Polonia alienta el bloqueo de miles de camiones ucranios en la frontera
Transportistas y agricultores polacos, con la connivencia de las autoridades, dejan atascados durante d¨ªas a los conductores ucranios con el argumento de que son competencia desleal
El piquete de agricultores polacos se resguarda del fr¨ªo en una tienda con una estufa y una bandeja con longanizas reci¨¦n asadas. Tambi¨¦n hay galletas, bebidas calientes y m¨²sica. El ambiente era animado el pasado domingo. Hac¨ªa ya cuatro d¨ªas que no eran ellos los que ten¨ªan que pasar horas bajo la nieve cortando la frontera de Medyka, entre Polonia y Ucrania, una acci¨®n de protesta contra la libre circulaci¨®n del transporte ucranio en la Uni¨®n Europea: su bloqueo lo ejecuta ahora la propia polic¨ªa. Los manifestantes solo permiten el paso de dos camiones cada dos horas. ¡°Ahora el corte lo hace la polic¨ªa para evitar conflictos con los conductores ucranios y porque es inc¨®modo estar en medio del asfalto con estas bajas temperaturas¡±, explicaba Mikolai Toborowicz, uno de la decena de agricultores que el domingo estaba en la tienda.
Cientos de veh¨ªculos comerciales esperan una media de seis d¨ªas en Medyka para cruzar la frontera, seg¨²n los testimonios recogidos por EL PA?S. Las condiciones para los conductores son de insalubridad, sin ba?os ni posibilidad de lavarse ni de obtener comida caliente, solo la suministrada por enviados del Gobierno ucranio o por ONG como World Central Kitchen, del cocinero espa?ol Jos¨¦ Andr¨¦s. En el arc¨¦n se acumulan la basura y las defecaciones. Tampoco hay servicios m¨¦dicos y ya han fallecido dos camioneros ucranios, que sufr¨ªan de problemas de salud, en las cabinas de sus veh¨ªculos sin que nadie se percatara de la emergencia.
Organizaciones de transportistas y de agricultores del este de Polonia, uno de los pa¨ªses europeos que m¨¢s firmemente ha defendido la necesidad de apoyar a Ucrania tras la agresi¨®n rusa, se han coordinado desde el 6 de noviembre para cortar cuatro pasos de frontera. Aseguran que no detienen los env¨ªos de ayuda humanitaria, ni el transporte de productos perecederos, ni camiones cisterna con combustible ni la transferencia de material militar. Pero su palabra no siempre se cumple. Un conductor polaco de World Central Kitchen, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que los convoyes de ayuda humanitaria, si son de varios veh¨ªculos, tambi¨¦n tienen que aguantar largas esperas, ¡°solo se les da v¨ªa r¨¢pida si son uno o dos¡±. Yevhen Rubanko maneja un cami¨®n cisterna con di¨¦sel. Desde que empez¨® el bloqueo de la frontera tiene que esperarse tres d¨ªas para entrar en Ucrania. Antes de las protestas, solo necesitaba cuatro o cinco horas.
Los piquetes han obtenido el permiso del Gobierno polaco para mantener el bloqueo hasta el pr¨®ximo enero y ya han solicitado ampliarlo hasta febrero. Las exigencias que plantean son diversas pero coinciden en una cuesti¨®n: consideran que el libre movimiento del sector del transporte y de productos agr¨ªcolas ucranios es competencia desleal porque ahora cuentan con los mismos derechos que las empresas de la UE, pero sin tener que cumplir con sus exigencias regulatorias.
Los manifestantes rechazan la orden de la Comisi¨®n Europea para permitir temporalmente que el transporte ucranio pueda operar en las mismas condiciones que lo har¨ªan las empresas de un Estado miembro de la UE. Se trata de una medida de gracia para asistir a un pa¨ªs que ha sido invadido en la mayor guerra acontecida en Europa desde 1945. Un pa¨ªs que, adem¨¢s, por la amenaza de los buques de guerra rusos, solo puede utilizar m¨ªnimamente su principal salida exportadora, la mar¨ªtima por el mar Negro. Esta v¨ªa representaba el 80% de sus exportaciones antes de la invasi¨®n rusa, seg¨²n una portavoz del Ministerio de Desarrollo de Infraestructuras ucranio.
Temperaturas bajo cero
Este ministerio estima que las p¨¦rdidas para su econom¨ªa, en los m¨¢s de 20 d¨ªas de bloqueo, ya superan los 400 millones de euros. En un comunicado del 26 de noviembre, las autoridades ucranias cifraban en 2.000 los camiones que estaban bloqueados en las tres carreteras cortadas. Los intentos de negociaci¨®n bilateral entre gobiernos, incluso el di¨¢logo directo del Ejecutivo ucranio con los manifestantes, han sido infructuosos. ¡°El tiempo para alcanzar un compromiso ha terminado¡±, afirm¨® el 24 de noviembre el viceministro de Infraestructuras Serhii Derkach: ¡°Nuestros conductores est¨¢n sufriendo con temperaturas bajo cero por la acci¨®n de unas cuantas personas con el consentimiento de las autoridades locales. Hemos advertido de ello en varias ocasiones para que se les suministre alimentos, servicios de emergencias, de bomberos y las debidas condiciones sanitarias. No hay nada de esto¡±. Para su ministerio, la ¨²nica soluci¨®n ahora es que la UE destine a la frontera un equipo de monitorizaci¨®n.
Derkach tambi¨¦n constat¨® que el Gobierno polaco est¨¢ incumpliendo el acuerdo suscrito por la UE para que garantice la libre circulaci¨®n de los transportistas ucranios. El presidente, Volod¨ªmir Zelenski, apuesta por ser conciliador con un aliado militar y pa¨ªs que ha recibido a dos millones de desplazados ucranios por la guerra. ¡°Tenemos que ser comedidos en nuestra respuesta. Hay que dar tiempo a nuestros vecinos, la situaci¨®n mejorar¨¢¡±, dijo el presidente, apuntando a que la soluci¨®n ser¨¢ pol¨ªtica. Zelenski conf¨ªa en que un posible cambio de Gobierno en Varsovia facilite el acuerdo. Tras las elecciones polacas del pasado octubre, todo apunta a que el liberal y europe¨ªsta Donald Tusk formar¨¢ un gabinete de coalici¨®n despu¨¦s de que fracase el inento del actual primer ministro, Mateusz Morawiecki, del nacionalista Ley y Justicia.
¡°Esta gente son terroristas, o son como piratas en Libia, y lo peor es que son pocos, pero tienen el apoyo de Varsovia¡±, dice Mijailo Vinar, conductor de un cami¨®n que carga material de construcci¨®n de Polonia a Lviv. Vinar ten¨ªa previsto cruzar el pasado domingo la frontera de Medyka tras siete d¨ªas en la carretera, viviendo en la cabina sin posibilidad de ducharse o de ir al ba?o. Antes del bloqueo, solo necesitaba un d¨ªa y medio de espera. Vinar dice entender el malestar polaco, porque las condiciones laborales ucranias son menos costosas que las del pa¨ªs vecino, pero asegura que ¨¦l y sus compatriotas solo operan importando y exportando a Ucrania.
Los manifestantes aseguran lo contrario: las empresas de transporte ucranio est¨¢n cargando productos entre pa¨ªses de la UE con salarios tres veces m¨¢s bajos y sin cumplir con los est¨¢ndares europeos, como las horas de descanso semanales. En un informe del 10 de noviembre para la consultora ucrania GMK, Yurii Shchuklin, empresario del sector y miembro de la patronal ucrania EBA, admit¨ªa que la guerra llev¨® a las compa?¨ªas de transporte a adquirir una flota excesiva de veh¨ªculos que est¨¢ siendo utilizada en la UE: ¡°Estos veh¨ªculos son un excedente que est¨¢ sustituyendo a los camiones polacos cuando estos, adem¨¢s, deben hacer las mismas colas¡±.
Schchuklin concede que es l¨®gica la demanda polaca de volver al sistema de cuotas de permisos para circular por la UE para los ucranios, pero no seg¨²n las cuotas previas a la invasi¨®n, como exigen, porque esto supondr¨ªa el desmoronamiento de su econom¨ªa.
Karol es un transportista polaco que lleva siete a?os viajando a Ucrania. Lleg¨® el 21 de noviembre a Medyka y esperaba poder cruzar la frontera el 26 de noviembre con su cargamento de electrodom¨¦sticos. El bloqueo le afectaba a ¨¦l como a los camioneros ucranios, pero simpatiza con sus compa?eros manifestantes. Y a?adi¨® que, en el lado ucranio, los aduaneros dan prioridad a los veh¨ªculos ucranios.
¡°No somos antiucranios¡±
¡°No somos antiucranios, yo mismo estuve durante dos meses acogiendo a refugiados en mi casa¡±, dice Toborowicz, ¡°pero tengo que defender la supervivencia de nuestra peque?a empresa familiar¡±. El mercado de cereales en su regi¨®n, asegura este joven de 28 a?os, se ha inundado de grano ucranio y los precios han ca¨ªdo a menos del 30% de los precios previos a la guerra. Toborowicz resalta que no pueden competir contra la industria agr¨ªcola ucrania, que no cumple con los requisitos de calidad de la UE y que est¨¢ en manos de oligarcas y grandes corporaciones: ¡°Algunos en Ucrania est¨¢n ganando mucho dinero gracias a la UE¡±. Su hermano Jakub a?ade que los ucranios podr¨ªan exportar m¨¢s por el mar Negro, y es esc¨¦ptico sobre la verdadera amenaza de la flota rusa.
La crispaci¨®n y los mensajes populistas van a m¨¢s en la frontera, tambi¨¦n en la de Krakovets. ¡°Usted ya sabe qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de todo esto, Rusia, que ha sobornado a los piquetes¡±, afirma Roman Shumilo, un conductor ucranio que lleva material de construcci¨®n a Pa¨ªses Bajos. Shumilo est¨¢ enfadado porque ¨¦l cobra por viaje, no por d¨ªa trabajado, y el bloqueo le supone perder ingresos. A su empresa tambi¨¦n, a?ade, porque pueden vender menos. Este hombre, como hicieron otros transportistas ucranios, se refiere a la informaci¨®n difundida por medios pr¨®ximos al Gobierno de que el l¨ªder de las protestas de transportistas polacos, Rafal Mekler, es un agente prorruso. Mekler es el l¨ªder en la ciudad de Lublin del partido de extrema derecha Confederaci¨®n, al que se le acusa de ser antiucranio y pr¨®ximo al ultranacionalismo ruso de Vlad¨ªmir Putin.
¡°Los ucranios ya est¨¢n utilizando sus cerebros en propaganda y sus voces m¨¢s influyentes para calumniarme a m¨ª y a la protesta¡±, escribi¨® Mekler en sus redes sociales, ¡°si me sucede algo, todo el mundo sabe qui¨¦n ser¨¢ el culpable¡±.
La historia de Ucrania y Polonia est¨¢ marcada por el conflicto territorial y tambi¨¦n por la violencia. El pueblo de Krakovets fue escenario de cap¨ªtulos sangrientos, como explica el historiador estadounidense Bernard Wasserstein en su libro Un pueblo de Ucrania (Galaxia Gutenberg). Cuando Putin invadi¨® Ucrania, las rencillas parec¨ªa que hab¨ªan quedado en el pasado. ¡°Los polacos sustituyeron la violenta hostilidad de otros tiempos por una efusi¨®n de buena vecindad y hospitalidad¡±, apunta Wasserstein, ¡°Krakovets, durante tanto tiempo un puesto militar y fronterizo [¡], se convirti¨® en un lugar de abrazos, y ucranios y polacos se mostraban como hermanos europeos¡±.
La realidad ha demostrado ser m¨¢s compleja, y m¨¢s lo ser¨¢ cuando Ucrania empiece a negociar su adhesi¨®n a la UE. ¡°Los polacos nos est¨¢n haciendo lo mismo que les hac¨ªan los sindicatos franceses, y nuestro camino hacia Europa solo acaba de empezar¡±, recuerda Shumilo desde la cabina de su cami¨®n, ¡°pero lo peor es que ellos no estaban siendo invadidos por Rusia¡±.
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