Navalni, el opositor que volvi¨® a Rusia pese a la amenaza del Kremlin
El enemigo del r¨¦gimen de Putin m¨¢s conocido en el extranjero destap¨® durante a?os los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de las ¨¦lites de su pa¨ªs
Alex¨¦i Navalni fue, hasta que el Kremlin logr¨® silenciarlo, el cr¨ªtico a Vlad¨ªmir Putin m¨¢s franco, locuaz y conocido fuera de Rusia. El opositor, que hab¨ªa sobrevivido a varios ataques contra su vida, el ¨²ltimo un grav¨ªsimo envenenamiento en el verano de 2020 en Siberia por parte de los servicios secretos rusos, ha muerto a los 47 a?os en una remota colonia penal de Rusia, seg¨²n las autoridades penitenciarias. Fue una figura carism¨¢tica dedicada a la lucha anticorrupci¨®n que destap¨® decenas de casos turbulentos de la ¨¦lite rusa y de la ¨®rbita del Kremlin, primero en su blog y luego en sus canales en internet. Regres¨® a Mosc¨² tras pasar unos meses en Alemania, donde se recuper¨® del ataque con veneno, sabiendo que ser¨ªa detenido, procesado y que, como sucedi¨®, iba a ser enviado lejos de la luz p¨²blica en un pa¨ªs gobernado por el aparato de seguridad, encabezado por un aut¨®crata y antiguo esp¨ªa del KGB obsesionado con la historia, embarcado en una guerra de agresi¨®n contra Ucrania y que durante a?os ha fulminado toda disidencia.
En la Rusia de Putin los opositores est¨¢n en el exilio, en prisi¨®n o muertos, muchas veces en sospechosas circunstancias. Las autoridades rusas llevaban hostigando a Navalni desde su ingreso en prisi¨®n. El objetivo era enterrar al disidente. Ilya Yashin, su amigo de la ¨¦poca del partido Y¨¢bloko ¡ªuna de las pocas formaciones de la oposici¨®n no sist¨¦mica¡ª explicaba que nunca tuvo duda de que iba a regresar a Rusia, conociendo la condena que lo esperaba en un pa¨ªs cuyo Gobierno estuvo involucrado en su envenenamiento y lo acus¨® incluso de colaborar con la CIA. ¡°Navalni nunca busc¨® la fama en Occidente. Quiere vivir en Rusia, desea lo mejor para su pa¨ªs y sabe que la ¨²nica manera de luchar para que sea normal es estando aqu¨ª¡±, explicaba a EL PA?S en 2021, tras la detenci¨®n del disidente. ¡°Lo que puede lograr para Rusia, incluso estando entre rejas, es m¨¢s que desde el exilio. Navalni es un hombre de convicci¨®n y determinaci¨®n. Y hasta la situaci¨®n actual le abre perspectivas pol¨ªticas. Su principal tarea debe ser ahora sobrevivir. Si lo hace, ser¨¢ presidente¡±, zanj¨®.
Navalni est¨¢ muerto y Yashin en prisi¨®n, en un r¨¦gimen estricto, condenado a ocho a?os y medio de c¨¢rcel por sus cr¨ªticas a la invasi¨®n sobre Ucrania lanzada por el Kremlin.
Imagen de ¡®ruso medio¡¯
Casado desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas con Yulia Navalnaya, con quien ten¨ªa dos hijos, el disidente cultiv¨® cuidadosamente la imagen de ruso medio. Alto, de ojos azules y una voz profunda muy caracter¨ªstica, lleg¨® a ser uno de los problemas m¨¢s serios para el Kremlin, aunque el partido que fund¨® ¡ªperseguido e ilegalizado¡ª nunca logr¨® acumular gran apoyo popular, pero fue importante en varias regiones lejos de Mosc¨², en un pa¨ªs muy descentralizado.
¡°Quieren encerrarme porque no mor¨ª¡±, declar¨® en una de sus intervenciones m¨¢s conocidas y difundidas en las redes sociales, donde ha acumulado millones de seguidores y en las que su equipo ¡ªen el exilio¡ª y sus abogados han seguido colocando material del opositor desde prisi¨®n. Navalni acu?¨® una de las definiciones m¨¢s conocidas sobre Rusia Unida, el partido del Gobierno, coreada durante las manifestaciones anticorrupci¨®n que todav¨ªa eran posibles, aunque peligrosas, antes de la guerra: un ¡°partido de bandidos y estafadores¡± dec¨ªa. Navalni y sus partidarios hablaban de la ¡°preciosa Rusia del futuro¡±, una Rusia sin Putin. Esa Rusia que ¨¦l no podr¨¢ ver.
Navalni estudi¨® Derecho y Finanzas. Trabaj¨® en el sector inmobiliario. Pero cobr¨® relevancia cuando, en 2007, empez¨® a comprar peque?os paquetes de acciones de las principales empresas de hidrocarburos o bancos y a lanzar afiladas preguntas a las compa?¨ªas. De aquellas inc¨®modas cuestiones y averiguaciones brot¨® un blog en el que narraba supuestos casos de corrupci¨®n y negligencia en las corporaciones estatales.
El abogado, que pas¨® su infancia y juventud en varias ciudades cerca de Mosc¨², donde sus padres ten¨ªan una f¨¢brica familiar de cestos, se transform¨® en uno de los l¨ªderes de las multitudinarias protestas contra el fraude electoral en las elecciones parlamentarias en 2011 y 2012. Esas movilizaciones supusieron el mayor desaf¨ªo al Kremlin y a Putin en mucho tiempo. Y las autoridades rusas aprendieron la lecci¨®n.
Todo lo que rode¨® aquellas movilizaciones, que empezaron en Mosc¨² y se extendieron por las principales ciudades de Rusia, consolid¨® el papel de agitador de Navalni. Y puso en el mapa su trabajo al frente del Fondo Anticorrupci¨®n. La organizaci¨®n, que acababa de fundar con un joven equipo, inici¨® una serie de investigaciones sobre los oscuros y corruptos negocios de la ¨¦lite pol¨ªtica y econ¨®mica rusa que empez¨® a despuntar gracias a la expansi¨®n de internet.
Sus publicaciones causaron ciertas marejadas en los c¨ªrculos de poder. Se hizo una larga lista de enemigos, entre ellos Yevgueni Prigozhin, conocido como el chef de Putin y el que fuera tambi¨¦n jefe de la organizaci¨®n paramilitar Wagner, eliminado en el siniestro de su avi¨®n en agosto, dos meses despu¨¦s de un intento de asonada militar.
Con un v¨ªdeo casi de producci¨®n cinematogr¨¢fica, Navalni tambi¨¦n expuso en un documental de 113 minutos parte del supuesto imperio que Putin acumula y que atesoran sus testaferros y en el que se mostraba un lujoso palacio a orillas del mar Negro, con v¨¢teres dorados, ¡°piscinas-discoteca¡±, una zona de casino, una sala de narguile con un escenario, una barra de pole dance y un teatro. Esa filmaci¨®n fue difundida cuando el opositor estaba ya en prisi¨®n.
Las autoridades rusas lo apresaron directamente en el aeropuerto moscovita de Vnukovo tras aterrizar con su esposa desde Berl¨ªn, en enero de 2021, y en medio de cientos de periodistas que aguardaban su llegada. Sobre ¨¦l hab¨ªa una orden de b¨²squeda por haberse saltado una de las visitas obligatorias de la libertad condicional y no ir a firmar en un caso en el que fue condenado por fraude (en 2014) y que el Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos defini¨® como pol¨ªticamente motivado. No acudi¨® porque se estaba recuperando en Alemania del envenenamiento que casi le cuesta la vida.
La vuelta a Rusia y el arresto le dieron un halo de heroicidad que el Kremlin se ha empe?ado en borrar silenci¨¢ndolo y hasti¨¢ndole en prisi¨®n. Para Putin se convirti¨® en algo personal. Tanto que durante a?os actu¨® como si fuera invisible. Despu¨¦s, cuando fue imposible de ignorar, no lo mencionaba por su nombre, sino como ¡°esa persona¡±, el ¡°bloguero¡± o despu¨¦s de que tuviese que ser trasladado a Alemania para recibir tratamiento por el grav¨ªsimo envenenamiento sufrido en Siberia, ¡°el paciente de Berl¨ªn¡±.
El 20 de agosto de 2020, cuando Navalni volv¨ªa en avi¨®n a Mosc¨² desde Tomsk, en Siberia, donde se hab¨ªa reunido con miembros de su partido, empez¨® a sentirse enfermo. Se desplom¨® en el ba?o de la aeronave, que tuvo que aterrizar de emergencia en Omsk. El disidente fue hospitalizado. Su familia y sus aliados sospecharon desde el primer minuto que hab¨ªa sido v¨ªctima de un envenenamiento. Tras m¨¢s de 24 horas tratando de obtener el permiso para trasladarle fuera del pa¨ªs, el opositor fue enviado en un avi¨®n medicalizado a Berl¨ªn, gracias a la mediaci¨®n de la entonces canciller, Angela Merkel.
19 d¨ªas en coma
Navalni estuvo 19 d¨ªas en coma. Los an¨¢lisis de los laboratorios militares alemanes detectaron que hab¨ªa sido atacado con novichok, la misma neurotoxina militar que se emple¨® en 2018 contra el exesp¨ªa ruso Sergu¨¦i Skripal en suelo brit¨¢nico, en un ataque tras el que la inteligencia brit¨¢nica identific¨® a miembros de la seguridad militar rusa. Laboratorios de Francia, Suecia y la Organizaci¨®n para el Control de las Armas Qu¨ªmicas confirmaron el hallazgo, que deriv¨® en m¨¢s sanciones para Rusia de la Uni¨®n Europea tras la conclusi¨®n de que el envenenamiento no pudo llevarse a cabo sin el conocimiento del Kremlin. Los servicios secretos rusos segu¨ªan al opositor desde hac¨ªa a?os.
El disidente se recuper¨®, aunque relat¨® que tuvo que volver a aprender a caminar. Requiri¨® cuidados durante meses. En diciembre de 2020, solo unos d¨ªas despu¨¦s de que una investigaci¨®n liderada por el medio de investigaci¨®n Bellingcat identificase a los supuestos agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que hab¨ªan participado en su envenenamiento, Navalni difundi¨® un v¨ªdeo en el que llamaba por tel¨¦fono a uno de ellos haci¨¦ndose pasar por un alto funcionario y le sonsacaba los presuntos detalles del ataque. Entre ellos, que si el avi¨®n no hubiese aterrizado de emergencia, habr¨ªa muerto. El esp¨ªa cont¨® que el veneno se roci¨® en sus calzoncillos.
Toda la historia es de pel¨ªcula y se relata en un documental dirigido por el canadiense Daniel Roher, que gan¨® un Oscar en 2023.
Antes de aquel grave envenenamiento estuvo a punto de perder la vida en otro ataque. El disidente hab¨ªa hablado muchas veces de la posibilidad de ser asesinado. ¡°Trato de no pensar en ello. Si empiezas a pensar qu¨¦ tipo de riesgos hay, no puedes hacer nada¡±, coment¨® en una entrevista con CBS News en 2017.
Con la maquinaria de guerra a plena marcha para su invasi¨®n en Ucrania y con la segadora contra la disidencia activada, el gigante euroasi¨¢tico se dirige ahora a una votaci¨®n en la que se espera que Putin vuelva a ser elegido sin rival. La Rusia de Putin no tolera la disidencia.
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