (PvdA) y los verdes (GroenLinks) ten¨ªan la intenci¨®n de presentar una moci¨®n de confianza contra el primer ministro dimisionario. Otro tanto hab¨ªa propuesto el l¨ªder de extrema derecha Geert Wilders, al frente del Partido para la Libertad (PVV). Wilders apoy¨® desde el Parlamento, y luego dej¨® caer al primer Gobierno de Rutte ¡ªentre 2010 y 2012¡ª al negarse a secundar el ajuste tras la crisis financiera de 2008. Este lunes, sin embargo, ha saludado ¡°la valiente decisi¨®n¡± de su rival pol¨ªtico, y ha calificado lo sucedido como el ¡°fin de una era¡±. ¡°Yo habr¨ªa tomado decisiones opuestas a las suyas casi siempre, pero estoy seguro de que Rutte pensaba que lo que hac¨ªa era lo mejor para el pa¨ªs¡±, ha se?alado.
En el goteo de declaraciones sobre la figura del primer ministro holand¨¦s, destaca la del exl¨ªder de la Uni¨®n Cristiana Gert-Jan Segers. Este es el grupo que se opuso a restringir la reunificaci¨®n familiar de los refugiados de guerra, y ha dicho: ¡°En un pa¨ªs con una pol¨ªtica fragmentada, Mark Rutte ha mantenido las cosas unidas durante mucho tiempo. Es un gran logro. Nos hemos enfrentado, pero tambi¨¦n trabajado juntos por el inter¨¦s nacional¡±. La salida de Rutte ha dejado en segundo plano en cierto modo los cambios que se est¨¢n dando, a gran velocidad, en el seno de la democracia cristiana (CDA). Despu¨¦s de apoyar los recortes en materia de asilo, tanto Wopke Hoekstra, actual ministro de Exteriores, como Hugo de Jonge, titular de Vivienda, ambos democristianos, hab¨ªan dicho que dejaban sus esca?os. Les ha secundado Pieter Heerma, portavoz de la formaci¨®n en el Congreso.
Mark Rutte lleva en la pol¨ªtica casi desde la adolescencia. En su ¨¦poca de estudiante presidi¨® las juventudes de su partido y, en 2002, a los 35 a?os, pas¨® a primera fila nacional cuando fue nombrado secretario de Estado de Asuntos Sociales. Despu¨¦s repiti¨® el cargo, pero en el Ministerio de Educaci¨®n. Es licenciado en Historia y debut¨® como primer ministro en 2010. Su primer Gobierno estuvo marcado con la crisis financiera, el cuarto y ¨²ltimo se ha roto por un aspecto de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n que los liberales de derecha, su partido, quieren restringir.
La reunificaci¨®n familiar de los refugiados de guerra es la cara m¨¢s humanitaria del asilo, pero el reparto de estos reci¨¦n llegados depende de los ayuntamientos, reacios a ser obligados a distribuirlos en sus demarcaciones. La ley que debe regular ese aspecto solo era apoyada por la formaci¨®n de Rutte si el Ejecutivo se compromet¨ªa a reducir el flujo mismo de solicitantes de asilo. El pasado viernes, las negociaciones fueron duras. Tanto, que ¨¦l se acab¨® disculpando con el resto de los ministros por el tono que hab¨ªa empleado. La sensaci¨®n general entre sus colegas es que no iba con su car¨¢cter ponerse tan expeditivo. Si alguien ha sabido negociar, superar reprobaciones parlamentarias y volver a la mesa asegurando que hab¨ªa entendido las cr¨ªticas, ese ha sido Rutte. En su adi¨®s, ha recalcado que su decisi¨®n es ¡°personal y ajena a lo ocurrido estas semanas¡±. Ha tomado su malet¨ªn y se ha despedido tambi¨¦n de los periodistas. ?Qu¨¦ echar¨¢ de menos?, le han preguntado, micr¨®fono en mano. ¡°A ustedes¡±, ha respondido.
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