Francia pone las ¨²ltimas trabas al pacto migratorio europeo tras a?os de negociaciones
Los Veintisiete y el Parlamento negocian concluir la regulaci¨®n de uno de los asuntos m¨¢s divisivos del club comunitario
Es uno de los asuntos m¨¢s complejos en la Uni¨®n Europea. La gesti¨®n de la inmigraci¨®n es una cuesti¨®n enormemente divisiva de la que, adem¨¢s, bebe la ultraderecha. Hace poco m¨¢s de una semana, el pacto que cerrar¨ªa una regulaci¨®n que lleva abierta desde 2020 parec¨ªa cercano. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas, Francia, al mismo tiempo que su Gobierno vio c¨®mo su ley nacional de inmigraci¨®n era rechazada en la Asamblea nacional, ha endurecido su postura, apuntan varias fuentes de la negociaci¨®n. Otras mencionan que el problema est¨¢ en el escaso margen de maniobra que tiene el Consejo de la UE ante las grandes diferencias entre los Veintisiete y que Par¨ªs se lo habr¨ªa recordado a Espa?a, el pa¨ªs que coordina las conversaciones al ostentar la presidencia semestral del Consejo. Esto pone m¨¢s dif¨ªcil el intento de este lunes ¨Dla reuni¨®n probablemente continuar¨¢ el martes¨D de cerrar un pacto que, con seguridad, endurecer¨¢ las condiciones de acogida a migrantes y demandantes de asilo.
El pacto migratorio, que se compone de cinco reglamentos que forman una cadena, desde la llegada del solicitante de asilo a territorio comunitario hasta su acogida o rechazo, lleva a?os encallado. La Comisi¨®n Europea present¨® su propuesta en 2020 y solo en octubre el Consejo de la UE pudo cerrar una posici¨®n com¨²n sobre el quinto de los reglamentos ¨Del de situaciones de crisis¨D para dar paso as¨ª a la negociaci¨®n entre los dos colegisladores de la UE. Toda la regulaci¨®n fija la acogida de las personas que piden protecci¨®n; contempla el concepto de solidaridad flexible, si bien obligatoria, y marca que todos los socios asuman bien una cuota de solicitantes de asilo, bien una contribuci¨®n econ¨®mica o material a la cesta com¨²n. Adem¨¢s, fija una nueva arquitectura de acogidas en el territorio comunitario y un r¨¦gimen especial en casos de crisis.
Sobre la mesa de negociaci¨®n planea el hecho de que si no se aprovecha la oportunidad de cerrar la regulaci¨®n del pacto migratorio, este asunto pueda llegar abierto a las elecciones europeas de junio de 2023. En ese caso, el riesgo de que este sea el asunto nuclear de la cita con las urnas ser¨ªa grande. Uno de los negociadores apunta que la oportunidad es ahora y que no cree que por dejar que el asunto se demore unas semanas ¨Dse har¨ªa cargo as¨ª B¨¦lgica, el pa¨ªs que sucede a Espa?a en la presidencia rotatoria del Consejo de la UE durante la primera mitad de 2024¨D las perspectivas fueran a mejorar. Al contrario, es probable que en un futuro cercano el primer ministro de Pa¨ªses Bajos sea el ultraderechista Geert Wilders, quien gan¨® las elecciones legislativas con la promesa de frenar ¡°el tsunami migratorio¡±.
Endurecimiento de posturas
Este ser¨¢ el en¨¦simo paso en Europa hacia posiciones m¨¢s duras sobre migraci¨®n desde que en septiembre de 2020 se present¨® la propuesta de la Comisi¨®n. En este tiempo, en Italia ha llegado al poder la ultra Giorgia Meloni con un discurso de dureza. Lo mismo ha pasado en Suecia o Finlandia. Alemania ha ido endureciendo su postura sin pasar por las urnas y pese a tener un Gobierno de centroizquierda. Y, ahora, Francia vira hacia esa posici¨®n tambi¨¦n sin pasar por las urnas, pero con la extrema derecha de Marine Le Pen liderando las encuestas.
En este contexto, la posici¨®n del Parlamento Europeo se hace m¨¢s dif¨ªcil de sostener. Como apunta otro de los negociadores, el eurodiputado socialista espa?ol Juan Fernando L¨®pez Aguilar, la Euroc¨¢mara apuesta por defender las garant¨ªas y el respeto del derecho internacional. Se?ala que al otro lado de la mesa, lo que prima es la visi¨®n de la seguridad por encima de todo, pues son los ministros del Interior los que negocian; tambi¨¦n, a los que les interesa ¡°lanzar el mensaje de rechazo sobre la inmigraci¨®n irregular y de que todo migrante no elegible ser¨¢ devuelto a su pa¨ªs¡±.
Ahora, en la negociaci¨®n para fijar el texto legal final con el Parlamento Europeo, en el que esta instituci¨®n reclama que se mejoren los derechos de los menores y sus familias y que se clarifique muy bien la legislaci¨®n para que no haya resquicios que permitan criminalizar a las ONG de salvamento, ha surgido otro punto de fricci¨®n: esas reticencias de Par¨ªs de la que hablan cuatro fuentes a este diario. No es un problema de muchos puntos concretos ¡ªaunque sobrevuelan reclamos sobre el tratamiento a los menores y las familias¡ª sino m¨¢s bien de base, inciden fuentes diplom¨¢ticas.
Este escollo se une a la fragilidad del mandato que tiene Espa?a para la negociaci¨®n. La complejidad de los equilibrios entre los Veintisiete apenas dej¨® margen para las conversaciones. A esto se suma la realidad nacional cambiante en cada pa¨ªs, como, por ejemplo, el batacazo del Gobierno galo en la Asamblea la semana pasada.
Los cinco reglamentos que hay sobre la mesa: control y procesamiento de los datos de los migrantes, el control de las fronteras exteriores, la tutela judicial y los recursos necesarios, la administraci¨®n de las crisis y, el m¨¢s importante, la gesti¨®n y atenci¨®n de los solicitantes de asilo. Este ¨²ltimo es capital porque en la regulaci¨®n actual esto le corresponde a los pa¨ªses en los que se produce la primera entrada del migrante en la UE, lo que pone en primera l¨ªnea a pa¨ªses como Espa?a, Italia o Grecia. Ahora, se a?aden medidas de solidaridad y reparto obligatorio, lo que quiere decir que habr¨¢ cuotas de redistribuci¨®n de demandantes de asilo o el pago de 20.000 euros por persona en caso de que un Estado rechace hacerse cargo de la parte que le toca. Este es uno de los n¨²cleos del pacto, basado en ese concepto de ¡°solidaridad flexible pero obligatoria¡±.
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