Xi advierte a Biden contra el apoyo de EE UU a Taiw¨¢n y los intentos de estrangular el desarrollo tecnol¨®gico chino
Los dos mandatarios mantienen su primera conversaci¨®n desde noviembre del a?o pasado, en la que muestran sus diferencias sobre el apoyo de Pek¨ªn a Mosc¨² en Ucrania o el potencial disruptivo de la Inteligencia Artificial
Los presidentes de EE UU, Joe Biden, y China, Xi Jinping, han abordado este martes por tel¨¦fono los principales temas de la agenda bilateral y otros de alcance global en los que mantienen notables diferencias, como el apoyo de Pek¨ªn a Rusia en Ucrania o la seguridad en el mar de China Meridional y el estrecho de Taiw¨¢n. La llamada, seg¨²n Pek¨ªn a petici¨®n de Biden, es la primera desde los contactos que ambos mantuvieron en noviembre del a?o pasado en Woodside (California) y un a?o antes en Bali (Indonesia). ¡°La relaci¨®n est¨¢ empezando a estabilizarse [...]. Por otro lado, los factores negativos de la relaci¨®n tambi¨¦n han ido creciendo, y esto requiere atenci¨®n por ambas partes¡±, se?ala el comunicado oficial de Pek¨ªn, mucho m¨¢s beligerante que el de su contraparte sobre las l¨ªneas rojas que China no permitir¨¢ que se crucen: Taiw¨¢n y el libre desarrollo tecnol¨®gico, contra el que no aceptar¨¢ restricciones, como los intentos de prohibir el uso de TikTok en EE UU.
La ¨²ltima llamada entre los dos l¨ªderes fue en julio de 2022. Este a?o, electoral en EE UU, no es previsible que vuelva a repetirse su encuentro anual, aunque s¨ª prosiguen los contactos a nivel ministerial, como demuestra la pr¨®xima visita de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a Pek¨ªn, que ser¨¢ seguida por el secretario de Estado, Antony Blinken. Con el prop¨®sito de ¡°gestionar las tensiones, abordar las percepciones err¨®neas y prevenir los conflictos involuntarios¡±, seg¨²n explic¨® la v¨ªspera una alta funcionaria de la Casa Blanca en una llamada con periodistas, los dos pa¨ªses apuestan por las ¨¢reas de cooperaci¨®n en las que los intereses son rec¨ªprocos, como la lucha antidrogas, los desaf¨ªos de la Inteligencia Artificial (IA), la fluidez de las cadenas de suministro y cuestiones relativas a la crisis clim¨¢tica.
En efecto, seg¨²n el comunicado de la Casa Blanca tras la llamada, Biden y Xi ¡°revisaron y alentaron el progreso en temas clave discutidos en la cumbre de Woodside, incluida la cooperaci¨®n antinarc¨®ticos, la comunicaci¨®n continua entre militares, las conversaciones para abordar los riesgos relacionados con la IA y los esfuerzos continuos sobre el cambio clim¨¢tico y los intercambios entre pueblos¡±.
EE UU espera de China una ¡°acci¨®n sustantiva en materia de lucha contra los estupefacientes para hacer frente a la escalada del tr¨¢fico il¨ªcito¡±, explic¨® la funcionaria. Desde la cumbre de Woodside, Washington ha constatado que Pek¨ªn ha aplicado ¡°algunas medidas iniciales para restringir e interrumpir el flujo de ciertos precursores qu¨ªmicos, [necesarios] para producir drogas sint¨¦ticas il¨ªcitas¡±, dijo en relaci¨®n con el fentanilo, cuya adicci¨®n est¨¢ causando una grav¨ªsima crisis de salud p¨²blica en EE UU, con m¨¢s de 70.000 muertes al a?o. La visita de una delegaci¨®n estadounidense a China, en enero, y el nuevo acuerdo aprobado en 2023, basado en dos documentos de la ONU para combatir el tr¨¢fico de precursores, forman parte de esos esfuerzos comunes.
Beligerancia de Pek¨ªn
Pek¨ªn apunta a la ¡°paz, estabilidad y credibilidad¡± como pilares de la relaci¨®n bilateral. Pero en lo tocante a Taiw¨¢n, una cuesti¨®n de pol¨ªtica nacional para China, el comunicado oficial adopta una postura claramente beligerante, en comparaci¨®n con el tono neutro del de la Casa Blanca. ¡°El presidente Xi enfatiz¨® que la cuesti¨®n de Taiw¨¢n es la primera l¨ªnea roja que no se debe cruzar en las relaciones bilaterales. Frente a las actividades separatistas de la ¡®independencia de Taiw¨¢n¡¯ y al est¨ªmulo y apoyo externo a ellas¡±, dice el texto en alusi¨®n a Washington, ¡°China no se va a quedar de brazos cruzados¡±.
Xi inst¨® a Washington a traducir en acciones concretas el compromiso del presidente Biden de no apoyar la ¡°independencia de Taiw¨¢n¡±. Mientras, la Casa Blanca se ha reafirmado en el principio ¡°un pa¨ªs, dos sistemas¡±, con hincapi¨¦ en la paz y la estabilidad a trav¨¦s del estrecho de Taiw¨¢n, ¡°especialmente teniendo en cuenta la pr¨®xima inauguraci¨®n presidencial de mayo en Taiw¨¢n¡±. Otro asunto de disenso fue la preocupaci¨®n de Washington por el apoyo de Pek¨ªn a la guerra de Rusia contra Ucrania y sus esfuerzos para ayudar a Rusia a reconstituir su base industrial de defensa.
El di¨¢logo bilateral sobre ¡°los riesgos y los retos de seguridad que plantean las formas avanzadas de IA¡±, sobre el que Pek¨ªn copatrocin¨® recientemente una resoluci¨®n hist¨®rica en la ONU, continuar¨¢ en las pr¨®ximas semanas. De acuerdo en lo sustancial, Washington difiere en el potencial disruptivo de la tecnolog¨ªa, como posible herramienta para interferir en las elecciones de noviembre, y China, en cualquier restricci¨®n al libre desarrollo.
Los comunicados de ambas partes son radicalmente opuestos. Seg¨²n Washington, ¡°el presidente enfatiz¨® que Estados Unidos continuar¨¢ tomando las medidas necesarias para evitar que las tecnolog¨ªas estadounidenses avanzadas se utilicen para socavar nuestra seguridad nacional, sin limitar indebidamente el comercio y la inversi¨®n¡±, en alusi¨®n a la adopci¨®n de medidas necesarias para evitar, por ejemplo, ciberataques a infraestructuras cr¨ªticas e incluso eventuales interferencias en el proceso electoral. Pek¨ªn eleva el tono hasta la advertencia: ¡°Si EE UU est¨¢ dispuesto a buscar una cooperaci¨®n mutuamente beneficiosa y compartir los dividendos del desarrollo de China, siempre encontrar¨¢ la puerta abierta; pero si se mantiene firme en contener el desarrollo de alta tecnolog¨ªa de China y privarla de su leg¨ªtimo derecho al desarrollo, China no se quedar¨¢ sentada y mirando¡±.
Avanzar en la desnuclearizaci¨®n de la pen¨ªnsula coreana, defender los derechos humanos, especialmente en Hong Kong, donde a Washington le preocupa ¡°la erosi¨®n de su autonom¨ªa¡±, y Xinjiang, y denunciar las pr¨¢cticas desleales chinas, ¡°pol¨ªticas comerciales injustas que perjudican a los trabajadores y familias estadounidenses¡±, han sido otros aspectos abordados en la conversaci¨®n. Biden tambi¨¦n habr¨ªa pedido a Xi la liberaci¨®n de los estadounidenses detenidos ¡°injustamente¡± en China o sometidos a la prohibici¨®n de abandonar el pa¨ªs.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se mueven a trompicones. Pero avanzan. La visita a Pek¨ªn de Yellen, la segunda desde la reapertura pospand¨¦mica del gigante asi¨¢tico, ser¨¢ otro gesto m¨¢s de aparente distensi¨®n y di¨¢logo de las dos superpotencias en el campo econ¨®mico. La semana pasada, en un gesto de buenos prop¨®sitos, Xi Jinping recibi¨® a un nutrido grupo de empresarios y acad¨¦micos estadounidenses en la capital china, entre los que destacaban Stephen Schwarzman, presidente del fondo de inversi¨®n Blackstone, y Cristiano Amon, al frente de la firma de semiconductores Qualcomm. En la cita hubo amplias sonrisas, muy por encima de la sobriedad protocolaria que suele mostrar Pek¨ªn, y un mensaje del mandatario chino: ¡°La relaci¨®n no puede volver a los viejos tiempos, pero puede abrazar un futuro m¨¢s brillante¡±.
A la vez, la relaci¨®n sufre traspi¨¦s cada poco. El pasado viernes la Administraci¨®n Biden dio un nuevo giro de tuerca a las normas destinadas a dificultar el acceso de China a los chips de inteligencia artificial y las herramientas de fabricaci¨®n de semiconductores punteros por motivos, seg¨²n Estados Unidos, de seguridad nacional. A finales de marzo, impuso sanciones, junto al Reino Unido, contra presuntos piratas inform¨¢ticos chinos por su participaci¨®n en una campa?a de ciberespionaje que supuestamente afect¨® a millones de personas, y a los que Londres y Washington consideran como un brazo del aparato de seguridad del Estado chino. Pek¨ªn ha rechazado tambi¨¦n de forma contundente la propuesta estadounidense de prohibir TikTok, la popular aplicaci¨®n de v¨ªdeos propiedad de una empresa del gigante asi¨¢tico. China considera que este desaf¨ªo, que implica tratar de apropiarse de algo bueno que es de otros, sigue una ¡°l¨®gica de g¨¢nster¡±, seg¨²n dijo una portavoz de Exteriores china.
Entre los mayores avances logrados desde el encuentro de ambos mandatarios en noviembre en San Francisco est¨¢ la reanudaci¨®n de las conversaciones militares de alto nivel entre ambas superpotencias. La primera cita de mandos de Defensa de Pek¨ªn y Washington en el Pent¨¢gono tuvo lugar a principios de enero. La perspectiva del 2024 es bien distinta a la de hace un a?o cuando, a estas alturas, los lazos se encontraban hechos jirones tras el derribo por parte de Washington de un supuesto globo estratosf¨¦rico esp¨ªa chino que cruzaba territorio estadounidense sin permiso. La din¨¢mica ha cambiado. El suelo que ambos mandatarios han colocado parece destinado a asegurar la estabilidad en los pr¨®ximos meses. En Pek¨ªn impera cierta sensaci¨®n de espera en este super a?o electoral. Mientras aguarda noticias sobre el pr¨®ximo inquilino de la Casa Blanca, el Gobierno se ha volcado en reactivar la econom¨ªa, tocada por la desaceleraci¨®n del sector inmobiliario, mediante un impulso de industrias de nuevas tecnolog¨ªas, y multiplica sus mensajes de apertura para recuperar el esplendor perdido ante los inversores internacionales.
EE UU refuerza su alianza con Jap¨®n y Filipinas frente a Pek¨ªn
Rebajar la tensión y prevenir interacciones potencialmente peligrosas en el mar de China Meridional fue otro de los puntos de la conversación. No es casual que la víspera de la llamada, los responsables de Seguridad Nacional de EE UU y Filipinas hablasen también por teléfono, con el pretexto de organizar la visita a Washington del presidente Ferdinand Marcos Jr. y la próxima trilateral Japón-Filipinas-EE UU. Las escaramuzas de la Guardia Costera china contra la armada filipina en las últimas semanas son un motivo de preocupación para Washington, que ha apostado decididamente por las alianzas regionales -de su cada vez más firme entente con Japón y Filipinas al AUKUS- para frenar los intentos de hegemonía de China en la zona. “Las peligrosas acciones de la Guardia Costera de la República Popular China y la milicia marítima el 23 de marzo que obstruyeron una misión legal de reabastecimiento de Filipinas a [el atolón] Second Thomas Shoal”, reclamado por varios países pero controlado por Manila, son motivo de honda preocupación para la Casa Blanca, según el comunicado que siguió a la conversación de los consejeros de Seguridad Nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.